Bildarratz: "La administración vasca ha descansado demasiado sobre las espaldas de los ayuntamientos"
Aitor Anuncibay
Las palabras "colaboración" y "pasión" aliñan con asiduidad el ideario del alcalde de Tolosa, que dirige Eudel desde hace cuatro meses. Bildarratz subraya que la construcción del TAV es "incuestionable", aunque los municipios serán "terriblemente exigentes" en la defensa de sus intereses
¿Cuáles serán las claves de su presidencia?
Estamos realizando un plan rector que consiste en preguntar directamente a los ayuntamientos sobre las prioridades que habrá que determinar en esta legislatura. La mayor parte de ellos están coincidiendo en los temas. Normalmente, se refieren a su financiación, la ley municipal o el TAV. Espero que a mediados de enero podamos presentar el plan rector en sociedad.
Precisamente, ¿cuál es su opinión sobre el TAV?
Es un proyecto que, aunque haya colectivos que lo cuestionen, es incuestionable. Todos los procesos para su construcción se han seguido como en cualquier democracia y vamos a colaborar con el Gobierno central y el Gobierno Vasco para que se finalice tal como está proyectado. Pero seremos terriblemente exigentes en la defensa de nuestros intereses. Es una obra de interés general, con lo que no necesita de licencias municipales, pero sí entiendo que entre los ayuntamientos existe una voluntad para que seamos partícipes en la mejora de este proyecto desde el punto de vista medioambiental, acústico, arquitectónico, estructural y en el día a día.
Sin embargo, hay colectivos sociales y grupos políticos que se oponen.
Aunque haya grupos políticos que quieran trasladar lo contrario, hay que tener en cuenta que los ayuntamientos que se oponen al paso del TAV suman 100.000 habitantes, mientras que las localidades cuyos consistorios están gobernados por partidos favorables al trazado son 1.100.000.
¿Está vertebrada Gipuzkoa lo suficiente en materia de transporte?
No. Es verdad que la Diputación está trabajando en ello y nosotros colaboraremos para que eso se desarrolle. Gipuzkoa tiene 88 municipios, de los que una gran parte son inferiores a 1.000 habitantes. Eso quiere decir que estructurar una movilidad no es fácil, hay que poner en marcha fórmulas específicas y especiales para solucionar este problema. Son asuntos que tenemos que abordar de manera urgente.
Cada vez ocurren más atropellos en los núcleos urbanos. ¿Estudian tomar medidas contra ello?
Hay que tomarlas desde el punto de vista urbanístico para dificultar el movimiento del coche y priorizar al peatón con pasos de cebra elevados, por ejemplo. Hay que trabajar en hábitos y valores, de forma que el comportamiento de peatones y conductores sea civilizado. Seguimos con interés el modelo desarrollado en pueblos de Holanda, donde han eliminado cualquier señal o elemento de coacción del viario. No existen señales o pasos de cebra. Se prioriza al peatón.
La Ley Antitabaco levantó ampollas entre las administraciones sobre su aplicación. ¿Continúa el desencuentro?
Es verdad que fue una fuente de conflicto, pero es algo que tenemos meridianamente encaminado. Tenemos una muy buena relación con el Gobierno Vasco. En estos momentos, las denuncias son mínimas, con lo cual entendemos que la Ley está funcionando bien y está imperando el sentido común. Siguen existiendo algunas diferencias de criterio que estamos trabajando pero ahora tampoco es una de nuestras grandes prioridades.
¿Qué valoración hace de la nueva Ley de Servicios Sociales?
Todavía es un anteproyecto, pero ha sido importante que participen todas las administraciones; hemos sabido recoger todas las necesidades de la sociedad actual. Ahora, estamos trabajando en un sistema público vasco de servicios sociales. Entendemos que la piedra angular de los servicios sociales son los municipios, al ser el observatorio de las necesidades de las personas por cercanía, van a ser la puerta de entrada de estos ciudadanos. Es una ley muy avanzada que, además de convertirlo en un derecho subjetivo, garantiza la autonomía de la persona a tener una vida digna. La clave del éxito de este acuerdo es lo que hemos denominado el método Eudel , que es empezar desde la base, desde los que conocen el problema e ir gestionando este anteproyecto.
