Iñigo Urkullu recibe a DEIA en pleno debate del Euzkadi Buru Batzar del PNV sobre el futuro de Euskadi tras los resultados que depararon los comicios del pasado domingo
Bilbao.Un semana después de las elecciones, Iñigo Urkullu destaca el papel predominante de su formación y asegura que no descartan la gobernabilidad en ninguna de las instituciones, ya sean municipales o forales.
¿Cómo valora los resultados del pasado domingo en Euskadi?
Es algo muy complejo, con muchos factores a tener en cuenta. Coincidieron diferentes sentidos de voto. En unos casos se ha entendido como unas primarias para el conjunto del Estado, unas elecciones de castigo por la situación económica. También ha habido un castigo por una mala práctica de partidos políticos. Y ha habido una empatía ante quienes han utilizado el victimismo, un voto de simpatía por la afirmación de la apuesta de las vías políticas. Se ha votado con diversos sentidos y razones.
¿El respaldo logrado por Bildu es estructural o coyuntural?
Episodios no iguales pero parecidos los hemos vivido en 1999 con Euskal Herritarrok. Había un proceso de paz vigente y Euskal Herritarrok tuvo un resultado magnífico. Luego las circunstancias fueron otras -y ojalá que no se repitan- que hicieron que la espuma de Euskal Herritarrok se redujera. En este momento sí creo que el resultado de Bildu puede ser coyuntural. En todo caso, el PNV trabajará para que sea así.
¿A más Bildu menos ETA? ¿Estos resultados cierran la puerta a las vías violentas?
Creo que no hay vuelta atrás en quien quiere hacer la apuesta política. Yo digo, porque así lo siento, que ETA es el pasado. No creo que nadie pueda tener la varita mágica para decir que tras estos resultados ETA va a anunciar su cese definitivo. Ojalá pasara y así lo reivindico. La lectura política hacia ese espectro que ha justificado la práctica de la violencia para obtener logros políticos es que eso ya no tiene vuelta atrás, y con estos resultados habrá una pérdida de legitimación de la organización terrorista. De esa pérdida de legitimación tiene que venir la decisión de ETA diciendo que su ciclo ha acabado definitivamente.
Bildu se ha convertido en el rival político del PNV para concitar el voto abertzale. ¿Se arrepiente de haber exigido con tanta contundencia su legalización?
En absoluto. A pesar de que alguien pueda entender que los resultados del pasado domingo son agridulces para el PNV, en mi fuero interno y en mi responsabilidad política tengo una grandísima satisfacción, y es que Bildu haya podido estar en las elecciones. Y yo soy consciente de que el objetivo y la aspiración de la autodenominada izquierda aber- tzale, hoy izquierda y abertzale, es el de superar al PNV en la hegemonía del nacionalismo vasco. Soy consciente de que los resultados les pueden hacer alimentar ese objetivo, pero, aún con todo, mi satisfacción es que gracias a que Bildu haya estado en estas elecciones es posible vislumbrar un nuevo tiempo político, que es lo que vengo señalando desde hace tiempo.