Deia
"Zapatero sabe muy bien a qué nos referimos cuando hablamos de normalización política: pasar a reconocer que el pueblo vasco tiene derecho a decidir. Y ahí está en juego la calidad democrática de un Estado», dice Joseba Egibar, portavoz del PNV en el Parlamento vasco, para quien «en un año se tiene que saber exactamente si caminamos hacia ese escenario".
Al Estatut catalán, Madrid le ha recibido y tratado mejor que a la propuesta de Nuevo Estatuto vasco, ¿lo entienden como un agravio comparativo?
No. Partimos de que tiene que existir un principio a respetar en todas estas propuestas de reforma: aceptar lo aprobado por los distintos parlamentos ya que es su voluntad democrática aunque luego el Congreso haga las adecuaciones pertinentes. En el caso vasco, se dio un portazo pensando que con ello liquidaban el problema y lo que han hecho es aumentar el tamaño del conflicto político.
¿Se parecen los textos catalán y vasco?
En poco o nada. Si el catalán persigue sobre todo un cauce y seguridad en aspectos referidos a la financiación; en el caso vasco, a la hora de resumir no es tanto financiación o fondo competencial, que también, sino sobre todo autodeterminación, que es capacidad de decisión. Ese valor cualitativo no aparece en el caso catalán.
Hay quien ha dicho que la pretensión del Estatuto vasco es arrancar parte de la soberanía española...
Yo estoy de acuerdo en reconocer que la soberanía de la nación española reside en el pueblo español. No tenemos pretensión de arrancar soberanía al pueblo español. Lo que pedimos en justa reciprocidad es que respeten que hay un pueblo vasco, sujeto político de derechos, que tiene consiguientemente el derecho a decidir. Tienen que admitir que existe otro sujeto si son realmente demócratas.
Zapatero habla de ocho fórmulas para evitar la palabra ‘‘nación’’ con el Estatut catalán... ¿por qué tanta fobia a dicho término?
Ellos le han dado ese valor cualitativo al término nación, que es un concepto que existe y aparte de suponer personalidad y voluntad de pertenencia a una comunidad política, es sobre todo, capacidad de decisión. Y eso es lo que a algunos les provoca la urticaria. Los españoles no admiten una realidad distinta a la que ellos construyen. Y ahí está en juego la calidad democrática de un estado. Los sistemas democráticos no se construyen desde una imposición sino desde la libre adhesión y voluntad de las partes. Lo contrario es una convivencia obligada, y éstas no suelen ser duraderas.
Los socialistas vascos en breve celebrarán su congreso y hablarán sobre “derecho de decisión pactado” a raíz de una enmienda presentada por Elorza... ¿qué lectura hace de ello?
Es la misma tesis de Zapatero y además contiene una trampa presentada muy torpemente. Zapatero dice: si vivimos juntos, decidamos juntos. Es lo que le dijeron al lehendakari en el Congreso e Ibarretxe contestó que lo que tenemos es que poder decidir vivir juntos. Nunca se ha podido resumir más claramente en dos frases lo que significa la capacidad de decisión. Zapatero, al igual que Elorza o Zabaleta, entienden que lo que hay que pactar es la capacidad de decisión. Y sin embargo, el derecho a decidir no admite acotaciones ni matices y es la llave que puede posibilitar la resolución del denominado conflicto vasco.
¿Qué entiende que pretenden entonces los socialistas?
Taponan la cuestión al decir que vamos a pactar el derecho a decidir y dicho derecho lo tiene el pueblo vasco, no es ni del PNV ni del PSE ni menos de ETA. En la habilidad que tengas de conectar, de coger el pulso a la sociedad para hacer una propuesta de ejercicio concreto, ahí se verá si el proyecto que tú propones lo valida o no la sociedad. Los socialistas con dicha visión lo que hacen es limitar de raíz que el pueblo vasco sea un sujeto político . Y desde ahí no llegas a ningún escenario de compartir proyectos desde el respeto, desde el tú a tú.
Luego, no hay cambios de fondo en la postura socialista...
Es una cosmética política que utilizan deliberadamente para eludir el debate y llevarlo al terreno que ellos quieren. Y Rodríguez Zapatero sabe muy bien a qué nos referimos cuando estamos hablando de normalización política.
¿Y de qué hablamos?
Significa pasar a reconocer que el pueblo vasco es sujeto político de derecho y que en tanto que pueblo, tiene derecho a decidir. Y que además puede ser perfectamente posible que dos o más soberanías puedan convivir, pero no desde la subordinación, sino desde el respeto en igualdad.
¿Cree realmente que Zapatero está por esa labor?
Hasta donde alcanza nuestra información, es consciente de lo que planteamos. Y la primera oportunidad que tuvo de dicho reconocimiento fue en el Congreso y dijo que no.
¿Le siguen dando su confianza?
