La eurodiputada de EAJ-PNV Izaskun Bilbao Barandica ha planteado varias cuestiones a la Comisión Europea sobre el tratamiento que tiene el conocimiento de las lenguas en las oposiciones que convocan las instituciones europeas para acceder a la función pública comunitaria
En un entorno multilingüe en el que no hay plazas en las que no se exija el dominio de varias lenguas los jeltzales se interesan sobre si la “dificultad” para aprenderlas tiene algún peso en el desarrollo y resolución de cada proceso de selección.
La iniciativa parlamentaria esta obviamente relacionada con la sorprendente sentencia judicial que anulaba esta semana el resultado de un concurso oposición por entenderla magistrada que aprender euskera es "muy difícil". La eurodiputada vasca informa en Bruselas de los extremos de este fallo judicial y recuerda que “las bases de la oposición eran conocidas y aceptadas por quienes se presentaron a la misma como ocurre con cientos de procesos similares”.
Izaskun Bilbao recuerda en esta iniciativa que “este requisito es común en procesos similares por lo que tan atípica decisión lesiona los derechos de las personas que han aprendido esa lengua y superado las pruebas correspondientes”. Por estas razones se manifiesta convencida de que este fallo “se anulará en instancias superiores”.
Pero lo que a la representante de EAJ-PNV en la euro cámara llama especialmente la atención es “que la decisión se justifique aludiendo a un ranking, para esta diputada hasta hoy desconocido, que sitúa a la lengua vasca como “la quinta más difícil de aprender del mundo”. Desde esa premisa y “a la vista de la experiencia que atesoran las instituciones comunitarias en oposiciones en las que el multilingüismo es un factor esencial”, Izaskun Bilbao Barandica formula tres cuestiones concretas.
En primer lugar, se interesa por saber si “las instituciones comunitarias manejan algún ranking como el que al parecer justifica este fallo”. Además, quiere saber si “hay antecedentes de que la “extrema dificultad” para aprender un idioma haya sido causa de la anulación de algún concurso a nivel comunitario”. Finalmente cuestiona si las instituciones europeas ponderan en sus procesos de selección de personal la “dificultad” a la hora de valorar en una oposición comunitaria el conocimiento de una determinada lengua.
Esta sentencia, en mi modesta opinión, lesiona los derechos de las miles de personas que han aprendido euskera y han superado procesos selectivos sin que la “extrema dificultad” que utiliza esta magistrada para justificar su decisión haya sido un obstáculo, explica Bilbao Barandica. Dinamita además los consensos básicos sobre bilingüismo que permiten a las personas euskaldunes dirigirse en su lengua materna a la administración. Finalmente es un peligroso ejercicio de arbitrariedad insólito en los procesos de acceso a la función pública. Además, ataca la diversidad un valor fundacional de Europa. “Difícil de aprender” es un concepto tan subjetivo como el fantasmagórico informe que esgrime la jueza para justificar su insólita decisión. Sería un escándalo si afectase a cualquier otra disciplina exigida en una oposición. “Casualmente” es nuevamente el euskera la víctima de esta forma de hacer”.