¿Qué problemas presenta?
Eudel ha puesto el doble en esta mesa porque nuestra situación es diferente. Tenemos 251 municipios, cada uno con su color político y hemos llegado a un acuerdo dentro de la ejecutiva formada por PNV, EA y PSE-EE. Ahora, falta definir este anteproyecto y su financiación. Los ayuntamientos hemos conseguido estar en el Consejo Vasco de Finanzas de Asuntos Sociales con esta iniciativa. Eudel está muy agradecido al departamento de Asuntos Sociales por la línea y el estilo de trabajo, además de a las diputaciones, que han trabajado con flexibilidad.
¿Se plantean que diferentes localidades de una zona compartan instalaciones dedicadas a los servicios sociales?
Uno de los objetivos de este anteproyecto es el de la homogeneización de estos servicios independientemente de dónde se viva. Se van a ir creando bases para mancomunar zonas de más de 5.000 habitantes. Además, hay un elemento que es importantísimo como el derecho subjetivo, de tal manera que si al ciudadano no se le da lo que le corresponde podrá llevar a tribunales a la administración. Dentro del Estado va a ser la ley más moderna.
Los ayuntamientos siempre han reclamado más recursos económicos de las administraciones. ¿Continúa la misma situación?
En estos momentos, las instituciones vascas tienen dinero, es un buen momento para todas. Hemos de reconocer que ahora ha habido un salto importante por el incremento recaudatorio en todas las diputaciones, pero especialmente en Álava. Con el nuevo diputado general, Xabier Agirre, hemos encontrado un acomodo mejor y una interlocución mucho más fácil. En este sentido, los ayuntamientos alaveses van a estar mucho mejor de lo que han estado hasta ahora. Con el anterior sistema, Vitoria era la gran beneficiada, mientras que los pueblos pequeños eran los castigados de esta situación.
¿Y en Euskadi?
En Euskadi, la situación es la adecuada, pero, evidentemente, siempre necesitamos más. Los ayuntamientos asumimos un 31% de gasto no obligatorio que no nos compete a nosotros sino al resto de las instituciones y, principalmente, al Gobierno Vasco. La financiación no se adecua a las competencias que los ayuntamientos están asumiendo. Para eso es muy importante llevar adelante la Ley Municipal. En este sentido, hemos encontrado buena disposición por parte de la vicelehendakari, Idoia Zenarrutzabeitia, nos ha hecho llegar un texto y espera nuestra respuesta.
¿Qué se plantean?
Queremos aclarar las competencias de cada una de las instituciones y la financiación que corresponde. Está clarificada la relación entre el Gobierno central y el Gobierno Vasco, entre éste y las diputaciones, pero no con los ayuntamientos. Es necesario que demos con una Ley Municipal cuanto antes y de una manera urgente. Las administraciones vascas han descansado demasiado sobre las espaldas de los ayuntamientos.
¿Qué va a aportar la nueva Ley de Vivienda?
Tenemos un contacto muy continuo y fluido con el Departamento de Vivienda. Aquí también se genera un derecho subjetivo y el ciudadano va a poder llevar a tribunales a la administración si no se cumple con la ley. Por otra parte, todas las instituciones estamos de acuerdo en que el alquiler es una de las buenas fórmulas de trabajo para llevar adelante una política interesante de vivienda. Pero el 80% de los pueblos vascos tiene un censo inferior a los 5.000 habitantes y carecen de capacidad para llevar estas políticas de alquiler social.
¿Qué se proponen para superar esta situación?
Queremos llegar a fórmulas con el Gobierno Vasco en materia de alquiler. En este sentido, le mostré mi malestar a Javier Madrazo cuando los grupos políticos le preguntaron en el Parlamento Vasco por qué no se llevaba adelante una política de alquiler y su justificación la hizo descansar sobre los municipios. Sin embargo, el plan de vivienda es del Gobierno Vasco y como tal responderá.