Opinión
09Abril
2009
09 |
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Donostia necesita un presupuesto real

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Abril 09 | 2009 |
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Xabier Ezeizabarrena

Opinión

El Diario Vasco


El proyecto de presupuesto presentado por el Alcalde en Donostia 5 meses después de la fecha establecida es pan para hoy y hambre para mañana. Es una situación inédita en todo el contexto que nos rodea y que ubica a la ciudad en situación de falta de competitividad frente a su entorno. En el período 2002-2007, el gasto corriente creció un 34'6% mientras la capacidad inversora disminuyó un 18'6%. Para cuadrar los números el gobierno municipal ha vendido buena parte del patrimonio del que dispone el Ayuntamiento. Esta política nos está acercando a una situación sin margen de maniobra económica para afrontar inversiones en la crisis que vivimos. De hecho, el propio interventor municipal ha informado con claridad en estos días para sostener lo irreal del proyecto presentado, el excesivo optimismo del gobierno municipal sobre los ingresos y, en suma, la inviabilidad económica de dicho proyecto que, en su caso, se aprobaría casi con medio ejercicio ya transcurrido. A ello hay que añadir la asunción del Alcalde de la necesidad de introducir una enmienda por 21 millones de euros en el presupuesto para hacer frente a la indemnización que el mismo pactó con el concesionario de Ilunbe. Hace poco nos decía que ese asunto no iba a costar un duro a los donostiarras. Nada menos que 3.500 millones de pesetas para empezar.

En las instituciones, como en cualquier empresa o familia, la buena administración de los recursos es aquella que se basa en que el gasto ordinario no aumente por encima del IPC y que la capacidad de ahorro, de lo que depende la inversión, no decrezca. Justo lo contrario de lo que está haciendo este gobierno municipal. Hay que subrayar, en este contexto, la existencia de gasto por 5 millones de euros en 2008 sin que existiera dotación presupuestaria municipal para tal fin. Esto es, más de 800 millones de pesetas gastados en plena crisis por este gobierno local sin contar con la dotación presupuestaria. Pero las razones del portazo que supone para Donostia la ausencia de un presupuesto real en 2009 no están, exclusivamente, en la reflexión económica.

 

La ausencia de proyecto presupuestario real y eficaz, ya en abril 2009, viene a demostrar que el gobierno de Donostia ha optado por no negociar ni acordar cuestiones. Esto es legítimo pero perjudicial para la ciudad; todos los grupos políticos, en la medida en que representamos a una parte de la sociedad, merecemos la misma consideración y respeto a la hora de poder hablar y establecer un presupuesto. A día de hoy, la política presupuestaria para 2009 es algo ajeno al pleno (órgano competente para enmendar y/o aprobar, en su caso un proyecto de presupuesto) y, por tanto, ajeno a la ciudadanía en general cuando ya ha transcurrido un tercio del ejercicio 2009 en plena crisis económica.

 

Nosotros seguiremos insistiendo para que Donostia tenga un presupuesto que contribuya a que la ciudad avance en positivo. Seguiremos haciendo posible que se construyan viviendas públicas preferentemente en alquiler. Seguiremos garantizando que el ayuntamiento disponga de recursos económicos aplicando un incremento de los impuestos parejo al del IPC, y seguiremos dispuestos a estudiar los presupuestos, siempre que eso sirva para asegurar las inversiones extraordinarias que la ciudad necesita. Fundamentalmente para afrontar la crisis económica, para fortalecer la política social, para la construcción de viviendas en alquiler para jóvenes, para la regeneración de los barrios en general, para Tabakalera, el tranvía o un sendero hasta Mompás que genere un ahorro de 10 millones de euros y preserve dichos acantilados de su urbanización artificial, entre otras actuaciones y proyectos. Y lo haremos, pese a la negativa de este gobierno municipal a presentar un proyecto presupuestario real... porque, pese a la irresponsabilidad del Gobierno municipal, Donostia sigue necesitando un proyecto financiero y económico de futuro. Más si cabe en plena crisis económica y bien entrados en el ejercicio 2009. Por ello es necesario un nuevo proyecto presupuestario que subsane las tremendas deficiencias del que nos han presentado.

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