Comparezco ante ustedes acompañado de, salvo el actual, los últimos Sailburus de Interior, para, ante ellos y en sus personas, reivindicar la trayectoria y el servicio de la Ertzaintza desde su fundación hasta hoy, y para expresar el apoyo de EAJ-PNV a este Cuerpo, en el presente y en el futuro, como Policía integral y como máxima Institución responsable de la seguridad individual y colectiva de la sociedad de la C.A.P.V.-Euskadi.
Estas palabras quieren ser un reconocimiento a todas y todos los Ertzainas por su labor, por su dedicación y por el ejemplo de policía cívica y democrática que han ofrecido durante todos estos años. Ahora que durante las dos últimas semanas hemos asistido, desde diversas expresiones y en situaciones emocionalmente complejas, a cuestionamientos más o menos expresos de la acción pasada de este Cuerpo y de sus responsables, desde el PNV queremos hacer llegar a cada una y cada uno de los policías autónomos nuestro agradecimiento por haber contribuído en la C.A.P.V.- Euskadi a desarrollar un modelo policial democrático y arraigado en esta tierra; por haber estado ahí, velando por la seguridad de vascas y vascos, desde el respeto al Estado de Derecho y al Autogobierno vasco.
Queremos resaltar particularmente, después del que efectuamos en la Academia de Arkaute, nuestro emocionado homenaje a las y los ertzainas que por su servicio a Euskadi el terrorismo se los llevó físicamente y a quienes dejó malheridos. ETA sí ha considerado desde el principio que la Ertzaintza era su enemigo y se ha empleado a fondo en atacar a este pilar del autogobierno vasco, atentando contra sus miembros y llevando adelante una calumniosa y prolongada campaña de desprestigio social contra ellas y ellos. Su sangre, como la de todas las víctimas del terrorismo, ha regado la tierra vasca de dolor y sufrimiento, pero también hemos de verla como el máximo tributo a la libertad, la paz y la convivencia, tres valores que toda policía debe preservar y procurar para la sociedad.
Nos sentimos orgullosos de vosotros, los hombres y mujeres que el PNV ha designado a lo largo de los tiempos para dirigir la Ertzaintza. Hoy nos falta aquí, lamentablemente, Luis Mari Retolaza, y también José Manuel Martiarena que no se encuentra en estos momentos en Euskadi. Vosotros habéis sacrificado años de vuestra vida personal y profesional en el desempeño de un cargo tan honroso como ingrato. En nombre del Partido, nuestro reconocimiento y gratitud por haber aceptado tal compromiso con nosotras y nosotros y con toda la sociedad vasca. Día a día, año a año, habéis trabajado de manera infatigable para que Euskadi y sus ciudadanas y ciudadanos fueran un poquito más libres.
El gudari y poeta Esteban Urkiaga, nuestro genial y sensible Lauaxeta, escribió sí aquel poema "Dana eman behar jako maite dan Askatasunari". Sí! Es una frase que parece escrita para todas y todos los Ertzainas y también para vosotros. En vosotros y vuestras trayectorias adquiere una significación plena.
Pero no queremos hablar sólo de pasado. También de presente y futuro. Deseamos dejar patente nuestro apoyo sin fisuras a la Ertzaintza en su lucha contra todas las formas de delincuencia y en favor de la convivencia armónica en nuestra sociedad. Siempre tendrá nuestra comprensión y reconocimiento en su labor, desde el mayor de los cumplimientos con los DD.HH., como Policía singular e integral, emanada del Autogobierno Vasco, única fuente de legitimidad y autoridad para ella. Apostamos por una Ertzaintza plenamente integrada en el sistema de seguridad europeo. Propugnamos una Policía Autónoma, que es algo distinto a autonómica, cooperadora con otras fuerzas y cuerpos de seguridad, pero nunca supeditada a ninguno de ellos.
Una policía euskaldun y euskaldunizada, salida de los hogares y familias de este País, que desde el respeto al Estado de Derecho persiga con especial rigor y esfuerzo el terrorismo. Nos concierne especialmente a los vascos afrontarlo y combatirlo, y de manera particular a la Ertzaintza. Para ello, las Instituciones Vascas, como hasta ahora, deben prestarle los medios humanos y materiales necesarios para desempeñar su labor con eficacia y seguridad, así como las Instituciones estatales y europeas deben procurarle la colaboración y cooperación de la que cualquier otra policial integral goza en el ámbito europeo.
Mas allá de esas "líneas calientes" que se ofrecen ahora -por cierto, nos gustaría que se nos explicara qué supone esa expresión con respecto a lo que hasta ahora hemos conocido- y de los voluntarismos animados por nuevas coyunturas políticas o partidistas, creemos llegada la hora de que la Ertzaintza supere ya todas las trabas externas que han impedido hasta hoy cumplir la misión que le encomienda el Estatuto de Autonomía de Gernika y que la gran mayoría de la ciudadanía vasca reclama.
Nada más, salvo el hecho de enviar, junto con nuestro reconocimiento, un saludo respetuoso, emocionado y agradecido a las y los ocho mil ertzainas y a sus familias.