El pasado 9 de febrero, a las ocho de la tarde-noche, le esperábamos en la Sala Europa, con la bandera europea enarbolada, a la Vicepresidenta de la Comisión Europea, Margot Wallstrom, encargada de las relaciones con las instituciones de la Comunidad.
La Sra. Wallstrom es una socialdemócrata amable que ha sido Comisaria de Medio Ambiente y fue ministra de su país, Suecia, en dos oportunidades. Ahora se ocupa asimismo de las Relaciones Institucionales y de la estrategia de la comunicación europea.
Quería conocer nuestra opinión sobre el referéndum constitucional antes de su celebración.
Pues bien. De la Comisión Mixta Congreso Senado sólo hubo dos parlamentarios del PP y uno del PNV. Ni la presidenta, Sra. Palacio, ni el Vicepresidente, Sr. Huertas, ni nadie de otro partido político. Tres personas en aquella sala con la Vicepresidenta Wallstrom.
CUATRO GATOS
Sin embargo tuvimos un encuentro formal con ella.
Nosotros le dijimos: Mire señora Vicepresidenta, si en plena campaña del referéndum europeo, siendo obligación de los parlamentarios recibirle y atenderle estamos aquí cuatro gatos, imagínese lo que puede ocurrir el día 20. Piense en el ciudadano medio que ve a Europa como algo lejano, cerrado, propio de políticos que entran en reuniones, hacen declaraciones y se van. Y aquí ni eso.
Permítame que le sugiera que en lugar de visitarnos a nosotros visite a los Directores de los Medios de Comunicación y le pida que de aquí en adelante, en todos los informativos y entre las cuatro primeras noticias siempre haya una sobre Europa y ojalá no sea con declaraciones de políticos. Sólo así la gente empezará a entender qué es eso de Europa y cómo le afecta en su vida diaria, que es muchísimo.
Me dijo que tenía razón y que se daba cuenta de la posible abstención en el referéndum que estaba en marcha que iba a salir por el apoyo de partidos muy significativos, pero que se daba cuenta del percal en venta.
Afortunadamente, el presidente Rojo le ofreció unas aceitunas y aquel feo parecía menos.
PORQUÉ INTERESA EL FUTBOL PERO NO EUROPA
Hablando con ella le seguimos insistiendo en la idea. Mire, lo que no sale en televisión, no existe y si además se hace de forma soporífera, a nadie le interesa. Aquí sólo interesa el fútbol y sólo de Europa la UEFA y la Champions League. Y eso la gente si lo sigue y se lo sabe todo. ¿Por qué? Porque le interesa y le apasiona y además la información deportiva es buena. Porque aquí, además se hacen despliegues abusivos con bodas y embarazos y no con cosas serias bien presentadas.
Nos dijo que era consciente que uno de los problemas importantes de la Unión Europea es su falta de visibilidad y que se había visto aquellos días con la tragedia del tsunami. En televisión sólo había aparecido Collin Powel, ex secretario de Estado de EE.UU. pero no Luis Michel el Comisario de Cooperación de la Unión Europea, que había aportado más dinero y más ayuda.
La Sra. Wallstrom nos comentó que habían tenido un debate sobre este asunto porque quizás los EE.UU. lo habían tenido más fácil, llevándose a las cámaras de la CNN allí donde sus políticos van.
Ahora somos 25 países y si queremos que esto funcione necesitamos nuevas normas. La Constitución aporta esas nuevas normas y hace de la Unión Europea un club más democrático, más abierto y más eficiente.
HACEN FALTA DOS PIERNAS
Para que Europa avance hacen falta dos piernas: Opinión Publica y Negociación transparente. Y hoy sólo funciona una negociación oscura e incomprensible.
El día 20 de febrero, el referéndum se ganó, pero la participación fue lamentable. En dos meses, no puede hacerse el trabajo de gota malaya que hace falta con los asuntos europeos, y, terminado, el referéndum, se pasó página y nadie hizo un estudio sociológico del por qué a la mitad de la población no le interesó una consulta a la que usted nos convocó para decir a la Unión, que éramos los primeros en Europa.
La experiencia demuestra que los ciudadanos europeos, mimados por la fortuna, viviendo en una sociedad cada vez más blanda y sin ideales, adopta muy distintas actitudes en las variadas clases de votaciones.
En las elecciones municipales impera el sentido práctico y muchos vecinos votan a un alcalde aunque no sea de su misma ideología si se ha mostrado eficaz en la gestión municipal.
En las elecciones generales se impone el voto ideológico, o el voto útil, o el voto a los suyos, aunque no esté del todo de acuerdo con la política que desarrolla o a opciones moderadas para que no salgan otras que considera peores.
