Laudio eta Aiarako alderdikide eta lagunok! Eskerrik asko etortzeagatik, sargori eta eguraldi berotsu honekin hemen egoteagatik¡
Estamos pasando días de calor y bochorno. Bochorno meteorológico y bochorno político. Si la campaña ya estaba siendo más de sainete que otra cosa, el asunto este del ministro del Interior es rizar el rizo. ¡En manos de quién estamos! Qué poca seriedad tiene todo esto. Ni Anacleto agente secreto y Pepe Gotera y Otilio juntos superarían este esperpento. Si no fuera por lo grave que es, sería como para rodar ‘Loca academia de policía 5’.
En fin, vamos a lo nuestro, a la campaña, a esta campaña que entra ya en su txanpa final. Las últimas horas en las que los partidos nos dedicamos a centrar el mensaje. Y ahí están los partidos españoles, intentando ahora parecer angelitos de la guarda cuando se han comportado durante meses como ese personaje tan español que es el diablo cojuelo. Ahora, unos apelan al voto moderado y sensato frente al radicalismo. Otros llaman a votar por el cambio. Todos reclaman la utilidad de su voto. Unos frente a otros. Lo mío es bueno; lo tuyo, malo.
Alderdi Popularrekoek esaten digute orain eurak direla egonkortasuna eta moderazioa bermatzen duten bakarrak. Erradikalen aurrean, eurak segurtasuna direla. Orain esaten dute hori, lau urtetan ‘rodilloa’ erabili ondoren, mozal legea, LOMCE, lan erreforma inposatu ondoren, Lehendakariaren proposamenei kasurik egin gabe, herri honek behar duen bake eta bizikidetza planarekin konprometitu gabe... Hau entzun behar! Eta bizi izan dugun kalbario honen ondoren, orain esaten digute ‘boto utila eta zentzuduna’ beraiena dela. Bai zera! Zer pentsatzen dute horiek? Herritarrak tontoak direla? Ergelak? Hori da Alonsok eta Marotok pentsatzen dutena. Non eta hemen esan dute EAJ ez dela fidagarria. Ba ez, jendea ez da tontoa. Eta oroimen ona du, gainera. Jakin badakigu guk nor diren eta zer ordezkatzen duten. Foronda itxi dutenak dira. Garoña zabaldu dutenak dira. Trebiñuri adierazteko askatasuna kentzen diotenak dira. Alonso, Maroto, PP… Horiek ez dira konponbidea, arazoa dira.
El PP nos viene ahora con el cuento de que ellos son los únicos que garantizan la estabilidad, la moderación. Que son la seguridad frente a los radicales. Después de cuatro años de rodillo, de que cada viernes, tras el consejo de ministros de turno, nos aplicaran sus recetas como si fuera aceite de ricino; después de la ley mordaza, de la LOMCE, de la reforma laboral, de meter la mano en la hucha de las pensiones; después de imponernos el copago farmacéutico, de recurrir hasta la salida de nuevos ertzainas para salvaguardar nuestra seguridad; después de cuatro años de no hacer caso a las propuestas del lehendakari; después de no haberse querido comprometer con el plan de paz y convivencia que necesita este país…
Después de todo lo que nos han hecho padecer, ¿nos dicen ahora que son el “voto sensato”? ¿Qué son la única alternativa a los radicales? ¿Qué se piensan? ¿Que la ciudadanía es tonta? Rajoy ni se ha dignado a venir a Euskadi. Pasó de refilón por Tudela, para hacer la dieta de la alcachofa, esa que dicen que quita las toxinas, pero ni con todas las alcachofas de la Ribera se desintoxica al PP. Casi mejor que no vengan. Aquí no tienen nada que hacer. Nos ha ignorado en estos últimos cuatro años y ahora la ciudadanía vasca les ignorará también a ellos.
En su nombre nos ha mandado a Alonso y a Maroto. Y estos no han tenido mejor idea que decir aquí que el PNV no es de fiar. Que el PNV, en cuanto pueda, pactará con los revolucionarios. ¿Recordáis aquello de rojos y separatistas? Pues bien, los “azules” de hoy y de siempre siguen con la misma matraca. Y se atreven a pedir a los electores nacionalistas de buena voluntad que voten al PP. Este país, esta sociedad tiene memoria histórica. Y tiene memoria reciente también. Sabemos quiénes son y qué representan. Son los que han cerrado Foronda. Los que han abierto Garoña. Los que impiden que Treviño se exprese. Son los que están en funciones. En funciones de recortar derechos, en funciones de recurrir todo lo recurrible contra el autogobierno vasco. Alonso, Maroto, el PP no son la solución, son el problema. Ellos tienen la culpa de que una parte de la población vasca esté pensando radicalizar su voto. Hay que botarles, sí. Pero con “B”.
