“Queremos una Euskadi sostenible, verde, respetuosa con el medio ambiente y comprometida con su desarrollo social, medioambiental y tecnológico-industrial”, afirma el parlamentario de EAJ-PNV Unai Grajales
La Ley vasca de Transición Energética y Cambio Climático ya es una realidad. El Parlamento Vasco ha aprobado esta mañana la nueva Norma, que nace con un amplísimo acuerdo en el seno de la Cámara –EAJ-PNV, PSE-EE y EH Bildu han votado a favor- y el objetivo de convertirse en la principal herramienta de Euskadi para combatir el calentamiento global y evolucionar hacia un nuevo modelo energético, un modelo libre de emisiones de Co2 y basado en las energías renovables. “Queremos una Euskadi sostenible, verde, respetuosa con el medio ambiente y comprometida con su desarrollo social, medioambiental y tecnológico-industrial. Todo ello, sin dejar a nadie atrás”, ha afirmado en la Cámara de Gasteiz el parlamentario de EAJ-PNV Unai Grajales.
La nueva Ley, impulsada por el Departamento de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente, queda alineada con las normativas internacionales existentes en esta materia, con la Declaración Institucional de Emergencia Energética 2019 firmada por el Lehendakari y la Ley de Sostenibilidad Energética de Euskadi aprobada en el Parlamento en 2019. Euskadi va a contar con un marco jurídico estable para lograr el objetivo de la neutralidad climática para 2050.
La Norma persigue incrementar la autonomía energética de la Comunidad Autónoma Vasca para sortear mejor los vaivenes de la geopolítica, reducir consumos y aumentar en eficiencia energética… Pero, sobre todo, pretende impulsar un sistema energético basado en fuentes energéticas autóctonas y renovables en Euskadi. En ese sentido, el parlamentario jeltzale se ha referido al ámbito social como uno de los sectores en los que se deberá trabajar para avanzar en esta materia: “existe un consenso unánime en la lucha contra el cambio climático y la descarbonización, pero el modo en el que debe realizarse suscita debates enconados que no siempre son positivos”, ha recordado. “No es suficiente que deseemos algo de forma teórica o como una idea vaga de mejora. Nos toca tomar decisiones y elegir. Actuar aquí y ahora para garantizar el futuro energético y medioambiental de Euskadi para las próximas generaciones”.
La hoja de ruta del país en el ámbito de la descarbonización queda definida con esta la Ley e incide especialmente en “no dejar a nadie atrás”. Por ello, Unai Grajales ha explicado que “la transición debe ser justa o no será, ya que debemos garantizar un cambio que, al mismo tiempo, no hipoteque sin remedio la fuente de bienestar y calidad de vida que genera nuestro tejido tecnológico-industrial, que crea empleo, riqueza, calidad de vida y futuro para la sociedad vasca”. De la misma forma, el parlamentario de EAJ-PNV se ha mostrado convencido de que la transición energética representa una gran oportunidad para la industria vasca. “Queremos ser un polo de conocimiento y referencia de desarrollo tecnológico e industrial en el sector energético. Hablamos de ámbitos como las redes eléctricas, el hidrógeno, tecnologías renovables como la eólica, la fotovoltaica, o las renovables marinas en su conjunto, la movilidad eléctrica, el almacenamiento de energía… No es la primera vez que lo hacemos: crear tecnología propia exportable a todo el mundo”.
Medidas concretas y financiación
La Norma aprobada hoy incluye acciones concretas. En el ámbito de la gobernanza, por ejemplo, otorga facultades al consejo asesor de Medio Ambiente y a la Asamblea Ciudadana del Medio Ambiente; promoverá la creación de un Comité Científico; e impulsará la Oficina Vasca de Transición Energética y Cambio Climático. También se han fijado objetivos y compromisos por Ley para la reducción de gases de efecto invernadero, el incremento de la eficiencia energética, o la proliferación de energías renovables en Euskadi… De la misma forma, el texto incluye medidas para impulsar las energías renovables y facilitar el acceso a las mismas de empresas y ciudadanías, comunidades, cooperativas…
En cuanto a la financiación, el acuerdo parlamentario incluye la creación un canon de energías renovables que se aplicará el 1 de enero de 2025 y afectará de distinta forma a instalaciones fotovoltaicas y a aerogeneradores. También se ha fijado que quienes impulsen instalaciones de este tipo oferten al menos un 20% de las mismas a los municipios en los que se instalen (o colindantes). La perspectiva energética y climática también tendrá reflejo en los presupuestos públicos del Gobierno Vasco, con el compromiso de destinar a este tipo de iniciativas el 2,5% de los mismos.