Se le ve confiado y relajado, a pesar del trago de pasar de ser el partido del gobierno a ser el partido de la oposición. Ortuzar transmite optimismo, no sólo a sus bases, también al conjunto del país. Confía en la iniciativa política de su partido para impedir cualquier retroceso o parón
¿El PNV ha hecho ya la digestión del 1-M? Los resultados electorales han sido tan satisfactorios que han facilitado la digestión. Sin embargo, ha sido más complicado ver cómo en las prioridades políticas deL PP y, sobre todo, el PSE ha pesado más las ganas de revancha y el ansia por llegar a Ajuria Enea que la gobernabilidad y la estabilidad de este país. No han hecho una lectura razonable de lo que el 1 de marzo expresó la sociedad vasca. Ante esa situación, hemos tenido la necesidad de clarificar lo que estaba sucediendo y no aceptarlo sin más. Dicho esto, hay que añadir que una vez formado el gobierno hay que pasar página y situarse a la expectativa de qué actuación tiene el nuevo ejecutivo de Patxi López. Acaba de empezar a gobernar, pero sobre la mesa ya existe un acuerdo PSE-PP que apunta maneras. Es un acuerdo puramente estético, hecho de cara a la galería, y de poca relevancia, porque es el primer peaje que le hace pagar el PP al PSE. Para no dar sus votos gratis et amora, los populares necesitaban exhibir una especie de documento de fe pública de que ese cambio que pretendían se iba a producir. En ese texto introdujeron sus obsesiones: educación, perfiles lingüísticos, EiTB... El PSE no quería ese documento, pero no podía oponerse y añadió contenidos para equilibrarlo con áreas sectoriales para no aparentar excesivamente frentista. A poco que el PSE se escore hacia el PNV, el PP estará al quite. Teniendo en cuenta que sólo cuentan con 25 escaños, están obligados a ser coherentes y mantener al PP como socio preferente. Por eso pienso que agotarán juntos toda la legislatura. Y si no fuera así, el PNV no está dispuesto a ser opción de segunda mesa. En política, no vale todo. ¿Cómo afronta su nuevo papel de oposición en la Cámara vasca? Trabajaremos una política de oposición constructiva, teniendo en cuenta que el PNV es el partido mayoritario de este país, lidera una buena parte de las instituciones vascas y tiene que ser un partido con iniciativa política fuera y dentro del Parlamento Vasco. ¿Van a realizar oposición desde las Diputaciones? Las Diputaciones no están para hacer oposición, están para hacer política y guiar los servicios públicos que tienen encomendados. Son unas instituciones muy importantes en nuestro país, pero no van a permitir que se altere el esquema institucional vasco. Nos sorprendió que la palabra Diputación no saliera ni una sola vez en el discurso de Patxi López en el pleno de investidura. No sé lo que puede significar. ¿Dan por descontado que el PNV será desalojado de la Diputación alavesa a la vuelta del verano? Va a depender de lo que quiera el PP. El PSE echa balones fuera y dice que eso dependerá de lo que haga el PNV. Es una actitud muy poco elegante por lo que supone de chantaje en el sentido de que si no hacemos lo que ellos quieren, nos quitan Araba Hasta donde nosotros sabemos el Partido Socialista de Araba no quiere un escenario así. Aún así, mucho nos tememos que la razón de Estado pese más que los intereses y la opinión de los socialistas alaveses y que el PP, al final, se salga con la suya una vez más. ¿Cómo interpreta las llamadas a la responsabilidad que les lanzan desde PSE y PP? Si alguien está siendo responsable antes y después del 1-M es el PNV. Lo irresponsable es formar un gobierno como el que han creado. Con esas soflamas, desde el PP buscan pasar factura, hacer revanchismo, y que el PNV muerda el polvo. Sin embargo, cuando el PSE llama a nuestra responsabilidad en realidad lo que pretenden decir es que, cuando lo necesiten, les saquemos las castañas del fuego. ¿Bajo qué condiciones estaría el PNV dispuesto a sacarle las castañas del fuego al PSE? No hay condiciones. En ningún caso sacaremos las castañas del fuego al PSE, en todo caso sacaremos las castañas del fuego a este país. Insisto en que haremos una oposición dura, pero al mismo tiempo constructiva y responsable, pero no nos vamos a quedar ahí, porque vamos a actuar con mucha iniciativa política. Vamos a ver qué políticas desarrolla Patxi López. Si van en contra de la mayoría de este país, se situará en frente del PNV. Pero no es el PNV el que se tiene que situar al lado o en contra del Gobierno vasco. Ahora, en cada decisión que adopte, en