-Hemos conseguido que el documento actual nada tenga que ver con la propuesta inicial recibida del Gobierno López.
-Se han producido avances importantes, sobre todo en el ámbito educativo, en línea con las demandas del Consejo Escolar de Euskadi.
Así:
-Se reconoce la validez plan de Educación para la Paz del Gobierno anterior,
-Se elimina cualquier adoctrinamiento constitucional,
-Y se reconoce el necesario consenso de la comunidad educativa, la autonomía de los centros para desarrollar este Plan y la centralidad del alumnado en el proyecto educativo. No es el proyecto educativo el que se pone al servicio del testimonio de las víctimas, sino que son los testimonios los que refuerzan el proyecto educativo.
-El documento resultante sigue siendo parcial y mejorable. No es, desde luego, el que EAJ-PNV hubiera aprobado si tuviera responsabilidades de Gobierno.
-El enfoque de la convivencia democrática y la deslegitimación de la violencia, ha producido un desenfoque del carácter integral y multilateral de las violaciones de los derechos humanos.
-Partiendo del principio que son víctimas todas las que han sufrido vulneración de derechos humanos, se pierde la posibilidad de avanzar en el reconocimiento y reparación de todas las víctimas de violencia, también las de motivación política, que no han sido reconocidas en este documento.
-EAJ/PNV entiende que el proyecto educativo en el que se insertará el testimonio de cualquier víctima ha de ser un proyecto para la convivencia democrática CONCILIADA Y RECONCILIADA. No se recoge esta finalidad.
-No se ha aceptado la apertura de un proceso de participación con los agentes estratégicos implicados en la aplicación y evaluación del Plan.
