AMAIA ARTETXE
Ni siquiera la posibilidad de que el PSE le amargue la amplia victoria electoral aupándose a la Lehendakari-tza con el apoyo del PP logra resquebrajar un ápice la serenidad de Juan José Ibarretxe. Será, como él dice, que sólo se puede transmitir paz interior si realmente se tiene
bilbao.¿Qué cuerpo se le ha quedado después de ver que, a pesar de haber ganado las elecciones con amplitud, cabe la posibilidad de que no llegue a gobernar ni a desarrollar su proyecto para Euskadi?
Me siento muy satisfecho por los resultados del PNV y también personalmente, porque los votantes me trasladan: "Lehendakari, queremos que nos lideres". Que la sociedad te diga eso es motivo de satisfacción. Es un honor haber encabezado la candidatura del PNV.
Se ha comentado mucho estos días que el PSE no les haya llamado a usted o a Iñigo Urkullu para felicitarles por la victoria electoral. ¿Siguen sin hacerlo?
Sí, lo cual se hace difícil de entender, porque es sólo un principio de educación mínima en democracia. Cuando a nuestro alrededor hay gente que gana unas elecciones, lo primero que tienes que hacer es llamar. Y el PSE y Patxi López no nos han llamado, ni al PNV ni a mí, para trasladarnos la felicitación por haber ganado las elecciones. Es legítimo que intenten otro tipo de alianzas para tratar de desalojarte -utilizando su terminología-, pero me parece que lo cortés no quita lo valiente y que no hay que confundir el atún con el betún. No cuesta nada. Descuelgas el teléfono y dices: "¿PNV? Zorionak por haber ganado", o "Zorionak, lehendakari, por haber ganado". Pero no lo han hecho.
PSE y PP dicen que la sociedad ha votado por el cambio porque suman 38. ¿Lo comparte?
El PSE y Patxi López han estado quince días ocultando que iban a contar con los votos del PP. Sin embargo, enarbolaron la bandera de la suma de sus votos y los de los populares al minuto siguiente de cerrar las urnas. Y yo me pregunto: ¿por qué ocultó a los propios votantes del PSE que tenía toda la intención del mundo de contar con los votos del PP? En cualquier caso, aquí la gran pregunta es, fundamentalmente, no ya el que junten sus votos para desalojar al nacionalismo institucional o a mí, como dicen ellos, sino qué ofrecen el PSE y el PP, qué ofrecen juntos a la sociedad vasca para sacarla adelante.
¿Y qué es lo que ofrecen?
No lo sé. Ofrecen sumar sus votos para desalojar. Y eso puede ser considerado una agresión mayor o menor... Pero no quiero entrar ahí ya, quiero dar un paso más: ¿qué confianza dan el PSE y el PP de hacer cosas juntos para sacar este país adelante? Eso es algo sobre lo que la sociedad debe reflexionar.
Ellos aluden a la legitimidad de su mayoría parlamentaria para hacer su gobierno.
Yo no lo pongo en duda. No es problema si el PP y el PSE dicen: "Tenemos estos votos, hacemos un gobierno de coalición y vamos adelante". ¿Pero, qué formulación tienen juntos? Dicen que es legítimo que se vayan a votar. Nadie dice que no lo sea. Pero, ¿van a votar ese día para echar a alguien y al día siguiente hay un gobierno con veinticinco parlamentarios? No es cuestión de echar a aquél, a éste, o al otro. Además de juntar sus votos para destruir una alternativa, ¿para construir qué los juntan? Que nos digan qué quieren construir. Eso es lo que los ciudadanos tenemos derecho a saber.
En su reunión dentro de la ronda de contactos, los socialistas les dijeron a Urkullu y usted algo así como primero tenemos lehendakari y luego ya se verá.
Al PSE nosotros le hicimos una oferta sincera, diciendo: hemos ganado las elecciones, tenemos seis escaños más que vosotros, 80.000 votos más que vosotros, por tanto, desde la legitimidad que tenemos para liderar este país os ofrecemos la posibilidad de constituir un gobierno fuerte en un plazo corto, antes de Semana Santa, para abordar un objetivo central, que es sacar este país adelante y salir los primeros de la crisis. Ése es el ofrecimiento que les trasladábamos. No estábamos hablando de sumas ni de aritméticas, sino de abordar de manera rápida y con un gobierno fuerte los problemas de este país. Pero el PSE está en otras historias, con otros objetivos, encelado única y exclusivamente en ejercer unos votos para obtener la Lehendakaritza, sabiendo que tiene el apoyo del PP.
¿A qué achaca esa obsesión por la Lehendakaritza? Porque para un gobierno sólido 25 y 30 son más que 25 y 13.
