Mañana se reúnen los órganos de Gobierno de la Fundación Guggenheim Bilbao, Comitè Ejecutivo y Patronato, con el fin de acordar, si procede, continuar con el Plan Estratégico aprobado en su día. Tras los pasos dados hasta ahora, llega el momento de decidir si seguimos adelante, en los términos aprobados, con el proyecto de ampliación en discontinuidad del Guggenheim Bilbao en Urdaibai.
En la reunión previa del Comité Ejecutivo vamos a plantear que se proponga al Patronato la convocatoria de un concurso internacional de ideas arquitectónicas, como siguiente paso en desarrollo del Plan Estratégico que está en vigor. Cabe la posibilidad, por informaciones aparecidas en medios de comunicación, de que la representación del Gobierno vasco en dicho comité ejerza su derecho de veto a continuar con el Plan Estratégico, con lo que el Patronato no tendría ante sí ninguna propuesta, por lo que no habría acuerdo que tomar y el Plan quedaría paralizado. Y aquí me dirijo a todos los patronos. Estén ustedes tranquilos. Pase lo que pase mañana, en ningún caso vamos a propiciar una votación en el seno del Patronato de la Fundación Guggenheim. Ustedes no merecen pasar por ese trance.
Dicho lo anterior de forma fría y concisa, quisiera aprovechar esta oportunidad para hacer públicamente un último llamamiento a la cordura y a la voluntad de acuerdo institucional. El pasado 3 de febrero envié una carta al lehendakari en la que, entre otras cosas, le decía textualmente lo siguiente: «De ahí mi compromiso en aceptar y propiciar donde sea necesario un diálogo sereno y sosegado sobre esta cuestión. Un debate sereno y riguroso, que se lleve a cabo en el ámbito institucional, sin ruido exterior, con el fin de recuperar la confianza perdida y de encontrar puntos de acuerdo en los que unos y otros nos sintamos reconocidos». «No puedo, no podemos dejar pasar oportunidades como ésta. Nuestras respectivas responsabilidades nos obligan a liderar la búsqueda de iniciativas que mejoren la calidad de vida y la expectativa de futuro de la sociedad a la que representamos. Y el proyecto Guggenheim Urdaibai se merece nuestro acuerdo».
Son las 13 horas del lunes 21 de junio cuando esto escribo. Han pasado 4 meses y 18 días sin haber tenido contestación, pero creo que todavía queda margen para el acuerdo, para no paralizar un proyecto importante para el futuro de Busturialdea, de Bizkaia y de Euskadi. El Plan Estratégico que contempla el proyecto de Urdaibai fue aprobado por unanimidad en los órganos de gobierno de la Fundación Guggenheim Bilbao. No es un proyecto de la Diputación, sino del Guggenheim. Es un proyecto que ha concitado el respaldo de entidades institucionales, políticas, sociales y culturales. Tiene el 'nihil obstat' de la Unesco, institución responsable de velar por la Reserva de la Biosfera.
Más de 2.000 personas de toda condición han constituido la red social GuBai en apoyo del proyecto. Artistas, amas de casa, jubilados, empresarios, intelectuales, trabajadores, estudiantes, deportistas, agricultores, escritores, euskalzales, académicos y profesores universitarios, creadores y gestores. La Fundación Solomon Guggenheim de Nueva York aprobó en su Patronato de finales de 2.009 su apoyo total al proyecto.
La convocatoria de un concurso internacional de ideas arquitectónicas no supone en este momento realizar inversión alguna. Supone seguir avanzando para que los 'primeros espadas' a nivel mundial, con la garantía de la marca GUGGENHEIM, nos aporten diferentes propuestas elaboradas bajo las premisas de Arte, Medio Ambiente, Innovación y Actividad Económica. Llegadas las diferentes propuestas será el momento de debatir en concreto sobre el volumen de la inversión, la financiación, el modelo propuesto, el impacto ambiental si lo hubiere y todo lo demás. Y todo ello con un amplio debate social sobre lo concreto, no sobre algo que no existe más que las intenciones.
Comparto absolutamente con Antón Damborenea, presidente del Partido Popular de Bizkaia, que «un concurso de ideas siempre es positivo, porque permite recibir propuestas elaboradas por expertos que pueden resultar muy positivas en el futuro, tanto por el planteamiento de soluciones para la ubicación del proyecto como por su originalidad y carácter atractivo de lo que se proponga. Es el momento de analizar propuestas y por tanto no despreciar ideas». «No es el momento de vetar ideas». Comparto también con el Sr. Damborenea que «no entenderíamos que se impidiera por parte del Gobierno vasco que se realizase un concurso para ver si es viable o no la ampliación del Guggenheim».
En la reunión que mantuvimos, junto con otras personas, el lehendakari y yo en Lehendakaritza la víspera del Patronato del pasado mes de diciembre le propuse en dos ocasiones : « Lehendakari, coge tú la pancarta». Hoy y ahora repito lo mismo.
Reitero públicamente mi disposición a un acuerdo en el que no haya ni vencedores ni vencidos. No cerremos las puertas al futuro. Caminemos juntos. Tenemos tiempo y margen todavía. No vetemos las ideas.
