Dice sentirse «a gusto» en Madrid, como portavoz del Senado tras 18 años en el Congreso. Inaki Anasagasti repasa la situación vasca con optimismo, aunque consciente de «las dificultades». Muy crítico con Batasuna -«no quiere solucionar el conflicto»-, ve al PSE-EE indeciso «en busca de un discurso propio» y, sobre todo, defiende la cohesión interna del PNV y la validez de los discursos de Imaz y Egibar, que «se complementan bien».
-Batasuna pide recuperar sus puestos en ayuntamientos y juntas generales. ¿Lo ve factible?
-Está en su derecho de solicitarlo, pero estamos en una situación de "alegalidad" que, guste o no, es la que existe. La Ley de Partidos se aprobó hace dos años. Nosotros nos quedamos solos defendiendo a Batasuna. Aquello fue un inmenso error del Partido Socialista, que debería haber enmendado ya.
-¿Cuál es el camino?
-Habrá que buscar una solución a la Ley de Partidos, pero también a Batasuna hay que repetirle que no es admisible que calle ante sucesos terribles como los de Getxo, la bomba en Boroa, lo de San Sebastián... A la gente le tiene aburridísima. La sociedad está muy harta de esas posiciones de enfrentamiento.
-¿La izquierda abertzale juega con dos barajas?
-Absolutamente. Uno ve lo que ocurre en Irlanda... Batasuna tiene que madurar. Creen que debemos darles la razón al cien por cien. Eso no es negociar, ni consenso, ni nada, es claudicar. Es el diez o quince por ciento de la población y no tiene derecho a alardear de patentes de abertzalismo ni vasquismo. Deben dejar de ser una cobertura para el mundo violento.
-Entonces, ¿descarta el acuerdo en los ayuntamientos?
-Será el EBB el que lo tenga que definir, pero no creo que se pueda. PNV y EA ya se han quejado amargamente de la mala vida que están dando a muchos concejales. Gente de Batasuna nos ve como los malos, los enemigos.
-¿Así de claro?
-Un ejemplo es lo que ha ocurrido en San Sebastián, para poner en la picota a la Ertzaintza y al consejero Balza. Están creando un odio artificial y gratuito.
-¿En qué sentido?
-El otro día iba con mi hija y un tipo delante, que también estaba con un crío, al verme pasar le dijo al pequeño: "Mira, éste es un "txakurra" (perro)". Esta gente no acepta las reglas del juego democrático.
-¿Hacia dónde debe evolucionar Batasuna?
-El camino es la mesa que ha planteado el lehendakari, aunque para alcanzarla es necesario un tiempo y un trabajo de discreción. Y esa discreción no le gusta a Batasuna. No sigue la vía de Irlanda.
-¿No quiere superar el conflicto?
-No, y eso que la izquierda abertzale lo tiene facilísimo.
-La Fiscalía abre diligencias contra los organizadores de la manifestación de San Sebastián. ¿Cree que puede haber fundamentos penales?
-No quiero sustituir a la Justicia, pero cuando organizan una manifestación sin permiso, sabían lo que iba a ocurrir.
Hartazgo social
-¿Cree que fue una provocación?
-Absolutamente. Es lo que les gusta. Batasuna vive bien en el conflicto, sin solucionarlo.
-El PP dice que la culpa la tiene el PSOE y su nuevo talante.
-El PP se pasa siete pueblos. La responsabilidad corresponde a quienes incitan a estos chavales.
-Entre tanta violencia callejera y que en Amurrio distinguen a dos etarras parece que nada ha cambiado en la última década.
-Ha cambiado mucho, aunque hay cosas que no son de recibo, como lo de Amurrio.
-¿Falta sensibilidad en ciertos sitios?
-La sensibilidad existe, pero sobre todo hay hartazgo. La sociedad está cansada de políticos que dicen siempre lo mismo, cuando este país debería ser puntero. El primer proyecto de tren de alta velocidad surgió en Euskadi y mira cómo estamos. Contamos con una minoría radical y fanatizada que sigue pensando que con la extorsión y la violencia puede sacar todo adelante.
-¿Es un lastre para Euskadi?
-Yo no diría tanto. No nos permite publicitar nuestros éxitos. Sólo somos noticia por lo malo, cuando hay más éxitos que fracasos. Plantear las cosas como lo está haciendo esa minoría hace muy antipático venir aquí. Se ha pasado de una admiración a lo vasco a... Tenemos que darle la vuelta.
-En el 110 cumpleaños del PNV, Imaz apostó por centrar el partido.
