Agur t´erdi!
Es un honor tener la oportunidad de dirigirme, como Lehendakari, a todas las vascas y vascos en Euskadi y en todo el mundo.
En esta época del año reflexionamos sobre nuestra vida cotidiana, analizando las dificultades y oportunidades.
Estos días son propicios para recordar lo vivido y compartirlo. También para mirar adelante. Deberían ser días de ilusión, de proyectos, expectativas y buenos propósitos.
La realidad nos demuestra que seguimos teniendo motivos de preocupación. No es algo nuevo. Lo han vivido todas las generaciones que nos precedieron. También nuestras generaciones; hemos tenido y tendremos que hacer frente a los retos para poder legar un mundo mejor y más justo.
A diario recibimos noticias de guerras y de vulneraciones de derechos humanos, también en el corazón de Europa. Se mantiene la pandemia. Padecemos situaciones de crispación política o crispación social, con diversas expresiones. Hemos de reflexionar sobre la responsabilidad que a cada quien nos pueda corresponder. Sufrimos las consecuencias de la inflación o la precariedad laboral…
Corremos el riesgo de resignarnos o ceder al pesimismo. NO nos lo debemos permitir.
Propongo una mirada pausada, positiva y global.
Forma parte de la condición humana no apreciar o no querer apreciar lo que tenemos en la sociedad de la que formamos parte.
En realidad, el nivel de vida, cohesión social y bienestar en Euskadi, basado en la generación de riqueza y su redistribución, posibilita oportunidades para desarrollar un proyecto de vida, profesional o de familia.
La sociedad vasca se encuentra entre las más cohesionadas y solidarias de nuestro entorno.
Es un logro compartido, trabajado a lo largo de las últimas décadas.
Recordarlo es reconocer el esfuerzo de quienes nos precedieron. Su visión y empeño permitieron superar las dificultades, salir adelante y mejorar nuestro presente.
Hoy tenemos confianza en nuestra capacidad para responder a los nuevos retos y nos corresponde pensar y desarrollar nuestro legado. Se trata, sin duda, de una enorme responsabilidad. Es nuestra obligación.
No estamos solos. Compartimos los mismos retos en la mayor parte del mundo. Retos sociales, económicos, ecológicos, tecnológicos o de convivencia.
Trabajar por mejorar nuestro mundo es una responsabilidad compartida. Se trata de colaborar, de cooperar.
Naciones Unidas nos ha propuesto una respuesta común: la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En Euskadi aplicamos el modelo de Desarrollo Humano Sostenible. Contamos con recursos y un modelo de gestión colaborativa para seguir respondiendo a las consecuencias económicas y sociales de la crisis, para ayudar especialmente a quien más lo necesita.
En estos momentos de balance y reflexión comparto cinco retos:
-Uno: fortalecer la economía y generar empleo de calidad.
Hemos alcanzado las 993 mil personas trabajando. Son cien mil más que hace diez años.
No es suficiente. Vamos a seguir contribuyendo a generar más empleo de calidad; demostrando que Euskadi es un lugar atractivo que ofrece oportunidades y seguridad.
-Dos: el planeta no puede esperar más, no tenemos otro.
Es necesaria una mayor ambición y compromiso frente al cambio climático.
Podemos demostrarlo apostando por la eficiencia energética, las nuevas fuentes de energía o la economía circular.
-Tres: la innovación es la llave de nuestro futuro.
Es el motor para la competitividad de Euskadi.
Hemos sido reconocidos como Polo europeo de innovación. No es suficiente. Nos proponemos alcanzar la convergencia con Europa este próximo año.
-Cuatro: El reto demográfico y la emancipación de la juventud.
Es un desafío para Europa y, muy especialmente, para Euskadi.
Estamos promoviendo un acuerdo intergeneracional para favorecer las condiciones de empleo, vivienda y renta de las personas más jóvenes en el objetivo de su emancipación.
-Cinco: salud y calidad de vida.
La pandemia, que seguimos padeciendo, ha puesto en el centro la atención sanitaria y socio-sanitaria. Ha tensionado todos los sistemas sanitarios en el mundo, también el nuestro. Nadie estaba preparado para ello.
Reconozco los problemas y las dificultades. Nuestra determinación es seguir mejorando un sistema de salud del que nos hemos sentido siempre orgullosos.
Hoy pedimos salud al nuevo año. Nuestra responsabilidad es hacer posible que ese deseo sea una realidad. No vamos a escatimar esfuerzos para lograrlo.
Lo digo con claridad: seguiremos reforzando la plantilla profesional de Osakidetza. Vamos a priorizar la mejora de la Atención primaria en una ÚNICA Osakidetza de la que todos somos parte y compartimos como Sistema público.
La salud es nuestro bien más preciado y un objetivo que une a toda la sociedad.
He destacado cinco retos para iniciar el nuevo año con esperanza: Empleo de calidad, Transición ecológica, Innovación, Apuesta por la juventud y Salud.
Reconozco, humildemente, que tenemos espacios de mejora. No siempre acertamos. Debemos seguir favoreciendo los acuerdos, con cercanía y colaboración.
El empeño permanente de nuestro Gobierno es tejer acuerdos que den respuesta a las demandas y necesidades de la sociedad, atendiendo especialmente a quien más lo necesita.
Con este espíritu, comparto la esperanza y el compromiso en favor de nuestro bien común: un presente y un futuro mejor para Euskadi. Este es el propósito que nos une.
Con mis mejores deseos para el nuevo año… ¡que todo lo bueno que nos deseamos mutuamente en estos días, sea realidad en 2023!
Eskerrik asko, Zorionak eta Urte berri on!
Fuente: Irekia