Hoy es el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas. Queremos hacer un reconocimiento especial para todas aquellas personas que trabajan todos los días del año, en Euskadi y en todo el mundo, para proteger a las mujeres y a las niñas y para defender todos sus derechos
La violencia contra las mujeres constituye una crisis global. En todo el mundo, los conflictos bélicos, los desastres naturales relacionados con el cambio climático, la inseguridad, la escasez alimentaria y las violaciones de los derechos humanos están exacerbando la violencia contra las mujeres. Como consecuencia de ello, en numerosos países, tanto ricos como pobres, los prejuicios de género siguen dado lugar a actos de violencia contra las mujeres y las niñas.
Euskadi, por desgracia, no está libre de esta lacra. Es por ello que desde las instituciones vascas se ha trabajado a conciencia durante los últimos años, siempre de la mano de la sociedad civil, hasta hacer posible la aprobación, el pasado 3 de marzo y con un amplio consenso, de la nueva Ley vasca de Igualdad. Una norma que refuerza el vínculo entre la desigualdad y la violencia machista, y que lo hace además desde su propio nombre, ya que en su nueva formulación se conoce como ‘Ley para la igualdad de mujeres y hombres y vidas libres de violencia machista contra las mujeres’. Con esta nueva ley, la violencia contra las mujeres, antes centrada en la violencia de género, la violencia intrafamiliar y la violencia sexual, se amplía ahora a cualquier víctima y manifestación de violencia machista, de tal modo que protege a la infancia y a la adolescencia con recursos específicos para este sector de la población. Entre otras medidas, se establece una ayuda específica de orfandad. Asimismo, esta nueva norma considera también víctimas a todo el entorno de la mujer si esas personas sufren el acoso del agresor, incorporando además el deber de reparación de las víctimas, que tendrán derecho a percibir una indemnización por los daños sufridos, al reconocimiento de la verdad y a la no repetición de los hechos violentos.
La violencia contra las mujeres a menudo no se denuncia, quedando silenciada por el estigma, la vergüenza, el miedo a los perpetradores y el miedo personal, factores todos ellos que impiden el desarrollo de una vida plena de derechos y en libertad. Los derechos humanos de las mujeres, incluidos los referentes a la seguridad, la dignidad, la igualdad y la justicia, son principios fundamentales del derecho internacional. Y sabemos que el liderazgo y la seguridad de las mujeres, en toda su diversidad, desempeñan un papel vital en el progreso económico, el bienestar de las comunidades, la salud y la educación de las niñas y los niños. Todas y todos nos beneficiamos cuando se defienden los derechos humanos de las mujeres, del mismo modo que todas y todos sufrimos cuando se abusa de esos derechos.
Las personas que conformamos el Euzkadi Buru Batzar nos hacemos eco y secundamos la campaña interinstitucional lanzada con motivo de este 25-N, en la que se insta a los hombres a dar un paso adelante y a reflexionar sobre su papel en la construcción de las políticas de igualdad, especialmente al colectivo joven.
En EAJ-PNV llevamos intrínsecos los valores de la igualdad real y efectiva, y somos plenamente conscientes de la responsabilidad que tiene toda nuestra afiliación, tanto hombres como mujeres, en la lucha contra la violencia machista. Es por ello que en los próximos meses redactaremos un decálogo, junto a nuestras afiliadas y afiliados, que recogerá las principales líneas de actuación a la hora de abordar este ineludible reto, siempre en consonancia con los cambios legislativos y con las buenas prácticas que se están llevando a nivel institucional en los diferentes niveles de la Administración, así como con las reivindicaciones de los movimientos feministas.
Desde el Euzkadi Buru Batzar, instamos y animamos a toda nuestra afiliación a sumarse a las diferentes movilizaciones y actos que se convoquen con motivo de este 25-N desde las instituciones vascas, desde nuestras juntas municipales y también desde los movimientos y colectivos feministas.