Eguerdion guztioi,
Gaur pozik nago, eta lasai. Pozik, hemendik ikusten den jendetza ikusteak poztu egiten nauelako. EAJ Jendea da hemen dagoena. Gure jendea. Nazio aitortza egiteko. Urtean zehar aberrigintzan eta herrigintzan ari zeratenak, eta gaur jai girora etorri zeratenak. Eskerrik asko, zuen konpromisoarengatik alderdiarekin eta gure herriarekin.
Eta lasai, sekula baino lasaiago, zuek eskatutako lana bete dudalako. Zuen aurrean konpromisua hartu nuen orain dela lau urte. Konpromisu hori amaitu beharrean dago. Alderdi honen alde, leial eta zintzo, barruan nuen guztia eman dut. Eta honek pozten eta lasaitzen nau. Zuen aurrean egoki eta zuzen agertzeko moduan nagoela uste dudalako. Emandako konfiantzari eutsi izan diodalako. Eskerrik asko, bihotz-bihotzez, lau urteotan zehar eman didazuen babesa eta laguntzarengatik,
Decía el otro día en Barcelona que un político sin ataduras puede tener el riesgo de ser demasiado sincero. Siempre lo he sido, hasta mis mayores adversarios me lo reconocen, y lo seré hoy también. Creo además que el ser honesto con uno mismo es el primer paso para ser honesto con los demás. Pero la sinceridad no está reñida con la responsabilidad. Y el representaros hoy a vosotros aquí en esta tribuna, además de ser un orgullo, me obliga a ser prudente y responsable, además de sincero.
En ese ejercicio de sinceridad, os diré que este año he venido hacia Foronda más tranquilo que el pasado. Pero, sin embargo, el año pasado tenía más esperanza. La víspera de Alderdi Eguna, el sábado, no había podido venir a estar con los jóvenes de EGI. Urkullu y yo estuvimos reunidos en Loiola, hasta el anochecer, con el Partido Socialista y Batasuna. Estábamos trabajando bien. Tratábamos de negociar la mesa de partidos, cuándo se constituiría, cómo, con qué reglas de juego, qué bases políticas íbamos a discutir allí. Aquella mañana vine contento a Foronda. Creíamos estar tocando la paz con la punta de los dedos. Seguimos así las semanas siguientes. Llegamos a tratar detalles de cómo y quién presidiría la mesa de partidos, quién haría funciones de secretaría, con qué mayorías tomábamos las decisiones. Pero, de repente, todo se rompió.
De la noche a la mañana, Batasuna cambió todo cuanto había defendido con convicción durante las semanas anteriores. Mejor dicho, ETA se lo hizo cambiar. ETA trató de garantizar que conseguía imponer el futuro de este País, no con los votos, sino con las armas. Y les dijimos que NO. Que este Partido, como demócrata y como abertzale, nunca aceptaría que el futuro de los vascos lo construyese nadie que no fuera su libre voluntad democrática. La historia ya la conocéis a partir de ahí: Barajas, dos asesinados, vuelta a la amenaza. Esta misma semana un intento de asesinato de ertzainas. Y, cínicamente aún siguen cargando las tintas en EAJ-PNV, señalándonos como culpables de su fracaso que es sólo suyo. Pues, han de saber, que NUNCA van a doblegar al Partido Nacionalista Vasco y sus gentes. Por más bombas, amenazas o extorsiones que utilicen aquellos que sólo entienden de violencia, que no saben de los valores que construyen la nación vasca.
Pero no tuvieron el coraje de decírselo a su gente. Les hicieron votar ANV, por cierto, manchando una sigla histórica llena de dignidad y de heroísmo con los de la capucha cobarde y el tiro en la nuca. Les dijeron que votar a ANV era votar por el proceso de paz, y a los nueve días rompieron formalmente el alto el fuego. Engañaron a su propia gente, porque no se atreven a decir lo que de verdad son. Tengámoslo siempre claro. No son abertzales. No quieren realmente a este país. No respetan a su gente. Nos lo dijo ya Manuel de Irujo hace cuatro décadas. El nacionalismo construido sobre el respeto a los derechos de la persona es democracia. Ese es nuestro proyecto. Pero el nacionalismo que violenta los derechos de las personas, es sencillamente fascismo. Son pues, eso, sencillamente fascistas.
