Hitzaldia
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Intervención Andoni Ortuzar Alderdi Eguna 2014

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Iraila 28 | 2014 |
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Confieso que este año tenía ganas de Alderdi. Ganas de estar con vosotros y vosotras, de renovar nuestro compromiso con este partido y esta patria, que son lo más grande que tenemos. Y de pasar un buen día, claro que sí. Será por lo de Escocia y Catalunya, pensaréis. No exactamente, aunque también.

Hace unas semanas fui a Iruñea a una reunión. En Iruñea, en Nafarroa, por mucho que le pese a Barcina, sigue vivo el sentimiento vasco. Cada día más. Y el PNV sigue trabajando en Nafarroa como en los otros seis territorios. La Vuelta pasaba cerca y me acerqué a ver la etapa a Aralar. Sabéis lo que significa Aralar para nosotros: allí celebramos nuestro primer Alderdi Eguna un 25 de setiembre de 1977. Mientras subíamos contaba a los acompañantes las aventuras que vivimos en aquel primer Alderdi Eguna. El miedo que teníamos a que la Guardia Civil o los ultras nos lo reventaran. Cómo cruzamos árboles durante la noche para evitar que llegaran. Cómo los retiramos a la mañana para que pudieran subir los autobuses, repletos como siempre. Tan repletos que hubo gente que llegó arriba horas después de que acabara el mitin y casi sin bajarse tuvo que subirse de nuevo al autobús. Fue bonito volver a Aralar y revivir todo aquello. Como fue emocionante el acto del domingo pasado en Elgoibar en homenaje a nuestros gudaris. Creyeron que acabando con ellos acababan con Euskadi, pero el sol volvió a salir en Aralar. Y hoy, 37 años después, seguimos aquí: con la misma ilusión y la misma emoción que entonces.

Alderdi Egunak astindu bat ematen digu. Emozionatu egiten gaitu. Gaur, indarberrituta bueltatuko gara etxera. Pozik joango gara, zoriontsu. Euskadirekin daukagun konpromisoa sendotuta. Nola liteke, ehun ta hogei urte betetzeko puntuan eta ume baten ilusioa izatea? Nola liteke, zelai batean, lagunekin, horren zoriontsu izatea? Ba, erraza da ulertzen: bihotzean daramagulako. Ia 120 urte bihotzean, 120 urte ikurrinaren atzean. Alderdia baino gehiago, familia gara. Lan eta lan egiten duen familia herri hau aurrera ateratzeko. Eta gauza horiek guztiak hemen baino ez dira gertatzen, Euzko Alderdi Jeltzalean. Euskadiko alderdirik abertzaleenean. Gu baino abertzaleago, inor ez. Abertzaleena ez da zaratarik handiena egiten duena, edo egun guztia pankartarekin dabilena. Abertzaleena da herriaren alde lan egiten duena, pertsonen alde egiten duena.

Así entendemos ser abertzales en el PNV. Y eso es lo que hemos sido durante estos 119 años: abertzales comprometidos con el país y con las personas, con su presente y con su futuro, con los problemas del día a día, dando soluciones a esos problemas, gestionando con honradez, con eficacia, tejiendo una sociedad donde todos tenemos las mismas oportunidades. Que es solidaria, no como Maroto; que no deja a nadie tirado, como hace el PP. Ese es el espíritu abertzale. Ser abertzale no está reñido con el sentido común. Al revés: ser abertzale requiere mucho más sentido común. Como nos importa Euskadi, y nos importa de verdad, solo queremos lo mejor para nuestro país. Como nos importan los hombres y mujeres que viven aquí, su futuro, también solo queremos lo mejor para ellos. Conseguir lo mejor es complicado, pero es nuestro objetivo. Por eso somos abertzales y por eso somos del PNV. Por eso aplicamos el sentido común a nuestra tarea política, también a la construcción nacional: porque queremos lo mejor para todos, no cualquier cosa. Sabemos dónde vamos y sabemos dónde queremos llegar. Creedme que vamos a llegar, pero no de cualquier forma. Eso siempre lo hemos tenido claro. Rechazamos el atajo inútil de la violencia. Nos llamaron de todo. Lo más suave, traidores. Ya veis dónde llevaba ese camino: a ninguna parte. Fuimos a lo nuestro y seguimos a lo nuestro.

Algunos se han puesto nerviosos con lo que ha pasado en Escocia y Catalunya y nos han vuelto a llamar de todo. Unos y otros, porque los extremos se tocan. Insisto: a lo nuestro. Tenemos nuestro propio camino, nuestra propia vía: la vía vasca. Nos respaldan casi 120 años de trayectoria intachable.

