Bonito partido el del miércoles. Buena entrada, magnífico resultado contra Serbia, cuatro a cero, excelente ambiente, jugadas bien armadas, dos paradones espectaculares y un mentís a toda la polémica previa entre la Federación, Esait y los jugadores, algunos de ellos con propuestas relamente increíbles.
Cuando hay un himno aprobado por el Parlamento Vasco por ley que sonó en San Mamés, proponen un cambio, así como el del nombre de la Selección de Euzkadi por Selección de Euskal Herria. ¿Eso es todo?. ¡Vamos hombre!.
Y es que una de las características de la forma de actuar de Batasuna es la de creer que son poseedores absolutos de la verdad. Ellos son la medida del abertzalismo. Antes que ellos, no hubo nada y, si por casualidad, logran su objetivo, gracias a los demás, te desplazan automáticamente. No tienen pues interiorizado lo que son los comportamientos democráticos en una sociedad abierta y de valores.
Digo esto porque me dio una pena inmensa escucharle a Tiko el sábado leer el manifiesto que habían preparado los de Esait y arremeter contra los símbolos de lo que ha sido fundamentalmente una reivindicación del EAJ-PNV. Si, del Partido Nacionalista Vasco. No de Batasuna. Afortunadamente Clemente tuvo el cuajo de ponerles en su sitio. Y lo ha hecho muy bien.
No hay duda, aunque con Batasuna nunca se sabe, que Javier Clemente es nacionalista. Y un nacionalista comprometido que además lo pregona y cuyo pregón le ha traído más de un quebradero de cabeza. Pues bien. Clemente ha tildado de “cuadrillita” a estos hooligans, a estos ultra sur del falso abertzalismo.
“Lo que ha hecho Esait –ha comentado Javier Clemente- es impropio. La Federación Vasca organiza al equipo de Euzkadi porque esta selección nació con una idea: ir cogiendo experiencia por si, algún día, conseguimos la independencia y tenemos derecho a jugar competiciones oficiales. En definitiva. Para estar preparados. Y también para recaudar fondos para ayudar al fútbol modesto vasco. Mucha gente a favor de la independencia no opina igual que Esait. ¿Acaso esta cuadrillita puede darle lecciones sobre Euzkadi a Iribar?. Es una locura”.
El miércoles no estuvieron en San Mamés. Pero San Mamés se llenó y además se enarbolaron pancartas solicitando una Selección Vasca. Las cosas se pueden hacer sin llevarlas a extremos tan inasumibles. Pero es esa la política de Batasuna, no de la gente que quiere que se logren las cosas por las que se lucha.
Si supieran algo de historia, que Batasuna oculta beligerantemente, sabrían que la reivindicación de las Selecciones Vascas surge de Juventud Vasca de Bilbao a principios del siglo XX. Tan es así, que Manuel Aznar, el abuelo de José María, en su etapa de activista radical de esta plataforma del PNV lo escribía y exaltaba. No han descubierto pues, los de Esait ni los de Batasuna, el Mediterráneo con esta demanda. Hace 80 años que está enunciada.
Se quejan los de Esait que el partido Euzkadi-Serbia no tenía sentido mientras no se trabaje a favor de la oficialidad vasca. No se cómo se atreven a decir esto, de no ser que estén cabreados por no haber sido convocados algunos futbolistas para este partido, porque es muy bonito y valiente decir estas cosas, pero no es justo atribuir falta de interés a un Iribar que les da a esta gente sopas con honda, sobre todo en abertzalismo. ¿Qué quieren?. ¿Que si no se logra lo que reivindicamos hace 80 años ir a Madrid a quemar todos los cajeros automáticos?. ¿O se hace lo que decimos o Kale Borroka?.
Digo esto porque las propuestas que hace Esait para que se reconozca esa oficialidad no pasan por nada revolucionario. Pasan por quitarle el nombre de “Selección de Euzkadi” por la de “Selección de Euskal Herria”. Es decir, la teoría y práctica artera de lo que está haciendo Batasuna.
