Jaun andreok, egunon. Buenos días.
Las circunstancias que rodean la discusión sobre este presupuesto. El momento político que vivimos. Las tensiones que a nivel político en general pero en Cataluña en particular rodean la actualidad. La precariedad de la estabilidad gubernamental. La situación económica. Todo ello hace que mi discurso haya de ser atípico en el día de hoy. Me permitirán que vaya más allá de la mera discusión económico-presupuestaria.
La aplicación del artículo 155 constituye para el Partido Nacionalista Vasco un exceso jurídico al que nunca debía haberse llegado y que en lugar de facilitar soluciones ha generado más problemas. Más allá de su propia existencia, de la que ya discrepamos en la discusión constitucional, su aplicación se ha llevado a cabo para responder a una situación y aplicando unos mecanismos para los cuales nunca fue concebido.
La posición del Partido Nacionalista Vasco ha sido contraria a su aplicación y lo sigue siendo. Nuestra acción política desde el primer momento ha estado y seguirá estando dirigida a conseguir que deje de estar en vigor. Ese, y no otro, es el objetivo.
Desde el reconocimiento del paralelismo en las reivindicaciones nacionales de Catalunya y Euskadi nuestro pensamiento ha ido siempre dirigido a adoptar la misma actitud para con Catalunya que la que tomaríamos si el 155 hubiera sido aplicado en la CAV o en Navarra. Desde nuestra responsabilidad como organización y hacia nuestro pueblo nuestros esfuerzos irían dirigidos a recuperar cuanto antes las instituciones propias. No perderíamos ni un minuto para que las instituciones vascas estuvieran en manos de sus legítimas instituciones. Dirigidas desde el país, no desde Madrid. ¡No podemos concebir otra actitud en coherencia con nuestra ideología!
Ese es el tenor también de las declaraciones de los dirigentes políticos catalanes, quienes afirman públicamente perseguir ese objetivo, y se han conjurado para lograr elegir un Govern antes del 22 de mayo. Estamos de acuerdo.
Queremos para Catalunya exactamente lo que querríamos para nuestro pueblo.
El Partido Nacionalista Vasco ha debido tomar a lo largo de su historia decisiones trascendentales. Lo hemos hecho frente a intransigencias de gobiernos españoles, presiones mediáticas y liderazgos unipersonales.
Con la vista puesta en esa meta, cualquier política dirigida a prolongar la aplicación del artículo 155 tendrá nuestra oposición. A ello, exclusivamente, lo dijimos desde un inicio, van dirigidos nuestros esfuerzos. Y por ello no consentiremos que quienes busquen objetivos opuestos abusen de nuestra buena fe. No nos dejaremos utilizar por nadie.
Probablemente la aprobación definitiva de estas cuentas dependerá del voto del Partido Nacionalista Vasco.
El Partido Nacionalista Vasco, fiel a su palabra, no ha entablado hasta la fecha negociaciones con el Gobierno español sobre el presupuesto. Y lo ha hecho con la voluntad de dar tiempo para encontrar una salida política en Catalunya. Ello ha supuesto el retraso en la presentación del proyecto de presupuestos por parte del Gobierno, que debería haberse realizado en septiembre. Lo repito: hasta la víspera de este debate plenario no ha habido conversaciones presupuestarias.
Nuestro voto será decisivo por lo tanto, con toda probabilidad, en la suerte final de este presupuesto. Y el sentido de ese voto dependerá de tres circunstancias.
La primera es la actitud que se adopte con respecto al levantamiento del artículo 155 y la apertura de un tiempo de negociación política en Catalunya, marco desde el que únicamente se podrá encontrar una solución.
La mención ayer por parte del Presidente del Gobierno a la apertura de una nueva etapa de diálogo político es absolutamente oportuna. La derogación del artículo 155 en Catalunya tras la elección de un nuevo Govern debe ser inmediata. La prolongación del mismo aun con la proclamación de una nueva Generalitat, tal y como reclaman diversos sectores políticos y mediáticos, conllevaría nuestro voto negativo final a estas cuentas.
Estaremos atentos al desarrollo de los acontecimientos y a la actitud todos y cada uno de los actores políticos concernidos para lograr la más pronta eliminación de la vigencia en Catalunya del artículo 155. Insisto, la actitud de todos y cada uno. Esa actitud condicionará nuestra decisión final.