Pero en las elecciones europeas los votantes hacen experimentos con champán, se permiten excentricidades, simpatías personales, votos testimoniales o votos de castigo porque saben que no van a ninguna parte.
Y, ¿por qué ocurre esto? Porque no se sabe lo que es la Unión europea y se piensa que votar, abstenerse o hacer juegos malabares no le interesa a nadie.
LA PROFESIONALIZACIÓN DE LA POLITICA
Claro está.
Se puede optar por eliminar la figura del referéndum como ha ocurrido en el Bundestag alemán o en el Parlamento austriaco la semana pasada que han aprobado el Tratado por aplastante mayoría.
Pero es llevar la profesionalización de la política a sus últimas consecuencias y tratar al ciudadano como menor de edad. De todas maneras el hemiciclo vacío en el debate de la semana pasada no es una buena tarjeta de presentación para un ciudadano que ve que en los parlamentos se vota por consigna y no por convencimiento.
Nuestro partido participó en la campaña del referéndum pidiendo el SI. Y lo hicimos conscientemente de que estábamos a dos meses de unas elecciones autonómicas y de la gran abstención que se iba a producir.
SE NOS EXCLUYÓ DE LA CONVENCIÓN
Pero nuestra trayectoria de partido europeísta nos obligaba a ello a pesar de que fuimos excluidos de las discusiones de la Convención. En nombre de las Cortes Generales fueron enviados los Sres. Borrell y Cisneros y como suplentes. López Garrido y Muñoz Alonso. No hubo manera de que en representación de los demás grupos pudiera haber ido el Sr. Guardans, que tenía el encargo de plantear lo que ahora está haciendo su gobierno sobre lenguas, ya que como sabíamos lo que iba a ocurrir, el Sr. Borrell habló de todo menos del catalán.
De ahí que saludemos ahora sus propuestas europeas en relación con las lenguas pero me va a permitir apuntar que no está basada en el convencimiento sino en la búsqueda de apoyos parlamentarios y aunque el resultado pueda ser bueno, las intervenciones del Sr. Borrell en este campo siempre han sido lamentables. Para qué vamos a engañarnos. Si se envía a un mariachi a Bruselas lo normal es que cante rancheras.
UNA EUROPA FEDERAL DESDE LA AVENUE MARCEAU
Tras la segunda guerra mundial, surge con fuerza alrededor de los movimientos demócrata cristianos la idea de una Europa federal que posibilitara que nunca hubiera una guerra más en Europa. La democracia cristiana había combatido el nazismo, estaba en contra del otro totalitarismo, del socialismo real, y veía esa tercera vía de una Europa federal basada en el principio tomista de subsidiariedad y de ahí que los grandes líderes de la unificación europea, los que dieron la voz para empezar con el acuerdo del carbón y del acero fueron democristianos: Schumman, De Gasperi, Adenauer, Sturzzo.
Y allí, en el exilio de París, estuvo nuestro partido y en nuestra sede de la Avenue Marceau se dio entrada a la CDU de Konrad Adenauer. Hoy esa sede es el Instituto Cervantes en París que nos fue robado por la GESTAPO, devuelta y luego en 1951, a cuenta de una sentencia de un Tribunal del Sena en plena ocupación, incautada por Franco. Allí, en 1949, nació el Consejo Federal del Estado español del Movimiento Europeo.
Sr. Presidente, le recuerdo que esta ignominia no ha sido devuelta. Sea un buen europeo y pase página sesenta años después, y haga que el Estado español devuelva lo robado. Tras la liberación de París, nos devolvieron lo robado. Tras la muerte de Franco, no.
De ahí que no era de extrañar que el PNV pidiera el SI en el referéndum sabiendo además que no se trata de una Constitución sino de un Tratado, que en seis años será reformada, que en lo social no es suficientemente avanzada, que el gobierno anterior tenía obsesión por las fronteras y por consagrarlas como inmutables, seguramente se olvidaron de Gibraltar y que se nos decía que el llamado Plan Ibarretxe nos sacaba de Europa, como si Euzkadi fuera un trasatlántico.
NUESTRA CAMPAÑA DEL SI
Pero hicimos campaña por el SI. Contra Viento y Marea.
Porque era un avance, porque era una etapa y no la meta.
Porque simplifica la compleja estructura jurídica vigente.
Porque reforma las instituciones de la Unión y le da mayor protagonismo al Parlamento Europeo incluyendo el mecanismo de codecisión en algunas materias.
Porque hablarán con una sola voz.
Porque incluye la Carta de Derechos Fundamentales y otorga personalidad jurídica a la Unión.
Porque avanza hacia una Europa social a pesar de sus insuficiencias.
Porque promociona un alto nivel de empleo, lucha contra la exclusión social así como un nivel elevado de educación, formación y protección de la salud humana.
