En París, en el Pabellón de la República española de la Exposición Universal, durante la primera exposición del ´Guernica´, un oficial alemán preguntó a Pablo Ruiz Picasso si era el autor de lo que allí se veía, a lo que Picasso respondió: ´Non, c´est vous´. La trascendencia de esta genial obra de arte, de este auténtico icono mundial, está en su propia génesis, el ´Guernica´ de Picasso fue creado como gran cartel publicitario para poner de manifiesto la injusticia y la barbarie del bombardeo de Gernika.
El genio de Picasso se unió a la llamada al mundo realizada por el lehendakari Agirre y el Gobierno vasco, Picasso alzó su pincel contra el intento de arrasar Gernika por medio de la insidia y la mentira. Desde meses antes del bombardeo y destrucción de la villa foral, Picasso tenía el encargo del Gobierno republicano español para realizar una obra de denuncia de la sublevación militar para el Pabellón de la República española en la Exposición de París. Pero Picasso no empezó a pintar hasta después de la destrucción de Gernika y la propia elección de Pablo Ruiz Picasso fue fundamental para enfrentarse al otro ataque del que fue objeto la villa mártir y este país, por parte de los mismos que lanzaron las bombas y la metralla y que, no contentos con la destrucción de Gernika a sangre y fuego, bombardearon al mundo con sus mentiras, negando la autoría de la masacre y culpando de la misma a los que la habían sufrido. El propio Picasso dijo que su tela «no está hecha para decorar una vivienda es un arma de guerra, ofensiva y defensiva, contra el enemigo». El cuadro fue concebido como un aldabonazo a las conciencias, instrumento de denuncia y propaganda, para su contemplación por un gran número de personas.
La historia de la emblemática tela ha sido muy movida. Es probablemente una de las pinturas que más ha viajado en sus 70 años de existencia. La génesis del "Guernica", denuncia de la destrucción de la villa foral, realizada por encargo de las instituciones de la República española y la posterior donación por Picasso de la tela a la sociedad española, para su exhibición cuando se recuperara la República, hace que el "Guernica" sea patrimonio colectivo, sobre el cual Euskadi también tiene algo que decir. En parte alguna está escrito que el legado de Picasso lo fuera a una ciudad o un museo concreto, el "Guernica" se legó a la sociedad y a las instituciones democráticas. Precisamente en ese contexto, cuando se negociaba la vuelta a Europa del cuadro, se produjo la reivindicación social desde Euskadi del "Guernica Gernikara", por el cual se proponía la villa foral como lugar de depósito del gran cuadro de Picasso. Como es evidente la tela viajó a Madrid y desde entonces, para el Gobierno español, sea del color y talante que sea, parece que se ha acabado la historia y que los viajes de esta genial obra se deben limitar al término municipal de la capital española.
El Gobierno vasco cree que Gernika, allí donde se produjo la tragedia, es la casa del "Guernica". No se ha querido así, pero nadie nos puede quitar esa opinión. Como expresó el lehendakari Ibarretxe, «las llamas son las llamas de sus casas, las calles son sus calles». Por lo mismo el Gobierno vasco desearía el "Guernica" en Euskadi de una vez y para siempre, lo cual no es contradictorio con reafirmarnos en la solicitud de una cesión temporal del "Guernica" de Pablo Ruiz Picasso. Se pidió hace 10 años, reiteramos la petición el pasado año de cara a su exposición temporal en Euskadi durante 2007, coincidiendo con el 70 aniversario del bombardeo y destrucción de Gernika. Como es conocido el Gobierno español se escondió tras el Patronato del Museo Reina Sofía para negarse, alegando supuestos problemas técnicos de conservación, sin mayores argumentos.
El "Guernica" conjuga su condición de obra de arte con su carácter de obra emblemática de trascendencia en todo el mundo y especialmente en Euskal Herria. El Gobierno vasco es el primer interesado en la correcta conservación del genial cuadro de Picasso. Por eso, ante un hipotético problema técnico derivado de su conservación y de posibles daños irreparables derivados de cualquier traslado, se impone que una comisión de expertos independiente analice y dictamine la cuestión. Si finalmente informes técnicos solventes confirmaran que el estado de conservación del cuadro imposibilita, con los medios técnicos del siglo XXI, todo traslado, el Gobierno vasco retiraría la solicitud. En todo caso, el Gobierno vasco considera que el traslado del cuadro es totalmente viable y la cesión, aunque fuera temporal, es posible. La tecnología y los medios humanos y materiales actuales permiten un traslado con todas las garantías.
Creemos, pues, que es perfectamente factible que el "Guernica", que ha recorrido medio mundo, llegue a Euskadi para exponerse, uniendo el cuadro y la ciudad mártir que le da nombre, en la tierra donde ocurrió la tragedia. El Gobierno vasco y las instituciones públicas vascas estamos dispuestos a poner los medios para hacer posible que la respuesta de Picasso a la atrocidad de la muerte y la destrucción de Gernika se exponga en la antesala de donde ocurrió, ante quienes lo sufrieron y donde nunca ha podido exponerse. En el 70 aniversario no ha sido posible, el Gobierno vasco seguirá trabajando para que dentro de cinco años, en el 75 aniversario de la tragedia, podamos ver el "Guernica" en Euskadi.