cada decreto que publique, en cada plan que implemente tendrá que pensar si lo está haciendo para la mayoría social y política de este país. Luego, la iniciativa legislativa del PNV podría crear fracturas en la sociedad entre PSE y PP. No lo hacemos con ese espíritu, de verdad. Es más, hemos asumido que este gobierno va a durar los cuatro años de legislatura, que lo que les une -poca cosa- es más poderoso que lo que les separa -mucho-. Saben que un fracaso de este gobierno antes de tiempo haría que la alternativa del PNV saliera fortalecida social y electoralmente, aún más de lo que saldrá de por sí. Nuestra iniciativa política no tiene como objetivo fomentar la división entre PSE y PP, sino que busca que no se den pasos atrás en todo lo que se ha conseguido hasta ahora en autogobierno y que sigamos avanzando en desarrollo y bienestar. Socialistas y populares divergen en sus planteamientos para enfrentar la crisis. ¿Por ahí pueden empezar las desavenencias entre ambos? Esta misma semana, en el Debate sobre el Estado de la Nación se han visualizado dos modelos antagónicos para luchar contra la crisis. La pregunta que debe responder López es cuál de los dos modelos va a guiar a su gobierno: el de Zapatero o el de Rajoy. Va a ser la primera prueba de fuego de los dos socios, a no ser que sean capaces de inventar una vía intermedia., lo cual se me antoja casi imposible. ¿El PNV hará huelga el día 21? Creemos que el país no está para huelgas. Lo primero que deberíamos de hacer entre todos es un esfuerzo entre sindicatos, patronal, instituciones y partidos para llegar a un diagnóstico común sobre cuál es la solución a esta situación. En lugar de eso nos encontramos con una convocatoria de huelga general. Es un instrumento muy excepcional que sólo se justifica en momentos muy puntuales y a utilizar una vez agotadas todas las posibilidades que da el diálogo social y el sistema institucional y aquí no se ha ensayado ninguna. ¿Le preocupa al PNV el hecho que sea la única fuerza política que no secunde la huelga? El PNV tiene suficientes mecanismos de anclaje social y no nos preocupa quedarnos solos en esta convocatoria. Es una huelga que no se sabe muy bien contra quién va. Nosotros respetamos esta convocatoria, pero creemos que en la Euskadi de hoy antes que esa medida había que haber intentado otras. ELA, y también el resto de sindicatos, sabe que el PNV le ha abierto las puertas de esta casa para establecer un diálogo entre las dos organizaciones decanas del movimiento abertzale. Todavía estamos esperando la respuesta. Más allá de la convocatoria de huelga, ¿qué impide una unidad de las fuerzas abertzales a la hora de encarar la cuestión nacional? Antes de nada, hay que desmitificar esa leyenda de la unidad aber-tzale. Es verdad que a las fuerzas abertzales nos une un sentimiento de pertenencia a una misma patria, con una misma identidad, pero a partir de ahí cada uno sueña con una Euskadi diferente, con unos modelos de sociedad distintos, etc. Como pasa en cualquier otra nación o Estado. Con algunos abertzales nos separa muchísimo, especialmente con los que no se distancian de la violencia. A la izquierda del PNV, se intenta crear un polo soberanista. Es un mal inicio querer construir un polo soberanista prescindiendo de una fuerza que es mucho más grande que todos los demás juntos. Además, no sólo nos excluyen a nosotros, parece que también se quiere excluir a Aralar, con lo que estarían prescindiendo de las dos principales fuerzas abertzales representadas en el Parlamento Vasco. Parece que lo que más une y motiva al polo soberanista no es que los abertzales gobernemos en las instituciones vascas o formar una alternativa abertzale y democrática, sino sustituir al PNV. En esto tienen los mismos intereses que el PSE. El PNV va a hacer la oposición sin su referencia en el Parlamento Vasco durante los últimos años. ¿Qué supone la marcha de Ibarretxe? Antes que nada hay que agradecer a Ibarretxe su abnegado trabajo y su manera de obrar al final de su trayectoria política. Ha puesto de manifiesto que había otra forma de hacer y de llenar de contenido a esta legislatura. Ha tomado la decisión que ha creído oportuna y la tenemos que respetar, aunque egoístamente nos hubiera gustado y convenido que se quedara, pero en su análisis había una reflexión profunda que abogaba por gente nueva para un nuevo tiempo político. En este sentido, ha creído que el peso de su persona podía ser un handicap para ese cambio, y que podía lastrar la posición del partido. |