Porque se convierte en un referente político para propiciar la paz, la libertad, la justicia y la solidaridad en el concierto mundial cuando nacen nuevos polos de poder en el mundo.
Y aunque el llamado hecho regional apenas ha sido objeto de atención, se le sigue temiendo, el Tribunal reconoce al Comité de las Regiones legitimación activa para interponer recursos ante el Tribunal de Justicia por incumplimiento del principio de subsidiariedad.
Tras el tratado de Maastricht se suprimieron las fronteras y se adoptó la moneda única. Ahora es un avance más y abordamos esta Constitución desde una perspectiva evolutiva.
Por que supone para nosotros más Euzkadi y, lo siento por ustedes, menos España.
NO ES UNA CONSTITUCIÓN
El TCE no es una fotografía fija y aunque reciba el nombre de constitución, técnicamente no lo es. Desde el punto de vista jurídico sigue siendo un Tratado que será reformado en seis o siete años que supondrá todavía más Europa.
Hoy el proyecto federal no es ya una utopía. Pero le restan al menos dos décadas para que encuentre una institucionalización de carácter más definitivo. A diferencia del pasado en el que los matrimonios reales y las guerras cambiaban de inmediato el devenir de la historia, habrá que convenir que en un mundo civilizado, los progresos consistentes en proyectos comunes transformadores de la historia, sólo serán logrados en base a pequeños compromisos.
LA EUROPA DE PETER PAN
Sr. Presidente.
Por primera vez en el proceso de construcción de la Unión el tribunal reconoce la ciudadanía europea configurándola como un status que sea y es fuente de derechos cívicos y políticos. El Tribunal sitúa así en línea arbitrando fórmulas de compatibilización de diferentes ciudadanías como cauce para facilitar la convivencia de identidades diversas en comunidades plurales.
Sr. Presidente.
El Instituto Vasco de Administración Pública acaba de publicar un libro titulado “La Europa de Peter Pan” del profesor José Ramón Bengoetxea. Es un libro muy interesante porque trata de ese síndrome de Peter Pan de una Europa que le da miedo crecer y que tiene también su capitán Garfio en su lejanía, en su egoísmo estatal, en su insolidaridad, en la defensa a ultranza de ciertos intereses. Reivindica una Unión de Ciudadanos Europeos.
UNA UNIÓN DE CIUDADANOS EUROPEOS
“La innovación más importantes en el proyecto de Constitución es la inserción de la Carta de Derechos Fundamentales en el Tratado de la Unión Europea con un valor jurídicamente vinculante… Una Constitución escrita o no, es un símbolo poderoso. No un símbolo, como a algunos les gusta decir, del Estado. Es un símbolo del ciudadano, representa las reglas del juego, se define y delimita el poder, se definen y se protegen los derechos de las personas… El poder con reglas constitucionales es siempre delicado, pero sin ellas es peligroso” (Antonio Vitorino)
En efecto, nos encontramos ante lo más “sagrado” del discurso político europeo, el estatus de la persona en la Unión, se trate de todo ser humano o del ciudadano y su proyección política, es decir, lo que la UE en tanto que comunidad jurídico-política está dispuesta a asegurar a todas las personas, ante sus propios órganos jurisdiccionales y ante la comunidad internacional, y lo que está en condiciones de exigir de sus ciudadanos. El constitucionalismo, el derecho en su sentido más profundo, comporta necesariamente una visión sobre los límites que los derechos de las personas imponen a los poderes públicos y, por ello, toda fundamentación del derecho y de la autoridad conduce a una declaración de derechos.
LAS IDENTIDADES CONCÉNTRICAS
Curiosamente, desde el Tratado de Maastricht de 1992, ha surgido la ciudadanía europea como estatus superpuesto o concéntrico acumulable a la nacionalidad de uno de los Estados miembros y ello, que puede parecer una paradoja para las mentes jurídicas acostumbradas a la ley del tercero excluido, ha facilitado un planteamiento de las identidades simultáneas: resulta que se puede ser europeo y alemán al mismo tiempo si caer en contradicción jurídica. Una misma persona puede ser catalana por su ciudadanía en virtud del Estatut además de española por su nacionalidad jurídica y europea por su nueva ciudadanía adquirida automáticamente en 1993 (fecha en que entró en vigor el Tratado de la UE). ¿Qué suponen estos estatus de ciudadano que se acumulan? Quizás cada uno de estos estatus suponga su correspondiente haz de derechos y obligaciones, distintos desde una perspectiva jurídica, pero compatibles entre sí.
