Desde el momento en que el pasado 22 de marzo de 2006 ETA declaró la tregua permanente la situación de paz que vive la sociedad vasca responde a una palabra: esperanza. Los jóvenes del mundo, especialmente quienes somos representantes de opciones políticas juveniles, compartimos esa vivencia de esperanza. Además, teniendo presentes las enseñanzas de situaciones similares anteriores, los agentes internacionales expresamos nuestro apoyo a la misma y nuestro ánimo a los participantes en los diversos procesos de solución.
Los procesos de autodeterminación o independencia que hemos deseado o deseamos para nuestros pueblos no son aceptables, en ningún momento ni lugar, si no son en ausencia de violencia. Si la democracia es prerrequisito de la expresión política libre, la paz es también prerrequisito de la verdadera democracia. En este sentido, solicitamos a toda aquella organización que ha ejercido violencia en o sobre la sociedad vasca que suspenda definitivamente dichas actividades. A ETA en especial, pero también a otros agentes violentos o de persecución, le solicitamos una vez más que renuncie a la violencia y apueste de manera decidida por vías políticas. Quien pretenda arrogarse representatividad de la sociedad deberá acatar las decisiones de la misma, sean o no coincidentes con sus postulados.
El llamado “proceso de paz”, por otra parte, requiere de otro proceso paralelo. Quien quiera negar que la sociedad vasca vive un conflicto político podrá hacer un ejercicio de ceguera y sordera. Nosotros, en cambio, queremos reafirmar la condición política del conflicto vasco. Por ello consideramos necesario el “proceso de normalización política” paralelo al anterior, pero suficientemente diferenciados ambos. Si bien ambos se interrelacionan (el conflicto armado no es sino expresión despreciable del conflicto político), la resolución política no puede admitir interferencias de agentes violentos.
Dicho lo antecedente, nosotros representantes de opciones políticas juveniles del mundo queremos expresar nuestro total apoyo a quienes trabajan por la perpetuación de la paz en la sociedad vasca. Estimamos que la resolución del conflicto deberá pivotar sobre los siguientes conceptos: paz, respeto de la voluntad de l@s ciudadan@s vasc@s y reconciliación social. Toda sociedad requiere de líderes que guíen a las soluciones y consideramos que éste es el caso de la sociedad vasca.
A la sociedad vasca, por tanto, mensaje de ánimo y esperanza; a los responsables políticos solicitud de humanidad y responsabilidad; a los agentes violentos exigencia de pasos definitivos hacia la paz.
Euzkadi, 17 de diciembre de 2006