Iñaki Anasagasti
06Enero
2007
06 |
Opinión

UNA INTERESANTE INTERVENCIÓN SOBRE LA EXPERIENCIA POLÍTICA DE HELMUT SCHMIDT

Iñaki Anasagasti
Enero 06 | 2007 |
Opinión

El siguiente artículo es un extracto del texto escrito por Helmut Schmidt, ex canciller alemán, a propósito del congreso del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) celebrado en Mannheim, en el que declinó participar en diciembre de 1995. Es un interesante trabajo sobre la política. Dice así:
Me ha causado cierta sorpresa la invitación a tomar la palabra en este congreso. Y es que dentro de unas semanas cumpliré 77 años, sin embargo, la directiva del partido ha aparcado en una comisión de trabajo propia a los que tienen más de 60 años. Pero casi no contáis tampoco con los jóvenes de menos de 40. Tengo la impresión de que casi todas las posiciones directivas del partido actual están en manos de veteranos de Mayo del 68, de miembros de los jusos (jóvenes socialistas) y de gente del SDS. 

Cuando, en noviembre de 1945, ingresé en el SPD, uno de los millones de mujeres y hombres de la guerra y el cautiverio, a ninguno de los antiguos compañeros y compañeras que esperaban desde 1933 la hora del nuevo comienzo le molestó nuestra juventud carente de tradición. Yo tenía 35 años cuando me enviaron por primera vez al Bundestag, y no había cumplido los 40 cuando tuve la oportunidad de trabajar en el programa de Bad Godesberg bajo la dirección de Willi Eichler ¿pero donde están hoy los jóvenes de nuestro partido? ¿Por qué casi no hay ninguno en la directiva del partido o en la dirección del grupo parlamentario?
Por lo demás, después de la guerra no nos unimos al SPD porque hubiéramos leído el programa del partido. Ni siquiera había programa. Entramos en el partido porque sabíamos que Alemania tenía que cambiar totalmente. Y teníamos la sensación de que con el SPD sería posible, porque tenía el instinto político adecuado. Y demostró tener también el espíritu adecuado. 

Pero, sobre todo, el SPD tenía a Kart Schumacher. En mayo de 1946, en el primer congreso dejó claro a los delegados que se podía manejar la vida con el dogma que había que enfrentarse con la realidad de la vida. “Con los hechos” dijo. 

La situación socioeconómica general es extraordinariamente grave en la actualidad y el desempleo oficialmente es de cuatro millones, pero en realidad de seis…seguirá subiendo. Con esta situación, debería dar gusto actuar como oposición en Bonn. 

Pero para ello necesitáis a los jóvenes. Hace falta un temperamento juvenil para hostigar con fuerza, con ingenio, con causticidad y con reflejos a los ministros de este fabuloso Gobierno de Kohl. Sólo un joven no temerá el que le acaben colgando un mote despectivo. Yo soporté perfectamente el nombre de Schmidt-Schmauze (Bocazas). No es bueno para nosotros que los atacantes más eficaces se llamen Gysi o Joschka Fischer. 

Eso no significa en absoluto que la dirección también tenga que estar en manos de los jóvenes. La dirección de la oposición debe correr a cargo de los hombres y mujeres expertos y maduros del grupo parlamentario del Bundestag. Franz-Josef Strauss intentó liderar la oposición contra mí desde la capital regional de Munich. Aquel intentó fracasó. Y tampoco ahora se pide dirigir la oposición desde las capitales regionales de Saarbrücken o Hannover, ese intento fracasará igualmente. 

Somos un Estado parlamentario: Willy Brandt y yo mismo accedimos a la Cancillería a través de nuestro trabajo en Bonn, elegidos por el grupo parlamentario del Bundestag. Quien quiera dirigir la oposición tiene que arriesgarse a una votación en el Bundestag y dejar su situación dominante en su terruño. Al fin y al cabo, son los miembros del Bundestag, quienes tienen que elegir al Canciller. 

Una mal llamada troika dispersa por todo el territorio federal no puede dirigir nuestro grupo parlamentario, y menos todavía cuando la discusión entre estas tres personas se lleva a cabo en gran medida mediante entrevistas públicas que incluyen puñaladas traperas. 

Erich Ollenhauer, Herbert Wehner, Edwin Scöttle, Carlo Schmind y Fritz Erler tenían caracteres y temperamentos muy distintos. Pero se guardaron para sí sus diferencias de opinión y sus debates y dirigieron la oposición en común en el Bundestag. Cuando en 1961 y 1966 propusimos a Willy Brandt como candidato para el cargo de Canciller, ninguno de los otros dio a entender que en realidad él habría sido mejor. 