Creo que ellos han tenido un resultado mucho peor que lo que esperaban y tienen una dificultad -a la vista está, ni nos felicitan- para admitir el resultado electoral, que el PNV ganó las elecciones, que yo como candidato del PNV fui la persona a la que la gente apoyó para liderar este país. La posición del PSE y de Patxi López es un tanto curiosa: se echan a la espalda los votos y los escaños del PP como si fueran suyos y con una pretensión -que será matemáticamente lo que se quiera- de una persona que ha perdido las elecciones de querer ser el líder del país.
¿Es la revancha de 2001?
No lo sé. No sé cómo definir el momento actual. Creo que es malo que no asuman cuál es el resultado democrático y quién ha ganado las elecciones. Y creo que, a su vez, lo que tienen que decir claramente no es ya qué votos tienen un día, sino qué gobierno van a poner en marcha. ¿Esos 38 votos que suman el PP y el PSE van a constituir al día siguiente un gobierno? Porque de esto no se está hablando. ¿Qué se va a conformar, un gobierno de coalición entre el PP y el PSE? ¿Con qué programa electoral se va a hacer? Éstas son las cosas que realmente se reclaman desde una sociedad madura que dice: "Ustedes votan juntos para desalojar a no sé quién; eso me puede gustar más o menos, pero, ¿qué quieren hacer?".
¿La intuición le dice que tienen ya cerrado un pacto o que simplemente que se unen para desalojarlos?
La forma en la que actúa el PSE no es la forma en la que actúa un partido político que ha sacado un sensible número de escaños menos que quien ha ganado las elecciones. El PSE está tratando de ganar en los medios de comunicación lo que perdió en las urnas democráticamente. Y el PP le recuerda, "no, no, hemos ganado el PP más el PSE". No. El PP más el PSE no es ningún partido político que se haya presentado a las elecciones. Se ha presentado el PP, el PSE, el PNV... Por cierto, con una decisión anterior hecha en términos de cálculo electoral como es la ilegalización. Porque el PP y el PSE saben que nunca, tampoco ahora, tendrían mayoría absoluta de estar presentes todas las fuerzas políticas en el mercado del voto. Y hecha esa primera trampa de la ilegalización, la segunda es la suma de los votos del PP y los del PSE... ¿Para construir algo? No. Y si es para construir algo nos lo tendrán que decir.
El PSE aún no han dicho para qué quiere la Lehendakaritza, pero sí ha apelado a la responsabilidad del PNV para apoyar las iniciativas de su futuro gobierno en minoría.
La responsabilidad del PNV es la de quien ha ganado las elecciones: liderar este país. Ésa es la responsabilidad del PNV: sentarse a la mesa y, en este caso, decirle a la segunda fuerza política que tenemos que tener un gobierno rápidamente, un gobierno fuerte, que nos saque adelante y nos permita salir los primeros de esta crisis.
Pero eso parece que no va a ser.
Hombre, en esta vida hay que trabajar con ahínco detrás de los objetivos. Y si alguien no está de acuerdo con ese planteamiento, tendrá que decirnos claramente, más allá de la matemática, qué ofrece al país en términos de confianza.
Puede que la misma propuesta que les ofrecieron ustedes, porque el PSE les preguntó si aceptarían esa misma iniciativa con un lehendakari socialista.
Eso es porque se vieron sorprendidos. Su planteamiento es: "Hagan la ronda y nosotros ya haremos luego la nuestra". No. Ustedes nos tienen que decir si están dispuestos a negociar un pacto de gobierno, un acuerdo de legislatura desde ahora mismo. Es lo que les dijimos ayer. ¿Desde ahora mismo, están dispuestos a sentarse aquí? "No, porque no aceptamos ningún planteamiento que no pase por un lehendakari socialista". Ésa fue la respuesta.
¿Y si hay lehendakari socialista?
Eso es algo que primero habrá que ver en el Parlamento. Pero creo que la primera apelación es qué ofrecemos, qué queremos hacer. Eso es lo importante. Y antes de que vayamos a un proceso de esos, la ciudadanía tiene derecho a saber qué queremos hacer, qué garantías damos, cómo queremos sacar este país adelante. Éstas son las preguntas que en estos momentos se hace la ciudadanía. Porque lo que sí ha dicho la ciudadanía en Euskadi es que quiere que el PNV lidere ese gobierno; con otros, pero que lo lidere el PNV.
Hablando de la ciudadanía. El regreso al frente PSE-PP, ¿se puede trasladar a la sociedad en forma de crispación, como ocurrió en 2001?
Es curioso, cuando desde el PSE se define como un gobierno frentista al gobierno tripartito -por cierto, alguien titulaba estos días que había perdido la mayoría absoluta: ¿Cuándo ha tenido el tripartito mayoría absoluta?-. Somos tres partidos políticos de diferentes maneras de pensar que nos hemos puesto de acuerdo en un programa y hemos dicho: "esto es lo que vamos a hacer en los próximos cuatro años". Un gobierno de PNV, EA y EB es un gobierno frentista y uno del PP y del PSE, no. Ése es democráticamente inmaculado y bendecido. La sociedad vasca nos conoce ya a todos, sabe dónde estamos todos y observa con dificultad qué es lo que pueden proponer aquí juntos dos partidos que se llevan políticamente a matar en España. Pero es normal, estamos viéndoles todos los días a la greña en TVE y ahora les vamos a ver dándose besos en ETB. Un poco heavy, ¿no?
