Lo acontecido en el debate del presupuesto 2010 del Ayuntamiento no dejó lugar a dudas sobre vivienda pública. El gobierno socialista de la "presunta izquierda", con la colaboración de Alternatiba/Aralar, rechazó la enmienda del PNV para obtener mayores recursos presupuestarios para financiar actuaciones vinculadas al Patrimonio Municipal de Suelo. Con esta enmienda se hubiera evitado la situación actual, en la cual el gobierno local utiliza la política de vivienda para financiar gastos ordinarios de todo tipo, esto es, actuando en urbanismo como un privado más. Y así, con el tiempo, operaciones importantes de vivienda pública de alquiler han desaparecido del presupuesto de la sociedad pública de vivienda de cara a 2011. Una vez más, las víctimas serán los donostiarras, especialmente los jóvenes que no pueden vivir en la ciudad.
Desde el PNV queremos facilitar herramientas de financiación directa de la política de vivienda pública en Donostia, mientras el Gobierno de PSOE y Aralar/Alternatiba no tiene problema en defender que el urbanismo sirva para financiar el ayuntamiento en general y no necesariamente la vivienda pública. Esto es, quiénes dicen gobernar desde la izquierda no dudan en aplicar las recetas típicas de la derecha mientras la juventud de Donostia acaba expulsada por los precios de nuestra ciudad. En una ciudad donde uno de los principales problemas es la huida de los jóvenes a otros lugares por la carestía de la vivienda y la tardanza de la juventud en emanciparse, resulta que el gobierno socialista y de Aralar/Alternatiba no tienen problema en dilapidar o retrasar en el tiempo operaciones de vivienda pública fundamentales como Auditz Akular o Txomin. De hecho, el Alcalde sigue incumpliendo de manera flagrante sus compromisos en esta materia: de las 3500 viviendas públicas prometidas en esta legislatura sólo se han entregado 405 a día de hoy.
Con esta política, PSOE y Aralar/Alternatiba dicen ser de "izquierdas", pero luego se ubican en materia de vivienda pública en la más pura derecha rechazando priorizar los ingresos derivados de Patrimonio Municipal de Suelo hacia actuaciones vinculadas, precisamente, a la vivienda pública. Otra ocasión perdida para todos, mientras el Alcalde y el delegado de Urbanismo miran para otro lado cuando se habla del precio medio de la vivienda en Donostia que hace tiempo supera con creces al de Madrid y Barcelona.