Estuve el domingo por la tarde con Maria Esther y Naiara viendo la película documental de Al Gore sobre la existencia del cambio climático y sus consecuencias en un planeta que cuestiona la propia existencia del calentamiento del planeta.
La película se ve con interés y aunque parezca, subliminalmente, una hagiografía del ex vicepresidente de los Estados Unidos, también es verdad que si detrás de una denuncia así no hay una personalidad de la envergadura de Gore, la cosa pasa desapercibida.
Usando medios técnicos poderosos, con una traducción perfecta, simultaneando datos y ejemplos visuales, estadísticas y paisajes, sin cargar las tintas sobre desastres ecológicos Gore utilizó el ejemplo de una rana, que a mi cría se le quedó.
Era éste. Coges una rana y ante el agua hirviendo no cae en ella. Pero coges a la rana, la metes en el agua y vas calentando poco a poco el agua y acaba la rana hervida por que no se va dando cuenta que la temperatura va subiendo. Un poco exagerado pero válido como ejemplo de que el planeta se va recalentando, el polo se va licuando y aquí sin que los Estados Unidos hayan aprobado el tratado de Kioto, subiendo la marea. Quizás, otra hubiera sido la historia del planeta hoy, si las elecciones en lugar de Bush las hubiera ganado Al Gore.
El ex vicepresidente de Estados Unidos tras su polémica derrota en las elecciones de 2000 ha convertido la lucha contra el cambio climático en el motor de su vida. Al Gore ha contribuido a que el tema esté tanto en la mesa de los gobernantes como en las conversaciones de la gente. Todo ello, gracias a su documental Una verdad incómoda, con el que ganó dos Oscars y que ahora ha sido editado como libro.
El calentamiento global es la amenaza más grave a la que jamás se ha enfrentado la civilización. La comunidad científica ha advertido por unanimidad de que tenemos que actuar para frenar la acumulación de esta contaminación de efecto invernadero en la atmósfera. Ya vemos que el aumento de temperaturas seca el suelo más rápidamente que antes, y que está la amenaza de que suba el nivel del mar mucho más si Groenlandia se desestabiliza. La ola de calor de 2003, que mató a miles de personas en Europa es un signo de lo que podría ser cada vez más frecuente si no actuamos a tiempo.
LA MANERA COMO TRABAJA ZAPATERO
Conozco a Zapatero desde el año 86. Cuando lo eligieron secretario general del PSOE y me pidieron una valoración dije que me parecía muy bien pero que del tema vasco no tenía ni idea. Lo ha demostrado en el mal llamado “Proceso de Paz”.
Lo dicen en casa. A Zapatero le falla “el medio plazo”, la “mirada a meses vista”, “le cuesta trabajar con equipos bien definidos”, y eso “fue patente en su gestión de la reforma del Estatuto de Cataluña” o en el “proceso para terminar con el terrorismo de ETA”
Quien desnuda al presidente es un ex cargo del Gobierno, el periodista Javier Valenzuela, que en su libro “Viajando con ZP” realiza una semblanza del tiempo que compartió con el presidente del Ejecutivo en su etapa como director general de información internacional en Moncloa.
Un total de dos años en las calderas monclovitas dan para escribir un libro -muy elogioso en líneas generales con Zapatero- y repasar los hitos de la legislatura. “Yo mismo”, suele decir el presidente, según Valenzuela, “gané las elecciones españolas con temas de política internacional: la Guerra de Irak y el terrorismo islamista que produjo los atentados del 11-M”.
No lo cita así, pero Valenzuela da pistas de un Zapatero convaleciente de lo que podríamos llamar el síndrome del héroe accidental, esto es, ése que se ve embarcado “en grandes proyectos sin elaborar un plan detallado de acción, sin formar un equipo que asuma claramente la gestión del asunto, sin atribuir responsabilidades bien definidas a unos y otros, sin jerarquizar esas responsabilidades, sin preparar respuestas a los obstáculos previsibles”.