¿La ciudadanía entenderá esa entente?
No creo que el que el lehendakari sea a, b, c o d deba ser motivo de rasgarse las vestiduras. El problema es que la sociedad vasca ha dicho quién quiere que lidere este país: el PNV; pactando con otros, pero el PNV. Es lo que han dicho las urnas. A partir de ahí, es legítimo que el PP y el PSE hagan sus alternativas, no se le puede poner ningún pero desde el punto de vista democrático, pero ¿qué quieren ofrecernos juntos? No nos lo han dicho. ¿Alguien cree que el PSE y el PP juntos pueden ofrecer confianza a este país para construir el futuro? Tengo dudas más que razonables de que eso pueda ser así.
Aparte de esa gran incógnita, hay quien dice que las elecciones las ha ganado el PP porque su estrategia le beneficia en Euskadi y en Madrid.
El ganador en estas elecciones es el PNV. Hemos sacado unos resultados por encima de lo que esperábamos.
No es el ganador, pero no me diga que al PP la 'jugada' no le ha salido estupendamente.
El PP está encantado con este fregado. Es evidente que está contento, porque tiene el juego de decir en España "yo he sido el instrumento fundamental para desalojar al PNV de Ajuria Enea, de las instituciones vascas". Eso es un mensaje que pueden vender en España, pero en Euskadi estamos preocupados por sacar este país adelante. Y tenemos serias dudas acerca de qué nos ofrecen el PP y el PSE para esto último. Si es un compromiso de gobierno, áreas, un programa... Pero así... ¿Qué hay detrás de una suma de votos del PSE y del PP? Un estuche vacío que no tiene nada, ¡con la que está cayendo! ¿Ésa es la responsabilidad con la que estamos jugando en relación con el país? Eso sí me preocupa.
¿Cree que es más un reparto de poder que otra cosa?
Ni siquiera eso, porque si hubiera un reparto de poder y una corresponsabilidad de gobierno, podría entender algo más. Simplemente se trata de decir "vamos a echar a éstos y al día siguiente Dios proveerá". Una irresponsabilidad tremenda.
¿Sabremos los vascos antes de la investidura cuál es el proyecto que tienen el PSE y el PP juntos?
Tenemos derecho a saberlo. Cuando uno va a un discurso de investidura, tiene que trasladar su programa para saber qué votamos y, por tanto, qué fuerza política hay detrás, no sólo ese día, sino al día siguiente. Cuando se habla de Araba y Gipuzkoa, las mayorías que se sometieron a las Juntas Generales eran las mayorías que al día siguiente iban a soportar el gobierno, con Aralar y con EA en el caso de Araba o con EA en el caso de Gipuzkoa.
Tampoco es que se le conozcan al PSE muchas ideas concretas de programa. La campaña la ha basado más en conceptos abstractos y valores.
Si al PSE en solitario es muy difícil observarle qué gestión quiere hacer de la economía y la crisis -lo conocemos mejor por la gestión de Zapatero y el Gobierno español que por las ideas que ellos han trasladado-, no digo nada ya de las ideas que juntos, el PSE y el PP, tienen para sacar adelante esta sociedad. Esto no puede ser como el secreto de la Coca-Cola. Tenemos que saberlo.
Hay quien dice que el PSE busca primero un gobierno en minoría para forzar después un acuerdo con el PNV, ya con lehendakari socialista.
Yo admito todo tipo de estrategias. Lo que me parece una falta de responsabilidad es no ofrecer al país en estos momentos una imagen seria. Las cosas no están para experiencias políticas. Necesitamos rápidamente un gobierno fuerte, que agarre el toro por los cuernos y lleve este país adelante. No estamos para juegos malabares, para juegos de salón. Al PSE le gustan ese tipo de juegos, pero el país no está para esas cosas.
Parece que no va a haber más opción que 'Patxi lehendakari'. ¿Juan José Ibarretxe se ve en la oposición?
En la oposición me han visto permanentemente el PP y el PSE. A mí lo que me gustaría trasladar con toda claridad es que me veo como lo que soy: el líder de un partido que ha ganado las elecciones y que tiene la responsabilidad de sacar este país adelante. Esto es lo que en estos momentos veo. Eso y otra cosa: alguien que las ha perdido y que quiere ser el líder de este país.
¿Qué posibilidades hay de que haya un gobierno fuerte?
El pueblo vasco es un pueblo sabio. Lo que quiero pedirle es que no perdamos la esperanza en este país, pase lo que pase y sea como sea el gobierno. Este país está muy por encima de la responsabilidad con la que actuamos muchísimos políticos.