Respetamos el camino que han emprendido los catalanes. Saben que les apoyamos, que estamos con ellos. Estábamos ayer con el presidente Mas mientras firmaba el decreto de consulta. Y estaremos, si un milagro no lo remedia, cuando el Gobierno español intente dejar mudos a los catalanes. Cuando quiera quitar el derecho democrático que asiste al pueblo catalán a decidir su futuro. Saben que compartimos su rabia y su indignación por la bochornosa actuación del Gobierno español, un Gobierno sordo y ciego. Un Gobierno cuya única obsesión era tener afilada la guillotina para cortar las legítimas aspiraciones de la sociedad catalana. Que en vez de solucionar un problema ha preferido darle una patada y tirarlo adelante. La misma patada que dio a este pueblo y al proyecto de Nuevo Estatuto Político en 2005. Entonces fue otro Gobierno español: el PSOE de Zapatero. Está claro que lo que no mejora empeora. Y el empeoramiento democrático en la España de Rajoy es galopante. El termómetro democrático del Partido Popular parpadea en rojo. Les sobran dosis de soberbia y les faltan unidades de democracia. La legalidad siempre tiene que estar al servicio de la democracia.

Bat egiten dugu Kataluniarekin eta Kataluniako herritarrekin. Haiekin gaude. Atzo, Mas-ek kontsulta deitu zuenean, han egotea erabaki genuen. Eta Espainiako gobernuak kataluniarren ahotsa isildu nahi badu, berriro han izango gara. Etorkizuna erabakitzeko duen eskubide demokratikoa zapaltzen saiatzen badira, gu han izango gara. Kataluniarrek badakite haiek sentitzen duten amorru eta haserre bera, guk ere sentitzen dugula, Espainiako gobernuaren jokaera lotsagarria ikusita. Arazoa konpondu beharrean, ostikoa jo eta hor konpon. Ea noiz lehertzen den. 2005an herri honekin eta Estatutu Politikoarekin egin zuten bezala. Orduan, beste Gobernu bat izan zen: Zapatero eta PSOEren gobernua. Argi dago konpontzen ez dena, okertu egiten dela.

Badakizue Eskozian izan garela. Eta pena daukat: ez dut Rajoy Eskozian ikusi. Hobe zuen egun batzuk han igaro balitu. Hantxe zegoen demokraziaren abanguardia eta han egon da Euzko Alderdi Jeltzalea. Eskoziarrei babesa erakusteko, erabakitzen zutena erabakitzen zutela. Baina, gauza guztien gainetik, gure bidea zuzena dela ikusteko. Eta gaur, inoiz baino argiago daukat gure bidea dela biderik onena. Elkarrizketan oinarritutako bidea, akordioetan eta herriaren borondatean oinarritutako bidea. Elkarrizketa, akordioa eta botoa.

Unos días en Escocia le hubieran venido bien a Rajoy. Allí estaba la vanguardia de la democracia. Allí ha estado el PNV. Para apoyar a los escoceses, decidieran lo que decidieran. Porque lo importante era eso: que ellos y solo ellos decidieran. Y para aprender, pero, sobre todo, para ratificar que nuestra hoja de ruta es correcta. Creedme si os digo que hoy estoy más convencido que nunca de que nuestro camino es el bueno, de que la única solución de verdad para ese conflicto histórico que atañe a Euskadi y España es la vía vasca hacia la soberanía. Una vía basada en el diálogo, en el acuerdo y, sobre todo, en el respeto a la voluntad popular. Una vía democrática, respetuosa y buena para todos, como lo ha sido el referéndum de Escocia: diálogo, acuerdo y a votar. Casi nueve de cada diez escoceses votaron. Para que luego nos digan que estas cosas no interesan a nadie. El mundo sigue girando, los famosos mercados siguen funcionando, pero con una diferencia importante: que escoceses e ingleses son hoy un poco más demócratas que el resto. Están en la cima de la democracia. En esa clasificación de compromiso democrático, Rajoy mantiene a España con el farolillo rojo. Para colmo se sienten orgullosos de mirar para otro lado, de no enterarse de nada. Se contemplan el ombligo y aplauden felices por el triunfo del no. No han entendido nada. Debería llamar a Cameron y preguntarle. Cameron ya ha puesto en marcha un profundo cambio de modelo de estado. De eso se tiene que enterar Rajoy. No están cómodos en la verdadera democracia. Porque confunden democracia con poder, con hacer y deshacer a su antojo, con gobernar de espaldas a la voluntad popular. Eso no es democracia, no señor Rajoy. Eso es un sucedáneo, como la gula y la angula. Parecen lo mismo pero no lo son. A nosotros no nos dan el cambiazo ni con las gulas ni con su democracia de cartón piedra.

