En la víspera del 130 aniversario de la primera izada de la enseña nacional vasca en el ‘Euskeldun Batzokija‘ de Bilbao, Itxaso Atutxa asegura que la ikurriña es la seña de “un país en construcción”, tarea que la formación jeltzale asume con “responsabilidad, ilusión y compromiso”, “sin imposiciones” y con “un respeto que ejercemos y que también exigimos”
“La ikurriña es el símbolo que nos une. Es el símbolo que da cobijo a una comunidad de mujeres y hombres libres e iguales que comparten unos ideales asentados en el respeto”.Así se ha pronunciado esta mañana Itxaso Atutxa, presidenta del Bizkai Buru Batzar, durante el acto político que EAJ-PNV ha organizado en la Plaza del Arriaga de Bilbao para celebrar el 130 aniversario de la primera izada de la ikurriña, que tuvo lugar el 14 de julio de 1894 en el ya extinto ‘Euzkeldun Batzokija’ubicado en la calle Correo de las Siete Calles. La burukide jeltzale ha señalado que EAJ-PNV entiende la ikurriña “como el símbolo de un país que sigue en marcha, un país en construcción que sigue avanzando”, una tarea que “las mujeres y los hombres del PNV asumimos con responsabilidad, ilusión y compromiso. Día a día, sin prisa pero sin pausa. Siempre desde el respeto, sin imposiciones. Un respeto que ejercemos y que también exigimos”, ha manifestado.
Atutxa ha fundamentado la acción política de EAJ-PNV en el respeto, porque “un país no se construye por poner en un mástil una bandera u otra: un país se construye desde el respeto, tejiendo una colectividad social que se sienta identificada y representada en unas instituciones lideradas por hombres y mujeres preparadas, comprometidas y decididas. En un proyecto que crezca en conciencia y voluntad, y que haga frente a los retos que se nos plantean. Que avance en democracia y decisión. Que construya comunidad, sumando nuevas vascas y nuevos vascos que sientan como suyos y compartan los valores del rojo, el verde y el blanco de la ikurriña”, ha afirmado.
Ane Támara, presidenta de la Organización Municipal de Bilbo Zaharra de EAJ-PNV, ha sido la encargada de abrir el acto. En su intervención, Támara ha recordado que “la ikurriña lleva 130 años siendo símbolo de libertad y solidaridad”, dos términos en los que ha incidido porque “nuestra sociedad es plural”. “Hoy, todas y todos, sea cual sea nuestra identidad de género o sexual, origen, religión o ideología, todas y todos tenemos nuestro espacio bajo la Ikurriña; nos representa a todas y a todos”, ha explicado. Y ha ahondado más en esa idea al afirmar que “nuestra bandera nacional es también el símbolo de quienes han venido a Euskadi en busca de nuevas oportunidades. Para muchas personas es un segundo hogar, un nuevo comienzo y el símbolo de esa nación que la diáspora vasca guarda en su corazón”.
Más de 400 personas han respondido a la invitación de EAJ-PNV y de la Organización Municipal de Bilbo Zaharra para conmemorar esta efeméride, portando numerosas ikurriñas, muchas de ellas guardianas de la historia de las organizaciones municipales a las que representan. El acto, que ha tenido un marcado carácter festivo, ha comenzado con un aurresku en honor de la enseña nacional vasca, mientras Carmen Ortega Krutxaga y Antxon Rodríguez Restegi, alderdikides de la OM de Bilbo Zaharra, izaban la ikurriña. Entre las y los cientos de alderdikides que han asistido al acto figuran Jon Andoni Atutxa, Ana San Nicolás, Aitor Landa, Jesus Lekerikabeaskoa y Martín Pérez, burukides del BBB; Elixabete Etxanobe, diputada general de Bizkaia; Juan Mari Aburto, alcalde de Bilbao, junto a las concejalas Amaia Arregi, Kontxi Claver e Itziar Urtasun; Aitor Esteban, portavoz del Grupo Vasco en el Congreso; Oihane Agirregoitia, europarlamentaria jeltzale, así como numerosos representantes públicos de EAJ-PNV en las diferentes instituciones públicas del País.
130 años de ikurriña
Los hermanos Sabino y Luis de Arana y Goiri idearon la ikurriña poco antes del 14 de julio de 1894. Aquel día, a las seis de la tarde, la enseña nacional vasca ondeó por primera vez en el ‘Euskeldun Batzokija’ con motivo de la inauguración de sus locales en el segundo piso de la casa sita en el antiguo número 24 de la calle Correo de Bilbao. Aquella primera ikurriña, que era de lana, fue izada por el miembro más veterano del ‘Euskeldun Batzokija’, Ciriaco de Iturri y Urlezaga. Lamentablemente, el 12 de septiembre del año siguiente fue incautada por las autoridades españolas al clausurar el ‘Euskeldun Batzokija’.
No será hasta el 19 de octubre de 1936 cuando el Gobierno de Euzkadi establezca la oficialidad de la ikurriña como bandera de Euskadi. Durante la Guerra Civil, a medida que las tropas sublevadas contra la II República iban haciéndose con el control del territorio vasco, fueron destruyendo todas las ikurriñas que encontraban a su paso. Tras la victoria fascista, la ikurriña fue proscrita del Estado español, y todos aquellos y aquellas que fueron descubiertos portándola, escondiéndola o dibujándola sufrieron palizas, prisión o multas.
Después de la muerte del dictador Francisco Franco, la ikurriña aún tardaría dos años en ser legalizada, a pesar de que eran muchas las personas que la portaban y de que ya se mostraba en numerosos actos públicos. Fue el 19 de enero de 1977 cuando se izó, oficialmente y por primera vez desde el final de la II República, en la Plaza de la Constitución, en el edificio del antiguo Ayuntamiento de Donostia, la víspera de la gran festividad local.