Secretaria del EBB del PNV desde 2002, abandonó su cargo para convertirse en diputada de Cultura de Bizkaia. El próximo mes de enero Josune Ariztondo - Miren Josune como le llaman en su Ondarroa natal- cumplirá un año desde que sustituyó a Belén Greaves
Bilbao. Ha sido un año intenso para Josune Ariztondo. Desde su despacho como diputada de Cultura, entre un cuadro de Ruiz Balerdi y uno de Jesús Mari Lazkano, ha vivido momentos duros como el fraude cometido en el Guggenheim por Roberto Cearsolo, pero también muchas alegrías como el nacimiento de un proyecto emblemático para Bizkaia como el Guggenheim Urdaibai. En esta entrevista nos habla de sus proyectos más inmediatos, de sus retos futuros y de cómo la Diputación ha decidido afrontar la crisis con un presupuesto en el que impera la inversión.
Ha cruzado su camino con Belén Greaves. En estos meses, ¿cuántas veces se han llamado para darse consejos mutuamente?
Ha habido, por supuesto, contactos y llamadas con la actual secretaria del EBB, pero antes también teníamos relación.
¿Quién ha salido ganando con el cambio?
Belén Greaves conoce bien el Partido Nacionalista Vasco y lo que son las cuestiones ejecutivas y yo también conozco algo del mundo de la cultura. Fui viceconsejera de Política Lingüística, cargo que tuve que dejar por incompatibilidades internas de los estatutos de mi partido cuando era secretaria del EBB.
No ha sido un año fácil. ¿Esperaba que todo fuera más tranquilo?
Esta es una tarea importante y ardua, pero cuando tienes, como es mi caso, un equipo de responsabilidad que se ha comprometido y trabaja a conciencia, es más gratificante, con todas las idas y venidas que cualquier responsabilidad conlleva.
¿Ha pulsado ya la opinión de todos los sectores culturales?
He estado con el presidente de Euskaltzaindia, los directores del Guggenheim, el Bellas Artes y el Euskalduna, he estado en Santimamiñe, me he puesto en contacto con la directora del Museo Vasco... Tanto yo como los cuatro directores de área hemos mantenido contactos con los sectores culturales desde el primer día porque es importante que me transmitan sus impresiones. Pero más que los saludos y los encuentros me interesa centrarme en el tema y prever los retos y los problemas. Tenemos el compromiso de hacer una política participativa, en relación con los sectores, con los agentes sociales, con las élites culturales. Y también el de mantenernos siempre próximos desde la oferta a la demanda cultural de Bizkaia, que creo, y debe ser así, cada vez más exigente.
El Departamento dispondrá de un presupuesto en 2009 de 94,9 millones de euros, un 1,7% más que este año. Parece que no le afecta la crisis...
Bueno, la crisis nos afecta a todos, pero intentamos que lo que tiene que ver con la cohesión social, con el desarrollo de los programas culturales, con la atención a la política de juventud, no se vea afectado. El diputado general, José Luis Bilbao, presentó esta reflexión en Gernika a principios de curso. Es decir, apostar por financiar y consolidar las políticas sociales y hacer frente a la crisis desde la inversión de los poderes públicos para incentivar el empleo y el movimiento en una sociedad que parece estar paralizada y atemorizada ante la crisis. Esto lo practica él con los números. En ese sentido, se ha intentando aplicar en los presupuestos este mismo criterio. No es un incremento para seguir haciendo lo mismo, sino para hacer más. Vamos a aprovechar ese 2% para tratar de que se vea ese impulso a la cultura y ese apoyo a la inversión, a la apuesta para hacer frente a la crisis desde la institución pública, como decía el diputado general.
¿Es suficiente para todos los proyectos que tiene Josune Ariztondo en la cartera?
Nos hubiera gustado contar con mucho más, como nos hubiera gustado no tener que afrontar una situación de crisis. Pero, fíjate, me he sentado con los cuatro directores y vamos a afrontar esta situación como un reto. Promover las sinergias también puede ser positivo.
¿El Guggenheim es la niña mimada del Departamento?
Hemos hecho una apuesta muy fuerte por el Guggenheim Bilbao y Urdaibai, pero hay mucho más. Tenemos muchos proyectos en la cartera.
¿Como por ejemplo?
La Ola artificial de Leioa, repetir la experiencia en la cueva de Arenaza de Galdames, empezar a trabajar en un proyecto de una Casa de la Danza, un nuevo centro de escalada...
Y como proyecto estrella, el Guggenheim Urdaibai. En el presupuesto se destina un millón de euros para el nuevo museo...
