30 años de Estatuto de Autonomía.
Ha habido tiempo para cumplirlo.
Tenemos un mandato para cumplirlo.
¿Por qué no se ha cumplido?
Porque leído entero ¿"asusta" en Madrid y asustaba ya recién aprobado?.
Leamos el Estatuto.
El Estatuto dice que somos un Pueblo. El Pueblo Vasco.
Un Pueblo que en una parte se constituye en Comunidad como expresión de su nacionalidad.
Un Pueblo que accede a su Autogobierno.
Y el Estatuto dice que el Pueblo Vasco no renuncia a sus derechos históricos. Repito: no renunciamos a los Derechos Históricos que como Pueblo nos corresponde.
Está escrito y aprobado: Pueblo Vasco, Nacionalidad, Autogobierno y Derechos Históricos.
Aprobado por el Pueblo hace 30 años. Nosotros no renunciamos a nada.
El Estatuto es un Pacto que supone un camino de realización política de una parte del Pueblo Vasco, subraya el hecho diferencial y la singularidad de Euskadi, de la CAPV-Euskadi.
Por el Estatuto se accede a un modelo de autogobierno en la CAPV-Euskadi. Un autogobierno que hasta ahora se ha ejercido y bien. Que ha servido para mejorar la calidad de vida, para que todos vivamos mejor.
El Estatuto ha sido piedra angular de la política vasca. Ha posibilitado la institucionalización, ha facilitado afrontar la recuperación económica, cultural y la articulación social de la CAPV-Euskadi.
Se ha dicho muchas veces que el Estatuto fue un pacto político para la convivencia entre los vascos y las vascas, y con el Estado.
El contencioso vasco encontró un cauce de posible solución gracias al consenso estatutario, en 1936 y sobre todo en 1979 con el Estatuto de Gernika.
El Estatuto no fue un regalo de nadie.
Hubo que pelearlo, negociarlo, consensuarlo e intentar aplicarlo.
Hemos hecho realidad parte del Estatuto. Hemos hecho realidad parte del autogobierno.
¿De qué institucionalización, de qué profundización en la singularidad, de qué desarrollo de la misma estaríamos hablando sin el Estatuto de Gernika?.
Y hemos demostrado que más Estatuto es más progreso y desarrollo.
Por eso no se entiende su incumplimiento. El empecinado incumplimiento.
Cumplirlo es avanzar y progresar.
El Estatuto hoy es un Pacto no cumplido.
El cumplimiento del Estatuto ha sido un requerimiento continuo del Parlamento Vasco. Desde el Informe sobre desarrollo estatutario del 1 de julio de 1993 y el Informe de transferencias pendientes de 20 de octubre de 1995.
Hoy el Estatuto sigue incumplido.
El contencioso vasco se hace actualmente visible en la desnaturalización del Estatuto. De manera similar a como ocurrió con la abolición foral, nos encontramos con un pacto que no se cumple o es judicializado y utilizado como moneda de cambio y hasta laminado e interpretado de manera unilateral.
Las previsiones más singulares del Estatuto han sido ignoradas o limitadas para hacer posible su forzado ajuste a un modelo de homogéneo organización territorial pensado como mera descentralización administrativa. De las potencialidades se niega la capacidad de decisión y el derecho a la consulta así como la propia actualización del Estatuto.
¿Por qué no se cumple el Estatuto?
No se cumple porque su lectura "asusta" a quienes lo redactaron, impulsaron y aprobaron. Les genera desconfianza.
Y mañana se celebrará la fiesta del Estatuto.
Es la "fiesta del incumplimiento". La fiesta de "Un punto de encuentro desdibujado", como así lo calificaba el Lehendakari Ibarretxe el 25 de octubre de 2001 en el Pleno Monográfico del Parlamento Vasco sobre autogobierno.
Y ante ello, hoy es un buen día para reafirmar dos ideas. Dos compromisos.
Primero. Vamos a seguir reclamando el cumplimiento íntegro del Estatuto.
Y segundo. No vamos a renunciar a ninguna disposición del mismo, ni la preliminar ni la adicional. Son ley, son democracia, están aprobadas por el Pueblo de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
El Estatuto es una Ley que nos vincula. Nos obliga ante el Pueblo.
