Iñigo Urkullu
31Julio
2008
31 |
Intervención

113 AÑOS CONSTRUYENDO LA NACION VASCA

Iñigo Urkullu
Julio 31 | 2008 |
Intervención

Egun on danoi. Felicidades, alderdikides, felicidades sí, porque hoy es un día grande para todos los abertzales y, en especial, para los militantes del Partido Nacionalista Vasco. Hoy hace 113 años, su fundador, Sabino Arana, creó este partido con una clara visión de futuro, de lo que necesitaba el entonces conocido como País Vasco o Euskal Herria. Y él lo transformó en Euzkadi. Dotaba así a un pueblo milenario, pero que hasta entonces no había tenido un referente unitario, de un sujeto político, de un contenido nacional moderno que entroncaba con los movimientos del romanticismo europeo. Fue el inicio de un resurgir del sentimiento vasco, durante muchos años hasta entonces hundido, deprimido y castigado tras la pérdida de las guerras carlistas y la abolición foral. Sabino –al que tanto se la ha vilipendiado, sacando de contexto y de época su pensamiento- fue preclaro. Vio la agonía de su pueblo, vio los cambios que se estaban produciendo en su entorno (la industrialización, la inmigración, la pérdida de las señas de identidad vasca, las dificultades del euskera para sobrevivir como lengua moderna.....) y se dio cuenta de que se necesitaba un instrumento para hacer País.
Ese instrumento fue y es EAJ-PNV. Llevamos, por lo tanto, 113 años haciendo País, construyendo Nación, haciendo realidad su lema de “Euzkotarren Aberria Euzkadi da”. Durante este tiempo, hemos vivido muchas vicisitudes, momentos alegres y tristes, se ha sufrido cárcel y exilio y hemos vuelto a renacer, hemos sufrido escisiones, de las que hemos salido luego fortalecidos como proyecto. En los últimos treinta años, tras el largo túnel de la dictadura, hemos sido la referencia institucional y política de este País, pese a que allá por el 77 se nos tildaba de partido viejo y burgués que vivía mirando sólo al pasado. Alguno de nuestros referentes históricos –pocos por lo tanto- como Telesforo Monzón, se pasaban a una nueva expresión nacionalista de puño en alto con la que se decía conectaba la juventud vasca. La sociedad vasca, en cambio, no hizo caso a los cantos de sirena de aquella efervescencia revolucionaria y nos dio a nosotros la makila para conducir a este País en el difícil viaje de recuperar la democracia y de ir institucionalizando poco a poco el Poder político vasco, recuperando las Instituciones de nuestro Autogobierno. Treinta años después, podemos contemplar con sano orgullo el resultado de nuestra labor, de las de cientos y cientos de aberltzales-jeltzales que han situado a Euskadi donde hoy está. Es para estar orgullosos. Nunca Euskadi ha sido más Nación institucionalizada que ahora, nunca hemos tenido un grado de desarrollo económico y social como ahora, nunca en los tiempos modernos ha habido un resurgimiento del hecho cultural y lingüístico euskaldun como en esta época.

Construir Nación ha sido el norte de nuestro Partido y lo va a seguir siendo. Pero no una Nación en abstracto, ni una Nación anclada en el nostálgico pasado, sino una Nación para sus nacionales, para su gente, compuesta por personas libres y libremente adheridas a un proyecto nacional. Una Nación de derechos civiles y políticos para todos, democrática, y que vele por el desarrollo y el bienestar de sus integrantes actuales y que sepa acoger bien a los que nos vengan del exterior, los llamados nuevos vascos. Una Nación de convivencia armónica y respetuosa con los diferentes sentimientos de pertenencia que se dan en nuestra sociedad. Pero eso sí, una Nación. La Nación Vasca, hogar para nosotros, nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos.

Conmemoramos este 113 aniversario en un momento especial, complejo, de incertidumbres políticas y económicas. Y EAJ-PNV debe, como siempre, estar a la altura de las circunstancias. Hoy, como en el 77, se vuelven a oír voces que quieren desplazar al PNV de la centralidad de este País, quienes quieren hacer ver a la sociedad que el PNV se ha radicalizado y se ha separado de los verdaderos intereses y problemas sociales. Quieren el trofeo de una Ajuria-Enea no abertzale, no nacionalista. El mapa del Estado quedaría así dividido en solo dos colores, el rojo socialista y el azul popular. Quieren quitar el verde de Euskadi. Les molesta la diferencia, nuestra diferencia les recuerda que ese Estado monolítico y centralista que a ellos les gustaría tener, no es posible.

Y todo va a valer en ese empeño. Rz. Zapatero ya ha dejado claro cuál es su prioridad número uno en este momento. No es la del compromiso con las instituciones vascas para dotar de las herramientas que les corresponden por ley y que permitirían hoy luchar mejor contra la crisis económica, no es favorecer el diálogo, no es el pacto para normalizar la convivencia política en Euskadi y el desarrollo normalizado del autogobierno vasco. No. Es hacer que Patxi López sea Lehendakari. Y mientras eso no suceda parece que este País está condenado a la parálisis, a la conflictividad perpetua, a la resignación de ver cómo nada se mueve hasta que ZP ponga a un lehendakari bien domesticado, tan dócil y servil a Madrid como el Delegado del Gobierno. Se lo vamos a poner difícil. Ellos solo piensan en las elecciones autonómicas, están obsesionados con las elecciones. Nosotros no y creemos que la sociedad vasca tampoco.