Consideran que Euzkadi es un nombre circunscrito a la Comunidad Autónoma Vasca cuando es precisamente lo contrario. Existía Euskal Herria en 1895, pero como concepto cultural y lingüístico y tuvo que llegar Sabino Arana para convertir este concepto cultural y lingüístico, que además tenía un partido de gente tibia detrás a los que llamaban los “euskalerriacos” y convertirla en Euzkadi, en la “Euzkadi como Patria de los Vascos”. Con Nabarra y con Iparralde. Decir lo contrario es mentir y, seguir estas propuestas absurdas es seguir la estrategia y práctica de Batasuna de ir quitando todo lo que huela a nacionalismo sabiniano que fue quien primero lanzó el grito de un horizonte de libertad para este pueblo.
Decía DEIA y concretamente Julen Orbegozo: “Los jugadores fueron todavía más concretos a la hora de hacer propuestas: proponen modificar el nombre de la selección “Euzkadi” por el de “Euskal Herria”. Presentar el acontecimiento en los siete herrialdes. Utilizar el euskera y el himno nacional. Según ellos, nadie nos impide dar estos pasos que serían avances en el camino de la oficialidad, un objetivo complicado pero que depende de nuestra voluntad”.
Es decir, actuar en todo lo que sea borrar las actuales señas de identidad, por que no veo yo en estas medidas nada que sirva para que la FIFA reconozca abosulutamente nada sino para cabrear al personal y estar aún peor de lo que estamos.
Es decir. Los de Esait, para mi, se han convertido en una extensión absurda de Batasuna y ya me dirá alguien si con esta compañía se puede logra absolutamente nada serio en los foros internacionales.
Y vuelvo a Tiko. Es nabarro. Su tío, Martínez Rípodas, fue un buen jugador. Tiko tuvo su cuarto de hora de gloria. Sus “Tikonazos” eran verdaderos trallazos. Pero no tiene ni idea de lo que habla cuando se sale del fútbol. Sobre todo cuando siendo nabarro olvida que tras la muerte de Franco la reivindicación más fuerte era aquella de “Nafarroa Euzkadi da”. No “Euskal Herria” Eran tiempos en los que se sabía de lo que se hablaba cuando Nabarra estaba muy cerquita. Más que Araba. Pero llegó Batasuna, nos alejó Nabarra con su violencia y le quitó al viejo reino su posibilidad de llamarse Euzkadi, como la llamaba Manuel de Irujo. ¿Tenían razón Del Burgo y Aizpun cuando decían que Nabarra no es Euzkadi?
Ahora, con estas reivindicaciones pueriles y antipeneuvíticas, van por el mismo camino. Y Tiko y compañía haciendo lo que se denomina en el argot marxista de “compañeros de viaje”. ¡Qué pena!.
Por eso hay que tener las ideas claras y saber que el partido Euzkadi-Serbia fue un magnífico partido. De poder a poder. Y ganó 4-0 Euzkadi.
UN REY CASTELLANO
El domingo 24 de diciembre, el rey de España leyó su acostumbrado mensaje navideño. Pidió sosiego a la clase política. Buena palabra.
Se equivocó cuando dijo que la ley de Dependencia se había aprobado por unanimidad. Sus asesores y redactores de discursos metieron la pata. Ni el PNV ni CiU aprobaron la ley porque invade competencias transferidas y limita la actuación de nuestros gobiernos. Todo un gazapo para un rey de España la noche de Navidad.
Y solo una consideración.
Fue el mensaje de un rey español y para españoles. Cuando en Europa tratamos de que se reconozcan el euskera, el gallego y el catalán. Cuando en el Senado hay sesiones en la Comisión de las Comunidades Autónomas en estos idiomas cooficiales, el rey de España no pronuncia ni un ¡Zorionak!, ni un ¡Bon Nadal!, ni un ¡Boas Festas!.
Es en el fondo, pura coherencia. Se trata de un rey español hablando para españoles y mostrando su exquisita sensibilidad hacia la propia Constitución que consagra la cooficialidad de estas lenguas inmemoriales.