A su juicio, “esto fue patente en su gestión de la reforma del Estatuto de Cataluña”. El ex director general de Información Internacional lo describe así: “Que si el asunto lo llevaban Maragall y los socialistas catalanes, que si lo llevaba Rubalcaba, que si lo llevaba él mismo... Que si se aceptaba el texto como saliera de Cataluña, que si se retocaba en Madrid hasta dejarlo limpio como una patena, que si se hacía esa limpieza en el Parlamento español, que si se hacía en La Moncloa... Al final, Zapatero se sacó un conejo de la chistera, su pacto personal con Artur Mas, el líder de Convergencia i Unió, que sí, desatascó el Estatuto, pero a costa de un tremendo ataque de celos de Carod Rovira y su ERC”, escribe Valenzuela. El presidente se dio con la misma piedra a la hora de acometer el proceso de negociación para tratar de terminar con el terrorismo, expone el ex alto cargo. Porque, frente a las duras críticas del Partido Popular al proceso, “los mensajes emitidos por el Gobierno eran mínimos y confusos”, de manera que “los españoles, que en su mayoría habían acogido con esperanza el comienzo del proceso, empezaron a marearse”. Considera que Zapatero debió haber utilizado algún formato televisivo para explicarse, “pero no lo hizo ni una sola vez”, concluyendo que “resulta difícil de entender”. Posteriormente, cuando se produjo el 30 de diciembre el atentado de ETA en Barajas, dice que “era tan mala la comunicación de Zapatero y su Gobierno que ni tan siquiera supieron poner suficientemente de relieve que el atentado desmentía brutalmente las acusaciones derechistas de que los socialistas habían concedido a los etarras todo tipo de prebendas”.
Es en el terreno exterior, en cualquier caso, es donde los pies de barro han pesado más. El libro se zambulle en los “errores de comunicación de Zapatero”, que Valenzuela padeció “en carne propia” durante esos dos años. Cita en primer lugar las declaraciones del presidente del Gobierno en septiembre del 2004 en Túnez, donde “se salió del guión e improvisó” dando a entender que invitaba a otros países a seguir el ejemplo español, retirando las tropas de Irak. “Logramos poner las cosas en su contexto y calmar las aguas, pero el asunto dejó un poso de rencor en Bush y en los suyos”, explica. Llegamos así en la obra al liderazgo concéntrico, esto es, un presidente rodeado de varias capas, con un sistema de relaciones a base de círculos sobre el que asentar el mando de un país. “No adopta la forma de una pirámide jerarquizada en la que él ocuparía la cima, sino que más bien está formado por una serie de círculos de composición y tamaño diferentes, de todos los cuales él es el centro”.
“Uno de esos círculos es el familiar: su padre, su hermano Juan y su primo materno José Miguel son también consejeros en muchas materias. Otro, el de sus asesores personales: Miguel Barroso, Miguel Sebastián, Torres Mora y el especialista en sondeos José Luís Zárraga”. El tercer círculo es el del partido, con José Blanco, Alfredo Pérez Rubalcaba.... El cuarto, es el monclovita, con Fernández de la Vega, José Enrique Serrano, Martínez Fresno... El quinto son “sus favoritos en el Gobierno”: José Antonio Alonso, Miguel Ángel Moratinos, Jesús Caldera... Finalmente dice que el “sexto bien podría ser el constituido por los jóvenes dirigentes socialistas que le han acompañado en su ascenso: Trinidad Jiménez, Carme Chacón, Leire Pajín...”.
Hablaba yo con un politólogo que estuvo comiendo en La Moncloa. Me dijo que había quedado estupefacto sobre el canto que le había hecho la necesidad de improvisar en política, en ausencia de hojas de ruta. “Es como un conductor que coge un coche y no sabe sonde va”. Este es Zapatero, pero junto a esto, entre el dogmatismo de Aznar y la improvisación de Zapatero me quedo con esta última improvisación.
