El Partido Nacionalista Vasco, como ya reiteró en su discurso de Aberri Eguna, considera inmoral y éticamente reprobable la acción de ETA, que es objetivamente el mayor obstáculo para la construcción nacional vasca. La macabra novedad del último comunicado de ETA es la amenaza personalizada a todos y cada uno de los militantes socialistas. Vaya hacia todos ellos, asi como al resto de personas sometidas a la tiranía del terror, la solidaridad y el abrazo de nuestro partido.
Este comunicado coincide en el tiempo con la polémica surgida en torno a la posible presentación de una moción de censura en el Ayuntamiento de Arrasate. EAJ-PNV hace un llamamiento a la responsabilidad de todos los agentes políticos para gestionar estas cuestiones con responsabilidad e inteligencia, huyendo de protagonismos maximalistas y actuando desde el más amplio consenso posible y velando siempre por el interés de la ciudadanía y la gobernabilidad de las instituciones. Circunstancias que, por cierto, no han concurrido en estos días.
En aras a dar una respuesta serena pero firme al desafío de ETA, EAJ-PNV quiere subrayar que ningún responsable institucional o político de este País debemos permanecer impasibles o mudos ante este nuevo ataque a los derechos humanos, a la convivencia pacífica y a la libre actuación política.
En este sentido, EAJ-PNV exige un pronunciamiento público, nítido y urgente por parte de ANV y de sus cargos electos y políticos en torno a esta grave cuestión, ya que ETA en su comunicado se hace portavoz y supuesto defensor de sus posiciones políticas.
Si esta respuesta no se produce en breve plazo de tiempo, EAJ-PNV presentará mociones en todos aquellos Ayuntamientos en los que haya representantes de ANV solicitando su dimisión por no alcanzar el mínimo ético y moral exigible a un representante democrático.
En caso de que ambas vías resultaren infructuosas, EAJ-PNV muestra su disposición al encuentro con el resto de partidos políticos para impulsar aquellas iniciativas institucionales necesarias sin excluir ninguna medida, desde la reprobación política a la moción de censura, para garantizar que las Instituciones Vascas estén regidas por personas con un inequívoco compromiso ético y democrático.