Pero rota la esperanza hemos levantado la cabeza. Y no la vamos a agachar nunca. Porque somos un partido de valores. En estos tiempos de tanto proyecto light, de tanto pensamiento débil, quiero reivindicar EAJ-PNV como un Partido de valores sólidos. Y, en primer lugar, el valor de defensa a ultranza de la persona humana, porque somos un partido humanista. No haciendo nunca dejación de la defensa de la libertad. Por mucho que nos cueste. Y no son palabras vacías. Hay hoy aquí, en esta campa de Foronda, mucho testimonio de eso. Las personas que han dado un paso al frente en Ondarroa y Mendexa, que han tenido el coraje para que el Partido y lo que representa estén presentes en esos ayuntamientos a través de las gestoras. Que se han comprometido para que los habitantes de Ondarroa y Mendexa sigan teniendo servicios de calidad, las personas mayores estén atendidas, se respete el medio ambiente. Los concejales de pequeños municipios como Altzo, Belauntza, de Tolosaldea y de otros lugares. Personas que estáis sufriendo el acoso de los fascistas que os chillan y llaman “lapurrak”, pero que no tuvieron el coraje de levantar su voz ante ETA cuando mató a dos ecuatorianos en Barajas.
Tenemos gente aquí que lo está pasando muy mal. Os hacen pintadas, intimidan a vuestros hijos, a vuestros padres mayores en algún caso, os insultan... Os quiero decir una cosa de corazón: sois lo mejor que tiene este partido. Y en nombre de los que estamos aquí, os quiero dar las gracias. Porque habéis dado un paso al frente en la peor trinchera. Y yo me siento orgulloso de que este Partido tenga gente como vosotros. Os tocará sufrir los próximos 364 días. Pero hoy quiero que esta campa sea sobre todo apoyo y cariño para los que en Mendexa, en Ondarroa y en tantos ayuntamientos estáis defendiendo como concejales de EAJ-PNV la libertad de este País frente a la intolerancia, y estáis dejando lo mejor de vosotros mismos por el bienestar de vuestros vecinos. Eso es hacer patria.
Baloreetan oinarritutako alderdia gara. Eta gaur egun Herri honen eta Alderdi honen gidaritzan gauden belaunaldikook gure betiko baloreei eutsi behar diegu Herri hau eraikitzeko garaian. Herri honen nortasunaren balorea defendatzeko eta gure izaerari eusteko sortu ginen alderdi bezala orain 112 urte. Euskal nazioa dugu helburu, euskal nazioaren eraikuntza. Eta horretarako aurrera begiratu behar dugu, bidean ere aurrera egiteko. Gure autogobernua sakontzeko eta, behar ditugun ahalbideak eskuratuz, gaur egungo munduaren erronkei aurre egiteko.
Baina, aurrera begiratzeko garaian, aldez aurretik lortutakoa zaindu behar dugu. Daukagun ondarea babestu. Eta indarrean ditugun euskal instituzioak benetan ondare handia dira, gaur egun orain hogeitazazpi urte baino nazioago garelako. Lehendakaria dugu, Jaurlaritza, Legebiltzarra, euskal erakundeak. Hau guzti hau zaindu beharra daukagu, ez baita izan alferrik, gainera, betidanik Eusko Alderdi Jeltzalearen apostu historikoa. Ostiralean lehendakariak errespetua eskatzen zuen euskal erakundeentzat. Besteak beste, gure naziotasunaren lekuko direlako.
Gu Loiolan ginenean, elkarrizketa-prozesuan, osatu beharreko alderdien mahaian Lehendakariaren presentzia exijitzen genuen bakoitzean, Batasunak betoa jartzen zuen, Lehendakariak Herri honen instituzio zatitzaileak ordezkatzen omen dituelakoan. Badakigu hainbatek ez dituela euskal instituzioak onartzen, baina guk zaindu egin behar ditugu, gure instituzioek demokrazia eta askatasuna ordezkatzen dutelako. Bere buruan sinesten duen nazioak erakunde eta sinbolo partekatuak behar dituelako. Gure instituzio demokratikoei zor diegun errespetua ere gure oinarrizko baloreetako bat da.
