"El 1-M el PNV se enfrenta en solitario a una estrategia compartida entre el PSOE y PP"
Sólo ante el peligro. Así ve Joseba Egibar al PNV ante las elecciones del 1 de marzo. Prevé una ofensiva PSOE-PP tan amenazante como la de 2001 pero más "sibilina" y lamenta que la apuesta por un 'polo soberanista' que prescinde de los jeltzales haya dividido los caminos de PNV y EA en un momento crucial
Jone Guindo
donostia. El presidente del Gipuzko Buru Batzar asegura que los acuerdos postelectorales de su partido pasan por siglas que asuman las bases sobre las que se sustentó la consulta: el derecho a decidir y el final dialogado de la violencia con ETA desarmada.
¿Teme el PNV que el 'caso Ibarretxe' se cierre en falso mañana?
Esperamos que no. Llegados al punto de sentar al lehendakari en el banquillo de los acusados y después de dos años de una más que extraña instrucción en la que se nos ha denegado una y otra vez el archivo de la causa, creemos necesario entrar al fondo del tema, y conocer los límites de la política y el diálogo como instrumentos de acción política. Si lo que se trata es de calificar el diálogo político de delito, bueno sería que todos supiéramos en qué marco de juego vamos a operar.
¿El PNV ha descartado pedir el archivo de la causa por interés electoral?
Si alguien lo cree así, podría haber reventado todo esto antes. Ibarretxe no ha fijado la fecha del juicio.
El PSOE ya ha adelantado la sentencia. Está convencido de que no habrá condena.
Lo mismo se decía del casoAtutxa. Suceda lo que suceda mañana y haya juicio o no, el caso acabará en el Supremo, porque el Foro Ermua y Dignidad y Justicia recurrirán lo que decida el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.
¿No cree que la sociedad está desconcertada por la variedad de pactos postelectorales que se barajan ante la cita con las urnas del 1 de marzo?
Se especula mucho, pero la auténtica disyuntiva, sin desmerecer a nadie, se deriva de la confrontación entre una estrategia de Estado configurada por el PSOE y el PP y la que personalizan el lehendakari y el PNV. El Partido Socialista y el PP no tienen una estrategia tan áspera como en 2001, vienen con una más sibilina, pero juntos. Quieren borrar la única mancha verde que queda en el mapa del territorio español, donde más allá de Euskadi todo es rojo o azul. Es la estrategia que ya aplicaron en 2001, que han ido perfeccionando con herramientas como la Ley de Partidos, con la que han achicado el terreno de juego para adaptarlo a sus intereses y tener al PNV enfrente y sin alternativa.
¿Sin alternativa?
El 1 de marzo el PNV se enfrenta en solitario a una estrategia compartida entre el PSOE y PP. Bien sea por la Ley de Partidos, por la persistencia de la violencia, porque determinados partidos políticos no rompen su pequeño techo electoral o porque no surge una alternativa definitivamente democrática y pacífica en la izquierda abertzale, hoy por hoy no hay desde el nacionalismo vasco una alternativa real al PNV.
Viendo tan clara la solidez del pacto PSE-PP y teniendo en cuenta lo fragmentado que está el voto nacionalista, ¿no debería el PNV haber hecho un esfuerzo por aglutinar siglas?
Hicimos la apuesta de la coalición con EA, pero no ha sido posible. El tiempo corre en contra de un nacionalismo que no se consolide y fortalezca desde bases de la paz, el respeto a los derechos humanos sin excepción y el derecho a decidir del pueblo vasco. Son las bases por las que hemos apostado desde el tripartito y Aralar, que se consolidarán con el tiempo.
Algunos sondeos apuntan que la demanda social mayoritaria es un pacto entre PNV y PSE, ¿estaría su partido dispuesto a atenderla?
Lo que demanda la sociedad hay que verlo cuando vote. A partir de ahí, los gobiernos, más allá de lo que es estrictamente la gestión, se tienen que sustentar en acuerdos nítidos sobre una visión de país para que la ciudadanía sepa si tras un eslogan por el cambio como el que defienden los socialistas lo que realmente están preparando es un cambiazo, como el que hicieron en Cataluña con el Estatut o en Navarra al apoyar a UPN y descartar a Nafarroa Bai como socio.