Voy a decir algo que quizá sorprenda: el Partido Popular es el mejor aliado de nuestro proyecto. La explicación es sencilla: pura cuestión de contraste. Si nos miramos en su espejo siempre salimos favorecidos. Su ordeno y mando potencia todavía más nuestra profunda cultura democrática. Su negativa al diálogo reafirma nuestra voluntad de acuerdo. Su inmovilismo alienta nuestra imparable apertura al mundo. Cuanto más españoles nos quiere, más vascos nos tiene. Y cuanto más débiles nos pretende, más fuertes nos hace. Eskerrik asko, Partido Popular. Su torpeza nos hace más fuertes, su baja calidad democrática eleva aún más la nuestra y su ausencia política hace que nuestro trabajo cobre todavía más sentido.

Mirad atrás y comprobad todo el camino que hemos recorrido. Lo digo con humildad, con firmeza y sin ánimo de molestar a nadie: si alguien ocupa hoy la vanguardia en el camino del autogobierno esos somos los vascos. Somos la nación sin Estado del mundo que más se parece a un Estado. En esta sociedad mundial globalizada de hoy, la independencia es más una cuestión mental que legal. Porque la verdadera independencia es ser menos dependiente. Y porque la mayoría social de este país, al menos en nuestra cabeza, ya somos independiente. Tenemos un idioma milenario y una cultura rica, gestionamos nuestras instituciones, contamos con un sistema fiscal y financiero ejemplar, nuestra industria cada vez vende más en el mundo y menos en España, hemos construido un sistema social avanzado y solidario… Es verdad que nos faltan cosas como el reconocimiento oficial de nuestra soberanía, pero del resto lo tenemos casi todo. Salimos adelante por nosotros mismos, y desde esta plataforma que nos ofrece el autogobierno queremos seguir adelante. Vamos a lograr ese reconocimiento que nos falta de nuestra soberanía. Esta manera de ver el país es la mayor diferencia que tenemos con la izquierda abertzale. Nosotros sabemos construir desde nuestra independencia mental, sabemos avanzar en positivo. Ellos siempre han sido dependientes de alguien. Ahora que ese alguien ya no está, necesitan confrontarse con alguien. También somos independientes de ellos.

Autogobernuaren bidean geu gara lehenak. Estatu gabeko nazio guztien artean geu gara Estatu baten antzik handiena dugunak. Badakizue, mundu globalizatu honetan, legeak garrantzitsuak dira. Baina burua garrantzitsuagoa da, eta independentzia, gero eta gehiago, buruko kontua da. Benetako independentzia, menpeko ez izatea da. Eta, herri honetan, gehienak, buruz behintzat, independienteak gara: milaka urte dituen hizkuntza daukagu, kultura aberatsa, gure erakundeen jabe gara, zerga eta finantza sistema bat daukagu (askok nahi dutena), gure enpresek gero eta gehiago saltzen dute munduan eta gero eta gutxiago Espainian, sistema sozial aurreratu eta solidarioa eraiki dugu. Egia da gauza batzuk falta zaizkigula, eta batzuk garrantzitsuak. Adibidez ez dute onartu nahi gure buruaren jabe izateko daukagun eskubidea. Baina beste gauza asko eta asko gure esku daude. Guk badakigu gure etxea egiten eta buruan daukagun independentzian oinarritu ditugu gure etxearen planoak. Beste batzuk beti menpean ibili dira. Urte askotan, armak zituztenen menpe egon dira. Eta haiek falta direnez, beste norbait behar dute kontra egiteko. Ez dute inoiz ezer sortu. Besteok sortutakoaren jabe egiten ahalegindu dira beti. Eta hori ez da ezer sortzea.