En segundo lugar, será necesario que lleguemos a un acuerdo satisfactorio que de respuesta a las reclamaciones ciudadanas sobre las pensiones. Somos conscientes de que las medidas que se vayan a adoptar en un presupuesto no aseguran la viabilidad del Sistema de la Seguridad Social a futuro. Para ello es imprescindible que se llegue a un acuerdo en el marco del Pacto de Toledo que desde la discrepancia inicial entre partidos ponga las bases de la estabilidad del Sistema para los próximos años asegurando unas pensiones dignas.
Sin embargo, la pérdida de poder adquisitivo producida en los últimos años, junto a las perspectivas de mejora económica que se adivinan en el horizonte, hacen imprescindible una serie de decisiones urgentes que reviertan la pérdida de poder adquisitivo y aseguren un clima social adecuado.
Las medidas planteadas por el Gobierno en su proyecto presupuestario no son suficientes a nuestro entender.
Por lo tanto, sin que ello suponga ningún tipo de indexación futura, es necesario que manteniendo las medidas y porcentajes propuestos en el proyecto presupuestario para las pensiones menores, además, a partir del 1 de enero de 2018 se produzca una revalorización al IPC del resto de las pensiones, siendo actualizadas todas de nuevo a principios de 2019 en base al IPC. Es necesario retrasar asimismo la entrada en vigor del Factor de Sostenibilidad a 2023 (en lugar de enero de 2019) de manera que ganemos tiempo a fin de que en el Pacto de Toledo se pueda tomar una decisión consensuada al respecto. Y por último, es necesario que se eleve en 2018 la pensión de viudedad al 56% de la base reguladora y al 60% en 2019.
Esto es lo que reclaman la calle, los pensionistas y los sindicatos. Reivindicaciones que hemos hecho nuestras y que el Gobierno ha aceptado. Este será por consiguiente el tenor de nuestra enmienda. Y estaremos atentos a su cumplimiento. Me hace gracia escuchar que esto ha sido por las movilizaciones. Les diré que además de haber movilizaciones alguien tiene que escucharlas y apoyarlas. Cualquiera de ustedes podía habérselo exigido al Gobierno pero nadie, excepto el PNV, lo ha hecho. Cualquier otro partido podría haberlo acordado. Algunos hasta tienen votos por sí mismos para decidir mayorías. Pero no lo han hecho. Ha tenido que ser un pequeño partido como el PNV el que lo ha logrado, Y no, señor Garzón, este cambio del gobierno no se ha producido, como ayer decía usted, “magia mediante”. Ha sido posible “PNV mediante”. Y lo hemos hecho beneficiando a toda la ciudadanía del Estado.
Ayer llamó a las oficinas del Grupo Vasco en el Congreso un ciudadano del Ferrol agradeciéndolo y diciendo que me enviaba un abrazo y que ayudáramos a que el AVE llegue a su ciudad. Yo le devuelvo el abrazo. En cuanto a lo del AVE, le diré que en el PNV hacemos lo difícil y lo imposible lo intentamos. Vamos a ver primero si llega de una vez a Euskadi.
En definitiva, tratamos de hacer política en el sentido más virtuoso del término.
Y por último, en tercer lugar, habría de lograrse un acuerdo en materias relacionadas con la agenda vasca de competitividad y mejora de la economía para que el voto final del PNV a estas cuentas fuera afirmativo.
Nuestro voto negativo a las enmiendas a la totalidad al proyecto de presupuestos asegura el posible cumplimiento de las tres condiciones que he fijado previamente, logrando tiempo para la consecución satisfactoria de todas ellas. La misma posibilidad de hacer caer hoy los presupuestos existe en el trámite de aprobación los próximos 23 y 24 de mayo.
Siempre, pero más en el momento que vivimos, todo partido ha de preguntarse sobre las consecuencias de los comportamientos políticos en la toma de decisiones. Es evidente que el trámite al que nos enfrentamos hoy no es, ni mucho menos, baladí. Que el presupuesto descabalgue en la votación de hoy ha de tener consecuencias. Variadas. Pero a nadie se le escapa que una de ellas podría ser la convocatoria de unas elecciones anticipadas.
Si el proyecto presupuestario cayera en este lance, ¿a quién beneficiaría? Fuera caretas. ¿Quién está interesado en un proceso electoral incierto en este momento?