El valor del diálogo y el acuerdo han sido y son, también, valores de EAJ-PNV. Para el primer Gobierno Vasco de la democracia hubiese sido más fácil, en 1982, aprobar una ley de normalización del euskera solos. Con sólo nuestros votos. Pero se hizo un esfuerzo de acuerdo, recogiendo los puntos de vista de otros. Posiblemente se rebajaron algunos objetivos. Pero la consecuencia ha sido que durante 25 años hemos tenido una ley del euskera que hasta en los peores momentos políticos ha estado alejada del pim pam pum entre partidos. Y eso ha permitido que en 25 años le demos la vuelta a la situación lingüística de este país como a un calcetín. Hoy muchos aittittes y amamas veis con emoción como vuestros nietos hablan una lengua que vuestros hijos no pudieron hablar, y que, incluso, se llegó a perder en algunas zonas. Asimismo, hoy tenemos unos buenos medios de comunicación en euskera. Los de siempre dijeron hace 25 años que estábamos cediendo. Que nos estábamos bajando los pantalones. Pero, gracias a aquel esfuerzo de acuerdo y consenso, nuestra lengua y nuestra identidad están más reforzadas. Y hoy somos más nación que entonces.
La enseñanza de todo esto es que cuando hacemos algo implicando a otros, buscando el acuerdo, es posible que no consigamos todo lo que nos hubiera gustado, pero lo conseguido está mejor asentado, es una conquista que nadie va a poder cuestionar y nos permite seguir avanzando. Pues así con todo.
Por eso debemos empeñarnos en el acuerdo político en Euskadi. Un acuerdo político amplio sobre el futuro de la sociedad vasca es el mejor servicio que como abertzales podemos hacer a nuestro país. Porque un consenso suficiente entre diferentes es la mejor forma de construir sobre bases sólidas el futuro de Euskadi. Podemos gastar todo el hormigón en levantar la casa en altura, y podremos pensar que tenemos un país libre porque la casa crece en altura, pero la clave será la cimentación. Y la cimentación de un pueblo, de un país, es el acuerdo sobre sus bases. Por eso tenemos que reivindicar sin complejos los acuerdos entre diferentes y los acuerdos transversales. Porque son los que cimientan un país de verdad. Si lo hacemos así, Euskadi, nuestra casa será sólida. Y a los que se ríen de la transversalidad se les caerá la casa y el país al primer vendaval. Y esto ha sido y es la cultura del Partido Nacionalista Vasco. No dudéis además que en todo esto hay una buena parte de falso debate: lo que está en juego no es transversalidad si o no, sino si la lideramos nosotros o los socialistas. Como muestra la experiencia de Catalunya, algunos pequeños partidos que ahora sacan mucho pecho estarían encantados de formar parte de un Gobierno transversal y podernos mandar a la oposición. Y nosotros se lo vamos a impedir porque somos los únicos capaces de practicar una política del acuerdo y ser, al mismo tiempo, máximamente exigentes en el respeto a nuestro autogobierno. Eso la gente lo sabe y por eso nos sigue otorgando su confianza. No nos puede faltar ninguna de esas dos señas de identidad: cohesión social y voluntad firme de autogobierno.
Además, la gente premia al que apuesta de verdad por el acuerdo. Mirad si no en Navarra. El cambio va a ser posible en un futuro. La diferencia es que lo liderará Nafarroa Bai. Porque la ciudadanía navarra castigará al que desde Ferraz se ha negado a los acuerdos entre diferentes y premiará al que ha mantenido la apuesta por el diálogo y el acuerdo por difícil que fuese. Y a nosotros, aunque nos hubiera encantado un gobierno de cambio, lo que nos interesa en última instancia es la sociedad, el apoyo social, crecer a adhesiones populares, lo que nos permitirá en el futuro configurar nuevas mayorías que acerquen a Navarra a ese proyecto compartido para todos los vascos que deseamos como nacionalistas.
Otro valor de este partido es el valor de la persona. De su educación. De su formación. Este pueblo sólo tiene un activo: su gente, sus personas. Seremos una nación fuerte si apostamos fuerte por nuestras personas. Tenemos que soñar con una Euskadi líder en Europa. Tenemos que empezar a compararnos en las estadísticas con los líderes en Europa: con Suecia, con Finlandia, con Baviera, con Baden-Württenberg, con Flandes, con Piamonte. Tenemos las instituciones en nuestras manos. Tenemos recursos. Tenemos ganas. Tenemos que soñar con que podemos hacerlo. Que nuestros hijos puedan ir en Euskadi a las mejores universidades de Europa, que seamos un polo de atracción de gentes con talento y creatividad en el mundo, que quieran venir a vivir y a trabajar con nosotros. Que a las gentes de Iparralde los atraigamos porque se sientan más fuertes junto a nosotros. Que, aunque seamos pequeños, podamos influir en todos los sitios donde se toman las decisiones, sea en Bruselas, en Nueva York, en Madrid o en París. Que nos respeten porque somos un modelo de autogobierno y de convivencia. Y nuestros hijos e hijas sientan orgullo del país en el que viven. Estamos dando pasos en esta dirección, pero tenemos que soñar con que es posible dar un salto adelante. Ser abertzale es apostar por esta Euskadi, líder y referente. Y nuestra generación puede conseguirlo.
