Tras la celebración de la primera edición de los "Diálogos de Bilbao" donde abordamos temas referidos al posicionamiento de las políticas humanistas y la necesidad de ubicar a la persona en el eje de toda política pública así como los modelos de convergencia tanto en América como en Europa, nos encontramos en la actualidad ante un nuevo desafío que difícilmente podíamos imaginar el año pasado en esta magnitud: "la actual crisis económica mundial y sus posibles soluciones".
Ante tal coyuntura, ¿Cómo hemos llegado a esta situación? ¿Cómo nos enfrentamos a los retos comunes? ¿Cómo podemos sostener las políticas sociales? ¿Cómo podemos evitar el deterioro de la situación de los estratos sociales menos favorecidos de la población? ¿Cómo podemos reforzar las políticas públicas desde un enfoque de los derechos de las personas?
En estos últimos veinte años nos hemos dado cuenta de que los dos modelos económicos que hemos conocido, el centralmente planificado y el de libre mercado, han fracasado.
Desde el PNV, en todas la instituciones que hemos gobernado, hemos apostado por el Desarrollo Humano Sostenible como estrategia. Hemos apostado por un "crecimiento con cara y ojos", por una una economía con corazón.
Crecimiento sí (y somos el tercer país en la UE en cuanto a Renta per Capita, 140,6 puntos por encima de la media europea) pero sin dejar a nadie detrás.
Esto ha hecho que Euskadi ostente la primera posición en Europa respecto a la Tasa de Riesgo de Pobreza.
Desde el Partido Nacionalista Vasco hemos contrastado nuestras políticas de futuro en un proceso de reflexión abierto, cuya primera fase culminamos durante todo el pasado año.
Un compromiso con la sociedad vasca que hemos llamado "Think Gaur Euskadi 2020" (Pensar Hoy la Euskadi del 2020).
Un nuevo contrato social que es nuestra hoja de ruta para el de contrato social futuro.
En este marco de reflexión, llegamos también a la conclusión de que, tras la crisis económica, la conveniencia de más Estado ... vasco, se convertía en una útil herramienta de futuro.
Constatábamos en nuestro Think Gaur que la crisis económica que vivimos es una consecuencia de la "idealización del mercado" que parte del falso axioma de que la fuerza global del mercado se encargará de determinar qué posibilidades se harán realidad. Se parecía partir de la falsa creencia de que vivimos en un mundo de potencial infinito en el que somos dueños de nuestro destino. Este falso axioma "ha sido la última (por ahora) ilusión moderna", tal y como señala el historiador británico Tony Judt en su libro "Sobre el olvidado siglo XX".
Resulta, por el contrario, que el Estado, eterno enfermo aquejado de una mala salud de hierro, emerge como el ente capaz de atemperar la crisis, reconducir el desvarío del mercado y proporcionar los servicios y presupuestos por medio de los cuales los ciudadanos y grupos sociales pueden aspirar a la buena vida, o, al menos, resistir los embates de los peores momentos.
Consecuencia de la imparable globalización, los ciudadanos y sus gobernantes, que han perdido gran parte del control de los elementos más relevantes de su destino económico, precisan aferrarse a las instituciones más inmediatas que hacen posible la vida civil en sus respectivas comunidades. Las instituciones intermedias salvan la distancia entre lo inmediato personal y lo lejano económico, entre lo necesitado de protección y lo tendente a la expansión sin restricciones.
Los mercados no regulados, es lo que está ocurriendo en este momento, acaban deslegitimándose, y la estabilidad social y política adquiere más urgencia y necesidad. Incluso para el mejor funcionamiento del propio mercado. Nuevamente las instituciones políticas intermedias, el propio Estado, adquieren mayor relevancia y funcionalidad, por ser quienes a través de la democracia representativa, ponen coto a la desregulación a través de la legislación.
