Carlos C. Borra
La sesión de constitución del Parlamento vasco que tendrá lugar hoy será realmente especial para Izaskun Bilbao, ya que, de cumplirse las previsiones, cederá su puesto de presidenta de la Cámara a la 'popular' Arantza Quiroga merced a un pacto PSE-PP que no duda en criticar
bilbao. Cuatro años después de su sorpresivo nombramiento, consecuencia del veto a la reelección de Juan Mari Atutxa como presidente del Parlamento de Gasteiz, Izaskun Bilbao (Bermeo, 1961) deja el listón muy alto a su sucesora. Con las elecciones europeas al parecer en su horizonte cercano, la dirigente del PNV hace balance y expresa su preocupación respecto al futuro con Patxi López como lehendakari.
¿Está más decepcionada por no repetir como presidenta del Parlamento vasco o por la forma en la que se va a producir su relevo?
La palabra no es decepción. Hay que distinguir dos planos, en el personal estoy absolutamente tranquila, y en el político se ha producido una ruptura de valores como es el mantener las costumbres y los usos no escritos. Empezar una legislatura con esa ruptura de pactos no es lo más correcto, ya que por primera vez el partido con el mayor número de escaños no va a tener la presidencia del Parlamento.
También se romperá la proporcionalidad de los miembros de la Mesa de la Cámara, debido al afán de PSE y PP por garantizarse la mayoría.
Hacer las cosas sin contar con los demás, queriéndote asegurar todas las mayorías, dan como resultado lo que va a ocurrir en esta Mesa. Hemos oído hablar mucho de transversalidad, de pactos no frentistas, pero el resultado de la presidencia y de la Mesa va a dar lugar a que no se respete otro pacto no escrito, y sin embargo aceptado y aprobado legislatura tras legislatura, de la presencia de una Mesa plural de los partidos de mayor a menor hasta cinco miembros.
El PNV ha designado para ocupar sus dos puestos en dicha Mesa a Iñigo Iturrate y Mikel Martínez. ¿Cómo valora su candidatura?
Estoy segura de que lo harán bien porque la lista del PNV para estas elecciones ha estado formada con personas con experiencia, también en otros ámbitos institucionales. Tanto Iñigo Iturrate como Mikel Martínez tienen sobrada experiencia en las Mesas de las Juntas Generales, incluso en el caso de Iturrate en la Diputación. Por tanto, estoy convencida de que lo harán bien.
¿Siente que aún le quedaba trabajo por realizar en dicho cargo?
Bueno, siempre puede quedar algo por hacer, pero en cuatro años yo me fijé unos objetivos con un plan estratégico y los he cumplido todos en tres líneas fundamentales. La primera, trabajar por la apertura institucional, acercar el Parlamento a la ciudadanía, hacer de esta institución una casa abierta y en la que pudiéramos trabajar con transparencia y favoreciendo la participación de las personas.
¿Qué más?
Una segunda línea ha sido el trabajo en Europa para que la presidencia de las regiones esté presente en los ámbitos europeos, para poder construir el futuro de abajo a arriba y consolidar un proyecto europeo de valores donde las regiones en los niveles más descentralizados tengan un papel importante. Y más en el caso de Euskadi, con competencias exclusivas donde las decisiones de Europa nos afectan más directamente. Esto nos ha permitido tener durante 2008 la presidencia de la CALRE, representando a 74 parlamentos regionales y donde hemos conseguido plantear el debate de la necesidad del reconocimiento de las regiones en Europa y dar a conocer de una manera más profunda y real lo que es Euskadi.
Y en tercer lugar...
Todos los proyectos referidos a las víctimas, el conseguir eliminar esa terrible distancia que sentían, no sólo en Euskadi. La labor que hemos realizado de manera discreta durante unos dos años nos ha permitido entendernos, plantear un discurso común y me alegro de haber trabajado por esa cercanía que necesitaban, por el reconocimiento de su sufrimiento, por trasladar la necesidad de sensibilizar a la sociedad. Contribuir a ello escuchando a todas las asociaciones, con una relación directísima y de cercanía con las propias víctimas y trasladando también la necesidad de una deslegitimación total y absoluta de la violencia.
¿Qué impresión le ha producido la candidata a sucederla, Arantza Quiroga, durante el tiempo que han compartido en el Parlamento?
