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Enero 19 | 2008 |
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Bilbao: "Ahora tenemos la posibilidad de que Europa respete en sus decisiones nuestras competencias como regiones"

ALBERTO ABAITUA

Los informes apilados en su mesa revelan la intensa carga de trabajo que Izaskun Bilbao se propone afrontar en un mes inhábil para el Parlamento vasco pero con pocos espacios para la reflexión en su agenda personal. La presidenta de la Cámara autonómica fija la vista en los próximos retos y desvela su valoración sobre la actividad legislativa de los últimos doce meses.

El pasado año finalizó con 14 leyes aprobadas. Parece que a pesar de la bronca política los parlamentarios han hecho los deberes.


Yo no diría que tenemos una legislatura con bronca. Esa apreciación creo que es producto de las imágenes que normalmente son noticia del Parlamento, la anécdota de cada viernes que puede ser más o menos dura, pero la labor va más allá. Comentaba la mayor producción legislativa, pero hay un montón de asuntos que se han visto en este periodo que han sido aprobados por unanimidad de los grupos, y eso no es noticia. En un Parlamento que ha vivido situaciones muy conflictivas y muy duras en la legislatura anterior, la noticia a destacar serían también estos acuerdos. En este sentido, quiero agradecer el esfuerzo y la labor de los grupos parlamentarios para llegar al consenso. Eso permite aprobar esa producción legislativa y debatir cada viernes diferentes asuntos, hasta el punto de que hemos podido cerrar este periodo de sesiones con todos los asuntos de pleno resueltos, todos aquellos que ya estaban con posibilidades de ser debatidos. Considero que es una legislatura más tranquila que otras y eso se ha traducido en una mayor eficacia.

¿Cree que el ritmo de leyes aprobadas se verá trastocado este año al celebrarse elecciones generales?

Todavía hay leyes y planes importantes que hacer. La existencia de unas elecciones no debería influir en absoluto, porque los comicios se celebran cada cuatro años pero la realidad de Euskadi continúa. Dentro de las leyes y los proyectos que tenemos para ejecutar este año figuran dos asuntos importantes dentro del cumplimiento del programa de la Ponencia de Víctimas del Terrorismo, una es la escultura aprobada ya de Cristina Iglesias, que inauguraremos en los próximos meses, y la celebración de una exposición dedicada a las víctimas.

¿Influirá en la labor parlamentaria que la consulta popular anunciada por el lehendakari planee sobre la escena política vasca?

No lo sé. Mi teoría al respecto es que el lehendakari ofreció al presidente Zapatero una posibilidad de negociar, de acordar, una vía que en mi opinión no está cerrada y por tanto creo que habría que retomar ese camino de diálogo y negociación. Y en ese primer paso me voy a quedar, porque todavía no ha sido desarrollado y no ha alcanzado su fin.

El año pasado finalizó con su nombramiento como presidenta de la Conferencia de Asambleas Legislativas Regionales de Europa (CALRE). ¿Cómo valora y afronta esta distinción?

La valoración no puede ser más que positiva, porque la Presidencia otorgada al Parlamento vasco fue por la unanimidad de los miembros que acudieron al encuentro de Berlín. Como institución es muy positivo y nos va a permitir trabajar en el ámbito europeo en un momento en el que Europa está viviendo un momento de reflexión interesante. Representar a 74 parlamentos europeos desde el Parlamento vasco, cumplir con un programa que fue presentado ante todos estos parlamentos de cara a consolidar estas cámaras hacia Europa y trabajar para que las regiones sean tenidas en cuenta son unos retos importantes para esta institución y para Euskadi. Por otro lado, para mí es un elemento de satisfacción ser la primera mujer presidenta de la CALRE. En ese sentido, asumimos en el plenario del año pasado una propuesta para trabajar desde todos los ámbitos regionales en la necesidad de avanzar en la igualdad de hombres y mujeres. 15 años de trabajo parlamentario nos da un diagnóstico de que todavía en Europa no hemos alcanzado esa plena igualdad. Esa declaración fue aprobada en el plenario de Berlín y tuvo su origen en el Parlamento vasco.

En su nombramiento, declaró que el incremento del papel institucional de las regiones en Europa supondría una "garantía de mayor eficacia" para las políticas públicas. ¿En qué se basa para trasladar esta afirmación?