CIUDADANÍA DE LA UNIÓN
La ciudadanía de la Unión, institucionalizada por primera vez en le Tratado de la UE adoptado en Maastricht en 1992, sigue teniendo un alcance limitado. Es más interesante por su potencial político y por su simbología que por el haz de derechos que comporta, limitado al derecho de los ciudadanos a la libre circulación y residencia dentro de la Unión según el derecho derivado, a la protección consular y diplomática por los Estados miembros en terceros países en los que Estado de la nacionalidad del ciudadano carezca de representación, al sufragio activo y pasivo en las elección locales y europeas, y al derecho de ciudadanos y de personas con residencia o domicilio social en la Unión a someter al Defensor del Pueblo Europeo los casos de mal administración en la acción de las instituciones y órganos europeos y a la comisión de peticiones del Parlamento Europeo.
EL Tratado Constitucional ha añadido a este haz de derechos el derecho de iniciativa legislativa ciudadana, consistente en invitar a la Comisión a presentar una propuesta “adecuada” sobre cuestiones que los ciudadanos (un millón de ciudadanos de la Unión procedentes de un número “significativo” de Estados miembros) consideren que requieran un acto jurídico de la Unión para los fine de la aplicación de la Constitución.
Por otra parte la ciudadanía se erige en la razón de ser del propio proyecto político europeo, por encima de los Estados miembros y de otros operadores económicos, en la fuente de legitimidad del sistema político europeo. Lo que ocurre en el plano político y simbólico debería acompañarse de iniciativas y actuaciones que vayan dando contenido a la idea de ciudadanía activa pues sólo de esta forma se podrá desarrollar el sentimiento cívico político europeo. Ha llegado el momento de que Europa se construya ahora a través de la ciudadanía, compensando y contrapesando el protagonismo de los Estados miembros.
Le invitamos pues, Sr. Presidente a trabajar para superar el actual síndrome de Peter Pan y luchar contra el capitán Garfio.
Termino Sr. Presidente.
DÉLE MARCHA AL SENADO
Usted fue elegido diputado en 1986. Coincidimos en nuestra entrada al Congreso. Usted ahora es presidente del gobierno.
Como sabe, conozco como usted el Congreso. Allí está residenciada la actividad política. A veces desbordada y sin posibilidad de hacer buenos seguimientos a los asuntos. Entre ellos al Europeo.
Hoy ha venido usted al Senado. Cumple su promesa de dinamizar el Parlamento y que sea el centro de actividad. Vino cuando fue investido, vino en la conferencia de presidentes, viene una vez al mes, que no es mucho, a contestar preguntas.
Ha demostrado que tiene sensibilidad con esta casa tan rara que nadie sabe para qué sirve.
Independientemente de la reforma que se vaya a realizar le sugerimos desde la amistad le de usted al Senado un mayor protagonismo en el seguimiento europeo que no solamente son los referéndums sino la trasposición de las directivas comunitarias y todo el bagaje de seguimiento de ese intricado mundo.
FALTAN CHIFLADOS EUROPEOS
En la actualidad existe una Comisión Mixta Congreso Senado de seguimiento de la Unión Europea. Sinceramente no trabaja muy bien.
Como en el caso de la Sra. Wallstrom no hay pasión europea, no hay apostolado europeo, no hay la chispa que hace falta para contagiar que eso de Europa va en serio y es importante. Faltan chiflados europeos, no burócratas con manguitos.
Su presencia aquí mueve los medios.
Le invitamos que tras las Cumbres Comunitarias una vez vaya al Congreso, otra al Senado y si existen Cumbres Comunitarias extraordinarias venga usted al Senado. En definitiva que la política, ya que tenemos una sala Europa con bandera y todo, se haga presente en esta casa, para que cuando pregunten para qué sirve el Senado por lo menos alguien diga que para residenciar en serio el seguimiento europeo, además del territorial.
Cuando terminó usted el Debate, la semana pasada, dijo que lucharía contra viento y marea. El viento de la deslealtad y la marea de la intolerancia.
Aquí también tiene usted que luchar contra viento y marea. El viento de los intereses y la marea de la indiferencia.
EL PROGRESO DE LAS NACIONES
Llegará un día en que el progreso de las naciones no se medirá por su poder militar o económico ni por el esplendor de su capital y sus edificios públicos, sino por el bienestar de sus pueblos: por sus niveles de salud, nutrición y educación; por sus oportunidades de obtener una remuneración digna a cambio de su trabajo, por su capacidad de participación en las decisiones que afectan a su vida; por el respeto de sus libertades civiles y políticas; por la atención dispensada a los más vulnerables y desfavorecidos; y por la protección ofrecida al desarrollo físico ya mental de sus niños y niñas.Sin lugar a dudas eso es lo que queremos para una Europa que es antigua pero no vieja. Y por eso nosotros le saludamos como se saluda a la Aurora.