Y en nuestras reflexiones de este proceso de reflexión Think Gaur, llegábamos a la conclusión de que los ciudadanos comprenden, esperan y alientan la intervención pública en estos asuntos. Y lo ratifican de manera elocuente: no protestan por los impuestos, ni tan siquiera por las coyunturales elevaciones de aquellos; protestan, en determinadas circunstancias, por lo que se hace con la utilización de los impuestos cuando no la consideran adecuada.
En este 2009 una democracia saludable, en lugar de estar amenazada por el Estado, depende de él. En nuestro mundo, bipolarizado entre los ciudadanos y las fuerzas económicas ilimitadas, la población vuelve a la demanda de seguridad económica y física, símbolos políticos y culturales, recursos legales y protección general que quien mejor puede proporcionar es el Estado.
Los vascos que carecemos de Estado nacional disponemos, sin embargo, de una cantidad importante de herramientas económicas, políticas e institucionales para ir "haciendo Estado". Los servicios que a través de esos instrumentos se presten a la población, legitimarán ese "hacer Estado". Una Democracia Social, reconocible y participada, es el objetivo que puede ser concurrente con el Estado Español o en competencia cuando aquel no pueda o no quiere satisfacer las demandas sociales que solo desde "el estado" pueden ofrecerse con garantías de cohesión social.
El instrumento "Concierto Económico" es el cauce por el que discurre el potencial de "Estado Vasco".
Conste que cuando hablamos de Estado Vasco no nos referimos tanto a la idea como fórmula jurídico política sino a la entidad política capaz de dar respuesta a las cuestiones planteadas por la globalización, que han irrumpido en forma de crisis financiera y económica. Una crisis que ha tenido un efecto devastador en el empleo, volviendo a generar crecientes bolsas de paro.
Esta era nuestra reflexión hace unos meses. Una línea de trabajo que sigue teniendo validez y futuro para el Partido Nacionalista Vasco, al margen del "desalojo del Gobierno" que estos días se está consumando en Euskadi con el pacto de Estado de PP y PSOE.
Permítanme ahora dedicar unos minutos a trasladarles nuestra visión sobre lo que estos días está sucediendo en nuestro país. Y es que, frente a los intereses de la ciudadanía, frente al servicio a la comunidad a la que vamos a dedicar estos encuentros, desde la alianza de interés de España PP-PSOE están primando los intereses partidistas y personalistas con una irresponsabilidad en la que el Partido Nacionalista Vasco no va a caer. Es increíble tanta frivolidad en plena crisis económica y de vertebración de Estado.
A lo que estamos asistiendo es a la escenificación por parte de Patxi López de un discurso vacío de contenido. Vacío de contenidos positivos. No puede ser que un candidato dedicara muchísimo más tiempo en el Parlamento a decirnos lo que no va hacer que a adquirir y reflejar compromisos claros y contundentes con los apoyos con los que llega a ser Lehendakari para afrontar cuatro años de gobierno en la situación económica en la que nos encontramos.
Por desgracia para este país, a día de hoy Patxi López no puede presentar un programa y unos compromisos porque únicamente cuenta con 25 parlamentarios y necesita del apoyo del Partido Popular para gobernar. Y hoy por hoy, salvo en echar al PNV del Gobierno, no ha habido puntos en común entre los dos grandes partidos españoles salvo que navega por mares ya transitados de políticas de bloques justificadas en la supuesta regeneración democrática.
Por lo tanto, no existe un programa de gobierno, existe un espurio y partidista interés común.
Sí hay un interés de Estado que definió muy bien José María Aznar, cuando dijo que se cierra lo que en el 2001 iniciaron Nicolás Redondo y Mayor Oreja.
Les ruego hagan un esfuerzo por comprender y contextualizar estas confesiones, pero es que en este mundo en transformación la política no debiera estar tan alejada de un mínimo de ética. Ir contra la realidad social es pan para hoy y hambre para mañana.