El esquema que planteamos a nivel europeo es el mismo desde el que estamos trabajando en el Parlamento vasco. Vemos que la mayor cercanía de las instituciones hacia la ciudadanía normalmente otorga una mayor legitimidad a la institución. Estamos trabajando mucho a través de los servicios tecnológicos para acercar la institución a la ciudadanía y observamos que la sociedad demanda a las instituciones más cercanas una respuesta más inmediata a sus problemas. Las instituciones que no están dispuestas a acercarse van perdiendo cada vez más legitimidad y creo que tenemos que hacer dos apuestas: abrir las instituciones y ser capaces de compartir el poder que tenemos con la ciudadanía. Esto en el ámbito más cercano, pero en la historia europea de los últimos tiempos vemos intentos para que ocurra algo parecido. La ciudadanía europea percibe las instituciones europeas con lejanía. La manera más natural y más eficaz para acercar estas instituciones es a través de las regiones. Hay una Carta de Democracia Local, que fue aprobada en Europa, que hace esta reflexión. En este momento hay otro debate sobre la Carta de Democracia Regional, que supone reforzar la presencia de las regiones como un nivel más cercano hacia las instituciones europeas. Creo que ése es el desarrollo del futuro.

¿Esta aspiración no contradice las actuales tendencias globalizadoras?

Creo que son cosas diferentes. La globalización supone, en gran medida, acercar en todos los niveles del mundo sin que haya distancias. No creo que exista una contradicción porque el interés de lo global es trabajar desde lo local, desde lo más cercano. Por otra parte, si que hay en Europa dos almas que están conviviendo: los países que piensan que la fuerza la tiene que aglutinar el Estado y el alma que cree que tiene que haber una mayor descentralización regional. Ésas son las almas que conviven y las que, precisamente, están incidiendo en la aprobación o no de la Carta de Democracia Regional. Creo que la descentralización convive perfectamente con la globalización. De hecho, en el Tratado de Lisboa se otorga un mayor papel a los ámbitos regionales, aunque como sucede con todos los cambios cuesta un poco.

¿En qué medida van a repercutir estas políticas en beneficio de la ciudadanía vasca?

En la medida en que nosotros que tenemos competencias propias tengamos también la posibilidad de hacer oír nuestra voz de una manera directa. Estos es lo que los 74 parlamentos europeos pedían en la declaración que aprobamos en Berlín. Desde los ámbitos parlamentarios con competencias legislativas podemos, en primer lugar, disponer de toda la información que se debate en este ámbito europeo; en segunda lugar, la posibilidad de hacer aportaciones y de que las decisiones que se tomen en Europa tengan en cuenta y respeten las competencias que tenemos como regiones.

¿Ha aprovechado esta coyuntura para acercar de primera mano a Europa la realidad de Euskadi?

Por supuesto, dentro de los ámbitos de colaboración tenemos la conferencia de presidentes de parlamentos estatales, donde nosotros acudimos a las reuniones jurídicas y tenemos la posibilidad de compartir proyectos, la realidad que podemos vivir en cada región y también la realidad de cada ámbito europeo. En definitiva, son foros que nos permiten intercambiar esta información y conocernos mejor.

En la tarea por acercar la realidad parlamentaria, la Cámara vasca dispone de diferentes iniciativas como el Parlamauto, que recorre diferentes puntos de Euskadi. ¿Plantea nuevos proyectos para este año?

Queremos investigar sobre la multicanalidad, ver la posibilidad de incluir nuestros contenidos sobre los debates parlamentarios en la televisión digital, a través de las televisiones locales, pero también la posibilidad de facilitar las herramientas de participación de las que disponemos en la web del Parlamento (www.parlamento.euskadi.net), también a través de estas televisiones. Es un proyecto novedoso en el que estamos trabajando y nos daría un punto de innovación a la institución.

El futuro de EHAK y el 'caso Atutxa'

La ilegalización de EHAK supondría reactivar las medidas que en su día propiciaron la petición de disolución del grupo de Ezker Abertzalea en el Parlamento vasco, una situación que vivió el antecesor de Izaskun Bilbao en el cargo y que le llevó a los tribunales. De momento, la presidenta prefiere aguardar y ver la evolución de los acontecimientos. "Es verdad que todos llevamos semanas escuchando determinadas informaciones sobre esta materia, pero vamos a esperar -dice Izaskun Bilbao-. Las situaciones no siempre se repiten de forma mimética, por lo que prefiero esperar. El tiempo nos dirá si me encuentro o no en la misma situación". La presidenta del Parlamento considera que el denominado 'caso Atutxa' "está durando demasiado tiempo" y espera que se resuelva lo antes posible. "Además de este caso, tenemos pendiente la causa del lehendakari y de los representantes del PSE. Como parlamentarios que son, esto no beneficia a la institución y tampoco al ámbito político", afirma Bilbao, quien espera recuperar la normalidad para centrarse en lo que "verdaderamente importa al ciudadano".

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