Hizo bien EITB en no transmitir el mensaje.
Pura coherencia.
EL ABUELO DE RAJOY COMPAÑERO DE CASTELAO
Recuerdo cómo Xabier Arzalluz solía contar que le había llamado poderosamente la atención que en un debate preelectoral en la televisión gallega y estando en el set todos los candidatos, Rajoy se había negado a hablar en gallego, participando en el debate en castellano. Aquello, lógicamente, le había causado una mala impresión y recuerdo cómo cuando firmamos el pacto con el PP en la sede del partido en 1996 y fuimos a cenar a un reservado del Jockey, Aznar, Rato, Oreja y Rajoy por el PP y Arzalluz y yo por el PNV, Arzalluz se lo comentó. “Tienes razón, le dijo Rajoy, pero es que yo no se el suficiente gallego para hablarlo en público”. Recuerdo que comentó esto, ante un atento Aznar, diciendo además que su abuelo había sido un activo galleguista. Como lo fue el de Aznar en el PNV.
La vivencia se me había olvidado hasta que le leí a Manuel Rivas en El País una columna hablando de cómo una biografía sobre el abuelo de Rajoy estaba parada en algún almacén. Al poco, el libro se sacó a pasear y Rajoy reivindicó a su abuelo Enrique. Hace quince días en Pontevedra acudió a la presentación del libro sobre Enrique Rajoy Leolup, uno de los más destacados impulsores del Estatuto de Autonomía de Galicia de 1936, cuyos postulados –y aquí está el morbo para algunos- chocan frontalmente con muchos de los argumentos que defiende el jefe del PP.
El volumen, cuyo autor es el historiador Baldomero Cores, hace un exhaustivo repaso de la vida y obra de Rajoy Leolup, abogado nacido en 1882 que desarrolló casi toda su carrera en Santiago de Compostela. Allí fue profesor de Derecho Civil, decano del Colegio de Abogados y, desde 1931, concejal electo en el Ayuntamiento compostelano. Su perfil conservador no le impidió ganarse la simpatía de liberales y galleguistas, con los que sumó fuerzas para redactar un texto estatutario que fue refrendado en las urnas el 28 de junio de 1936, apenas 20 días antes del comienzo de la Guerra Civil. Tras la contienda, el abuelo de Rajoy fue inhabilitado para ejercer cargos públicos y hasta 1952 no fue autorizado a regresar al Decanato, del que estuvo al frente hasta su muerte en 1966. El Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento conserva hoy día los documentos empleados en la preparación del Estatuto, que escondió en la bodega de su casa a pesar del riesgo que suponía ocultar esa información en la dictadura.
Todos esos recuerdos pasaron por la mente de Mariano Rajoy, que en esta oportunidad sí utilizó el gallego para leer algunos pasajes textuales de la obra “Enrique Rajoy Leloup. Un protagonista do autonomismo galego”. El líder popular definió a su abuelo como “un centrista de la época y un independiente contumaz”, y además destacó de él que era “un moderado, un demócrata, un liberal” que creía en el consenso. “Pero por encima de todo –señaló- Rajoy era una gran enamorado de Galicia, un gran autonomista. Creo que si viese la Galicia de hoy estaría orgullos de nuestra autonomía y pensaría, seguro, que todo lo que hizo tenía sentido y valía la pena”.
Para Mariano Rajoy, el gran objetivo de su abuelo fue “la conquista del régimen autonómico” para lo que eran necesarios “unos poderes locales fuertes y bien organizados”.
No tengo elementos de juicio para opinar sobre el abuelo galleguista de Rajoy, pero estoy seguro que, si era como dicen, estaría hoy con el BNG y no con un PP que mantiene un discurso tan rancio sobre las autonomías.
Así como la nieta de Franco se la pasa bailando no estaría nada mal que Rajoy sacara a pasear más a su abuelo. Si la sombra de FAES no fuera tan alargada, seguro que lo haría. Y hasta mejoraría su gallego.