También el valor de la solidaridad es propio de EAJ-PNV. Tenemos que avanzar todos a la vez. No podemos dejar a la gente en el camino. La vida nos puede castigar a todos. Un accidente. Una enfermedad. El SIDA. El fallecimiento de los padres. Todos y todas tienen que tener las mismas oportunidades. La oportunidad de acceder a una buena sanidad. Una educación de excelencia para todos, independientemente de los recursos que se tengan. Unos buenos servicios. El que tiene una discapacidad, una enfermedad, o el que ha tenido mala suerte en la vida, también es parte de este pueblo. Y tenemos que avanzar juntos. Ese es también el proyecto del Partido Nacionalista Vasco. Estos son nuestros valores, y sólo sobre estos valores podremos construir democráticamente nuestro futuro, sobre la libre voluntad de todos los vascos.
Hace 30 años este Partido salió de la clandestinidad. Y se presentó con un bagaje impresionante. La honradez y la coherencia de toda una generación, que había vivido la guerra, la represión, el exilio, la dictadura. Con dignidad. Un partido que se había comprometido con el euskera, la cultura vasca, los movimientos sociales. Que había antepuesto la defensa de la libertad y la democracia para todos, a cualquier otro valor. Por eso la gente nos votó en 1977.
Ese es el patrimonio de este Partido. El que Ajuriaguerra presentó a la salida de la dictadura. El que construyeron el lehendakari Agirre y su gobierno, uniendo a nacionalistas, socialistas, republicanos y comunistas, por la causa de la libertad frente a la intolerancia y el fascismo. El que construyeron Irujo y Landaburu, de quien por cierto se cumple este mes el centenario de su nacimiento, participando en el nacimiento del europeismo. El que crearon Ajuriaguerra, Rezola y tantos otros, trabajando en la clandestinidad contra al franquismo. Y Ajuriaguerra, en 1977, nos marcó tres líneas de actuación para que gestionásemos e invirtiésemos adecuadamente ese patrimonio para las generaciones futuras. Para construir esa Euskadi en la que ellos habían soñado en la larga noche de falta de libertad. Tres líneas de actuación, tres herramientas: fuerza, eficacia y honradez.
Este fue el lema de aquella campaña de 1977: Fuerza, eficacia y honradez. La gente volvió a confiar en el PNV cuarenta años después. Y hoy, 30 años más tarde, las tres líneas de actuación que el Partido Nacionalista Vasco necesita son las mismos que en 1977: fuerza, eficacia y honradez.
La primera, la fuerza.
Tenemos que hablar muy claro sobre esto. Todos hemos oído en nuestros entornos, y no sólo en la prensa, que si no somos capaces de arreglar nuestra propia casa, malamente podemos pretender arreglar la sociedad vasca. Hemos estado lanzando desde el Partido constantemente mensajes diferentes. Sin respetar siquiera en muchos casos lo que los órganos competentes del propio Partido decían. Pero no hay que mirar al pasado. Hay que mirar al futuro. Y sólo os pido a todos una cosa: profundo respeto a aquellos y aquellas que este otoño elijamos para el EBB. Todos alineados detrás de ellos. Al nuevo EBB y a su presidente les tocará dirigir los próximos tiempos en este Partido. Que no serán fáciles. Ellos tendrán la legitimidad de marcar el camino. Y todos tenemos que hacer causa común en esa dirección. Porque la fuerza es el elemento primero y clave que como partido necesitamos. Lo contrario puede ser letal.