Como en estos cuatro años no me ha tocado trabajar directamente con ella, por lo que yo la conozco en términos generales diría que es una persona maja.
El pasado martes, tras conocerse su candidatura, Quiroga expresó su deseo de trabajar por "un Parlamento para todos los vascos". ¿Le molestó, por dar a entender que la Cámara no ha sido plural?
Eso dependerá de la interpretación de cada uno, pero yo tengo claro cómo he querido ejercer mi presidencia, para todas y todos los parlamentarios y las vascas y vascos.
¿Qué opina de las declaraciones de la dirigente del PP expresando su oposición al uso del preservativo?
Que resultan extrañas. Los sentimientos y los pensamientos de cada uno son respetables, pero en el siglo XXI, con los avances de las políticas progresistas que hemos desarrollado, incluso aprobado en el Parlamento vasco, me parece extraño y no las comparto, claro. Espero también que ella dé cumplimiento a su pretensión de ser la presidenta de todos, lo que, evidentemente, le obligará a mantener su ámbito privado en un apartado diferente.
¿Cómo ve el futuro inmediato en Euskadi, tras el pacto PSE-PP?
Con cierta preocupación e incertidumbre, que es lo que me están trasladando todas las personas con las que me estoy encontrando en diferentes ámbitos. Esta sociedad es muy sabia, sabe siempre lo que quiere y lo que no quiere, y éste no es el pacto que quería, quería un acuerdo entre vascos y entre nacionalistas y no nacionalistas. Observan que son dos partidos que en el ámbito estatal se están peleando, que Rajoy está hablando incluso de una próxima moción de censura al presidente Zapatero, y sin embargo están llegando a acuerdos en Euskadi con el único ánimo de desplazar al partido que ha ganado las elecciones con 80.000 votos de diferencia. Si Basagoiti sigue diciendo que el PSE no es de fiar, es normal que la gente esté inquieta. Espero que no hagamos sufrir a la sociedad vasca, que no se lo merece.
¿Y sobre el papel que desempeñará el PNV en este nuevo escenario?
El PNV es un partido responsable, serio y su interés es el de Euskadi. Entonces, todas las decisiones que adopte serán pensando en el bienestar de sus habitantes, y pensando siempre cómo impulsar desde la oposición iniciativas para que Euskadi siga siendo referencia en un montón de materias, tal y como es ahora.
Ya se da prácticamente por hecho que encabezará la lista del PNV a las elecciones europeas.
Hay que esperar por prudencia y por respeto al proceso electoral de mi partido y a las decisiones que en su momento se vayan a dar.
Lo que sí ha asegurado es que, de darse el caso, aceptaría el reto de buen grado.
Lo que dije es que, si me toca estar allí, lo haré con ilusión y responsabilidad, tal y como he tratado de hacerlo con todos los proyectos políticos que me han tocado en mi vida. Y tratando de aprovechar, cómo no, mi experiencia como presidenta de la CALRE para intentar situar a Euskadi en Europa.
En su momento, fue muy comentado el hecho de que usted fuera la primera mujer en presidir el Parlamento vasco.
El primer día dije que quería ser una presidenta en femenino. He querido liderar con valores femeninos, aunque con los mismos el reconocimiento de la autoridad sea más complicado. Las mujeres no debemos imitar los valores masculinos, tenemos que hacer la gestión de la política como sabemos nosotras, y de hecho cada vez hay más estudios que reconocen que las maneras de hacer en femenino son garantía de competitividad, quizá por ese punto de vista diferente en la cercanía con las personas, en el compartir los proyectos...
Tras las últimas elecciones, la paridad se ha visto mermada en la Cámara vasca, lo que se visualizará en la sesión de hoy. ¿A qué se ha debido este paso atrás?
El único grupo que cumple con ese porcentaje igualitario es el del PNV, y además habiendo tenido como cabeza de lista en Bizkaia a una mujer. El resto de los partidos ha obtenido menos escaños de los esperados, lo que ha tenido como consecuencia inmediata que hay un menor número de mujeres. La conclusión es que la resistencia a que haya mujeres en las posiciones de salida se sigue manteniendo. Esto es un retroceso, por lo que hay que insistir en continuar trabajando.