¿Segundas partes con el PSE nunca fueron buenas?
Nuestra experiencia con los socialistas sirvió para conocernos mutuamente y saber qué hay de sinceridad y autenticidad detrás de sus proclamas. Es evidente que no son de fiar.
¿Por qué molesta al PSOE que coincidían las elecciones vascas y las gallegas?
Porque en Galicia el partido más votado es el PP y el interés de los socialistas es mantenerle en la oposición con apoyo del BNG, mientras que en Euskadi necesitan a ese mismo PP para desplazar al PNV. En cualquier caso, encontrarán la manera de compensar al PP, véase la Diputación de Araba.
¿Tiene el PNV guardado en la recámara un Plan Ibarretxe III si gana los comicios?
Tiene lo que ya se ha establecido y aprobado en el Parlamento vasco. No hay que inventarse nada.
¿Qué horizonte de normalización se avecina, si todo lo aprobado en la Cámara -propuesta de Nuevo Estatuto y consulta- se ha frenado en Madrid?
Aunque se haya anulado la consulta, sigue vigente el contenido de sus dos preguntas: la apuesta por el derecho a decidir y el final dialogado de la violencia de ETA si abandona las armas.
¿Estarían dispuestos a abordar una reforma estatutaria la próxima legislatura?
Ya hay una aprobada con el apoyo de 39 de los 75 votos del Parlamento vasco. Si alguien presenta una propuesta que la supere, la daremos por válida.
Me refiero a una reforma consensuada con los socialistas. El famoso 'arreglo' del que habla Jesús Eguiguren.
Con los socialistas se hace un arreglo y te quedas arreglado. Lo que tiene que hacer el PSE si tiene alguna propuesta es presentarla en el Parlamento Vasco y no en un libro como ha hecho Eguiguren o en un hotel, como hizo Emilio Guevara. Hasta entonces, hay una propuesta de Nuevo Estatuto aprobada por mayoría absoluta cuyo preámbulo y sus 13 primeros artículos contienen las bases políticas para un acuerdo de normalización de este país. Desde que se aprobó ha habido infinidad de intentos, ensayos, libros, Loiolas, pero la solución está ahí.
Con un proyecto de 'polo soberanista' enfrente y un PSE que parece ir a por todas, ¿se siente muy acorralado el PNV?
El desafío no es nada fácil porque tras los socialistas hay toda una estrategia de Estado. El polosoberanista por ahora sólo ha tenido un bautismo en los medios de comunicación. Alguien ha registrado esa denominación de origen, pero eso no ha tenido ningún desarrollo. Además, la estrategia soberanista con ETA es imposible y sin el PNV también.
Azpeitia, ¿un nuevo Ondarroa?
¿Podría convertirse el Gobierno de Azpeitia en una nueva pesadilla para el PNV como lo está siendo el de Ondarroa, en este caso desde una gestora? Joseba Egibar duda que se llegue a ese extremo. Lo cierto es que ANV ha comenzado a cuestionar desde el minuto cero la legitimidad del PNV para recuperar el bastón de mando en Azpeitia una vez que prospere la moción de censura contra el actual alcalde de la izquierda abertzale el próximo día 17. El líder del GBB reconoce que la movilización contra esta decisión celebrada ayer podría ser el aperitivo de un gobierno muy conflictivo para los ediles de su partido, pero está convencido de que la decisión debía tomarse porque "es insostenible que un representante público calle a la hora de condenar el asesinato de un vecino como Ignacio Uria". Además, recuerda que el PNV rozó la mayoría absoluta en Azpeitia, pese a lo que no accedió a la Alcaldía por un acuerdo entre ANV, EA y Aralar. Además, no admite comparaciones con el caso de Arrasate, donde no se hace responsable de que el PSE no haya reunido los votos necesarios para desbancar a ANV. "Nuestros votos estaban garantizados. Que no haya conseguido sumar los 11 que necesitaba no es responsabilidad nuestra", señala.
¿Les pasará factura el 1-M las sombras que ha arrojado sobre el manejo de los fondos públicos la gestión del museo Balenciaga, el Guggenheim o la Hacienda de Irun?
