Resulta evidente la importancia que la meteorología conlleva para el dominio de la previsión y de la comprensión del clima. Además, la actividad meteorológica se encuentra conectada con la agricultura y la pesca, el turismo, la planificación territorial, los aprovechamientos hidráulicos, el medio ambiente y la protección civil, entre otros.
En 1988 comienza el Departamento de Transportes y Obras Públicas a realizar las primeras actuaciones en materia meteorológica. Más tarde, en 1990, se crea el Servicio Vasco de Meteorología. Frente a las dificultades de la época de los 90, en el año 2000 el Departamento decide hacer una apuesta de futuro por un Servicio Vasco de Meteorología con vocación de servicio público, para lo que pone en marcha Euskalmet, Euskal Meteorologi Agentzia, encargada de generar los productos y servicios meteorológicos que demanda la sociedad vasca. En la actualidad presta un servicio ininterrumpido de 24 horas los 365 días del año.
Quince años después de la creación del Servicio Vasco de Meteorología, el pasado jueves se inauguró el primer radar meteorológico de la Red de Meteorología Vasca en la CAPV. Se trata de un instrumento de alta precisión que permite conocer la intensidad de la lluvia a través de la reflectividad de la precipitación. Este radar tiene un rango de funcionamiento de Banda C (5.6 GHz).
Se ha construido sobre el monte Kapildui, en Arluce, Álava, después de un largo proceso en el que se ha tratado de minimizar el impacto medioambiental.
La torre del radar, que tiene una altura de 58,8 metros, consta de 8 módulos cilíndricos de un diámetro entre 4,5 y 6 metros de diámetro, así como de un radomo de 9,2 metros de diámetro, donde se encuentra ubicada la parábola del radar. Además se ha construido un edificio anexo para albergar infraestructuras de apoyo.
El radar constituye la incorporación más importante de la Red de Meteorología Vasca. Además se trata del primer radar meteorológico de la CAPV, así como del primer radar en la península ibérica que consta de tecnología de polarización dual, lo que permite distinguir entre las gotas de lluvia y el ganizo o la nieve, siendo actualmente uno de los radares meteorológicos más modernos de Europa.
La información proporcionada por el radar permite el estudio de fenómenos meteorológicos en detalle en zonas concretas, la previsión de caudales, la elaboración de índices de alerta y el análisis en detalle de episodios, así como la distinción en tiempo real entre diferentes precipitaciones como lluvia, granizo y nieve. Por tanto, será posible utilizar esa información para realizar una previsión meteorológica más precisa y, entre otras cuestiones, ayudar así en la activación de los protocolos de protección civil ante posibles inundaciones, nevadas, tormentas, etcétera.
En definitiva, el radar meteorológico constituye una herramienta de decisión que permite abordar de manera más adecuada la meteorología y la climatología.
En el futuro la Dirección de Meteorología y Climatología prevé desarrollar acciones en los ámbitos operativo y normativo. Planificar la adquisición de elementos que sirvan para mejorar la Red Meteorológica Vasca y elaborar un proyecto de Ley de Meteorología y Climatología que será elevado al Parlamento vasco para su consideración y aprobación.
A través de estas acciones se tratará de conjugar elementos que garanticen el avance del país, el aumento de la seguridad de la ciudadanía y el acceso a información meteorológica de calidad, a través una gestión adecuada del conocimiento, el apoyo a la investigación y la respuesta a las demandas de la sociedad vasca en materia de meteorología y climatología.