Iñaki Anasagasti
07Apirila
2008
07 |
Iritzia

Mensajes claros en momentos de confusión y agresión

Iñaki Anasagasti
Apirila 07 | 2008 |
Iritzia

Escucho en la radio que han atacado los batzokis de Markina y del Casco Viejo, más conocido éste como Euskeldun Batzokija. Cerca de donde ha sido atacado este local, Sabino Arana fundó el primer Euskeldun Batzokija donde se izó por primera vez la ikurriña en 1894. Ciento catorce años después unos descerebrados que creen que el abertzalismo es destruir, imponer por la fuerza, amedrentar y ensuciar una causa, arremetían contra la herencia del fundador del nacionalismo. Sí, del fundador del nacionalismo vasco, ya que hace 114 años que está fundado y organizado al año siguiente, 1895, en el Partido Nacionalista Vasco como instrumento de liberación social y nacional. Sí, sí creo un partido y así lo llamó. No creó una organización salvaje al servicio de un producto destructivo para que mientras unos matan, otros callen.
Ante eso, tres conclusiones:

1.- A ETA, o se le da toda la razón, o no va a cambiar, hágase lo que se haga, dígase lo que se diga. Han anunciado ya esta semana pasada que seguirán matando. Nada nuevo.

2.- El discurso de la erróneamente denominada izquierda abertzale, manosea el nombre de la izquierda y de lo abertzale, y por tanto, es falso. Hay que decir que a pesar de sus ínfulas son una minoría y no representan al pueblo vasco aunque se atribuyan su representación a todas horas. Y además no tienen un proyecto ético al servicio de la política. Todas las oportunidades que se les han dado las han despreciado por su subordinación a una violencia y a un terror irracional. No dejan de ser más que los ventrílocuos de ETA.

3.- Usufructúan el nombre de lo abertzale cuando son una distorsión del mismo. Aber-tzalismo es igual a patriotismo y lo de esta gente es todo menos patriota. Destruir, insultar, quemar, manchar, estropearlo todo, no tiene nada que ver con el abertzalismo sino con el revolucionarismo talibanesco.

Ante esto y por culpa de ellos sólo nos queda seguir en la denuncia pero elevando la voz y marcando bien el gesto. Quizás nos ha faltado en los últimos tiempos gesticulación suficiente en una sociedad donde se prima el gesto sobre la esencia. Si tenemos la esencia ésta se tiene que percibir de forma clara, porque lo que no se percibe como tal, no existe. Nos guste o no.

Pero entonces, ¿no hay nada que hacer con este mundo de ANV, HB, o como quiera llamarse?

Sí, pero cuando ellos quieran. La voz y la palabra la tienen ellos, y de momento están tan enganchados al mundo violento que son ellos quienes han malogrado toda las oportunidades que se les han dado. Ni Anoeta, ni Lizarra, ni treguas, ni Loiolas. Todo lo han malogrado ellos y ante eso sólo caben dos salidas: o ponerse de rodillas, o implorarles que cambien y seguir enviando mensajes equívocos a la sociedad que nos desgastan o marcar muy bien las distancias. Soy partidario de lo segundo. Que quede de forma muy clara que ni son abertzales, ni representan el abertzalismo, ni son la totalidad del pueblo vasco como mentirosamente lo manosean en sus discursos culpando al PNV de sus fracasos.

¿Todo ese mundo es homogéneo? No. Pero quienes no están de acuerdo que lo digan. En ese mundo hay mucha gente con valores y con un abertzalismo militante pero ¿de qué les sirve si callan ante todas las salvajadas de cuatro iluminados? Ante eso que no nos vengan hablando del GAL que desapareció hace veinte años, con todo mi respeto hacia las víctimas de aquella guerra sucia organizada bajo gobiernos socialistas. ETA es la que está viva, no el GAL.