ANTES QUE FELIX ORAA, HAY OTROS
El martes 26, en las instalaciones de Lezama se colocó una placa en homenaje a Félix Oraa, presidente del Athletic desde 1969 a 1973. El rótulo está situado en los bajos de la tribuna Piru Gainza. Al parecer el motivo es que Oraa promovió Lezama, cosa que está muy bien.
Sin embargo, mi recuerdo de Félix Oraa no es precisamente grato.
Con motivo del cuatricentenario de la Fundación de Caracas por Diego de Losada se organizó en aquel país un “Torneo Cuatricentenario” al que acudió el Athletic, el Botafogo, el Peñarol y no se quien más.
Conocedores del hecho el Centro Vasco de Caracas organizó un vistoso recibimiento en el aeropuerto de Maiquetía y allí nos fuimos con txistu, tamboril e ikurriñas.
Llegado el avión y cumplimentados los requisitos de la aduana, le hicimos al Athletic un arco de ikurriñas por el que tenía que pasar. Y Félix Oraa se opuso e impidió que el equipo fuera homenajeado de esta forma. Era el franquismo en estado puro. Iribar todavía lo recuerda.
Posteriormente fue presidente de la Sociedad Bilbaína y todos recordamos aquellas declaraciones machistas justificando el por qué la mujer no podía ser socia de esta entidad.
No critico que se reconozcan los méritos de la gente pero antes que Félix Oraa hay muchas personas de las que nadie se acuerda. Por ejemplo de Manu Sota, que fue presidente del Athletic y que, caído Bilbao, dirigió el equipo de la Selección Vasca por el mundo cuando nadie daba un duro por una causa tan remota y perdida. Por ejemplo, los integrantes de aquella Selección Vasca, por ejemplo el jugador Mandaluniz, por ejemplo el Lehendakari Aguirre que fue Lehendakari y jugador.
Me quedo pues con aquella expresión de Don Manuel de Irujo que decía que todos estos conversos debían ir a la cola porque antes hay mucha gente silenciada por una sublevación militar, silenciada por ser fieles al Gobierno Vasco, y silenciada por ser consecuentes defensores de unos valores.
No me ha gustado lo de Félix Oraa. Antes que él hay muchos más.
EL PREMIO CARLOMAGNO PARA SOLANA
El premio Carlomagno 2007 le será entregado en Aquisgrán a Javier Solana, “por su contribución al proyecto europeo”. Solana es en la actualidad Alto Representante de la diplomacia europea, habiendo sido Secretario General de la OTAN y antes ministro de Cultura, Educación, Exteriores y portavoz del gobierno de Felipe González.
A éste le fue entregado el premio en 1993 y en aquella oportunidad tuvo la deferencia de invitarles a Jordi Pujol y a Xabier Arzalluz a Aquisgrán a aquel acto de entrega. Los dos acudieron. En 1973 se le entregó este Premio a Salvador de Madariaga, tío de Solana y un antinacionalista de tomo y lomo. Como el sobrino.
Ante el premio, sinceramente no creo merezca Solana este reconocimiento europeo.
El PSOE no ha tenido nunca grandes europeístas. No los tuvo en la génesis europea, no los tuvo en el exilio, no los tiene ahora. González con Delors y Khol hicieron bastante por Europa durante sus mandatos, pero no ha habido un corpus de doctrina en este partido que pueda indicar que así como aquella democracia cristiana de la subsidiariedad con Monnet, Schuman, de Gasperi y Adenauer creían en Europa salvo en el caso del socialista europeísta belga Paul Spaak, poco ha habido en ese campo de la acción política en el socialismo europeo y sí grandes defensores del estado nación. Solana uno de ellos.
Todavía se recuerdan los inconvenientes que puso para el referéndum independentista de Montenegro, poner la barrera en el 55% y de cómo ha trabajado para que no se lleve a cabo el referéndum por la autodeterminación del pueblo saharaui. Se ha empleado a fondo. Y eso no es precisamente propio de un buen europeísta.