Pero repito nuestra sociedad es madura. Oír hablar a Patxi López y a Alfonso Basagoiti de falta de democracia en Euskadi suena a estereotipos propios de discursos interesados.
Supongo que ustedes, conocedores de la ruidosa pugna entre PP y PSOE en Madrid, y conocedores en buena medida de nuestra trayectoria, no entenderán de qué les estoy hablando y estarán más que sorprendidos de que hayan podido llegar a entenderse en Euskadi.
No vamos a ser cómplices, pero sí vamos a ser responsables con este país... ¿Alguien podía pensar que el PNV no iba a ser responsable en la defensa de los intereses de Euskadi, de toda la ciudadanía vasca?
La sociedad vasca tiene que estar absolutamente tranquila. Nuestros 30 parlamentarios y nuestra presencia en el resto de las instituciones de este país van a servir para impedir que nadie cometa ningún desmán en este país. Nuestra fuerza va a servir para sacar adelante todos aquellos proyectos e iniciativas que redunden en beneficio de este país.
Seguiremos gobernando en ayuntamientos y diputaciones, así como controlando al nuevo Gobierno desde nuestra condición de grupo mayoritario en el Parlamento Vasco, y también en el Congreso y el Senado, así como nuevamente en el Parlamento Europeo.
Y no es ninguna amenaza, es cumplir con el compromiso que como partido tenemos contraído. Es la garantía que ofrecemos a nuestro país.
Pero eso, para seguir construyendo país desde esta Europa en la que, a pesar de ser muy mejorable, creemos, hoy estamos aquí reunidos en esta segunda edición de estos diálogos organizados por el Partido Demócrata Europeo y la Fundación Sabino Arana.
Pero hay que seguir avanzando, y tal como comentábamos en la 1ª Edición de los "Diálogos de Bilbao", nuestras políticas públicas deben estar enfocadas desde la perspectiva de los derechos humanos, situando a las personas y asegurando el reconocimiento de sus derechos en el centro del diseño de las políticas públicas, las cuales pasan a reconocer a las personas como titulares de derechos.
Estoy convencido que este Seminario servirá para reforzar la relación entre Latinoamérica y Europa, ya que nos une la necesidad de relacionarnos y de buscar ámbitos de colaboración mutuas basado en todos los factores que tenemos en común.
Gracias a todos y todas por compartir con el Partido Nacionalista Vasco estos diálogos, gracias a todos y todas por ayudarnos a seguir construyendo un futuro mejor para la nación vasca, gracias a todos y todas por contribuir a mejorar las condiciones de vida de nuestro pueblo en el marco de una Europa participativa en el marco global de un mundo mejor.
Perdonen la extensión, pero quiero transmitirles una última idea. Más que una idea, quisiera transmitirles mis sentimientos, difícilmente pero necesariamente contenidos. Desde el respeto a su personal decisión de iniciar una nueva etapa en su vida, quiero decir que , así como sucede con toda gran persona, será muy difícil que en Euskadi se repita otro Juan José Ibarretxe lehendakari
En este mundo sin reglas y con valores éticos en declive que vamos a analizar en estos días, Ibarretxe ha sabido transmitir entrega, dedicación, sacrificio, altura de miras, visión de país;... nos sentimos, me siento, se siente el Partido Nacionalista Vasco muy orgulloso de haber compartido con el Lehendakari Ibarretxe la lucha por una Euskadi más igualitaria, próspera y mejor. Su ejemplo es un buena muestra de cómo avanzar en los desafíos y respuestas renovadoras a las demandas ciudadanas desde el pensamiento político humanista. Por eso, dado que hoy es el primer acto público en el que participo tras su retirada de la política, quisiera dejar patenten especialmente en el día de hoy y con el motivo que es, todo el agradecimiento, cariño y consideración desde el Partido Nacionalista Vasco en la seguridad de que este sentimiento es compartido por la inmensa mayoría de la sociedad vasca.