Lo ocurrido el sábado pasado en el Parlamento vasco cuando la viuda de Gregorio Ordóñez mostró todo su desprecio al lehendakari me parece muy grave. Respetando el dolor de una familia, esta intervención fue profundamente injusta con el lehendakari Ibarretxe que sólo 24 horas antes había estado en un acto a favor de las víctimas con Pilar Manjón, hacía un año había homenajeado a todas las víctimas en el Euskalduna y todavía hoy resuenan sus dolidas palabras en Ajuria Enea cuando descalificó con dureza a ETA y estuvo en Arrasate.

Poner en duda el horror que le produce al lehendakari la violencia de ETA y que el desprecio de la Sra. Iríbar se repitiera por todos los medios durante tres días, personalmente me dolió. Cada palabra de la viuda de Ordóñez la escuché como si personalmente recibiera un martillazo. Fue terrible.

Pero, ¿por qué se llega a esta situación con lo muchísimo que ha hecho el nacionalismo vasco institucional en estos años -un millón de veces más que lo que se ha hecho en Madrid- no sólo por las víctimas de ETA sino por las víctimas de la dictadura de las que nadie se acuerda?

Aquí falla algo. O quizás mucho.

Con todos mis respetos no es comprensible que con todo lo que ha hecho el Gobierno vasco por las víctimas desde el punto de vista legal, económico, solidario, ético y político, designando incluso a una persona para que específicamente se ocupe de esta cuestión algo que no ocurre en el Gobierno central, haya gente que perciba que el lehendakari no es sensible al dolor ajeno y le dedique todo su desprecio. Aquí algo falla en la comunicación de quien tiene a su cargo esta responsabilidad.

Y, en segundo lugar, no es de recibo que habiendo desplazado Euzkadi a Madrid como la comunidad más rica por habitante, dato hecho público la semana pasada y con tantísimos logros que tiene el Gobierno vasco en su haber, se tenga la sensación de que estamos viviendo una crisis sin salida, cuando no es verdad. Algo falla pues en la comunicación y en la percepción del ciudadano. Alguien está haciendo las cosas muy mal.

Y un comentario final para terminar enlazando con mi comienzo. Recordaba que en 1894 Sabino Arana se asomaba al balcón de Euskeldun Batzokija donde el 14 de julio de 1894, Ciriaco de Iturri, procedente del campo carlista, izaba por primera vez la ikurriña. Ciento catorce años después a los descendientes de aquellos fundadores del PNV se les llamaba ante el Ayuntamiento de Bilbao colaboracionistas y al alcalde Azkuna, "franquista", por acatar una sentencia del Tribunal Supremo para que ondeara la bandera española en el ayuntamiento ya que en treinta años los alcaldes nacionalistas, Azkuna entre ellos, no la habían exhibido más que de pascuas a ramos.

Todos los manifestantes de esa izquierda revolucionaria antisistema, que el sábado estuvieron allí insultando al PNV, llevaban en sus bolsillos el carnet de identidad español con la palabra ESPAÑA bien puesta en la parte superior izquierda de su documento. Si se les hubiera preguntado por qué llevaban esa txartela nos dirían que lo hacen de forma obligatoria y por imperativo legal. Entonces, ¿por qué ellos pueden llevar ese carnet y Azkuna no puede enarbolar obligatoriamente una bandera? Pura demagogia talibanesca que no conduce a nada. ¡Que al PNV se le diga que prefiere la bandera española a la vasca tiene bemoles!

Finalmente me dolió y nos dolió a muchos lo que ocurrió el sábado contra el lehendakari. No es la primera vez ni será la última. Hay mucho abismo ensanchado, hay mucho odio acumulado, hay muchos mensajes dichos pero a veces mal formulados, hay muchas intervenciones que no vienen a cuento, hay mucha distorsión que abona el discurso en el que se quiere incidir y hay muchas ganas de que Ibarretxe y el PNV muerdan el polvo.

No les demos el gusto ni las excusas.

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