Entonces estuvimos 16 años en el Gobierno, y los últimos 13 tuvimos la presidencia del mismo. Bien sabe Díos que Willy, Herbert y yo teníamos caracteres muy distintos y teníamos opiniones diferentes sobre muchos problemas. Pero, con una única excepción, nos mantuvimos unidos durante 13 años cuando se trataba de luchar por el bien y por los intereses de los alemanes. 

Y siempre supimos que si nuestra política servía a los intereses del país, también servía a los intereses del SPD. Por eso ganamos cuatro elecciones parlamentarias entre 1969 y 1980, siempre con un 40% largo. El núcleo amplio y firme de los trabajadores, una buena parte del centro burgués y el núcleo amplio y firme de los miembros del SPD confiaban en nuestra dirección y esa confianza se irradiaba a los electores.
Naturalmente, en los 130 años de historia de nuestro partido ha habido rivalidades en muchas ocasiones. Eso seguirá siendo así en el futuro: la democracia parlamentaria es un mercado competitivo. Cada cuatro años deciden los votantes; cada dos años los delegados al congreso y algo similar ocurre con el grupo parlamentario. Naturalmente, el deseo de notoriedad y la ambición son impulsos importantes en ese sentido. Pero la ambición no tiene que consistir en hacer carrera, sino en resolver la tarea mejor que lo han hecho otros, sobre todo en el Gobierno de Bonn. 

La ambición no debe encauzarse a fabricar nuevos papeles sino en ver y escuchar lo que dice el pueblo, como dice Lutero. Y a decirle la verdad al pueblo, decirle claramente y de forma comprensible que vamos a luchar contra las crisis y explicarle cómo vamos a hacerlo. Y decirle al pueblo lo que no se puede hacer. El pueblo está más que harto de ilusiones y utopías. Hace tiempo que sabe que Alemania está experimentando un profundo cambio socioeconómico. No quiere nuevas promesas increíbles, como el seguro de asistencia domiciliaria o las plazas de guardería para todos los niños. 

Para decir esas verdades se necesita la virtud de la valentía. Y como hace falta todo un equipo para ello, se necesita la virtud de la solidaridad. La solidaridad no es sólo un valor sobre el papel. La solidaridad nade tiene que ver con el principio de que una mano lava la otra. La solidaridad se refiere al apoyo mutuo entre todos, y no a una ayuda mutua practicada exclusivamente en el círculo de Francfort o en el círculo de Seeheim. 

Para la virtud de la verdad se necesita la virtud de la razón y la inteligencia. No se vota a un partido nacional que promete cosas poco razonables. Nos votarán si somos creíbles. Si somos fiables y predecibles. Si somos coherentes con nosotros mismos. La gente quiere poder confiar en nosotros. Por ejemplo, no podemos ratificar Maastricht ayer y ahora arrojar graves dudas sobre el núcleo de este tratado europeo.
Si nosotros mismos hacemos que fracase la moneda común, estaremos cercenando el orden de paz europeo del siglo XXI. Porque la paz en nuestro pequeño continente vive del avance de la integración europea y de la atracción que ejerce. 

El avance de la integración europea va en el interés más elemental del pueblo alemán. Eso lo sabía Adenauer, los sabían Brandt y Schmidt, lo sabe Hohl, Y yo te digo a ti, Rudolf, y a ti, Gerhard Schröder, también vosotros tenéis que saberlo y tenerlo en cuenta. Solo os tendréis en pie si os apoyáis en los hombros de quienes moldearon la realidad alemana antes de vosotros. Y debéis ocuparos – aquí incluyo a Heidi Wieczorek- de la amistad con Francia, el bien más preciado que hemos ganado en el siglo XX, y de la buena vecindad con Polonia. 

El SPD siempre fue un partido internacionalista, mucho más que cualquier otro partido alemán. En cambio, algunas de las entrevistas actuales son provincianas y antieuropeas. 

Algunos de los documentos solo llaman la atención por lo que no quieren hacer para ayudar a las Naciones Unidas y para lograr la paz. A veces hay que avergonzarse cuando los socialdemócratas no están dispuestos a hacer lo que exigen a otros. A Anuar el Sadat y a Isaac Rabin ya no les podéis preguntar; preguntar al menos a Hans Koschrick. 