Además creo que Solana está en esos mundos de Dios rebotado. Salió del gobierno González para ir de Secretario General de la OTAN después de haber dicho “OTAN, de entrada NO”. Luego quiso ser el candidato del PSOE a la alcaldía de Madrid y Zapatero el cortó el paso. Hoy, sin Constitución europea aprobada, Solana es una vieja gloria socialista a la que ya le empiezan a dar premios pero Solana no es Delors y no deja obra sólida hecha sino muchos abrazos. En esta oportunidad no estarán ni Pujol ni Arzalluz, más merecedores a este Premio Carlomagno que el jacobino de Solana sobrino de Madariaga.
ESTO SIGUE MARCHANDO
Toda gallina, cuando pone un huevo, cacarea. Todo político, cuando hace algo por los demás, lo pregona. Bueno, todos no. El Gobierno Vasco o mejor dicho, su departamento de comunicación, cacarea lo que hacen los demás, no las plumas propias y de esta forma el ciudadano vasco no percibe que gracias a una determinada política se logran unas determinadas cosas. Si un médico madrileño tiene que ir a Cuba para decir que Fidel Casto no tiene cáncer, será porque la cacareada sanidad cubana es una auténtica castaña, a pesar de la publicidad existente sobre aquel paraíso marxista.
Pues bien. Este país marcha. Y gracias a que el PNV desde 1980 lo dirige y ahorma las políticas adecuadas para que la actividad económica prospere y los errores se corrijan en la marcha.
Si, ya se, que los superabertzales dicen que eso es sólo gestión, pero es que da la casualidad que tras una gestión que redunde en beneficio del ciudadano está un criterio político. Decir lo contrario es tratar de engañar al personal.
Estos días he ido recopilando datos de buenas noticias, esas buenas noticias que EITB y Deia esconden no vaya a ser que el ciudadano se de cuenta que no sólo del conflicto y del proceso vive el hombre.
“Ibarretxe apuesta por un sistema vasco de I+D para convertir Euzkadi en un referente europeo”. “Donostia cuenta desde diciembre con un nuevo CIC Biomagune que llevará a cabo investigaciones en el ámbito de las bionanotecnologías dirigidas a la prevención de enfermedades como el cáncer o el sida”. “Madrid retirará el recurso ante el Tribunal Constitucional contra la Ley Vasca de Universidades”. “El Gobierno Vasco niega que el 5% de las familias vascas no tenga garantizada una comida diaria”. “El Ministerio de Pesca asigna a Euzkadi ayudas europeas por 51 millones para renovar el sector”. “El Lehendakari defiende la conexión de la Y vasca con la alta velocidad desde Burdeos”. “Fnac desembarca en Bilbao con más ce 230.000 títulos de libros, discos y DVD”. “El puente festivo de diciembre deja los mejores niveles de ocupación hotelera de los últimos años”. “158.161 pensionistas gipuzkoanos cobrarán como mínimo un 2,6% más el próximo año”. “Cinco institutos del País Vasco imparten asignaturas en francés desde este curso”. “Bilbao Turismo recibe la Q de calidad por la atención ofrecida a los habitantes que llegan a la Villa”. “Las llegadas de turistas en cruceros ha aumentado un 24% con el muelle de Getxo”. “Talde, dirigida por J.M. Zalbidegoitia, abrirá por primera vez en 2007 a inversiones de capital riesgo en el extranjero” y “Los ingresos por cotizaciones de la Seguridad Social han crecido este año un 9,3%”.
Son pequeñas ráfagas que no muerden de verdad la información porque lo que lo domina todo es el bendito Proceso. Y eso es parte de la realidad, pero no la realidad. Estas ráfagas de cosas concretas influyen más en los vascos que la continua matraca. O si no que se lo pregunten a los pensionistas.