Además necesitamos estar fuertes y unidos para liderar la reflexión para los tiempos que vienen. Cada generación ha modernizado y ha adaptado el mensaje del nacionalismo vasco, manteniendo lo fundamental. Que no es otra cosa que el ansia del Pueblo Vasco para seguir viviendo y existiendo, con sus libertades y sus instituciones libres. Pero adaptando ese objetivo al tiempo y al mundo en que vivimos. Sabino lo hizo. La generación de Agirre lo hizo. La generación del 77 lo hizo. Y en los próximos tiempos deberemos modernizar nuestro discurso. El mundo está cambiando. Las fronteras desaparecen, el concepto de independencia y de soberanía está cambiando. Y nosotros tenemos que estar en estas reflexiones. Pero, para ello, es necesario un partido unido. Con confianza mutua. No puede ser que cada vez que alguien avanza en este camino, sea inmediatamente acusado de michelín. En este partido no hay michelines. Hay abertzales, hay patriotas, que tienen su forma de ver este País. Y nadie tiene derecho a hacer pasar a nadie la prueba del algodón como nacionalista. Desconfiad siempre del que lo haga. Normalmente esconderá otro tipo de intereses particulares.
En segundo lugar: eficacia.
La eficacia ha sido un valor básico de este partido de cara a la sociedad. Mucha gente en este País, que no es nacionalista, nos vota porque los nacionalistas hemos demostrado que somos eficaces defendiendo los intereses de este País. De todos. De los que son nacionalistas y de los que no lo son. Nunca hemos preguntado a nadie cómo piensa o a quién ha votado para prestarle los mejores servicios en Osakidetza o en Educación, o para mejorarle nuestras infraestructuras. Y tenemos que cuidar al máximo el sentido de la eficacia. Ajuriaguerra lo decía por algo. Porque sabía que si tenemos un país competitivo, solidario, de excelencia, lo gestionamos bien, lo convertimos en referencia para todos... la gente vendrá con nosotros. Y verán que nos preocupamos por la identidad y por el autogobierno, pero también nos preocupamos de los pequeños problemas de la gente. De lo que tiene que ver con su felicidad y su sufrimiento personal.
Hace poco leía que habían entrevistado a Pío Caro Baroja sobre su tío, Pío Baroja. Le preguntaban si viviese su tío en nuestro tiempo, qué es lo que más le sorprendería de este mundo moderno. Uno podía pensar que la respuesta sería Internet, o la globalización o el cambio de costumbres... La respuesta era muy otra. Decía Caro Baroja que lo que más sorprendería y gustaría a su tío sería la calefacción central. “Es que mi tío –decía-- era muy friolero. Y pasó unos inviernos espantosos.” Toda una lección sobre la importancia de las cuestiones cotidianas. A veces nos olvidamos de que a la gente le preocupan las pequeñas cosas de la vida. Y los que estáis en las instituciones, ayuntamientos, diputaciones y gobierno, nunca olvidéis esto. Una pequeña gestión, para vosotros quizá insignificante, una rampa de acceso a una vivienda para un discapacitado físico, una conducción de gas para una señora mayor, una beca para un joven sin recursos, cambia la vida a la gente. Eso es Política con mayúsculas. Es política para la gente. No lo olvidéis. Eso es la eficacia que ha sido y debe ser un valor para EAJ-PNV. Somos un partido cuya obligación debe de ser dar un futuro mejor a los vascos. Para que confíen en nosotros.
Y, en tercer lugar, la honradez.
La gente nos ha votado y nos vota porque percibe que no somos como la media de los políticos. Porque tiene confianza en nosotros. Porque gracias al esfuerzo de miles de vosotros y vosotras, que habéis dejado lo mejor de vosotros mismos en vuestro esfuerzo en los ayuntamientos, en otras instituciones, en asociaciones, costándoos dinero muchas veces, quitando horas a la familia y a los hijos, hemos construido un capital de credibilidad social. De honradez. Un hilo fino de confianza que une a la sociedad vasca con el Partido Nacionalista Vasco. Y ay de nosotros si ese hilo se rompe... Sencillamente dejarán de creer en nosotros. Por eso tenemos que hacer un esfuerzo escrupuloso de honestidad. Cuando hay un problema de verdad, los paños calientes nos pueden llevar por el agujero de la bañera. Por eso os pido, que seáis estrictos en esto. Siempre habrá alguien que tenga actitudes dudosas, pero esto pasa en cualquier colectivo humano. La clave está en ser tajante a tiempo. Tener unos códigos internos nada complacientes. Y os animo a ello. Y si alguna vez veis algo raro, denunciadlo. Por mucho que os cueste. Por mucha incomprensión que sufráis. Porque es el mayor tesoro que tenemos. Y muchas personas han sufrido fusilamiento, cárcel y exilio por este Partido, otras han dado lo mejor de su vida, y no tenemos derecho a tirar por la borda ese patrimonio, por no reaccionar a tiempo cuando vemos que alguien actúa indebidamente. Porque la historia de este Partido nos pertenece a todos y nunca dejaremos que nadie la manche.
