La eurodiputada de EAJ PNV Izaskun Bilbao Barandica ha abogado porque cualquier restricción que afecte a la movilidad de ciudadanos o mercancías entre Estados Miembros y para medir el nivel de riesgo sanitario de cada región europea se adopte de manera transparente y con proporcionalidad, sea previsible y se base en criterios homogéneos
“No tiene ningún sentido insistir en que el virus no conoce fronteras para, a continuación, hacer valer precisamente las fronteras para imponer restricciones que no tienen ningún sentido ni desde la perspectiva epidemiológica, ni desde las libertades, ni desde la del funcionamiento de la unidad de mercado”.
El Parlamento Europeo ha celebrado un debate sobre la necesidad de coordinar criterios a nivel europeo para determinar el riesgo epidémico de los distintos territorios europeos. En la actualidad muchas regiones europeas tienen distinta calificación epidémica en cada estado miembro lo que revela que existe un gran nivel de arbitrariedad en estas decisiones. Sin embargo, sus repercusiones son enormes en términos de libertad de circulación de personas y mercancías “lo que produce, en primer lugar, perplejidad, ha dicho Izaskun Bilbao, y, por supuesto da lugar a todo tipo de sospechas y origina graves perjuicios a personas y empresas y una evidente distorsión en el mercado interior”.
Izaskun Bilbao Barandica considera que no es tan complicado establecer criterios homogéneos “si realmente reconocemos la calidad de los sistemas sanitarios de todos los estados miembros, si sabemos que los medios de diagnóstico que utilizan son idénticos y aplicamos y enriquecemos criterios epidemiológicos compartidos”. La eurodiputada vasca ha recordado que las cifras, en términos absolutos, “no dicen nada y en términos relativos deben ponderarse con criterios objetivos. Al porcentaje de positivos por cien mil habitantes hay que añadir el porcentaje de positivos por prueba realizada, al número de pruebas efectivamente realizadas por cien mil habitantes y cruzar este dato con el tipo de colectivo al que se practican. La calidad del rastreo de casos determina además que las pruebas se centren en colectivos de riesgo, o en personas relacionadas con focos identificados de infección, lo que influye en el número de positivos detectados. Igualmente deben de ponderarse la edad media y especialmente el impacto de la enfermedad sobre el sistema sanitario y el nivel de ocupación de los hospitales.”