Imaz: "Favorecer el tránsito de ETA a la democracia es una responsabilidad política y ética que incumbe a todos"
-¿Por qué, según usted, tenía que haberse permitido que un partido ilegalizado como Batasuna que celebrara tranquilamente su congreso?
-Porque estamos ante un ejercicio de fariseísmo. Llevamos semanas hablando de Batasuna. Ellos nunca hubiesen imaginado, ni en el mejor de sus deseos, que hubieran podido tener tanta proyección un sencillo acto. Dicho esto, vivimos en una democracia, y el derecho de asociación y de celebrar un acto político es un derecho básico. La decisión judicial vulnera los derechos de reunión, de asociación y d la libre expresión de los ciudadanos, y además es ridículo.
-¿Por qué?
-Porque es ridículo que se prohíba un acto y que la misma Batasuna coja un coche y autobuses, los lleve a 110 km de distancia y lo celebre en el estadio de Biarritz como formación legalizada.
-Hombre, pero a un juez se le debe no solo pedir, sino exigir que haga cumplir la ley,,,.
-Yo creo que algunos sectores judiciales actúan desde impulsos políticos incompatibles con las garantías mínimas de un estado de derecho. Si no, véase el presidente del Supremo, que se mueve entre la intolerancia, la politización extrema y el radicalismo.
-Usted se ha reunido con Otegi. ¿Le confirmó que Batasuna iba a hacer pública una decisión importante, como condenar el terrorismo?
-No..
-En todo caso, algunos se plantean que si la ley de partidos no es útil, talvez habría de derogarla… ¿no?
-La ley de partidos fue un profundo error, y además un déficit democrático importante. En la Europa democrática las cosas que se han hecho en ese cuatrienio negro de Aznar, como cerrar periódicos e ilegalizar partidos, no contribuyen a fortalecer la democracia. Y fundamentalmente quitan espacio político. En ese mundo buscan transitar de la cobertura de la violencia hacia la democracia.
-¿Y de verdad cree que después de tantos años, al final en el mundo de ETA lo político se va a imponer a lo militar?
-Yo creo que hay incertidumbres, y en ese mundo es ETA la que tiene que dar un paso definitivo y decidido. Y mientras eso no ocurra estamos halando de reflexiones de hipótesis. Pero estoy con vencido de que en el mundo político de la izquierda radical existen muchas personas que quieren transitar de forma definitiva hacia la democracia. Y una democracia lo que tiene que hacer es favorecer los pasos de los que quieren avanzar en ese camino, y hacer que se incorporen a las vías democráticas. Esa es una responsabilidad que nos incumbe a todos.
-¿Y por qué debemos creer que esta es la definitiva, cuando sigue la amenaza y la extorsión?
-Yo nunca he dicho que es la definitiva, porque no lo sé. Pero nuestro deber es intentar que lo sea. Por responsabilidad política y hasta ética. Hay datos objetivos que apuntan a que pueda ser, pero con prudencia. En mayo se cumplirán tres años sin un asesinato, y eso es un dato. Pero eso no significa que la violencia haya desaparecido. Hay amenazas, chantajes a los empresarios, ataques casi mafiosos a concejales… La violencia desaparecerá el día que no haya asesinatos, amenazas, bombas o extorsiones. La responsabilidad nos empuja a no dejar que esto siga dos o tres años más, con lo que eso pueda suponer de tragedia o de víctimas. Si hay condiciones, hay que hacer todo lo posible para que ese mundo de un paso definitivo hacia el fin de la violencia.
-Vamos, que por utilizar una expresión de Arzalluz, usted cree que ahora sí hay agua en la piscina…
-Yo no soy de mar, soy de pueblo ferroviario. En los términos de mi pueblo, cuando uno está en un túnel y ve una luz, la obligación se perseguir a la luz, en la convicción de que pueda ser la salida, pero con mucho cuidado porque puede ser el tren que viene de frente. Y en este momento hay una luz, debemos ir hacia la luz, pero con la cintura preparada porque si es el tren que viene de frente nos tenemos que tirar contra la pared.
-¿Y qué papel tiene el PNV en este proceso de paz? Porque da la sensación de que Zapatero quiere llevar en solitario este asunto…
-Hay una resolución aprobada en el congreso de los diputados en mayo de la que nosotros somos partícipes, negociadores y la apoyamos, y que define claramente que si realmente hay signos inequívocos de que ETA quiere poner fin a la violencia el gobierno iniciará un proceso de diálogo con ETA. Las condiciones están marcadas en esa resolución, y el PNV a partir de la aprobación de esa resolución tiene poco papel. Yo directamente de las conversaciones entre el gobierno y ETA me quiero enterar el último día.
