Vitoria-Gasteiz es una ciudad maravillosa, con muchas virtudes. Ofrece un enorme potencial para disfrutar de un gran nivel de vida. Sin embargo, año tras año observamos con preocupación cómo vamos perdiendo puestos en el ranking de ciudades con mayor bienestar y calidad de vida, y cómo nuestro municipio ha dejado de ser referente en materia local. Este punto de inflexión coincide con la aparición de gobiernos municipales con mucha voluntad, pero sin un proyecto claro de ciudad.
Esos gobiernos de PP y PSE han sucumbido a la megalomanía política y a la propuesta, que no desarrollo, de grandes proyectos y marcas. Esta forma de hacer política, además de estar anticuada, responde a una tradición monumentalista basada en grandes infraestructuras y es despilfarradora porque no aprovecha los equipamientos existentes, sino que pretende hacer todo nuevo. Para colmo, urbanística y socialmente es peor porque fomenta la elitización en detrimento de equilibrar la ciudad.
Creo sinceramente que las y los ciudadanos de Vitoria-Gasteiz nos merecemos otra manera de hacer política municipal y de hacer ciudad. Es preciso desarrollar una política más transparente y sincera, menos partidista, más humanista y cercana a las necesidades de sus habitantes y, sobre todo, más humilde. Sin menospreciar o abandonar grandes proyectos, la gestión municipal no debe hipotecar el desarrollo de servicios básicos ni poner en riesgo el mantenimiento de nuestra calidad de vida. Las y los gasteiztarras nos merecemos otra forma de hacer ciudad. Una ciudad en la que la prioridad sean las personas, no el ladrillo y el cemento. Es preciso devolver a Vitoria-Gasteiz su carácter de ciudad solidaria, abierta, pública, igualitaria, humanista, sostenible,...
A diferencia de otros, en el PNV sí sabemos qué modelo perseguimos. Queremos transformar Vitoria-Gasteiz en una ciudad verdaderamente sostenible para mantener nuestra calidad de vida. El principal objetivo de un alcalde o alcaldesa debe ser lograr el bienestar individual y social, es decir, cohesión social. Yo apuesto por una ciudad que progrese conforme a los principios del desarrollo humano sostenible. Creo en un modelo de ciudad que promueva los tres principios básicos de la sostenibilidad.
Primero: el desarrollo social. La Administración debe atender las necesidades sociales básicas de todas las personas para que podamos desarrollar nuestra vida de forma digna y autónoma. Apuesto por una política social excelente, de calidad, que garantice la cobertura de las necesidades y la sostenibilidad del sistema, evitando una mala gestión o un mal uso o abuso de las prestaciones sociales.
Segundo: el desarrollo económico. No podemos obviar que actualmente hay más de 17.000 gasteiztarras en paro, el 12,7% de la población activa. Urge desarrollar políticas de empleo y de promoción económica. Es cierto que un alcalde por sí solo no puede resolver el problema del paro, pero sí puede colaborar con el resto de instituciones políticas y agentes socio-económicos a lograr un escenario económico mejor. Apostamos por el desarrollo económico sostenible, incorporando a las políticas de promoción económica estrategias de innovación empresarial, de diversificación de la economía, con estrategias para el reciclaje y la cualificación profesional de las personas desempleadas y mediante políticas de gestión de suelo que permitan la instalación de nuevas empresas.
Tercero: la sostenibilidad medioambiental. El desarrollo social y económico tiene que ir de la mano y ser absolutamente respetuoso con nuestro entorno natural. Vitoria-Gasteiz es más que una ciudad. Es un municipio que goza de un entorno rural y natural sin parangón. Es un elemento diferenciador y uno de los exponentes principales de nuestra calidad de vida. Hay que desarrollar políticas que no sólo lo protejan, sino que lo pongan en valor como elemento para el desarrollo social y el desarrollo de una nueva economía.
Creo sinceramente que el futuro de las ciudades pasa por estas tres claves. Una ciudad sostenible es sinónimo de calidad de vida, de cohesión social y de desarrollo económico. Este es el modelo que queremos desarrollar. Este es nuestro proyecto de ciudad y nuestro compromiso con Vitoria-Gasteiz.
