Aberri Eguna, encuentro y compromiso, un largo camino que empezó hace 75 años en Bilbao. Aberri Eguna para hacer Euskadi desde la fuerza tractora de la memoria.
Memoria fértil que significa conciencia colectiva, reconocimiento y justicia para los hombres y mujeres que hace 70 años sacrificaron su propia vida por una Euskadi en paz y en democracia, que convirtieron la derrota militar en la victoria de la dignidad y la democracia.
Aberri Eguna es también tiempo de futuro, tiempo para el trabajo por una sociedad vasca en paz. Tiempo de democracia, de igualdad y justicia, de solidaridad. Tiempo de Nación Vasca democrática.
Los abertzales de EAJ-PNV defendemos el diálogo y la no violencia por convicción ética. Y emociona la sencillez con la que expresara tal sentimiento Sophie Scholl, estudiante alemana víctima de los nazis: «No puedo comprender que haya hombres que estén continuamente en peligro por culpa de otros hombres. No puedo comprenderlo y me parece horrible. No me digas que es por la Patria».
Han pasado ya tres meses desde que ETA golpeó gravemente el proceso de paz. Y en esta coyuntura de aparente impasse, los hombres y mujeres de EAJ-PNV, conscientes de nuestra responsabilidad, hemos ser "facilitadores" en el camino hacia la paz. La violencia no es consecuencia natural del contencioso político y es ética ni políticamente inaceptable. Por eso es urgente, en primer lugar, evitar el debate partidista y centrarse -centrarnos- en construir los acuerdos necesarios en torno al rechazo del terrorismo y a la solidaridad y el apoyo a las víctimas.
En segundo lugar, debemos prepararnos para abordar el final dialogado, una vez que ETA muestre su voluntad inequívoca de poner fin a la actividad violenta.
El camino es: a) cese definitivo de la violencia; b) debate en igualdad democrática para todas las opciones; c) acuerdo y ratificación por la sociedad. Nos emplearemos a fondo en el empeño, con criterios claros, voluntad decidida y sin voluntarismos estériles, con serenidad y valentía. Y con el respaldo de las gentes que apoyan nuestro compromiso con una Euskadi en paz y en pleno desarrollo de las libertades cívicas.
Somos abertzales que trabajamos para profundizar en la personalidad política de Euskadi, para que la voluntad política de la ciudadanía vasca sea respetada.
En el siglo XXI de las sociedades democráticas ya no se aceptan las instituciones rígidas; al contrario, la plurinacionalidad y la diversidad están presentes en el corazón de Europa. La pluralidad no es el problema sino la solución para abordar la articulación de los estados y la mejor cohesión europea.
Nunca nos ha guiado ninguna tentación de uniformización política de esta Euskadi plural en sensibilidades, identidades e instituciones; aspiramos a una Nación Vasca abierta y cohesionada, como son las realidades nacionales del siglo XXI.
Reivindicamos un autogobierno como el definido en la propuesta de Nuevo Estatuto político, un Pacto Político con garantías jurídicas plenas y sistemas de arbitraje bilaterales.
El proyecto nacional de EAJ-PNV incluye la capacidad de alcanzar mayorías en Lizarra, en Irurtzun o en Donibane Lohizune. Es la diversidad interna de la Nación Vasca como valor, de la Nación Vasca abierta al mundo, e integrada en torno a un proyecto compartido. Y el Aberri Eguna es un buen día para ponernos manos a la obra. Así lo haremos las mujeres y hombres del PNV.
La generación de vascos que hizo posible el día de la Patria Vasca nos ha legado un mensaje cargado de futuro. Valgan como reconocimiento estas palabras del lehendakari Agirre:
«El mundo no camina hacia la unificación; cada día en él la diversidad se impone; pero camina, sí, hacia la universalidad. Y éste es nuestro programa: libres todos, conforme a nuestra manera de ser, pero
hermanados con cuantos pueblos de la tierra quieran aportar al acervo de la humanidad lo que ellos tengan más preciado... La libertad individual y social no serán suficientes si el alma nacional de los pueblos no es respetada».