Dice un antiguo aforismo que "ante la adversidad, lo normal es avanzar". Comienza el año y tampoco los magos de oriente nos han traído todo el empleo solicitado, por tanto se mantiene la adversidad y a nosotros nos corresponde avanzar, construir, desarrollar proyectos y mantener la tensión de una sociedad que quiere mejorar cada día. Lo normal.
El primer reto del año se llama Guggenheim Urdaibai. Un proyecto que merece toda nuestra atención y esfuerzo. El último día del pasado año conocimos una noticia que por fin arrojaba luz sobre la errática posición del partido socialista en relación a este proyecto. Basagoiti, "el preferido", desvelaba que López tenía la intención de deshacerse de la marca Guggenheim pero que él se lo iba a quitar de la cabeza. No resulta fácil de entender, pero desde luego permite comprender los "pazguatos latigazos" que los socialistas han dedicado a la nueva propuesta para Urdaibai. Hoy Guggenheim en Euskadi significa cultura, desarrollo y oportunidades, y nuestro primer reto es aprovechar este activo para avanzar, para seguir creciendo. Y hacerlo además no sólo de forma respetuosa con el medio ambiente, sino en comunión con el mismo, en un proyecto que combine arte y naturaleza, y que contribuya a preservar e impulsar la reserva de la biosfera. Guggenheim Urdaibai es cultura y arte, es desarrollo económico y empleo para Urdaibai, es un proyecto estratégico para Euskadi y nuestro reto es sacarlo adelante en las mejores condiciones posibles.
Hace dos meses la empresa Toyota organizó en AIC, el centro para la innovación de la automoción de Bizkaia, un encuentro internacional para la investigación y desarrollo tecnológico del coche eléctrico. La automoción es un sector estratégico para Bizkaia y Euskadi, y nuestro reto es propiciar estas inversiones en I+D+i que permitan a este sector seguir ubicado en el primer nivel de competitividad internacional. Lo normal es por tanto que nuestro segundo reto sea seguir invirtiendo en AIC, apoyar y desarrollar esta infraestructura básica para nuestro futuro industrial y económico.
El tercer reto son las infraestructuras para la mejora de la movilidad. La Diputación Foral de Bizkaia está tejiendo de forma silenciosa una auténtica malla para la mejora de la movilidad en nuestro territorio. La construcción de la variante sur metropolitana, de los nuevos accesos a Bilbao y de los ejes transversales va a ser la contribución a la mejora de la calidad de vida en el territorio en los próximos 50 años. Mantener esta inversión generadora de actividad económica y empleo en tiempos de crisis, es también una prioridad para este nuevo año.
Esta inversión en carreteras debe venir acompañada por actuaciones más determinantes en la mejora del transporte público. Y en este campo se encuentra uno de nuestros principales retos para 2010. La política del consejero-candidato Arriola es la del retraso permanente para Bizkaia, ésta es su "normalidad". Nosotros no vamos a cejar, y vamos a mantener las demandas que cada día nos recuerdan los ciudadanos: tranvía de Rekalde, soterramiento de Irala, adelanto del Metro para Galdakao y Usansolo, construcción de la sede de Eusko Tren en Durango... Los tiempos de adversidad son tiempos de inversión y avance, y lo normal es que respondamos positivamente a estas demandas ciudadanas. Éste va a ser nuestro empeño.
En quinto lugar Zorrozaurre, como paradigma de un Bilbao que se ha transformado radicalmente en la última década y que tiene la ambición de seguir avanzando y creciendo en la siguiente. El Ayuntamiento lidera este proyecto, básico para Bilbao y para toda Bizkaia. Un reto para toda una década que se debe iniciar, y bien, desde su primer año. Infraestructuras, equipamientos, empresa y vivienda para un nuevo impulso para Bilbao.