También hace falta valor para corregir las propias opiniones equivocadas. Pero el oportunismo, la soberbia y la egolatría son negativas y pueden convertirse incluso en pecados mortales para un político. Pero si alguien no tiene el suficiente valor personal, que al menos se refugie en la virtud secundaria de la disciplina. Por lo demás, para Adolf Schmidt y los primeros la disciplina y la solidaridad siempre fueron juntas.
Volviendo al principio, después de 13 años de Khol – en 1998 serán 16 años, un año más de lo que profetizó Herbert Wehner, después de tanto tiempo de Gobierno conservador, existe una erosión de nuestras bases económicas. Si nuestra economía no vuelve a ser totalmente sólida, tendremos que contar con un desempleo aun mayor. Entonces también se vendrá abajo la política medioambiental. Por eso no podemos seguir aplazando la gran iniciativa de renovación hasta tener el agua al cuello. La iniciativa se compone de cien iniciativas individuales concretas, compresibles y evidentes, no de innumerables resoluciones de documentos. 

Nuestra primera pregunta, nunca deber ser, ¿qué gano yo con ello?, sino, qué gana nuestro país. Y solo después viene la segunda pregunta, ¿que opinan de ellos los funcionarios del partido? Y entonces viene la tercera pregunta, ¿cómo puedo convencerlos? 

Los jóvenes actuales no son menos críticos de lo que eran hace 25 años los de Mayo del 68 pero apenas creen en ideologías y teorías. Son objetivos y desapasionados. Están preparados para la vida. Solo os seguirán si podéis demostrarles que los socialdemócratas somos efectivamente los modernos renovadores de Alemania.

PREGUNTA AL GOBIERNO SOBRE LA SARTA DE INSULTOS AL GOBIERNO VASCO DELANTE DE FELIPE DE BORBÓN Y LA CURIOSA RESPUESTA DEL GOBIERNO


PREGUNTA


El pasado miércoles 4 de octubre Felipe de Borbón intervino en la Universidad de Georgetown pronunciando una conferencia como parte del programa de visita oficial a Washington. 

Felipe de Borbón en ese mismo acto asistió a la conferencia de Stanley Payne en la Cátedra Príncipe de Asturias sobre “La España del siglo XXI: logros y retos”, donde afirmó que “en el País Vasco no se respetan los derechos de los ciudadanos como en el resto de España”. “Hay un problema de abandono de los ciudadanos del País Vasco. El gobierno del nacionalismo radical, en varios aspectos, restringe los derechos. Este cinismo es un gran problema”. 

También este hispanista afirmó, en los Estados Unidos, un país presidido por un miembro del partido republicano que, “quien defienda la República en España merece estar en un manicomio”. ¿Y en Estados Unidos, que combatió a la monarquía inglesa en el siglo XIX? 

No es comprensible que Felipe de Borbón aplaudiera esta intervención y no se levantara ante acusaciones tan graves, tan sin fundamento y tan antidemocráticas dichas además en una Cátedra que se llama “Príncipe de Asturias” y que está sufragada con dinero público de los presupuestos generales del estado. 

¿Es esta la política que tiene la secretaría de Felipe de Borbón para ir haciendo amigos en el mundo? ¿Es normal que Felipe de Borbón asista a conferencias de personas tan exaltadas? ¿Piensa mantener esta práctica? 

Por estas razones, este senador pregunta al Gobierno si piensa mostrar su desagrado a Felipe de Borbón por esta sarta de insultos al Gobierno Vasco y por esta inexplicable sesión de monarquismo trasnochado que para afirmarse necesita denigrar de un sistema respetable que llegó a España de la mano del voto popular. ¿Piensa el Gobierno solicitar el cese del responsable de la secretaría de Felipe de Borbón cuyo sueldo se paga con dinero público aprobado en los presupuestos, por organizarle al Príncipe de Asturias semejantes actos académicos centrados en el insulto a personas e instituciones del estado?

Palacio del Senado, 10 de octubre de 2006

RESPUESTA DEL GOBIERNO

El desplazamiento de S.A.R. el Príncipe de Asturias a Washington tenía por objeto asistir en viaje oficial a los actos con motivo del Mes de la Herencia Hispana en Estados Unidos. Entre ellos, figuraba en su programa la visita a la Universidad de Georgetown, en cuyo marco asistió a la Conferencia por la que se interesa Su Señoría. Es preciso señalar que, no sólo en esta ocasión, sino en todas aquéllas a las que asiste en el contexto de su relación continua con una sociedad diversa y plural, dentro de la diversidad de su agenda, no conocía previamente el contenido de la misma, ni tampoco le corresponde asumir o no sus postulados, la expresión con la que se desarrollan o las declaraciones que consecutivamente puedan o no formularse ante los medios presentes. 

La cátedra Príncipe de Asturias está regulada por el Acuerdo suscrito entre el Ministerio de Educación y Cultura, la Universidad de Georgetown y ENDESA de fecha 23 de marzo de 1999 y el Acuerdo revisado de 19 de julio de 2005, que convoca concurso para la provisión de la Cátedra Príncipe de Asturias de la Universidad de Georgetown. En todo caso, la Casa de SM el Rey nunca ha hecho aportación alguna a la Cátedra Príncipe Felipe.

