Para el portavoz jeltzale, si hace 59 años ETA surgió para sustituir al PNV como eje político de nuestro pueblo, hoy “este partido sigue al servicio de este pueblo y afortunadamente vamos a poder constatar el cierre definitivo de una organización y una estrategia que han causado dolor y sufrimiento innecesarios además de consecuencias negativos en el plano político y en la convivencia”
“Hoy es el final. Eso es lo que debemos subrayar. Después, tendrá sus matices pero estamos ante el final de ETA”. Con estas palabras, el portavoz jeltzale Joseba Egibar se ha referido al anuncio de disolución de ETA previsto para esta tarde. Para Egibar, lo importante es la constatación de que llegamos al final de un proceso que ha dejado múltiples heridas en este pueblo; consecuencias en el plano humano y también en el político. “Afortunadamente vamos a poder constatar el cierre de una estrategia político militar que ha tenido una serie de consecuencias tanto en la vulneración de derechos humanos como en la ruptura de la convivencia; en términos políticos, desde la perspectiva del pueblo vasco, desde el proyecto abertzale, la existencia de ETA también ha acarreado unos perjuicios estratégicos a la política vasca. Subrayar ese final es relevante”.
El portavoz jeltzale ha recordado que ETA surgió en 1959 para desplazas y sustituir al Partido Nacionalista Vasco, y que mientras unos llegan a su fin otros seguimos trabajando por el futuro y el bienestar de este país. “Eran tiempos de clandestinidad. Pero si ETA nace es porque entiende que tiene que otorgar a este pueblo un horizonte de esperanza y lucha y evidentemente entiende que la estrategia tiene que ser político-militar y que el PNV no tenía ningún futuro. Si surgió para sustituir al PNV, podemos decir que 59 años después, el PNV sigue aquí, al servicio de este pueblo”.
Para Egibar, el final de ETA lo marcó el surgimiento en 2011 de Sortu. “La propia izquierda abertzale fue la que decretó el final de ETA cuando en febrero de 2011 se constituyó Sortu. ETA no dejó la estrategia violenta por razones éticas sino que, en un plano de eficacia política, alguien determinó que su pervivencia provocaba consecuencias nefastas en el orden político y decidió el cierre definitivo. Transcurridos 7 años, llega el momento del final de ETA, y es lo que debemos subrayar”.
RECONOCER EL DAÑO
Para el parlamentario Iñigo Iturrate, lo realmente importante hoy es que asistimos al final de una banda que nunca debió existir y cuya disolución viene reclamando desde hace años y de manera constante la sociedad vasca. Entrevistado en una emisora de radio, Iturrate ha lamentado que este paso llegue con muchos años de retraso. “Este paso tenía que haber llegado mucho antes. ETA nunca debió existir y quienes han sido los responsables de tanto dolor y sufrimiento deben reconocer el daño injusto causado”, ha manifestado. Para Iturrate, el final de la banda debe ser unilateral, definitivo, constatable y con una asunción del daño que ha generado en la sociedad vasca. “ETA debe procurar un mínimo de satisfacción a las víctimas”.