-Se nos quiere llevar a un debate "superideologizado"; y, cuando uno se "superideologiza", se queda estático. Si algo tiene el PNV, es saber cuáles son sus fines y por qué está en política. Tratar de representar a un PNV enfrentado, con dos almas, me parece incorrecto. A nuestros afiliados les molesta, no es cierto y no es conveniente. Estuvo muy bien el lehendakari cuando dijo que tanto Imaz como Egibar quieren que el pueblo vasco sea el que decida su futuro.
-Sin embargo, los discursos de Imaz y Egibar son contrarios.
-Pero les considero a ambos nacionalistas. Son dos personas distintas con discurso distinto.
-¿Y con cuál de los dos se queda?
-Yo, con el PNV, que es donde tiene que estar uno siempre.
-Lo preguntaré de otra forma: ¿cosoberanía o independencia?
-Respondería inmediatamente, pero no quiero caer en un debate terminológico. Me llama mucho la atención cómo se trata de presentar al PNV con dos criterios enfrentados y, sin embargo, en el Partido Socialista, Chaves dice una cosa, Guerra otra, Rodolfo Ares otra, Elorza otra, Patxi López otra... y no pasa nada. Y, luego, el presidente del Senado, Javier Rojo, dice una cosa y sale Melchor Gil y le replica que es un ingenuo.
-¿Ve diferente trato?
-Lo nuestro es un convento de monjas comparado con lo que hay en el PSOE y no digamos en el PP, hartos de la Fundación FAES. Somos el partido que manda y cualquier pequeña discrepancia se agranda.
-O sea, no hay un debate interno sobre cosoberanía o independencia.
-No, que yo sepa.
-Pero Imaz sí que hablaba de reinterpretar a Sabino Arana.
-Es que Sabino Arana murió en 1903 y ahora estamos en 2005. Ahora hay terrorismo internacional, Unión Europea... Pero también entiendo a Egibar, que vive en Guipúzcoa con una situación distinta a la de los otros territorios, con una sensibilidad más a flor de piel. Los dos discursos se complementan bien.
Odio de Mayor Oreja
-Perdone que insista. Imaz pedía respeto a las tendencias políticas y tratar de aglomerarlas en el PNV. Algo muy diferente a los mensajes de los últimos años.
-Hay que analizar lo que ha pasado en el último año. Venimos de una época durísima del PSOE de la mano del PP, con un Mayor Oreja que nos hacía la vida imposible, sembrando mucho odio, con un discurso en el que era muy difícil distinguir entre PSOE y PP. Los socialistas necesitan espacio y tiempo para poder hacer un discurso propio. Hay gestos que parecen dar a entender que algo se mueve, con un Zapatero que ha cambiado un poco el mensaje y que actúa con un criterio propio. Sin embargo, en un año han perdido muchas oportunidades.
-¿Por qué?
-No entiendo eso de que si te portas bien, desarrollo el Estatuto de autonomía; y, si te portas mal, no lo desarrollo. En este año de gobierno socialista, tenían que haber completado las transferencias, resuelto la factura del "Prestige", el Cupo, la ampliación de la Ertzaintza, acercado a los presos... Al menos han intentado la fusión de las cajas vascas. Hacen cosas, pero todavía tienen mucho lastre interno, como Nicolás Redondo Terreros.
-Y del plan Ibarretxe, ¿qué?
-Está aprobado en el Parlamento vasco, aunque el Congreso lo haya rechazado.
-Parece aparcado. Desde las elecciones no se habla de él.
-Cuando algo está aparcado, siempre se puede desaparcar. El plan Ibarretxe siempre va a estar en el discurso político y está en el planteamiento de la mesa de partidos. Además, ha conseguido cosas: que catalanes, gallegos, valencianos y hasta madrileños y andaluces planteen ahora lo mismo. Y en el PNV ha armado un discurso único. Es un valor que está ahí.
-¿Se conformarían con un Estado federal?
-Con un Estado confederal quizá, pero con uno federal no.
-Comparte el optimismo de Ibarretxe sobre una solución al conflicto.
-Si hay discreción, Otegi se pone la corbata a lo Gerry Adams y si hay gente seria... Además, el lehendakari tiene que decir eso. Un presidente de gobierno debe ser optimista. No puede ser antipático.
-El PNV ha renovado sus caras. Imaz, Urkullu, Erkoreka...
-Sí, pero todos ellos llevan toda su vida en el partido. Hablamos de gente que ha mamado PNV.
-¿En esos cambios entra también Ibarretxe?
-Tiene un consenso total como no ha tenido ningún otro lehendakari. Tiene larga vida en su puesto.
-¿Echa de menos la "vidilla" del Congreso?
-Si no hubiera debate político, sí. Pero como en el Senado lo hay...
-Aunque no esté en primera línea.
-El Senado hace muchas cosas, pero muy desconocidas. Por ejemplo, a finales de septiembre, Bilbao albergará el primer foro de parlamentos iberoamericanos. Y eso se ha logrado en el Senado.