Madrid, 24 de noviembre de 2006


MIS DIEZ REFLEXIONES ANTE LA BOMBA DE ETA EN BARAJAS 

La bomba de ETA en Barajas del sábado 30 de diciembre, me produce estas reflexiones: 

1.- No se ha podido llevar peor este proceso de paz por parte de Rodríguez Zapatero. Parlamentarizar un alto al fuego definitivo, una rendición sui géneris, que eso es lo que era y debería haber sido, permitiendo todo lo que ha permitido (manifestaciones, kale borroka, ruedas de prensa diarias, quema de autobuses, robo de pistolas), es de nota. 

2.- Toda las balandronadas de la gente de Batasuna, todos sus desplantes, el echar todas las culpas a los demás manteniendo un gran silencio y justificación ante la kale borroka, expresan mejor que nada una situación de dependencia: ETA no les tiene en cuenta para nada y ellos solo actúan en función de lo que ETA les deje. Anoeta visto así ha sido un camelo. 

3.- Los medios de comunicación no han ayudado a nada y han jugado un papel perturbador. Han dado un protagonismo excesivo al mundo de la violencia que ha hecho que día a día se hayan ido envalentonando y al final la espiral se bloqueó y explotó. 

4.- Está claro que no hay un liderazgo moral en ese mundo de la izquierda radical que no es abertzale. ETA manda y dirige un cotarro totalitario según el cual o les das la razón en todo o rompen la baraja. Que quede claro para futuras y ojalá prontas experiencias. 

Lo que hemos visto de salvaje en la actuación de Txapote y de Agirre en la jaula de cristal ejercitando una violencia primitiva, la huelga de hambre hasta las últimas consecuencias de Iñaki de Juana, el intento de quemar vivos a dos policías, su insensibilidad ante el dolor ajeno, nos ilustran que estamos ante gente que no son como usted y como yo. Ese mundo es otra cosa. Y el Gobierno ha actuado ingenuamente y bobaliconamente ante ellos. ¿Se acuerdan cuando decían los socialistas que había que eliminar los escoltas? Menos mal que Balza es mucho más inteligente que todos estos aficionados. 

5.- Cuesta creer que se rompa nuestra teoría de que no tiene que haber ni vencedores ni vencidos. Pero uno se queda perplejo con esta gente totalitaria y fanática que o les das la razón en todo o ponen 500 kilos de explosivos en una bomba en Barajas. Ante esto ¿Qué se puede hacer? Desde luego no reírles las gracias y no hacerles ni caso mientras no se lo tomen en serio. 

6.- Yo si estuviera en el lugar de Zapatero, hubiera cesado fulminantemente tras la bomba a Pérez Rubalcaba y al Jefe del CNI. Le han hecho hacer un ridículo espantoso. Cuando él hablaba en Moncloa de que la cosa iba bien, y el año que viene estaría mejor, los de ETA estaban poniendo la bomba en Barajas.
7.- Otegi, Barrena, Permach, y toda esa cuadrilla de cantamañanas, a pesar de lo que digan, no tienen nada que ver con Gerry Adams y Alec McGuiness. Lo mismo que el cura Alec Reid que el pobre no se entera de lo que pasa aquí ni de lejos. ¿Porqué son tan irresponsables, inmaduros, carentes de personalidad e imbéciles, los dirigentes de Batasuna en haber desaprovechado una ocasión única gracias a Zapatero, para que entraran en las elecciones?, ¿Son tan tontos que creen que con el PP van a estar en mejor situación?
9.- ¿Por qué se les ha justificado todo, como robar pistolas, tratar de quemar vivos a policía, calcinar autobuses, intimidar al personal a cuenta de esa bobada repetida de que esto va a ser largo, duro y difícil?
10.- Alguien tras esto, que ojalá se renueve pronto, terminará dándose cuenta de una vez por todas, que estamos ante totalitarios, sin alma, que de abertzales no tienen absolutamente nada y que solo quieren imponer sus fascistas puntos de vista. ¿Dejará alguno de ser tan ingenuo? 

Finalmente y aunque suene pedante, todo esto lo vengo diciendo desde aquella majadería supina de Zapatero de Parlamentarizar en marzo todo el proceso sin tener los cabos atados. Lo llevo escribiendo desde entonces, casi diariamente y se lo dije personalmente al propio Zapatero y a Alfredo Pérez Rubalcaba. Desgraciadamente a ciertas gentes no les gusta escuchar que les digan lo que es evidente. Y evidente es que ETA nunca tomó la decisión de dejar las armas.

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