No todo es construcción e inversión en la política pública. De hecho, la Diputación Foral dedicará este año uno de cada dos euros a las políticas sociales, al bienestar de las personas más necesitadas. Es la mejor muestra del compromiso social de nuestro partido, que a su vez ha planteado un debate constructivo y sereno para analizar la sostenibilidad de esta inversión y garantizarla de cara al futuro. En los últimos siete años, la Diputación ha doblado el ratio de los recursos destinados a la acción social. Ahora el reto es analizar la viabilidad futura de esta inversión, de forma que podamos tomar hoy las medidas que garanticen las políticas sociales del mañana.
El séptimo reto es la formación y la educación. No admitimos ni admitiremos que se hable de "adoctrinamiento nacionalista" en relación al sistema educativo vasco. No lo admitimos porque es una injusta falsedad. Interpretamos esta declaración de la consejera Celaá como una cortina de humo para ocultar su falta de capacidad para afrontar las verdaderas necesidades de la educación: calidad, trilingüismo real, formación permanente del profesorado, acceso a las nuevas tecnologías... Estos son los retos de la educación en el día a día, y a estos retos vamos a dedicar nuestra atención.
Las políticas activas de empleo como "botón de muestra" del autogobierno son también un reto para Euskadi. Ya ha quedado atrás la fecha del 1 de enero, ya ha quedado claro que el Gobierno Vasco no lo tenía todo "atado y bien atado" para acoger la transferencia en Euskadi. A la vista de la documentación y de los trabajos previos, podemos afirmar que era de todo punto imposible cumplir el compromiso público aireado por López y Chaves. La transferencia no estaba preparada, está parada como el GabineteLópez. Por nuestra parte, "sólo" hemos pedido transparencia y vamos a ejercerla de una forma constructiva. Llevamos 30 años reclamando las políticas activas de empleo y las queremos recibir como merecen: completas, valoradas en su justo término y con el nervio necesario para que contribuyan de verdad a una lucha eficaz por el empleo. Algo que por cierto no ha conseguido el partido socialista, ni aquí ni allí.
Decía Max Weber que "la política supone reintentar lo imposible", una frase que parece pensada para Euskadi, para una sociedad que quiere avanzar y crecer dejando atrás el lastre de la violencia. Nuestro compromiso es histórico y es claro. Estamos con las vías exclusivamente políticas y democráticas, estamos con las víctimas del terror y estamos en contra del chantaje, la extorsión y la muerte que representa ETA. Nuestra militancia política significa en primer lugar militancia por la no violencia. Vamos a seguir reintentando, apoyando, propiciando la paz para Euskadi. No vamos a cejar en el empeño de traer la paz, porque la paz nos brinda nuevos horizontes de desarrollo social, económico, cultural y, también político, para el pueblo vasco.
Y en décimo lugar el reto más importante, el que explica todos los anteriores. Somos un partido político comprometido con el futuro de Euskadi, con su pueblo, con su autogobierno y sus instituciones. La sociedad vasca se está manifestando con claridad: el pacto sobre el que se asienta el Gobierno no es del agrado social, y el Gobierno no genera confianza entre la población. La respuesta del Gobierno a esta demanda ciudadana ha sido "más comunicación" y nuestra respuesta va a ser "más política". Los problemas de Euskadi no se resuelven con campañas de comunicación, con anuncios, ruedas de prensa, fotografías y grandes reportajes en todos los medios. Los problemas de Euskadi se resuelven aplicando medidas políticas, utilizando con eficacia los resortes de la acción política. Y este es el reto del Partido Nacionalista Vasco en 2010, activar la política desde el interior de nuestra propia organización, estar más cerca de la ciudadanía, escuchar y comprender los problemas, proponer soluciones.
Esto es lo normal, un partido cercano a las necesidades de su pueblo, que escucha y responde. Un partido que ofrece ideas y propuestas, tanto para resolver los problemas del día a día, como para responder a sus aspiraciones colectivas de futuro. Un partido normal, que responde a los problemas normales de una sociedad que quiere avanzar y crecer, especialmente en tiempos de adversidad, y que desea sobre todo decidir sobre su futuro en paz y libertad.