-En resumen, que da por hecho que en este momento gobierno y ETA se están reuniendo.
-No se si el gobierno de Zapatero se está reuniendo o hablando con ETA, y si lo supiese tampoco lo diría.
-El hecho de que el PSE les haya apoyado los presupuestos en el parlamento vasco, y ustedes los del PSOE a nivel nacional, ¿es un síntoma de que ambas instituciones podrían cambiar de socios?
-Eso lo que representa es un acuerdo presupuestario, ni más ni menos. A partir de ahí, los acuerdos sirven para establecer relaciones de confianza, unas relaciones que han estado durante muchos años cortadas. Para otro tipo de acuerdos harán falta otro tipo de marcos y condiciones.
-Admita que para el PNV sería más cómodo tener como socios a los socialistas que al PCTV, sucesores de Batasuna. ¿O no?
-El PNV nunca ha estado asociado con el PCTV. Nunca hemos necesitado sus votos en el parlamento. Tenemos un gobierno tripartito que tiene 32 escaños en el parlamento vasco y que puntualmente dijimos que buscaríamos los acuerdos necesarios para sacar adelante proyectos.
-¿Y usted le da un cheque en blanco a Zapatero?
-No, ni mucho menos. Los acuerdos no son cheques en blanco, son acuerdos en un determinado marco y materia.
-Volviendo a ETA. ¿El acercamiento de presos sería un tema imprescindible para empezar a hablar del final de la violencia?
-El paso lo tiene que dar ETA, y a partir de ahí a nadie se le oculta que una contribución sería el acercamiento de presos, pero esto se tenía que haber hecho hace tiempo, por razones de cumplimiento de derechos humanos. Es evidente que en un estado de derecho todas las personas que han cometido un delito son condenados a unas penas de prisión, pero los familiares, que muchas veces ni siquiera tiene por qué compartir su ideología, no han cometido ningún delito.
-Y además de eso, ¿se le puede pagar a ETA un precio político’
-Yo no quiero que el futuro de mis hijos, el futuro político de Euskadi, lo decida un encapuchado. Lo que Euskadi tenga que ser en el futuro lo tenemos que decidir los ciudadanos vascos. El futuro de Euskadi no es materia de negociación con ETA. La paz no pude ir vinculada a un proyecto político, porque decir esto sería como legitimar la violencia para un objetivo político.
-¿Las víctimas qué papel deben tener en ese proceso?
-El Gobierno y la sociedad ha de ser sensible a su dolor.
-Pues a ustedes se les ha acusado de tener un papel ambiguo con las víctimas, de tratar mejor a las familias de los presos que a las de los asesinados…..
-No es cierto, el PNV siempre ha tenido respeto y reconocimiento hacia las víctimas, aunque s verdad que han sido muy olvidadas por parte de todos, también por parte del PP y del PSOE, que empezaron a hablar de ellas a partir del año 98 . Creo que durante años hemos podido hacer más por las víctimas, y debemos acrecentar el reconocimiento social, pero hay que evitar su utilización partidista. Y el PP lo ha hecho con exceso. Las víctimas deben tener un reconocimiento social importante, pero no deben de ser objeto de manipulación.
-Ademita que en estos momentos para algunos las víctimas podrían ser un obstáculo de cara a la negociación, y eso es lamentable…
-Las víctimas no son un obstáculo para nada, son persona que han sufrido una tragedia y a las que hay que reconocer y arropar. Pero es verdad que en cualquier proceso político que avance puede haber situaciones dolorosas para algunas víctimas, y la sociedad deberá volcarse en el reconocimiento de su dolor.
-¿Usted aprobaría, llegado el caso y si ETA abandonara las armas, una amnistía a presos que tengan las manos manchadas de sangre?
- Cuando la violencia haya desaparecido de este país, cuando empiece a formar parte del pasado, deberemos abordar muchas situaciones. Situaciones que abordarlas hoy no es posible o muy difícil, y que tendría mucha complejidad. Pero hoy no es el debate.
-Permítame un inciso. Con la perspectiva del tiempo y viendo lo ocurrido con el estatuto de Cataluña, que fue respaldado por el 90% del parlamento catalán, ¿la presentación del plan Ibarretxe fue un error?
