Miren Azkarate
Iritzia
Diario de Noticias de Álava
Recién estrenada la presente legislatura española, a principios de junio de 2004, en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero contestaba textualmente en la tribuna parlamentaria:"lo que es válido para Cataluña es válido, obviamente, para las aspiraciones de las instituciones vascas”, a una pregunta del portavoz del grupo Nacionalista Vasco, Josu Erkoreka. En aquel momento, se anunciaba un proyecto de Ley para restituir a la Generalitat de Catalunya la documentación que le fue expoliada en 1939. El diputado nacionalista recordaba que durante la Segunda República española, junto a la Generalitat de Catalunya, se constituyó otra institución de autogobierno, el Gobierno Vasco, una parte de cuya documentación también fue incautada por la fuerza de las armas de los que vencieron, pero nunca convencieron y que el actual Gobierno Vasco e Instituciones de Euskadi solicitaban su restitución, por idénticas razones.
A punto de concluir la presente legislatura española, el Gobierno Vasco es la única institución de autogobierno territorial constituida durante la República que tiene todavía su documentación histórica incautada ilegalmente. El Congreso y el Senado aprobaron por Ley la devolución a la Generalitat de Catalunya de su documentación expoliada y depositada en Salamanca. El Gobierno Vasco fue participe de esa reivindicación y la apoyó. No podía ser de otro modo, así actuamos por justicia y por derecho; sabiendo además que, más allá de la palabra en sede parlamentaria del Presidente Rodríguez Zapatero, el precepto constitucional de igualdad ante la ley hace que la puerta que se abrió para la Generalitat de Catalunya esté abierta también para el Gobierno Vasco, los dos únicos ejecutivos autónomos existentes durante la República.
Como es sabido, la Segunda República española, antes de verse truncada por el triunfo de la sublevación militar, dio lugar, en su seno, a la constitución de dos entidades territoriales autónomas: Catalunya y Euskadi. El Gobierno de Euskadi de José Antonio Agirre y que tras su muerte, en 1960, presidiera Jesús Maria de Leizaola, fue la primera institución de autogobierno que reunió a diferentes territorios de Euskal Herria, derivada de la Constitución de 1931 y de la autonomía aprobada en Referéndum por hombres y mujeres de Euskadi el 5 de noviembre de 1933 – en la primera votación en que en la península las mujeres ejercitaron su derecho al voto-, su creación fue refrendada por las Cortes de la República con la aprobación del Estatuto, en sesión celebrada en Valencia el 1 de octubre de 1936. El Gobierno Vasco se constituyó el 7 de octubre del mismo año, con la elección del Lehendakari Agirre en la casa de Juntas de Gernika, mientras las fuerzas sublevadas eran frenadas en el frente de Elgeta por gudaris y milicianos –el cuerpo de ejercito de Euskadi fue constituido días más tarde por el recién creado Gobierno-. El primer Gobierno de Euskadi fue un gobierno de concentración; en él se unieron Partido Nacionalista Vasco, Partido Socialista Obrero Español, Izquierda Republicana, Unión Republicana, Acción Nacionalista Vasca y Partido Comunista de Euskadi.
Ha llovido mucho desde que en un lejano 1978 el Senador Manuel de Irujo –antiguo Ministro de la República- planteara en las Cortes la devolución de la documentación del Gobierno Vasco. Desde entonces, partidos e Instituciones de Euskadi, con el Gobierno a la cabeza, mantenemos la exigencia de la devolución de lo que se nos robó. El Gobierno Vasco y las instituciones de Euskadi exigimos la devolución de esa parte de nuestra memoria histórica que nos fue expoliada por la fuerza de las armas, desde un original del texto del Estatuto de Autonomía de Euskadi, discutido en las Cortes, con sus enmiendas y añadidos legales, hasta cientos de fichas y documentación oficial del Departamento de Asistencia Social sobre las evacuaciones de los llamados niños de la guerra y población civil, pasando por la contabilidad de los diferentes batallones que dependían del Departamento de Defensa, dirigido por el Lehendakari Agirre. Pedimos la vuelta de la documentación original del Gobierno de Euskadi, de algunos de “los documentos más importantes de la existencia de esa institución democrática legítima y legal, de un marco constitucional como el republicano, que se expolian con fines de represión (…) y se encuentran en otro lugar diferente de España”. Documentos oficiales, perfectamente identificados, la mayoría de ellos con el sello del Gobierno Vasco. Por cierto, que en el caso de Euskadi, la documentación expoliada no es toda, ni tan siquiera la mayoría de la documentación del primer Gobierno Vasco; por suerte disponemos de los originales de aquellos documentos que nuestros antecesores pudieron poner a salvo en el exilio y que posteriormente han vuelto a nuestras manos.
Pasa el tiempo, pasan los ministros, la legislatura española entra en su tramo final, pero la documentación del Gobierno Vasco sigue incautada y el Gobierno de Rodríguez Zapatero, que en este período tantas comisiones de coordinación ha constituido y tanto ha hablado de dialogo, ni se digna a contestar. No lo hizo ante sendas comunicaciones de 17 de enero y 20 de junio de 2005 del Departamento de Cultura al Ministerio homólogo, en la que planteábamos la necesidad de abrir cauces de diálogo para buscar una solución a nuestra documentación, comunicaciones en todo caso discretas para no interferir en el proceso de la documentación catalana. Y tampoco hemos obtenido respuesta para las dos solicitudes oficiales de devolución e inicio de contactos, planteadas por el Consejo del Gobierno Vasco a la institución y personas del Presidente de Gobierno y al Ministerio de Cultura, en febrero de 2006 -dentro del mes en el que entró en vigor la Ley de devolución de la documentación a la Generalitat- y reiterada el pasado mes de mayo, al cumplirse el 70 aniversario de la masiva evacuación de menores (los niños de la guerra) y población civil promovida por el Gobierno Vasco; que tiene, precisamente expoliada una parte de esa documentación oficial. El Parlamento Vasco, con el apoyo de todos los grupos, excepto PP y EHAK, ha solicitado la devolución de la documentación del Gobierno Vasco en otras dos ocasiones, la última de ellas al principio del verano.
Somos persistentes, y por todas las razones anteriormente planteadas, más allá de “previsiones”, estoy segura de que más pronto que tarde esos originales estarán en Euskadi. Ya que, entre otras cosas, me niego a creer que la respuesta a la cuestión que da título al artículo sea cero.