EN EL OBSERVATORIO DE LA ARMADA
He estado en Cádiz el fin de semana pasado. Integraba con la Comisión de Defensa un viaje para visitar el Observatorio y Navantia en un viaje bien organizado e interesante.
La primera vez que visité la “Tacita de plata” fue en 1966. Recalé con el trasatlántico Churruca y recuerdo que visite la Catedral y que al pedir por una calle un gaditano me dio la dirección y luego me pidió para un café. Eran otros tiempos.
Pedí la dirección de la calle para visitar al hermano de mi aitite que de joven recaló también en dicha ciudad y se casó con una gaditana, montó el “Atxuri” y allí vivió. La segunda vez lo hice con Josu Bergara y Koldo Mediavilla. Le entregaban a la Diputación de Bizkaia un reconocimiento por haberse formado en esta ciudad hacía quinientos años una Escuela de Mareantes cuyos profesores eran bizkainos. La tercera, con la familia, perdiéndome en sus calles y cenando en el “Atxuri” y la cuarta en esta oportunidad.
Voy a dar pinceladas de este viaje y de las cosas que me llamaron la atención. Una que el viaje fue al aeropuerto de Jerez, pequeño y coqueto que a partir de este mes tiene un vuelo directo a Bilbao.
Nos recibió un comandante de marina que nos llevó a un hotel frente a la catedral de San Fernando. Puerto Real, San Fernando y Cádiz bordean la bahía de Cádiz. Al día siguiente nos llevaron a las nueve y media al cuartel del Tercio de la Armada que es donde se encuentra la Fuerza Expedicionaria de Infantería de Marina. Allí el coronel nos explicó que es lo que hacían. Luego nos enseñaron un museo que me gustó. Esta infantería de Marina tiene el encargo de operaciones militares en la costa iniciadas desde la mar. El Tercio de la Armada está situado en San Fernando ciudad a la que está vinculada la Infantería de Marina desde 1769.Destaca su proximidad a las instalaciones de la Base Naval de Rota donde se encuentran los buques anfibios, todo está en conexión con operaciones de la OTAN.
El cuartel tenía un patio realmente bello. Este tipo de instalaciones que han perdurado en el tiempo, con poco presupuesto, y por pertenecer al ejército nadie las ha tocado y por eso han podido perdurar. Hoy entre la adscripción a la OTAN y UEO, la presencia de la mujer, la entrada de sudamericanos como tropa, poco tiene que ver la actual realidad con aquella película Botón de Ancla y el servicio militar obligatorio.
Tras esta visita nos llevaron a un lugar que se ve de todas partes. Era el Observatorio de la Armada, que es un centro científico del estado mayor de la Armada que a su misión de Observatorio Astronómico y Geofísico une el de la investigación. Por ejemplo allí se determina la hora, en conexión con otros observatorios de distintos países. La colaboración con la Unión Geodésica y Geofísica Internacional en las ramas del geomagnetismo y sismología mediante observación física. La determinación del tiempo físico y astronómico etc. Todo muy científico y muy técnico. Imposible de seguir. Todos eran doctores y reivindicaban mas profesionales en un lugar que tiene siglos de historia y al que le hace una falta de pintura y una mano de jardinería. Era un contraste toda la información técnica con aquellas nobles paredes que mejor estarían destinadas a biblioteca y museo. De hecho hay una importante biblioteca con incunables de Copérnico, Newton, Ptolomeo y Kepler. Casi nada.
La gente, a todo esto, muy amable y dando todo tipo de explicaciones. Llegamos a subir a la cúpula donde con rayos láser, todos los días hacen el seguimiento de todo lo que se mueve en el espacio.
Fue para mi una sorpresa encontrarme con un mundo del que desconocía su existencia y del que no tienes ni idea. Por ejemplo una sala donde se lleva al tiempo físico que nos gobierna.