El PSOE ha dicho en varias ocasiones, por boca de su Secretario General, que "prefiere que 2018 discurra sin ningún tipo de cita electoral" (4 de abril). Y lo dice así, literalmente, "porque eso sería bueno para la estabilidad política del país, que lleva cinco años consecutivos convocando a los ciudadanos a las urnas". Por mi parte intuyo que la tensa situación interna de su partido también tiene algo que ver.
Hablando de situaciones internas complicadas, ¿le conviene a Podemos precisamente en estos momentos, rodeados de episodios de disensión interna, y con las encuestas a la baja una convocatoria electoral? ¿De verdad?
¿Conviene a los partidos catalanes una nueva convocatoria en las urnas para enfrentarse a un Gobierno que, si las encuestas se cumplen, podría resultar incluso más hostil que el actual hacia los nacionalistas catalanes?
Con respecto a Ciudadanos tengo más dudas. Aunque no tantas como las que en estos momentos deben corroerle las entrañas al señor Rivera. Con tanta encuesta al alza, ¿qué hacer? ¿Provocar unas elecciones dejando caer en barrena al Gobierno o bien es mejor esperar para que quizá así la situación devenga aún más apurada para el PP y lograr un sorpasso seguro? ¡Qué dudas! Ni Hamlet. No es de extrañar que se le pusieran los dientes largos cuando creyó que el PNV negociaba la competencia de Seguridad Social o de las prisiones. Poco importa que sean competencias de la CAV incluidas en una ley orgánica. ¡Qué magnífica oportunidad de zumbar al Presidente con la excusa de las cesiones inaceptables a los insaciables y sectarios vascos nacionalistas y poder desdecirse así de su palabra de aprobar el presupuesto! De ahí sus tuits y declaraciones. Insolidaridades y privilegios. Pero ¡menudo chasco! Resulta que los vascos han acordado la subida general de las pensiones, algo que C’s ni planteó. Adiós al embuste de la insolidaridad. Como adivino no tiene mucho futuro, la verdad.
Por cierto, que en la función de augur áulico de la insolidaridad, también le ha acompañado otro visionario pero a este se le olvidó cambiar el discurso escrito la víspera. Me refiero a don Segundo González, de Podemos. Tanto él como el señor Saura volvieron a utilizar la palabra cuponazo. Seguro que a sus votantes en Euskadi y Navarra no les va a hacer ninguna gracia que frivolicen también ustedes con el tema. ¡Vaya, vaya, con los federalistas del PSOE y los plurinacionales de Podemos!
En fin. Una persona, referente en el mundo de la comunicación, dijo esta semana: “Me parece que hay que cambiar al Gobierno. El problema es saber cambiarlo por quién”.
Con respecto al presupuesto, sin duda son unos presupuestos expansivos elaborados en un entorno económico más favorable basados en un crecimiento de la economía, con un patrón más equilibrado que el de antes de la crisis pero seguimos entendiendo que han de contemplar con mayor visión estratégica a medio y largo plazo los riesgos existentes (subidas de tipo de interés, precio petróleo, tensiones geopolíticas,…).
La economía española, que lleva creciendo en los últimos 4 años, nos muestra cambios positivos que se van acercando al tan ansiado cambio en el modelo productivo como factor de crecimiento ya que el reparto entre la demanda interna y externa es más equilibrado. En este sentido, se viene observando que el volumen de exportaciones de bienes y servicios ha aumentado y la balanza por cuenta corriente ha registrado un saldo positivo en 2017. A pesar de que estamos viendo un aumento importante de las exportaciones en general y de un repunte de las de bienes de equipo, creemos que en el proyecto de presupuestos presentado ha de incidir más en las políticas de industria y energética que conlleven a consolidar un cambio del modelo productivo como factor de productividad; un factor clave para el aumento de los salarios.
En este sentido, me gustaría hacer una reflexión en torno a las políticas de I+D+i de las que si bien hay un aumento en el presupuesto (la parte civil 5,38%) lo cierto es que aumentan las partidas destinadas a créditos; y es que no se trata solo del aumento del presupuesto, que también, de lo que se trata es de analizar la eficiencia de las mismas, conocer por qué las empresas no solicitan aquellos créditos destinados a políticas de I+D+i en el que el Gobierno aumenta sus partidas año a año, con lo que no es posible la convergencia de las necesidades orientadas desde la demanda con las impulsadas por los avances de la oferta científico-tecnológica generada. Pues España es primera potencia en publicaciones científicas, por lo que hay que trasladar esa fortaleza al sistema productivo para fomentar la investigación aplicada que requiere mayor conexión entre empresas, universidades y centros de I+D. En definitiva, el gasto público ha de servir para darle también al sector privado (a las empresas) un impulso.
