Urkullu aboga en Roma por una “directiva de claridad” europea que permita a las Naciones sin Estado “consultar a la ciudadanía con garantías y abrir vías de negociación sobre su futuro”

El Lehendakari llama a la UE a volver a “situar a la persona en el centro de su acción” en su intervención en el Consejo que el Partido Demócrata Europeo celebra en la capital italiana

Urkullu aboga en Roma por una “directiva de claridad” europea que permita a las Naciones sin Estado “consultar a la ciudadanía con garantías y abrir vías de negociación sobre su futuro” 08Diciembre
2017
08 Diciembre 2017 |
EBB

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El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha instado a la Unión Europea a implementar una “directiva de claridad” que proporcione a las Naciones sin Estado que, como Euskadi, forman parte del proyecto europeo “un cauce legal para poder consultar a la ciudadanía con garantías y abrir una vía de negociación sobre su futuro”. Para ello, Urkullu considera preciso “habilitar un procedimiento comunitario ad-hoc que posibilite la permanencia en la Unión Europea de los Estados que surjan como consecuencia de un proceso capaz de combinar el principio democrático y el principio de legalidad”. El Lehendakari ha participado esta mañana en el Consejo que el Partido Demócrata Europeo (PDE) celebra desde ayer y hasta mañana en Roma. Urkullu integra una delegación de EAJ-PNV conformada además por el presidente del Euzkadi Buru Batzar, Andoni Ortuzar, que también ha hecho uso de la palabra en su condición de vicepresidente del PDE; el burukide responsable del Área de Organización, Joseba Aurrekoetxea; el burukide responsable del Área de Relaciones Internacionales, Mikel Burzako; y el responsable de la Comisión de Exteriores de la formación jeltzale, José Mari Etxebarria. Urkullu ha intervenido ante numerosas autoridades de 15 Estados europeos, incluido el primer ministro italiano, Paolo Gentiloni. Por la mañana, el Lehendakari ha mantenido un encuentro con el presidente de Canarias, Fernando Clavijo. Urkullu emprenderá viaje de regreso a Euskadi a primera hora de la tarde.

Urkullu ha aprovechado la segunda de las tres cuestiones que el Consejo proponía a las autoridades presentes, ‘Procesos de separación de la UE y tentativas de secesión: ¿van a aumentar o disminuir?’, para lanzar su propuesta de ‘directiva de claridad’ y para reivindicar “más protagonismo político y decisorio” para las Naciones sin Estado de la UE. El Lehendakari ha manifestado que frente a situaciones como el ‘Brexit’, que lleva a un Estado miembro a “abandonar el proyecto de la Unión Europea”, resulta “paradójica” la actitud de las más altas autoridades comunitarias ante las reivindicaciones de Naciones sin Estado que, como Euskadi, “forman parte del proyecto europeo y han expresado, con absoluta nitidez, su vocación europeísta, una vocación orientada a  participar en un proyecto de Unión Europea, no de Unidad de Estados Europeos. La actitud de la Unión Europea debe ser propositiva, no reactiva. Ante las propuestas democráticas que en el seno de los Estados puedan platear las diferentes realidades nacionales encaminadas a decidir su propio futuro, se pueden plantear dos alternativas: la vía del diálogo, la negociación y el acuerdo; o bien la vía de la prohibición, la amenaza y la deslegitimación”. El Lehendakari ha abogado por que la actitud de las instituciones europeas ante estas situaciones sea la de “aceptar una realidad innegable, anticipar soluciones políticas y ofrecer un cauce de expresión a estas demandas legítimas. La clave de la construcción de un proyecto común es que el protagonismo político y decisorio se comparta con las Naciones sin Estado que formamos parte, conformamos y somos Europa. Nuestra propuesta es una ‘directiva de claridad’ que permita habilitar un cauce legal para que las Comunidades políticas puedan consultar a la ciudadanía con garantías y abrir una vía de negociación sobre su futuro. Es preciso habilitar un procedimiento comunitario ad-hoc que posibilite la permanencia en la Unión Europea de los Estados que surjan como consecuencia de un proceso capaz de combinar el principio democrático y el principio de legalidad”.

En el apartado que abordaba la desafección de la ciudadanía hacia las instituciones europeas, el Lehendakari ha lamentado que la Unión Europea haya “convertido la ortodoxia presupuestaria y los equilibrios macroeconómicos en su prioridad, alejándose del ideal de un proyecto orientado a mejorar el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía”. En consecuencia, Urkullu ha abogado por “volver a colocar a las personas en el centro del proyecto europeo. Este cambio de orientación necesita un punto de inflexión y este puede venir dado por el despliegue del pilar de los derechos sociales y la atención a las necesidades de la juventud, más en concreto el proyecto de garantía juvenil. El modelo que proponemos es el ‘Desarrollo Humano Sostenible’, esto es, avanzar en la competitividad al servicio del bienestar social”. Para combatir la desafección, Urkullu también ha instado a la UE a dejar de “encerrarse sobre sí misma” para “dar cabida, protagonismo y cauce de expresión a la pluralidad de realidades nacionales que la conforman. Planteo esta cuestión desde la realidad del País Vasco, una Nación sin Estado que ha participado desde el origen en el proceso de integración europea, por vocación y con convicción plena. Nuestro planteamiento se encuentra en lo que fue el germen de la Comunidad Europea entendida como una Federación de Naciones. El propio Tratado de Maastricht plantea esta visión de una unión cada vez más estrecha entre los pueblos de Europa”.

En la parte final de su intervención, Urkullu ha propuesto que la Agenda Europea 2018 incorpore la tarea de “asumir la realidad de las Naciones sin Estado que la integran”. Pese a que Juncker ha declarado que no quiere una Europa con 90 Estados, “debe asumir la existencia de 90 realidades nacionales sin estructura de Estado y anticipar cauces de expresión respetuosos con el principio democrático y el principio de legalidad. Subsidiaridad, gobernanza multinivel, corresponsabilidad y soberanía compartida son conceptos que demandan propuestas acordadas y orientadas a favorecer la integración europea. Las Naciones sin Estado no somos un problema que Europa tiene que ignorar. Somos una realidad que es preciso asumir. Tenemos derecho a tener un cauce de representación real y diferenciada en el proyecto de construcción europeo. No somos un problema, somos parte de la solución”, ha afirmado el Lehendakari, quien también considera  “prioritario” el pilar de los derechos sociales. “Es importante avanzar en la Agenda social europea, recuperando los valores fundacionales y situando a la persona en el centro de nuestro proyecto común. Compartimos una visión humanista y nos corresponde priorizar los sistemas de protección social, el acceso de la juventud y las personas paradas de larga duración al empleo, así como la garantía de igualdad entre mujeres y hombres. Recuperar el compromiso de Europa con la persona es una prioridad en la Agenda Europea 2018”.

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