El Almirante de la flota nos llevo a comer al club de oficiales .El nombre de “Almirante de la flota” tiene empaque, aunque yo no sepa qué es un capitán de navío, y que hace el de corbeta. No tengo la menor idea que es lo que representa y a quienes mandan y mucho menos con los mandos europeos. Pensaba yo si todo este inmenso montaje militar va a poder seguir existiendo cuando ahora los enemigos plantean los escenarios de riesgo y conflicto no basados en enfrentamientos militares sino a base de terrorismo suicida o de guerras nucleares. El caso es que no tiene nada que ver este ejército profesional y europeo con aquel ejército de conscripción, viejo armamento y coroneles a los que los soldaditos les arreglaban el jardín. Una experiencia interesante para tener elementos de juicio.
A la tarde nos llevaron a la ciudad de Cádiz.
Le pregunte en su día al ponente constitucional Gabriel Cisneros cuando creía él que nació en España como estado. “Con la Constitución de Cádiz en 1812”, me contestó. Bueno pues toda Cádiz se prepara para celebrar este segundo centenario cuando el liberalismo afrancesado, curiosamente rodeado por tropas francesas, aprobó una Constitución que puso al monarca absolutista en su sitio al decir que la soberanía residía en el pueblo. Allí estuvieron los vascos reivindicando la Foralidad y los representantes de las provincias de ultramar y la independencia. Y, prepárense ustedes, pues nos van a abrumar con información sobre estas efemérides que le viene muy bien a Cádiz para arreglar todo lo que tiene con goteras.
Estuvimos asimismo en el Oratorio de San Felipe Neri, sede de las Cortes de Cádiz desde el 24 de febrero de 1811 hasta el 14 de septiembre de 1813.El altar mayo se cubrió con un velo y la mesa del presidente se puso en un presbiterio. El público asistía a las sesiones desde la primera galería de las tres existentes en la rotonda. En 1823 se celebraron aquí también las Cortes durante el sitio que acabó con el Trienio Liberal.
Ese día en el Ateneo, José Bono hablaba sobre la constitución de 1978.Luego nos llevaron a cenar al Ventorrillo del Chato en el istmo que une la sartén de Cádiz con San Fernando. Andando por aquellas calles saludé a dos matrimonios euskaldunes y a una excursión de chavales vascos. E1 avión de vuelta a Bilbao iba lleno.
Otro dato.
LA INDUSTRIA NAVAL
El viernes pasado visitamos Navantia en Puerto Real (Cádiz). Navantia es una empresa que viene de muchas guerras del pasado, la última en el 2005, guerra que pierden los astilleros de la Naval de Sestao, al ser privatizados y dejados navegando a su suerte.
La trayectoria de esta empresa arranca en 1730 con la creación de los históricos arsenales militares en Ferrol, Cartagena y San Fernando cuyos astilleros estaban destinados a construir y reparar los buques de la Armada.
En 1908 estos astilleros pasaron a formar parte de la Sociedad de Construcción Naval (La Naval) a la que también pertenecieron astilleros civiles como Matagorda o Sestao, posteriormente integrados en AESA. A1 término de la guerra civil, el gobierno de Franco se hizo cargo de los arsenales militares y en 1947 se constituyó Bazán, que nació como una empresa de construcción naval que dependía de tecnología extranjera. Con posterioridad Bazan empezó a desarrollar sus propios proyectos de buques. „
En 1997 había tres empresas jurídicamente independientes: Astano en Galicia, Aesa con distintos centros y Bazan con tres centros y una característica que venía de 1982. Se le prohibía construir buques civiles. En el año 2000 cuando se sumaron las tres empresas, jurídicamente independientes en una sola empresa de construcción civil y militar, desapareciendo Bazan, Aesa y Astano, Astano y Sestao se quedaron en el limbo de los justos. Y todas las luchas de gallegos y vascos por mantener con vida los astilleros quedaron hundidas en los intereses. Es más. Cuando Bono viajó a Venezuela y vino con el pedido de cuatro lanchas de patrullaje tipo corbeta llegó diciendo que no serían usadas por Chavez como naves militares. Y no es verdad. Tendrán armamento rápido y super rápido.