El cuadro macroeconómico presentado en los PGE 2018 prevé un crecimiento del 2,7% en 2018, acorde con las estimaciones de los principales analistas y organismos españoles e internacionales. En cuanto a los ingresos presupuestados, a pesar de que todos los años existe una duda en torno a su aumento y recaudación, este año los ingresos vienen avalados por la Airef que los considera razonables y a pesar de que existe alguna duda en torno a los impuestos especiales, lo cierto es que los datos de los primeros meses sitúan la recaudación en torno al 5% cerca de las previsiones, y además todo apunta a un mayor crecimiento que el previsto en estos PGE (del 2,7% previsto al 3% FMI). A pesar del dinamismo registrado en la creación de empleo, se necesita un esfuerzo adicional para superar algunas asignaturas pendientes, como es el lograr un mayor crecimiento de los salarios y la mejora del empleo ya que el contrato indefinido crece lentamente siendo todavía hoy una práctica extendida los empleos temporales que conllevan menores salarios y menos prestaciones sociales y una mayor reducción del desempleo.
Por otro lado, el proyecto de PGE 2018 entendemos que cuenta con un nuevo desafío, compatibilizar la reducción del déficit del Estado y la Seguridad Social con las medidas expansivas establecidas en el mismo. Y es que, a pesar de que el sector público en el 2017 ha cumplido el objetivo de déficit comprometido, nuevamente se ciernen las dudas sobre el cumplimiento del ajuste del déficit asignado al Estado y a la Seguridad Social para este ejercicio, porque los gastos financieros difícilmente van a reducirse. Esto es algo que no lo dice este grupo sino que también lo ha confirmado la Airef, por lo que es necesario un esfuerzo mayor en este ámbito de su responsabilidad ya que a pesar de que el objetivo de déficit se pueda cumplir en cómputo global por el cumplimiento de las CCAA y por el sobrecumplimiento de las Entidades Locales, tal y como dice la Airef, la situación por las distintas administraciones (Estado, Seguridad Social, CCAA y Entes Locales) es muy dispar y alerta, en ese sentido, de que las desviaciones significativas sobre los objetivos de los subsectores generarán problemas a medio plazo y se evidenciarán cuando la situación cíclica de la economía sea menos favorable y resulte más necesaria la disciplina individual de cada administración.
Al hilo de este punto también hay que reconocer la existencia de una mejora en la Disposición Adicional centésima sexta en cuanto a la flexibilización de las Reglas especiales para el destino del superávit presupuestario de las Comunidades Autónomas y Ciudades con Estatuto de Autonomía, tal y como se ha hecho también para los ayuntamientos vía Real Decreto y que conllevan una flexibilización de la regla de gasto. Creemos que se podría ir más allá para quienes hacen las cosas bien.
Se ha hablado mucho acerca del gasto previsto en estos presupuestos. Para algunos seguirán siendo unos presupuestos restrictivos y para otros, lo contrario, expansivos, pero lo cierto es que sí hay un aumento del gasto por lo que ahora todos tienden a hablar o de que el incremento es insuficiente o a poner en duda la composición y distribución del gasto cuando lo verdaderamente importante es que ese gasto vaya orientado a la productividad, a las infraestructuras y a la mejora de los servicios públicos y sociales.
En definitiva, entendemos que rechazando las enmiendas a la totalidad a este presupuesto estamos actuando con responsabilidad. Responsabilidad dando un tiempo a la política. Responsabilidad hacia la ciudadanía, a la que escuchamos, e intentamos atender en la medida de nuestras posibilidades. Responsabilidad en la busca de una estabilidad para recuperar el tono de la economía.
Si se confirma por parte del pleno el rechazo a las enmiendas de totalidad comenzará el período de las parciales. Un largo período que culminará el próximo 24 de Mayo. He explicitado antes nuestras condiciones. Estaremos atentos y vigilantes.
Eskerrik asko.