Eta besteak ere hor daude. Mundua asmatu dutenak. Komeni zaien guztietan diskurtsoa aldatzen dute. Boterea lortzearren, jendearen ilusioarekin jolasten dute. Eta ondo dakite beren aginduak ez dituztela inoiz beteko. Hemen esaten dute erabakitzeko eskubidea defendatzen dutela, eta Espainian patriotak dira. Asteartean Pablo Iglesias ibili zen hemendik, Gasteiztik. Hemen ez zuen esan ez ‘Viva la Guardia Civil’, ez ‘Viva el Ejército’, ezta ‘Viva la Policía’. Hori Malagan esan zuen. Hemen musuak ikurrinari. Ea zenbat tardatzen duen ‘piper potoa’ musukatzen…
Ba ez. Ez bata ez bestea. Gu ezberdinak gara. Gure etxe bakarra hauxe delako, guk ez daukagu besterik: Euskadi da gure etxea. Gure lan politikoaren helburua euskal emakume eta gizonak dira, zuek zarete. Kezkatzen gaituena Euskadi da: Euskadi lehenik! Gu, bestelakoak gara, gure eredua eraikitzea da, adostea. Herriari eustea, denon erakundeei eustea, denontzako aurrerapena bermatzeko. Eta, argi izan, horixe lortzen ari garela.
Os hablaba de los extremos. El PP por un lado, y en el otro están los otros. Los que se creen que la tierra comenzó a girar cuando ellos llegaron. Esos que dicen que lo van a cambiar todo y que van a hacer que seamos felices y comamos perdices. Pero nunca nos cuentan cómo lo van a hacer. Ponerse a la cabeza de la manifestación sumándose a la indignación de la gente es relativamente sencillo. Quieren llegar al poder alimentando la utopía. Por eso cambian de discurso cada vez que les conviene. Aquí dicen defender el derecho a decidir. Y en España son patriotas. En España prometen instaurar un sistema de renta básica similar a la de aquí, pero por menor cuantía, y aquí, en Euskadi, critican la RGI por considerarla escasa. Fijaos a qué punto llega su contradicción. Nagua Alba, secretaria de Podemos Euskadi, afirmaba el otro día que su partido será el que garantice el autogobierno vasco, y a renglón seguido decía que era partidaria de la caja única de la Seguridad Social, negando la transferencia de su gestión, según marca el Estatuto de Gernika.
Desconfiemos del camaleonismo político. De quienes aquí dicen ser una cosa y allí otra distinta. Desconfiemos de quienes, por llegar al poder, son capaces de prometer la luna, lo imposible. Juegan con los sentimientos ajenos. Con la ilusión de la gente. A sabiendas de que jamás podrán cumplir sus promesas. Me habría gustado escuchar en Gasteiz a Pablo Iglesias gritar eso de “Viva la Guardia Civil, el Ejército y la Policía” como dijo en Málaga. No. Aquí, besos a la ikurriña. No me extrañaría nada que mañana, en el cierre de campaña, besara la rojigualda… para compensar. No todo es postureo. Hablamos de las cosas de comer. Y con eso no se juega, ni tan siquiera en lo retórico. Remangarse para la foto puede dar una imagen bonita pero aquí, en Euskadi, remangarse tiene un sentido diferente. Le damos otro valor. Remangarse es comprometerse, ponerse manos a la obra y desatascar los problemas. Aquí no sólo decimos ‘Podemos’. Aquí, hacemos. Hasta en eso somos diferentes.
Reconforta leer cosas como las que el otro día escribía José Antonio Marina, un filósofo cordobés que es una eminencia en materia educativa en todo el Estado y que recientemente participó en unas jornadas en Donostia. No es del PNV, ni es vasco, por eso sus reflexiones resultan aún más agradecidas.
“El sistema educativo vasco –dice Marina– está consiguiendo éxitos espectaculares”. Y apoya con muchas cifras esa calidad educativa vasca. Y termina diciendo: “Mientras estaba en San Sebastián la BBC dio a conocer un reportaje elogiando el sistema educativo vasco como uno de los mejores del mundo. No soy vasco, pero me sentí muy orgulloso”. “No soy vasco, pero me sentí muy orgulloso”. Esa también es parte de nuestra gran diferencia. Mientras unos dicen ‘Podemos’, nosotros hacemos. Hacemos educación, sanidad, servicios sociales. Hacemos acuerdos. Trabajamos para mantener nuestra industria, para sostener el empleo, para buscar oportunidades en nuevos mercados. Ese es nuestro espíritu. Nuestra marca de diferencia. Somos vascos y vascas. Nuestro porvenir está aquí y defenderemos lo tuyo, lo nuestro, lo de todos donde haga falta. En Aiala, en Araba, en Madrid o en el fin del mundo.
Nuestra representación no es una franquicia. Ni una falsa promesa que, pasadas las elecciones, deslocalizará vuestro voto a conveniencia. Lo que nos importa es lo que os importa a vosotros. Nos importa Euskadi. Ni más ni menos. Marcad la diferencia. Frente a quienes van a lo suyo, nosotros defendemos lo nuestro. Nuestro trabajo, nuestra educación, nuestro país, nuestras familias, nuestra casa. Tenemos 72 horas para seguir pateando Laudio, Aiala, Araba, Euskadi entera. Aquí no hay ni voto del miedo, ni voto de exclusión, ni voto de castigo. Aquí hay voto verde. Verde de esperanza. Verde de primavera. Verde de Euskadi. Votad en verde. Verde de libertad. Verde de Partido Nacionalista Vasco.