Sabéis que somos un partido más de hechos que de palabras. Y que andando se hace el camino. De Aralar aquí hemos hecho mucho camino. Por la vía de los hechos, la vía vasca, con tesón y trabajo constante. Así desde hace más de un siglo. 119 años de partido, 120 años de la creación de la ikurriña, 150 años del nacimiento de Sabino Arana. En los buenos momentos y también en los malos. Vienen tiempos duros, complicados, cruciales. Estamos preparados para liderar el país en cualquier escenario. Tenemos iniciativa, experiencia y capacidad de acuerdo. Es lo que dejó claro el lehendakari el jueves en el Parlamento. Unos y otros quisieron hacernos el bocadillo: el PSE y el PP por un lado, y la izquierda abertzale por el otro. Para unos somos unos obsesos independentistas y para los otros unos melifluos que solo queremos pasar el tiempo. Vamos a ser positivos y a quedarnos con que unos y otros, con más o menos ganas, nos tendieron su mano. Se la vamos a coger; solo pedimos que no sea un gesto coyuntural. Que no sea una mera táctica de unos para salir de su atolladero político interno y que no sea una mera táctica de los otros para romper el acuerdo de estabilidad que tan buenos resultados está dando. Sepan unos y otros que las puertas de Ajuria Enea y las de Sabin Etxea están abiertas. Abiertas de par en par para hablar y para acordar los grandes retos del país: salir de la crisis y crear empleo, la paz y la convivencia, y un nuevo autogobierno. Estos retos nos necesitan a todos, pero todos los caminos pasan por el PNV. El del futuro también.

Gure etxeko atea jo dute eta gure etxeko ateak zabalik ditugu. Joan den ostegunean, Legebiltzarrean, eskua luzatu ziguten eta bostekoa emateko prest gaude. Herri honen buruzagitza gure esku egon da eta prest gaude lidergo horri eusteko. Badakigu zer egin behar den, badakigu nola egin, eta akordioak lortzeko helburua daukagu. Argi utzi dugu beti, eta ostegunean Legebiltzarrean Lehendakariak argi utzi zuen. Eta herri honek dauzkan etxeko lanak ere argi utzi zituen Lehendakariak: lehengoa, krisitik irten eta enplegua sortzea; bigarrena, bakea eta konbibentzia; eta hirugarrena, autogobernu berria. Gauza bakarra espero dut: Legebiltzarrean entzun genituen eskaintza guztiak benetakoak izatea.

En unos meses afrontaremos unas elecciones vitales. Necesitamos un partido fuerte que cambie las cosas, empezando por aquí, por Araba y por Vitoria. Más fuerte que nunca, hacia dentro y también hacia afuera. La situación requiere del mejor PNV. Porque si el PNV no está fuerte, ¿en qué manos queda el país? ¿Quién se va a preocupar de nosotros? ¿Madrid? ¿Los que tienen como único objetivo político desplazar al PNV? Ni unos ni otros. ¿Alguien cree que nuestro porvenir va a caer del cielo? En vez de mirar al cielo, hay que trabajar y gestionar. El PNV ha demostrado que sabe gestionar. Ahora parece que está de moda eso de no ser políticos. Más que de política, hablar de utopías. Está bien que alguien haga de ellas su bandera. Son bienvenidos porque la política es de todos y para todos. Cada uno ofrece lo mejor que tiene. Nosotros estamos para el día a día, para buscar soluciones a los problemas. Nuestra bandera es la realidad: un problema, una solución. Y sí, somos políticos. Personas con contrato temporal en este noble oficio de servir al pueblo. Políticos honrados, con aciertos y errores, como todos. Políticos al servicio de esta nación. Políticos del PNV. Una casta, no; pero unos castas, sí. A castas no nos gana nadie. Y no lo escondemos. Al revés: lo decimos alto y claro porque estamos orgullosos de ser del PNV. Porque no nos avergonzamos de trabajar por el bien común. Y porque el trabajo realizado durante todos estos años nos avala. Esta Euskadi nos avala. Una Euskadi moderna, solidaria y competitiva. Que se avergüence de ser político quien tenga que avergonzarse. Nosotros no. Quien crea que tiene que cambiar sus hábitos, su conducta política, porque ha venido una nueva sigla, que lo haga. El PNV seguirá siendo el PNV con todas sus letras. Pero, por favor, los experimentos, con gaseosa. Construir un país cuesta mucho; llevarlo al agujero, un suspiro. Y ya lo hemos sufrido, así que nos dejen de sustos, que todavía nos dura el tembleque del último.

El otro día me emocioné en Aralar recordando aquel primer Alderdi Eguna. Estoy seguro de que, algún día, uno de estos jóvenes que está en la campa, uno de estos niños y niñas que trastean por aquí, recordará el Alderdi Eguna de 2014 en Foronda. Lo bien que lo pasó, cómo aplaudían aita y ama, cómo recordaban lo contentos que hubieran estado aitite y amama, cómo se emocionaron con el “Gora ta gora”, cómo ondeaba la ikurriña, cómo sintió que ya era parte de esta familia... Y se lo contará emocionado a otros. Y esos otros, a otros. Así ha sido siempre. Así será siempre. Katea ez da eten. Katea ez da etengo.

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