-No. Fue un camino fundamental de defensa del autogobierno y la capacidad de decisión de este país. La propuesta de estatuto político que aprobó el parlamento vasco el 30 de diciembre de 2004 fue el camino por el cual pudimos transitar en ese momento. Ahora tenemos una nueva oportunidad ante nosotros, y debemos tratar de buscar entre los diferentes partidos vascos un acuerdo que supere en apoyos el estatuto de diciembre de 2004.
-Y ese nuevo proyecto, ¿pasaría por el autogobierno y la independencia?
-Pasa por un acuerdo amplio en Euskadi. Nosotros hemos cifrado que tenemos que alcanzar un acuerdo como mínimo igual o superior al que tuvo el estatuto de gernika en el 79, que fue un 54% del censo. Tiene que ser un acuerdo en el que las diferentes sensibilidades de este país seamos capaces de buscar un punto de entendimiento sobre cómo concebimos el respeto a la voluntad vasca y la articulación de la relación política entre Euskadi y el Estado.
-¿Y ese nuevo plan, lo van a presentar en esta legislatura, con Zapatero presidente del gobierno?
-Nosotros y la inmensa mayoría de los partidos en Euskadi, menos el PP; creemos que una ve que haya una decisión clara por parte de ETA de cesar la violencia los partidos vascos constituiremos una mesa de diálogo en la que buscaremos un acuerdo político que deberá ser refrendado por la sociedad vasca. Me gustaría y quiero pensar que el PP también va a estar en esa mesa, porque es la tercera formación política en Euskadi. Y yo no voy a tirar la toalla para que el PP esté presente.
-Usted se siente español o vasco? ¿O vasco y español?
-Yo me siento vasco, soy un vasco que busca la posibilidad de que podamos alcanzar un acuerdo para convivir en el estado español con respeto a las diferentes nacionalidades y culturas de este estado.
-Carod Rovira ha dicho que él no engaña a nadie, que quiere una nación para conseguir un estado. ¿Usted también?
-A día de hoy ese no es el debate en la nación vasca.
-Pues de entrada, a día de hoy el estatuto embarranca por el término nación…
-Si la sociedad catalana se siente nación, ¿quién somos un vasco, un leonés o un irlandés para decirles que no son una nación? Si el 90% de la sociedad catalana se siente una nación, me parece absurdo que alguien pretenda decir que no lo son. Es un error que no se admita ese sentimiento.
-¿En qué medida si el estatuto catalán sale adelante les va a ayudar a ustedes?
-Yo quiero es que se respete la voluntad de los catalanes. Ese debate se está planteando en términos diferentes que los de Euskadi, entre otras cosas porque los temas de la financiación, que en Cataluña son elementos fundamentales, aquí son distintos ya que vivimos otra realidad económica y jurídica.
-¿Y usted comparte la política lingüística que está llevando a cabo la Generalitat, imponiendo el catalán y fiscalizando hasta los expedientes sanitarios?
-Hay mucha demagogia detrás de esas cuestiones, porque si ha habido una lengua marginada en Cataluña en las últimas décadas ha sido el catalán, como el vasco lo ha sido en Euskadi. Yo respeto la política lingüística que se está llevando a cabo en Cataluña, nunca he tenido ningún problema allí para hablar, escuchar y hacerme entender. No creo que allí se persiga a nadie por hablar castellano.
-Sea como fuere, Zapatero no lo tiene fácil. Unos dicen que es débil, y otros un Maquiavelo dispuesto a poner a España patas arriba.
-Yo no creo que Zapatero sea una persona débil, en absoluto, es una persona con una agenda política clara, que parte de ella la comparto y parte no. Personalmente pienso que el presidente del gobierno está haciendo un esfuerzo para que la paz se pueda conseguir en Euskadi. Y le animo a seguir por ese camino, porque es evidente que las nuevas generaciones se lo van a agradecer.
-¿Y le parece normal que Rajoy y Zapatero, los dos principales partidos, no lleguen a ningún acuerdo?
-Me gustaría que Rajoy, que no me cabe duda que es un hombre inteligente, realmente se despegase del discurso de los años más duros de Aznar, porque las elecciones en cualquier país democrático se ganan en los espacios centrales. Con los discursos radicalizados se puede debilitar algo al adversario, pero se va generando rechazo ciudadanos. No se de quien es la culpa del desencuentro, pero me gustaría que el PP fuese una alternativa razonable electoral, y creo que la radicalización en su discurso no es la mejor fórmula para ello.