Dicho esto como antecedente hay que decir que en Puerto Real tienen unas instalaciones espectaculares. Grúas, pabellones, construcción en cadena, alta tecnología, diques, dársenas en fin, todo. Nada comparable a Sestao en cuanto a tamaño de planta y diques de botadura. Nos atendió el Director Rodríguez Segura que lo había sido nueve años de Astilleros Celaya.
Sus directivos son gente profesional, amable y didáctica. Se volcaron en la visita y no escatimaron detalles no solo en Puerto Real sino en la visita a un Museo que han creado en Matagorda donde el Marqués de Comillas tiene un monumento y en su Museo, muy bien montado y dirigido por José Maria Molina donde tiene unas 250.000 placas de cristal con fotografías de la construcción naval que hacían desde el siglo XIX. Allí vi el barco del Marqués de Comillas que fue el trasatlántico con el que vine de Venezuela en 1955 junto al Magallanes.
De allí fuimos a visitar FABA (Fabrica de Armamento) que estaba en la Carraca donde su director Alfredo Gordo nos explicó con detalle lo que hacen y las aportaciones y renovación de cañones que construyen. Les regalamos corbatas y nos regalaron corbatas y tuvimos un almuerzo con tortilla de camarones.
Mucha información en poco tiempo de la que quedan impresiones: un buen equipo profesional y humano. Gente que quiere sacar adelante una empresa, tan complicada en momentos en los que la competencia internacional es máxima, mucho mas cuando China irrumpe finalmente con toda su fuerza tirando los precios y apostando por una tecnología punta, y, en fin, interesante como experiencia conocer como funcionan en una bahía, como la de Cádiz, donde yo nunca sabia ubicar San Fernando, Puerto Real, Chiclana y la propia
Cádiz.
EL BILBAÍNO QUE NUNCA HABLA DE BILBAO pero que sabe escribir
Juan José Laborda es de Bilbao. Estudió su bachillerato en el Colegio Santiago Apóstol. Coincidí con él tres años. Luego se fue a la Universidad de Navarra, después a .Madrid y apareció dando clases en Burgos para ser elegido senador en 1979. Fue presidente del Senado entre I989 y 1996 y ahora, preside la Comisión de las Comunidades Autónomas. Y como ha sido senador desde 1977,es uno de los pocos políticos que defiende y reivindica el Senado.
Desgraciadamente Juanjo Laborda sufrió el año pasado un quebranto en su salud que le ha dejado paralizado el brazo izquierdo y tiene dificultades para hablar y andar pero afortunadamente no se ha rendido y sigue trabajando como si nada. Acaba de estar en Chile y el martes presenté un libro en el que se recopilaban los artículos que ha ido escribiendo entre septiembre de 2001 y diciembre de 2006, en el Diario de Burgos.
El salón de los pasos perdidos estaba lleno hasta la bandera y, en la mesa; además de Rojo y el editor estaban Lerma. Peces Barba y Andrés de Blas. Todos hablaron de Laborda y de la importancia que tiene que el político escriba. Es mas. Se dijo que no era de recibo que hubiera gente que se dedicara a la política siendo inculto o persona no culta. Y es verdad, pero, desgraciadamente, hay mucho gárrulo en la pista.
El prólogo del libro está escrito por Patxo Unzueta. Es -un buen trabajo. .Hay textos duros contra, nosotros. Me dijo que estaba estudiando el siglo XVIII en Bizkaia y que nos dará una de cal y otra de arena. Le dije que me, había gustado el acto y saludarle a su mujer, a Virgilio Zapatero, a Juan José Solozabal y al cura Lezama al que quedé en irle a visitar a su parroquia del extrarradio madrileño. Me dijo que traía el sábado a la coral de Llodio. Hablaba de Bilbao.
