Opinión
27Septiembre
2009
27 |
Opinión

Desde lejos las cosas se ven más cerca

Opinión
Septiembre 27 | 2009 |
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Desde lejos se ve más cerca a tu familia, a tu Pueblo. Se empequeñecen los problemas, se hace más grande el cariño. Se quiere más, se ama más. Te das cuenta que son las cosas sencillas las que más importancia tienen.

Desde lejos se perciben mejor los ríos, los montes. Te das cuenta que son tus ríos, que son tus montes. Más grandes o más pequeños, más bonitos o más feos... no importa, son los tuyos.

Desde lejos aprecias más, mucho más, tu Cultura. Te apropias de la cultura universal y con ello te enriqueces, pero te das cuenta de que a la cultura universal le faltaría algo, sería "más pequeña", si no incorporara también la tuya, tu Cultura. Y te alegras, entonces, de saber de dónde vienes. Porque "el que no sabe de dónde viene no sabe adónde va". Y con el empeño, y los ojos brillantes del recién enamorado, te empleas a fondo para enseñar al mundo quién eres, de dónde vienes, qué lengua hablas.

Qué maravillosa tarea, en el siglo XXI, de la ciencia y la tecnología, la de aportar al mundo, a la cultura universal, nuestra cultura, la Cultura Vasca, una cultura propia y diferente. Con todo respeto a las demás culturas, porque "se puede amar lo que se es sin odiar lo que no se es".

Desde lejos se entienden mejor los versos de Artze:

Iturri zaharretik edaten dut

Ur berria edaten

Beti berri den ura

Betiko iturri zaharretik

Desde lejos se observa mejor la vieja fuente. Vieja fuente de la que siempre mana agua nueva. Hoy bebemos de la misma fuente de la que bebieron aitite y amama, pero bebemos agua nueva. Y nuestras hijas e hijos beberán también agua de la vieja fuente de la que hoy bebemos nosotros, pero beberán agua nueva. Definitivamente, la fuente universal tendría menos agua si no fuéramos capaces de aportar nuestro manantial, "el agua de nuestra vieja fuente": nuestra Cultura.

Desde lejos se ve más cerca, con nitidez, la existencia de una nación, de un pueblo... el Pueblo Vasco. Desde lejos se me antoja más importante que nunca luchar, como se lucha en el siglo XXI, con la política y la democracia, para ubicar, para buscar y encontrar un lugar en el mundo para nuestro pueblo -Euskadi o Euskalherria-, para nuestra cultura, para nuestra lengua. Hermosa tarea si tomamos en consideración que el mundo padece de "raquitismo" cuando, como ha ocurrido a lo largo del siglo XX, desaparecen pueblos y culturas.

Desde lejos se ve más cerca que el paradigma de la globalización ha cambiado. Hemos pasado de "lo global anula lo local" a "local moves the world". Hoy es lo "local" -pueblos, naciones, sean o no un estado- lo que mueve el mundo. Es perfectamente posible integrarnos en espacios más grandes -la Unión Europea por ejemplo- y al mismo tiempo profundizar en nuestra identidad como pueblo. En todo el mundo las personas vuelven la vista a las raíces. No se puede competir sin raíces, no se puede innovar sin raíces. Tras una época de maximización de beneficios individuales, que está detrás de gran parte de los problemas que hoy tenemos, renace de nuevo la necesidad de búsqueda de objetivos colectivos.

Desde lejos se ve más cerca la oportunidad de aprovechar el momento, antes de que se nos haga de noche. Tenemos las corrientes de fondo a nuestro favor. El objetivo hoy es lograr Desarrollo Humano Sostenible, esto es, satisfacer las necesidades de las personas en términos económicos, sociales, culturales y políticos. Yo soy optimista, eso sí, si no nos dormimos en los laureles... pudiera ocurrirnos entonces lo que tan maravillosamente expresaba Borges:

"Si pudiera vivir nuevamente mi vida.

En la próxima trataría de cometer más errores.

No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más...

Daría más vueltas en calesita,

contemplaría más amaneceres y jugaría con más niños,

si tuviera otra vez la vida por delante.

Pero ya ven, tengo ochenta y cinco años y sé que me estoy muriendo".

Pues eso, que desde lejos se ve más cerca.

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