La confianza no le puedes retirar, pero hasta ahora no ha demostrado que quiera adentrarse en la resolución del conflicto político porque oportunidad tuvo como presidente del Gobierno cuando Ibarretxe fue a las Cortes. Eso es aparcar el problema, no resolverlo.
En ese ‘‘no’’ de Zapatero ... ¿qué cree que hay más, convicción o vértigo al PP?
Un poco de todo. ... Desde 1982 que llegaron al poder, los socialistas tienen una cuestión pendiente, en la hipótesis más benévola y es que no han resuelto el debate sobre el modelo de Estado. Esa indefinición, ese caminar erráticamente, le ha supuesto disgustos dentro de las propias filas socialistas. Aquí, el PP agita interesadamente lo que pueden ser esas esencias de la patria española. Mientras el PSOE no rompa con esa transversalidad, no habrá cauce democrático para dar solución a problemas de las nacionalidades que no tienen estructura de Estado.
¿Se está, en cualquier caso, en una dirección más adecuada que hace dos años?
Lo que ha habido es un cambio de actores y de formas y talantes. Pero lo cierto es que todos los pasos que en su día dio el PP en esa dirección de consolidar la estrategia a nivel de Estado, fueron avalados por el PSOE.. léase la Ley de Partidos, el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo o todas las modificaciones del Código Penal...Han ido de la mano. Fue mucho el terreno que recorrieron juntos.
¿Y qué hace falta para darle la vuelta a eso?
Tiene que haber no sólo ideas claras y convicciones profundas, sino sobre todo, determinación y autoridad. Lo que hace falta es saber si Zapatero realmente cree que en todo lo que supuestamente se puede deducir entre líneas de sus discursos, y si se lo cree, si va a ser capaz de llevarlo adelante. Autoridad.
¿Cree que ETA no dejará las armas mientras Batasuna siga ilegalizada?
No creo que tenga una relación. Si hablamos de un escenario de normalización política, todas las expresiones políticas se deben poder presentar a las elecciones y en ese sentido, el 2007 es una fecha de referencia pero no habrá que esperar a las elecciones sino que en el otoño previo, es decir, dentro de un año, se tiene que saber exactamente si caminamos a un escenario de normalización política en el que todas las formaciones se puedan presentar si lo desean.
Alec Reid decía que el peligro de no hacer las cosas bien es que podría surgir una nueva ETA mucho más violenta...
Es un acreditado negociador y conocedor de este tipo de conflictos, no en vano participó en la solución del norirlandés. Yo entiendo que el tiempo de la lucha armada y de la violencia de ETA tiene que ser pasado. La propia izquierda abertzale es consciente de que el trabajo político por vías pacíficas y democráticas es lo que reporta la consecución de objetivos políticos. Serán graduales, progresivos, pero son las únicas vías homologadas en las democracias asentadas. Quien hace uso de la fuerza, pierde toda la razón democrática.
Y las intervenciones judiciales contra la izquierda abertzale... ¿son pequeñas ‘‘chinas’’ en el proceso o pueden ser capaces de abortarlo?
Hay una fecha clave: la entrevista entre Zapatero y Rajoy la primera semana de setiembre donde creo que al PP se le traslada la posibilidad de que pueda existir un final dialogado.. Rajoy justo desde ese día activa todas las baterías y empieza a ‘‘sacudir’’ políticamente. Coincide con que María San Gil dice que ya no va a hablar con el lehendakari, con declaraciones de víctimas avisando de manifestaciones en la calle sin precedentes...y esto fue porque el PP observa que algo puede estar moviéndose y luego la Audiencia Nacional, la Guardia Civil y otros poderes.. pueden tener la tentación de intentar sabotear cualquier tipo de proceso. De todas formas, creo sinceramente que no existe voluntad por parte de Zapatero de sabotear el proceso aunque sí hay instancias e instituciones que pueden actuar.
Ahora mismo, Batasuna se encuentra en un proceso de debate interno del que ya se conoce su documento ‘‘Bide Eginez’’..¿cómo lo valora?
‘‘Bide Eginez’’ es un baño de realismo al decir que van a actuar en política, pretenden homologarse al resto de formaciones políticas con su propio congreso... Es un intento de ponerse al día de lo que puede ser la competencia política.
¿Cree que hay síntomas de que la izquierda abertzale se está cansando?
Desde Anoeta ha pasado un año y quizá los movimientos, plazos y factores que ellos detectan no son suficientes. Pero esto tiene ida y vuelta. Batasuna tiene una consideración de los pasos propios muy elevada de lo que ha podido hacer este último año. Esperemos que ni se confirmen esas sospechas de Batasuna de que los demás no están dando los pasos suficientes y que tampoco nosotros caigamos en el error de exigirles pasos que igual no está en condiciones de dar. Es un ejercicio multilateral y la clave está en materializar o hacer realidad los pasos que uno está dispuesto a dar sin esperar que el otro haga el recorrido.