Hay quienes por otras razones quieren también ver al PNV desplazado de la responsabilidad de gobierno de las instituciones. El Partido Nacionalista Vasco no es, como unos y otros pretenden, un espectador del transito de la historia. Sí. El objetivo de EAJ-PNV es apostar por un desarrollo de un ámbito jurídico-político que abarque a todos los vascos y contenga el respeto efectivo a su ser nacional y a la realidad histórica, cultural y lingüística así como el derecho a definir su propio futuro, su articulación interna y su relación externa. Sí. Pero también es el objetivo de EAJ-PNV ser un agente activo de una dinámica de progreso de la sociedad vasca. El progreso que impulsa EAJ-PNV está basado en valores entre los que una sociedad libre, de hombres y mujeres libres, de personas libres es la guía fundamental.

A la sociedad vasca hoy le preocupa la situación económica, le preocupa la subida de los precios, le preocupa acceder a una vivienda y como pagarla. Le preocupa si vamos a ser capaces de mantener el nivel de vida actual –el alto nivel de vida que tenemos hoy los vascos- si la recesión económica –esa que Rz. Zapatero se niega a reconocer- se instala también entre nosotros. Y a nosotros también nos preocupa, porque las preocupaciones de la sociedad vasca son nuestras preocupaciones.

Antes decía construir Nación sí, pero construir Nación para las personas. Ese es nuestro objetivo. Y cuando queremos que sean los vascos los que decidan su futuro, cuando impulsamos iniciativas como la Ley de Consulta, no lo estamos haciendo por un prurito nacionalista, sino para construir esa nación desde la voluntad popular. Lo hacemos para todos los vascos y las vascas, pero sobre todo lo queremos hacer contando con ellos. Y lo hacemos porque queremos que Euskadi sea cada día más libre pero sobre todo más próspera, un mejor lugar para vivir. A lo largo de estos treinta años hemos demostrado que a más autogobierno mayor desarrollo económico y social, a más poder político vasco mejores servicios públicos, que a mayor autonomía financiera, mas creación de empleo y riqueza económica. Y ahora que parece que vienen mal dadas, necesitamos ser menos dependientes de España, necesitamos tener en nuestras manos los instrumentos necesarios para hacer frente a la crisis. Si pensamos que la solución pasa por dejar en manos de Rz. Zapatero y del Gobierno español la lucha contra la crisis económica, pensando que los demás no tenemos que hacer nada y que Rz. Zapatero y el PSOE son capaces de hacerlo, tenemos un negro futuro. Llevan ya cien días del nuevo gobierno y su mayor esfuerzo ha sido negar la evidencia: que había crisis, que todo iba de maravilla. Eso, y hacer que Patxi López llegue a Ajuria-Enea.

Si hoy Euskadi goza de una mejor situación, si vamos a poder hacer frente a las dificultades económicas en una mejor posición que España se debe primero, a los instrumentos de autogobierno que aquí tenemos y, segundo, a que nuestros gobernantes –la mayoría de ellos hombres y mujeres del Partido Nacionalista Vasco- no están pensando en elecciones sino en poner en marcha proyectos, iniciativas y programas que favorezcan la industria, la producción, el empleo (aunque aun no tengamos todas las transferencias), la innovación (aunque la ministra Garmendia diga que a Euskadi no le conviene) la mayor calidad en la sanidad o la solidaridad con los más desfavorecidos (como el complemento a las viudas que, a pesar de ser una competencia del Estado, ha tenido que ser el Gobierno Vasco quien la pusiera en marcha).

Hoy es un día alegre y de felicitaciones para los abertzales, por eso y para no empañar este espíritu no voy a dedicar más que veinte segundos a ETA. Al parecer quería atentar hoy y contra la Ertzaintza. Hoy día grande para los vascos y contra una institución del Pueblo vasco. Si esa es su manera de liberar a Euskadi, no la queremos. ETA nunca debió de nacer y ahora lo único que cabe, por el bien de Euskadi, es que desaparezca mejor hoy que mañana. La Euskadi que ellos provocan es una Euskadi negra, ensangrentada y pretendidamente condicionada a las pistolas. La nuestra es una Euskadi en rojo verde y blanco, abierta, próspera, moderna y libre, esa Nación libre de hombres y mujeres libres, por la que soñó Sabino y han soñado generaciones de abertzales en estos 113 años de historia. En el camino para hacer la Nación que EAJ-PNV propone no sobra ningún compañero de viaje, no hay exclusiones, salvo la de la violencia o el autoritarismo, ni vetos a la libre voluntad de la sociedad vasca. Por ello es por lo que en el horizonte de la construcción nacional vasca para EAJ-PNV, además de otras bases, cobra especial importancia la del compromiso con la práctica de un nacionalismo asentado en una profunda autoexigencia ética y de que sólo por las vías democráticas puede construirse una nación. Empeño, como presidente del EBB, mi palabra en que seguiremos su legado hasta convertir esos sueños en realidad.

Gora Euzkadi Askatuta!!!!!!!!!!

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