PREGUNTA AL GOBIERNO SOBRE LA EXTRAÑA VISITA DEL REY A PUTIN Y CONTESTACIÓN DEL GOBIERNO ESPAÑOL
PREGUNTA
Al parecer, y de forma poco institucional, teniendo en cuenta que los presupuestos de la Casa Real se aprueban en las Cortes Generales, lo más que se puede saber de los viajes oficiales que llevan a cabo el Rey D. Juan Carlos I y la Reina Dª Sofía se reducen al discurso que se haya pronunciado en la ocasión, pero poco más. No se transmite de que se ha hablado en determinada reunión, ni que acuerdos se han alcanzado.
El Rey, según la Constitución, en su artículo 56, “es el Jefe del Estado, símbolo de su unidad y permanencia, arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones, asume la más alta representación del Estado español en las relaciones internacionales, especialmente con las naciones de su comunidad histórica, y ejerce las funciones que le atribuyen expresamente la Constitución y las leyes”.
De ahí la siguiente consideración, ¿está la Casa Real obligada por la Constitución a informar a la ciudadanía de los resultados de sus actividades?. Bien es verdad que la Constitución no recoge la obligación de las instituciones a informar veraz y objetivamente de los resultados de las actividades realizadas, pero se sobreentiende (y así se recoge en la Declaración Universal de Derechos Humanos a la que se adhiere la Constitución española) que los ciudadanos tienen derecho a recibir información veraz y objetiva de las instituciones del Estado. Y, siendo tan sólo demócratas, el Rey, como Jefe del Estado, debería transmitir sus actividades ya que lo hace en nombre del Estado, no en nombre particular.
Sin embargo la realidad es bien distinta. Esta interpretación, muy particular, sobre las “obligaciones” de informar de la Casa Real no se corresponden con lo que sucede, lo cual lleva a la conclusión de que las actividades Reales son a veces conocidas, pero no los resultados obtenidos. Y eso no debería ser el funcionamiento democrático de un país serio.
El pasado viernes 25 de agosto apareció en la prensa una fotografía del rey Juan Carlos con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin, como consecuencia de la estancia del Jefe del Estado español en la residencia estival de Sochi donde al parecer el rey ha pasado, en el mes de agosto, unos días de vacaciones dentro de sus larguísimas vacaciones veraniegas.
Al parecer, este tipo de agasajo obedeció según el Sr. Putin a que las relaciones entre España y Rusia están a muy alto nivel. Habida cuenta que la política exterior española no la diseña el rey sino el gobierno, del que el rey es un protagonista más y habida cuenta que Vladimir Putin acaba de estar en España en visita oficial, ¿no ha sido esta la clásica visita de vacaciones del rey, en sus muy largas vacaciones con toda su familia subvencionada por el erario público y donde no ha habido ningún día para ocuparse de los incendios de Galicia o de los problemas de la inmigración ilegal en Canarias?
Por tanto, este senador desea que el gobierno conteste a la siguiente pregunta: ¿Conoce el gobierno si en esa conversación del Rey con el Presidente Putin se habló de los derechos humanos en la región de Chechenia o del continuo cercenamiento de la libertad de expresión en Rusia o de otra cuestión atinente a las relaciones entre los dos países?
Palacio del Senado, 12 de septiembre de 2006
RESPUESTA DEL GOBIERNO
La visita a la que se refiere Su Señoría tiene su origen en la invitación cursada por el Presidente de la Federación Rusa con ocasión de la visita de Estado de éste a España en el pasado mes de febrero. Se encuadra dentro de una actividad habitual por la que dicho mandatario invita a Jefes de Estado extranjeros y líderes políticos en el transcurso del período veraniego, tanto en formato privado, como de reuniones internacionales.
En este caso, la invitación tenía un marco de actos privados que concluyeron el 24 de agosto. En lo que concierne a los contactos mantenidos con el Sr. Putín, mediaron conocimiento del Gobierno y asistencia de los servicios de nuestra Embajada. Concluidos aquellos contactos, S. M. Juan Carlos I viajó a Vologda con carácter estrictamente privado, por lo que no precisó la asistencia antes referida.