La Diputación ha apostado por crear ahí un centro de arte y cultura que sea sostenible tanto en su construcción como en su desarrollo posterior. Y que además sea tractor económico para la zona y para Bizkaia en general. Esa apuesta está reflejada en nuestros presupuestos con un millón de euros para trabajar el proyecto a lo largo de 2009.
¿Cuándo se convocará el concurso de arquitectos?
Primero hay que dar algunos pasos previos, hay que tener bien definido el proyecto para que pueda ser presentado a los arquitectos. En ese sentido, todavía no hemos decidido si se hará por invitación o si será una convocatoria más abierta. Pero, tal y como hemos manifestado hasta ahora, tendrá que ser un edificio singular, que se integre con el paisaje.
Hace unas semanas estuvo en Nueva York junto al diputado general para presentar el proyecto. ¿Cómo van las negociaciones?
Fuimos José Luis Bilbao, el diputado de Hacienda y yo. De alguna manera, de la institución foral las dos patas que tenemos que trabajar en este sentido, ya que la Diputación se ha comprometido financieramente con este tema. En Nueva York se escuchó la propuesta con mucha atención, el Guggenheim Bilbao se ha ganado un prestigio a pulso en la Fundación Guggenheim Nueva York. Por dar sencillamente un dato, que es muy sencillo, pero muy revelador, en el año 2007, cuando el Guggenheim Bilbao cumplió 10 años, el número de visitantes superó el millón y es más, superó al de Nueva York. Ya sé que Bilbao es muy importante, pero Nueva York es Nueva York.
¿Este año también se alcanzará el millón de visitantes?
El número de visitantes se sostiene, este año probablemente no llegaremos al millón, pero estaremos muy cerca. Si bien es verdad que el edificio de Gehry es una maravilla, también lo son las exposiciones que se programan. En estos momentos tenemos una magnífica exposición de los fondos artísticos del Museo de Historia del Arte de Viena-Kunsthistorisches y una espléndida retrospectiva dedicada a Cy Twombly. Pero antes, estuvieron las obras de Juan Muñoz, el Surrealismo... Y las actividades culturales, porque el Guggenheim es mucho más que un museo al uso. Hemos demostrado que lo importante no es sólo el continente, sino también el contenido. El éxito de Bilbao no ha dejado de sorprender a la Fundación Nueva York. En ese sentido, iremos de la mano con ellos, que nos lo hemos ganado a pulso.
El Guggenheim da muchas alegrías, pero también ha dado algunos disgustos.
También. El fraude de Cearsolo ha sidoun lamentable suceso, un hombre que ha abusado de la confianza de los responsables del Guggenheim. Lógicamente, Juan Ignacio Vidarte tenía que depositar la confianza en sus colaboradores, porque alguien que no es capaz de trabajar en equipo, seguramente no habría tenido los resultados que ha tenido.
La oposición y el Tribunal Vasco de Cuentas aducen que no ha habido suficiente control...
Si hubiera estado todo sin control, como alguien de la oposición decía, el único delito hubiera sido un robo. Pero este hombre ha falsificado firmas, ha usurpado bastantes de los cometidos que tenía y ha defraudado no sólo en dinero sino también en responsabilidad saltándose muchas normas a la torera. Ha falsificado los libros de contabilidad, ha utilizado nombres supuestos...
¿Se ha desbordado el tema?
Sin quitarle importancia a lo que ha sucedido, que nosotros no se la quitamos porque inmediatamente tomamos las medidas que teníamos que adoptar, desde las internas de revisión de datos hasta auditorías externas, creo que lo que para el común de los mortales y para el propio patronato es una reacción rápida y por lo tanto loable, cuando entras, no voy a decir a nivel político, sino a nivel partidario, se ha desbordado. La oposición tiene que controlar y criticar pero con responsabilidad. El defecto y el exceso, los dos extremos, son negativos porque los dos son injustos. Desde las instituciones se debe actuar con responsabilidad y rapidez, pero la oposición tiene su propia responsabilidad, tiene que controlar y criticar pero hacerlo desde la mesura y no desde unos niveles de búsqueda de titulares que en algún caso son injustos.
Un caso como el de Cearsolo, ¿se podría volver a producir?
Lo decía también en Juntas Generales, hemos de s eguir pensando que esto nos puede suceder porque si pensamos que somos inexpugnables estaríamos dejando bastantes ranuras abiertas. Lo que ha sucedido nos ha enseñado dónde podía estar la necesidad de un mayor control.
¿Y de cara al futuro?
Hemos adoptado en las sociedades Inmobiliaria y Tenedora una serie de medidas encaminadas a reforzar el control. Pero pensar que por eso somos inexpugnables no sólo es inocente, sino no es bueno. Nos podría llevar a cerrar los ojos a que estas cosas pueden suceder. Creo que si lo pensáramos cometeríamos un error. Es una enseñanza positiva.