Aranbarri: "No podremos vivir en paz sin reconciliación"
Asier Aranbarri (PNV-EA) vivió el jueves uno de los peores momentos desde que es alcalde de Azkoitia. Ayer se mostraba triste por el cruce de insultos entre simpatizantes del PP y Batasuna en el pleno que debatió dos mociones sobre la reinserción de dos ex presos de ETA condenados por el asesinato en 1980 del militante de UCD Ramón Baglietto.
_¿Cómo valora los incidentes del pleno del jueves?
-Con preocupación e indignación por los comportamientos de miembros del PP y de la izquierda abertzale. Se dio una imagen de lo que no es Azkoitia, donde hay una convivencia normal, y todo por la cantidad de gente que vino de fuera a romper el pleno. No voy a discernir sobre quién empezó. Cada cual que asuma su responsabilidad. Pero no es de recibo la actitud de dos destacadas dirigentes del PP, María San Gil y María José Usandizaga, cuyo comportamiento hacia la corporación y el alcalde fue patética.
-¿Temió que se llegara a las manos?
-Sí, ya que hubo situaciones incontrolables. Creo que intervine en el momento adecuado llamando a la Ertzaintza.
-¿Se arrepiente de presentar la primera moción, luego modificada, que no aludía a la viuda de Baglietto, Pilar Elías, y que provocó la protesta de partidos y víctimas?
-Es difícil decirlo. Nuestra moción partía de la presentada por Larrañaga (edil de izquierda abertzale) y rebatía sus puntos. Entramos sólo a debatir la situación de Azpiazu y Zuazolazigorraga (los dos ex presos), pero el martes le dije a Pilar que además íbamos a ratificar la condena que el Ayuntamiento hizo hace 26 años contra el «vil atentado».
-¿Por qué modificó al final la moción e introdujo la mención a las víctimas y la petición de que los condenados pidan perdón?
-Por lealtad a la directora del Gobierno Vasco de Atención a las Víctimas del Terrorismo, Maixabel Lasa, y al presidente de la comisión de Derechos Humanos del Parlamento Vasco, Iñigo Urkullu (PNV), y para aglutinar más sensibilidades. En todo caso, mantenemos que los dos ex presos tienen derecho a reorganizar sus vidas.
-La edil del PP señaló que este cambio fue «puro maquillaje».
-PNV-EA no hace las cosas por maquillaje. Siempre hemos estado con los que sufren la violencia. Pilar sabe que ha habido solidaridad con ella y que está arropada por este Ayuntamiento.
-¿Cree que fue un error mezclar en el mismo texto a la víctima y a los condenados por el asesinato?
-No, porque es la situación que se da y se va a dar en éste y otros municipios cuando se encuentren en la calle. Hay que diferenciar entre la solidaridad a las víctimas y lo que puede ser el lado político de buscar mecanismos para la convivencia. Se necesitan muchas dosis de generosidad, especialmente ahora que estamos buscando caminos para la paz en Euskadi. Este país no vivirá en paz si no se produce la reconciliación.
-¿Cómo ha vivido el pueblo la polémica creada tras conocerse que Azpiazu tenía una cristalería bajo la casa de la viuda de Baglietto?
-Con perplejidad, porque tiene esa cristalería desde hace dos años y hasta ahora se ha dado una situación de convivencia. No sé por qué ha surgido ahora todo esto.
-¿Pero entiende que Elías sienta esta situación como «humillante»?
-Está claro que debe de ser duro.
-¿Qué opina de que Azpiazu instalara la cristalería en ese lugar?
-No tengo nada que decir. De hecho, la cristalería ya estaba montada antes y otra persona se la traspasó hace dos años.
-¿Estaría dispuesto a mediar entre ambos para buscar una solución?
-No sé si mediar es el término más adecuado, pero sí que tengo la puerta abierta para quien lo necesite, y estoy dispuesto a escucharles y ver si hay solución.