Fuerza, eficacia y honradez. Con estas tres armas somos imbatibles.
Amaitzera noa. Gauza bat esan nahi dizuet. Eskerrak eman nahi dizkizuet orain lau urte Euzkadi Buru Batzarraren presidente izateko aukera eman zenidatelako. Harro sentitu izan naiz zuen artean eta harro sentitzen naiz gure Alderdi honetan erantzunkizun hau izan dudalako. Hamabost urte nituenetik alderdi honen kume eta kide sentitu izan naiz beti, Eusko Alderdi Jeltzalearen baitan ikasi izan bait ditut oinarrizko balore politikoak.
Gure Alderdian ikasi nuen, bai, pertsonaren duintasuna eta oinarrizko giza-eskubideak edozein proiektu politikoren gainetik daudela. Eusko Alderdi Jeltzalean ikasi izan dut etxean ezagutu nuen herri honekiko maitasuna eta gure hizkuntza eta kulturaren aldeko jarrera proiektu politikotzat hartzen eta defenditzen. Beti egon izan naiz Alderdi honen zerbitzura.
Nire gaztaro osoa eman nion Alderdiari, zuetako askok bezala. Gure barne-zatiketaren ondoren, Alderdiak udaletxera zinegotzi joan nedin eskatu zidan eta bertara joan nintzen Alderdiari nire zerbitzurik onena eskaini nahirik. Hogeita hamar urte nituela Alderdiak Europara joatea eskatu zidanean, Bruselara abiatu nintzen, ahal nuen duintasunik eta lanik emankorrenaz gure herria nazioartean ordezkatu ahal izateko. Handik etortzeko eskatu zidanean, berriz, Eusko Jaurlaritzan jardun nuen urte gogorretan zehar, gure herriaren alde eta gure Lehendakariari laguntza ematen. Ondoren, zuek eskatu zenidatenean Alderdira bueltatzea eta EBBren buru izatea, hura utzi eta lan honi ekin nion. Eta azken lau urteotako ibilbidea, ilusioz betea, ahal izan dudan ondoen betetzen ahalegindu naiz, beti ere herrigintza eta aberrigintza helburutzat hartuz, hauxe baita, eta ez beste, Eusko Alderdi Jeltzalearen proiektua eta, beraz, nirea eta gu guztiona.
Azken asteotan, Alderdiaren aldeko zerbitzuak beste urrats bat eskatzen zidan: nik neuk nere burua alboratzea, Alderdiaren batasuna indartzeko. Gure proiektuak azken garaiotan izan dituen ahuleziak eta haustura-arriskuak behingoz gainditu ahal izateko. Eta Alderdiaren onak eskatzen zidana bete dut, nire bizitza guztian zehar egiten ahalegindu naizen bezala. Honek ez du esan nahi, ordea, nire Herri eta Alderdi honekiko konpromisua murriztu edo gutxitu denik. Alderantziz, handitu egin da, aurretik izan nituen egitekoetan handitu zen bezalaxe.
Zuek ondo dakizue eta egunero erakusten diguzue, alderdia maitatzeko eta herrigintzaren zerbitzupean egoteko ez dela kargurik behar. Hau izango da abendutik aurrera nire eginkizuna: lan isilarena, komunikabideetatik kanpo egiten den lanarena, zuetako gehienok egiten duzuena, hain zuzen ere. Baina jakin ezazue, zin egiten dizuet, Alderdi honek eta Herri honek beti izango nautela prest, gertu, beraien onetan lan egiteko, hamabost urte kunplitu nituenetik honako ia hogeita hamar urteotan egon naizen moduan. Alderdi honen eta Herri honen zerbitzura, zuen zerbitzura. Aberria bihotzean dudalako. Euskadi bihotzean daukadalako. Maite zaituztedalako. Mila esker bihotz-bihotzez, eman didazuen konfiantzarengatik, zuen laguntzarengatik eta baita ere, jakina, zuen maitasunarengatik.
Gora Euskadi Askatuta!
Josu Jon Imaz
Euzkadi Buru Batzarraren lehendakaria