IÑAKI CASTRO
La nueva consejera de Transportes del Gobierno vasco, Nuria López de Guereñu, ya ha dado los primeros pasos para «desbloquear» el inicio de las obras de la "Y" ferroviaria. Apenas tres semanas después de su nombramiento, López de Guereñu ha intercambiado varias cartas con la ministra de Fomento para fijar una reunión de trabajo y establecer los «cauces» que permitan avanzar en el desarrollo del trazado de alta velocidad. Convencida de que la infraestructura es «fundamental» para las dos Administraciones, la consejera del PNV apuesta por actuar con responsabilidad para alcanzar un acuerdo interinstitucional, aunque existan «cuestiones competenciales de fondo».
-Llega al departamento en un momento crucial para la construcción de la "Y", una infraestructura clave para el desarrollo de Euskadi que está bloqueada por la falta de entendimiento con el Ministerio de Fomento. ¿Cómo piensa impulsar el proyecto?
-La "Y" es uno de los grandes proyectos del departamento, pero también trabajamos en otras infraestructuras estratégicas como el Puerto de Pasajes o la Variante Sur Ferroviaria. De todas formas, no me gustaría enfocar la situación de la "Y" como un problema. La infraestructura es fundamental para avanzar en la cohesión interna del País Vasco, pero también es muy importante para España y Portugal. Por eso, tenemos que trabajar con el ministerio para llegar a un acuerdo. A veces, los cambios en un Gobierno pueden favorecer el entendimiento porque vienen bien para evitar inercias anteriores.
-Una buena sintonía con Fomento parece indispensable para garantizar la ejecución del trazado de alta velocidad. ¿Ha hablado ya con la ministra?
-La colaboración interinstitucional es un criterio de trabajo para nosotros. No sólo con el ministerio, sino con el resto de instituciones. Respecto a la relación con Fomento, ya hemos dado los primeros pasos para establecer una reunión de trabajo. Ha habido un intercambio de cartas -la propia ministra me ha felicitado por el nombramiento- y estamos revisando las agendas para fijar una primera reunión.
-¿Cree que será inminente?
-Depende de las agendas. Yo no me preocuparía tanto por eso, sino por la clara voluntad que existe para acordar un primer contacto y abordar los temas que tenemos en común.
-El principal escollo que hasta ahora ha separado a las dos Administraciones es la manera de llevar a cabo las obras. Fomento considera que el Gobierno vasco no puede comenzar los trabajos en solitario porque carece de competencias. ¿Ha pensado en paralizar las adjudicaciones de las obras?
-Hace tiempo se le envió un convenio a la ministra que puede ser la base para llegar a un acuerdo y desbloquear toda la situación. En ese borrador, se recogía una ejecución conjunta de las obras. La propia ministra realizó unas declaraciones en las que se mostraba partidaria de avanzar en ese modelo de convenio para gestionar el proyecto.
-El ministerio ya ha anunciado que acudirá al Tribunal Constitucional si las adjudicaciones siguen adelante.
-Yo no quiero entrar en una guerra de competencias con Fomento, porque mi objetivo es que la "Y" esté en marcha en las fechas previstas. No por un criterio nuestro, sino por una decisión de la Unión Europea, que definió la infraestructura como de interés general. No voy a entrar en conflictos competenciales y, como he dicho, se trata de abordar la situación. En otras ocasiones, también podía haber cuestiones competenciales de fondo y hemos sido capaces de llegar a acuerdos. Creo que ahora tenemos que actuar con los mismos parámetros.
-La controversia, en cualquier caso, requiere una solución urgente. ¿Se ha marcado algún plazo para llegar a un acuerdo con Fomento?
-El plazo lo tenemos todos en mente y es el 2010, fecha en la que la "Y" debe estar operativa. A partir de ahí, con la situación en la que estamos, no voy plantearme el acuerdo como una cuestión de urgencia. De todas formas, no voy a decir que haya que correr, pero tenemos que actuar con rapidez para poder llegar a la fecha prevista. Lo primero es tener los encuentros con Fomento y tratar de establecer los cauces que nos permitan avanzar.
-Ezker Batua, su socio en el Gobierno vasco, mantiene su recelo ante el trazado de la línea de alta velocidad. ¿Estudia algún posible cambio para asegurarse un mayor apoyo de EB?
-El proyecto del Gobierno vasco es uno, como ya recoge el propio acuerdo tripartido. En ese documento, los tres partidos reconocen que la infraestructura es estratégica, apoyan que esté operativa en 2010 y aclaran que se podrían hacer adecuaciones si son necesarias. Ninguno de los tres partidos pone en duda la infraestructura. La "Y" es el único proyecto con trazado real que cuenta, incluso, con el estudio de impacto ambiental del Ministerio de Medio Ambiente. Este proyecto garantiza poder entrar en los plazos previstos. A partir de ahí, se puede ser flexible en muchos ámbitos, pero tenemos claro el criterio de la operatividad en 2010 y tenemos que llegar.
-El pasado lunes el Gobierno central presentó su Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT), que incluye la construcción de la línea de alta velocidad en Euskadi. ¿Qué le parece el documento?
-Tiene importantes inconcreciones. Como su propio nombre indica, debería ser un plan que estableciera todas las prioridades en materia de infraestructuras, pero no se fija un calendario. En cuanto al horizonte de 2020 para el cumplimiento del plan, necesitamos que se mojen para saber cuáles son las infraestructuras prioritarias.
-El PEIT deja la puerta abierta a la gestión compartida de los aeropuertos. ¿Explorarán vías para integrarse en su dirección?
-Desde luego, sería muy interesante. Por desgracia, hasta ahora no hemos sentido que esa directriz escrita en el PEIT haya sido un criterio de funcionamiento del Estado. Ahí tenemos ejemplos, como el aeropuerto de Hondarribia.
-Su antecesor en el cargo, Álvaro Amann, puso todo su empeño en el desarrollo del tranvía. ¿Mantendrá a Euskotran entre las prioridades de su departamento?
-Creo que se apostó por el tranvía porque era un proyecto que permitía compaginar la movilidad de un gran número de viajeros con la sostenibilidad, que es uno de los factores fundamentales para el departamento. Por lo tanto, seguiremos apoyando el sistema tranviario.
-En Vitoria, la implantación del tranvía acumula grandes retrasos. ¿Cuándo cree que podrían empezar las obras?
-Nosotros estamos haciendo nuestros deberes, pero falta la financiación, en la que participan también el Ayuntamiento de Vitoria y la Diputación alavesa. El borrador de convenio que se está utilizando en otras ciudades se envió hace varios meses y esperamos que el Consistorio y la Diputación lleguen pronto a un acuerdo. Será entonces cuando podamos sacar a licitación las obras.
-Aunque en Bilbao Euskotran ha logrado consolidarse, los vecinos de algunos barrios rechazan su expansión y reclaman la llegada del metro. ¿Ha pensado en replantearse el proyecto?
-Es posible que haya grupos que quieran el metro, pero se trata de una infraestructura cara, complicada y que requiere un trámite largo. Después de muchos estudios de movilidad, en los que se tienen en cuenta multitud de criterios como el número de usuarios o las posibilidades técnicas del proyecto, llegamos a la conclusión de que en la zona de Rekalde el tranvía era la mejor solución. Eso no quiere decir que se esté renunciando a adoptar otras medidas más adelante, pero ahora tenemos que dar soluciones a corto y medio plazo. Además, hay un acuerdo en el Ayuntamiento de Bilbao.