Un acto pues, emotivo y elegante en homenaje a un político que no confunde las encuestas con las ideas y que tiene la buena costumbre de escribir. De los pocos.
En pasillos le dije que nunca hablaba de Bilbao y al dedicarme el libro me puso: “A Iñaki Anasagasti, que sabe del paso del tiempo en Bilbao, e incluso del mundo mundial, de su amigo, Juanjo”.
El libro se llama RUMBOS EN LA CARTA y está editado por Aconcagua Libros.
LOS CINCO AXIOMAS DE LA COMUNICACIÓN
Quizá muchos de los que hayan pasado por una facultad de Ciencias de la Información aún recordarán sus primeros días cuando, ávidos de escribir o filmar sus futuras obras maestras tras un teclado de ordenador o una cámara, se topaban con Paul Watzlawick y su famosa Teoría de la Comunicación.
En ella, los futuros servidores de la información descubrían los famosos cinco axiomas en la comunicación entre dos individuos, que en un principio parecían expresados en un extraño y lejano lenguaje, pero que pronto eran revelados como esenciales para la interrelación entre dos sujetos, capaces de hacer fracasar estrepitosamente la comunicación si alguno de ellos no funcionaba.
Pero el filósofo, psicólogo y sociólogo Paul Watzlawick, aparte de ser uno de los pilares de la Teoría de la Comunicación junto a Gregory Bateson, Jay Haley y Don Jackson -su equipo del Instituto de Investigación Mental de Palo Alto (EEUU)-, también será recordado por el común de los mortales menos dados a tales alturas teóricas como uno de los autores de libros de ayuda terapéutica familiar más recomendados por los especialistas del ramo -entre ellos El arte de amargarse la vida (1983)- y que lograron un gran éxito de ventas en todo el mundo y mostraron su inmenso sentido del humor e ironía con un gran componente didáctico.
Entre las citas más celebradas de aquel libro, destaca la siguiente: «Llevar una vida amargada lo puede cualquiera, pero amargarse la vida a propósito es un arte que se aprende». En esta obra, Watzlawick reúne una serie de estrategias que habitualmente utilizamos a fin de vivir en el sufrimiento y el dolor.
Nacido en Villach (en el Estado federal austriaco de Carintia) en 1921, falleció el pasado 2 de abril en Palo Alto a los 85 años tras una larga enfermedad. A lo largo de su vida publicó 18 libros (traducidos a 85 idiomas) y participó en otros 150 aproximadamente.
Para los estudiosos quedan los citados axiomas: primero, es imposible no comunicarse porque todo comportamiento es una forma de comunicación; segundo, toda comunicación tiene un nivel de contenido y un nivel de relación, de tal manera que el último clasifica al primero y es, por tanto, una metacomunicación; tercero, la naturaleza de una relación depende de la puntuación de las secuencias comunicacionales entre las personas comunicantes; cuarto, la comunicación humana implica dos modalidades, la digital (lo que se dice) y la analógica (cómo se dice); y quinto, los intercambios comunicacionales pueden ser tanto simétricos como complementarios.
Es decir, según Watzlawick la realidad de cada ser humano es una interpretación construida por y a través de la comunicación. Construimos el mundo según pensamos que lo percibimos. En su faceta de psicoterapeuta, donde aporta la llamada terapia breve, genera un nuevo punto de vista al abordar en el paciente la forma en que aparecen los problemas más que en sus razones. Dicho paciente está encerrado en una construcción sistematizada de la realidad, que constituye su mundo, y las propuestas del austriaco consisten en cambiar esa construcción, modificar la forma en que ve el mundo y a sus congéneres y la manera de abordarlos.
Watzlawick estudió Filosofía y lenguas modernas en la Universidad de Venecia, pero se forma como psicoterapeuta y psicoanalista en el Instituto C. G. Jung de Zurich. Tras ser docente desde 1957 hasta 1960 en la Universidad de San Salvador, llega a Palo Alto, donde desarrolló su Teoría de la Comunicación.