El Estatuto sólo puede ser un espacio de encuentro entre los vascos si se respeta su letra, su espíritu y sus potencialidades intrínsecas.
En ocasiones se nos ha achacado falta de voluntad política. En otras que nuestra actitud es la del "todo o nada".
El año pasado, como siempre, nosotros demostramos voluntad política. Este año también.
El año pasado acordamos la transferencia de Innovación e Investigación Científica.
Y este año sólo hemos exigido transparencia en la transferencia de Políticas Activas de Empleo. Para beneficio de toda la sociedad, para que un Gobierno vasco, del color que sea, pueda disponer de más recursos económicos y más herramientas de desarrollo.
Tenemos un modelo de referencia.
El Concierto Económico es un modelo.
Nos ofrece un marco de acuerdo.
Es un hecho diferencial que respeta la singularidad vasca.
Responde a un derecho histórico.
Es bilateral.
Y es eficaz. Ha servido para el desarrollo y el progreso de todos.
Proponemos trasladar este modelo al territorio de la relación política.
Trabajar un marco de acuerdo.
Que respete la singularidad vasca.
Que realice una lectura actualizada de los derechos históricos.
Bilateral. De carácter recíproco.
Y que resulte eficaz para la convivencia.
Aquí en Gernika, como estuvimos el año pasado, mañana hará un año, reivindicando Euskal Herria bai, Bakea bai, Erabakia bai; también hoy y siempre, reiteramos nuestro compromiso histórico con la paz, con las vías exclusivamente políticas y democráticas. Nuestro rechazo del terrorismo y nuestra solidaridad con todas sus víctimas.
Queremos la paz. Necesitamos la paz.
Nuestro compromiso es la paz y la convivencia.
Siempre hemos mantenido que el conflicto de identidades y el de la violencia son dos cosas distintas; que el terrorismo no es la consecuencia natural de un conflicto político, sino, en todo caso, su perversión. Y hemos sostenido con la misma convicción que la desaparición de la violencia no resuelve sin más aquello que el Pacto de Ajuria Enea del tiempo del Lehendakari Ardanza definió como "profundo contencioso vasco".
No podemos permitir que ETA imponga su interpretación del conflicto vasco, y tampoco debemos dejar que se le conceda un dudoso privilegio de que sea quien decida cuándo y cómo hemos de abordar entre los demócratas los asuntos para los que debemos encontrar una solución.
Somos diversas generaciones en torno al Estatuto.
Lo reclamamos entero.
Porque construye Euskadi.
Porque lo hace en el día a día, desde el autogobierno.
Porque confía en el Pueblo Vasco.
Somos diversas generaciones y, por lo tanto, una sociedad nueva que exige herramientas nuevas.
Seguiremos manteniendo nuestra voluntad de pacto y acuerdo porque no entendemos que el autogobierno pueda basarse en otro principio distinto de la libre disposición sobre nuestro destino colectivo y la voluntad de pacto en el seno de la sociedad vasca y con el Estado.
Seguimos considerando que el pacto es el procedimiento por el que se constituyen las reglas de juego de las sociedades avanzadas. La multilateralidad que las posiciones más progresistas exigen para la nueva configuración del mundo es exigible también como principio organizador de nuestras sociedades.
Queremos que el autogobierno de Euskadi sea un verdadero espacio de encuentro, que todos lo sientan y reconozcan como propio. Y entendemos que el futuro de Euskadi debe asentarse en un doble principio que constituye el verdadero núcleo del procedimiento democrático: reconocimiento de la capacidad de decisión y compromiso por el pacto político. Pacto fundamentado en un nuevo modelo de relación, como lo plantea el Nuevo Estatuto Político aprobado por el Parlamento Vasco, nacido del Estatuto de Gernika.
El Estatuto íntegro. No renunciamos a nada.
Tenemos un mandato, un modelo y voluntad para cumplirlo.
Creemos en este Pueblo. En su autogobierno. En las herramientas que en cada momento este Pueblo necesite y disponga para su construcción. En su capacidad de decidir. En el ejercicio de de decidir. En su cumplimiento. Creemos en la democracia.
Creemos en Euskadi.
Gora Euskadi Askatuta!