Ha habido comisiones de investigación y ahí están las conclusiones. Nosotros hemos admitido hasta donde creíamos que teníamos que admitir nuestra responsabilidad. Aquí no ha habido intencionalidad por parte de los poderes públicos para que esto sucediera. Cuando se han detectado esos comportamientos no ajustados ni al buen hacer de las instituciones ni a la legalidad, se ha actuado. Lo que no se puede obviar es lo que ha sucedido. No ha habido intención de ocultar nada. La ciudadanía valorará si, detectado el fraude, las instituciones han actuado diligentemente o no, o si los mecanismos de control previo se podían perfeccionar.
¿Cómo percibe la inquina de ETA contra el PNV, materializada en atentados contra la Ertzaintza, 'EiTB' o un empresario afín al nacionalismo como Ignacio Uria?
No es nuestro estilo patrimonializar atentados. Al PNV le preocupan estas acciones lo mismo que otras. Son atentados contra la sociedad vasca, contra su nervio. ETA cada vez está más fuera de la realidad y de los tiempos. Si a corto y medio plazo se quiere erigir en responsable única de la izquierda abertzale, va a destrozar lo poco o mucho que tiene ya en política institucional e impedirá que se desarrolle su apuesta por abrir una reflexión sobre su actual estrategia, algo que la izquierda abertzale viene deslizando en sus últimos comunicados.
¿Cree significativa la disidencia en el colectivo de presos?
Pocas veces se han escuchado tantas opiniones. Pero es mejor no especular y dejar que se produzca una gestación interna.
Aralar ha cogido la delantera al PNV en su intención de recurrir ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo el veto a la consulta.
No creo que nadie haya pillado la delantera. Los cuatro partidos habíamos quedado en darnos un plazo para que cada cual haga los trabajos preliminares para preparar esa demanda. Intentaremos ir a Estrasburgo todos juntos antes de las elecciones, entre otras cosas porque en marzo termina el plazo de presentación de posibles recursos.
Puestos a especular sobre uniones insólitas, el PSOE ha insinuado que Rajoy podría estar dispuesto a hablar euskera en la intimidad...
Lo que habría que preguntar a los socialistas es cuándo van a hablar euskera ellos. Las sintonías puntuales que podamos tener con el PP en temas económicos no configuran movimientos estratégicos de fondo.
Entonces, ¿no se cree el giro del PP de Basagoiti?
El PP de Basagoiti está rompiendo unas barreras elementales, porque ha comprobado que si por definición estratégica se niega a compartir gobierno con los nacionalistas gallegos, vascos y catalanes, mientras el PSOE sí lo hace, prescinde de unos aliados en potencia y deja al partido condenado a la oposición de por vida, a no ser que gane por mayoría absoluta. Me parece una opción lógica e inteligente, frente a la posición numantina anterior.
En la CAV hay 26.000 parados más que hace un año y la crisis sólo acaba de empezar. ¿Cómo ayudarán a este colectivo?
Además de la acción pública de apoyo a los desempleados, hay que adelantar inversiones para que la economía tenga recorrido y liquidez y prepararse para remontar una vez que concluya la crisis. Esas inversiones estratégicas ya se están haciendo. Hay que incidir también en los programas para reciclar y reubicar a parados. Nadie se va a quedar tirado en la cuneta, entre otras cosas porque el Parlamento Vasco ha cerrado la legislatura con la aprobación de tres leyes que lo impiden, como la Ley de Pensiones, la de Servicios Sociales y la de garantía de ingresos. Hay que tener además en cuenta que todos los EREs que se están tramitando en un 95% llevan incorporado el acuerdo. Aquí se están magnificando expedientes de regulación de empleo de 40 empleados cuando empresas como la Renault de Valladolid está presentando uno que afecta a 4.000.
¿La nueva competencia en I+D+i será clave para salir de la crisis?
El diferencial va a estar en la I+D+i, clave para consolidar proyectos empresariales y crear nuevos productos. Dado que no podemos competir en costes salariales con China, al menos debemos intentar producir mejor. La industria vasca está preparada. Ya ha sufrido crisis con anterioridad y ha sabido adaptarse.