JOSU JON IMAZ<br>
Ante el inicio de diálogo con  ETA
30Junio
2006
30 |
Otros documentos

JOSU JON IMAZ
Ante el inicio de diálogo con ETA

JOSU JON IMAZ<br>
Ante el inicio de diálogo con  ETA
Junio 30 | 2006 |
Otros documentos

EAJ-PNV valora positivamente el anuncio llevado a cabo ayer por el presidente Rodríguez Zapatero para el inicio de las conversaciones con ETA con el fin de alcanzar el final definitivo de la violencia en Euskadi. EAJ-PNV va a apoyar e implicarse en este proceso con la misma vocación con la que ha colaborado en llegar a la situación que hoy vivimos: con responsabilidad y flexibilidad, convicciones claras, talento negociador, diplomacia y humildad. Somos conscientes de la importancia de la tarea que entre todos iniciamos y de la responsabilidad que asumimos. Y lo hacemos con la mirada puesta en un futuro de paz y de normalización política para nuestro pueblo.
Queremos destacar la importancia que para alcanzar esta situación de esperanza ha tenido la madurez de nuestra sociedad. Entre todos hemos abierto el horizonte de una paz justa, en un marco de dignidad y libertad: es una victoria ciudadana, la ocasión para reparar, reconciliar y cohesionar a una sociedad cuyas convicciones democráticas son el principal instrumento de pacificación. La sociedad vasca nos ha lanzado de forma repetida un mensaje muy claro: la paz debemos construirla entre todos, sin dogmatismos ni bloqueos estériles. El Partido Nacionalista Vasco tiene la firme convicción de avanzar en este objetivo. Se nos abre una oportunidad que debemos abordarla desde la cooperación entre todos.

En nuestra Iniciativa de Pacificación y Normalización (Euzkadi Buru Batzar, 10 de octubre de 2005) decíamos que "la Paz no tiene precios políticos, pero la Política puede hacer mucho por la Paz". Este debe ser el marco de juego que debemos explorar las próximas semanas. Hace trece meses negociamos y aprobamos una resolución el Congreso, en la que el Partido Nacionalista Vasco tuvo un papel activo. Una resolución que adoptaba el punto décimo del Pacto de Ajuria Enea, para que el diálogo con ETA para alcanzar el final de la violencia pudiera darse una vez constatada su voluntad inequívoca de poner fin a la misma. Por ello apoyamos firmemente el inicio de este diálogo entre los poderes competentes del Estado y ETA. Cuando apostamos por el final dialogado de la violencia lo hacemos desde la experiencia histórica de que este tipo de conflictos termina en una fase de diálogo y acuerdo, algo bien distinto que conceder a una organización armada un derecho de decisión que sólo compete a los vascos y a las vascas.

Hemos defendido la necesidad de separar el final de la violencia y el del contencioso político. La defendemos desde la convicción de que el contencioso político es la consecuencia de que el actual marco jurídico-político no satisface a una parte muy importante de la ciudadanía vasca, y no la causa que explicaba la persistencia de la violencia. Subrayamos que la paz no debe estar vinculada a proyectos o principios políticos concretos. Porque el respeto a lo que las vascas y vascos decidan es incompatible con la vigilancia o el condicionamiento que pretenda ejercer una organización armada. Los partidos políticos y las instituciones representativas son los únicos encargados de garantizar el carácter democrático del proceso, con la consiguiente negociación resolutiva sin imposiciones, desde el respeto a la pluralidad, situando todos los proyectos en igualdad de condiciones de consecución y depositando en la ciudadanía la última palabra.

Vemos con esperanza la voluntad ayer expresada de respetar aquello que las formaciones políticas vascas y la ciudadanía vasca decida libre y democráticamente sobre su futuro político. Y en este sentido, el Partido Nacionalista Vasco quiere expresar su voluntad de alcanzar, en un contexto de lealtad y sin dogmatismos, un pacto para el ejercicio de la libre decisión y del respeto a la voluntad de los vascos, un pacto que pueda ser compartido por las diferentes sensibilidades políticas de este país.

Un pacto y un acuerdo que descansen sobre la aceptación de las reglas de la democracia. Desde la proclamación del respeto a los marcos institucionales actuales, así como a la posibilidad real de su modificación, lo cual supone aceptar la legitimidad de todas las ideas y proyectos políticos que, siendo respetuosos con los derechos humanos, sean defendidos por vías democráticas. En definitiva, permitir que cualquier proyecto respetuoso con la libertad y los derechos humanos no sólo pueda ser defendido, sino que sea posible materializarlo siempre que cuente con el apoyo social necesario y utilice procedimientos democráticos. Para que ello sea posible, hacemos una apelación expresa a utilizar todas las posibilidades que permite el ordenamiento jurídico, con voluntad de utilizar todas sus virtualidades abiertas y con vocación de no cerrar caminos.

Coincidimos además en que el acuerdo entre las fuerzas políticas vascas sea un acuerdo integrador. Queremos que el respeto a la voluntad democrática de los vascos se conciba como un espacio de encuentro, y lo planteemos de manera que todos lo sientan y reconozcan como un derecho compartido. Respetar la voluntad de los vascos incluye el respeto a los diferentes sentimientos identitarios, tratando de integrarlos en un esquema de pacto y compromiso. Es el reto para los que pretendemos resolver el conflicto histórico-político vasco sin merma para la integración y la cohesión social de nuestro pueblo.

Por ello coincidimos en la necesidad de abrir un diálogo entre los representantes de la voluntad popular con la vista puesta en el objetivo de alcanzar un acuerdo político de amplia base social. Nadie quiere ni debe ser excluido de las grandes decisiones que afectan a la sociedad. Por ello, se requieren soluciones integradoras, articuladas desde la centralidad y el entendimiento.

EAJ-PNV lleva trabajando meses, con otras formaciones políticas, en la preparación de los trabajos de un foro multipartito. Hoy más que nunca, queremos hacer constar nuestro compromiso de participar activamente para llevar a buen término estas tareas y de acordar en un tiempo razonable con el conjunto de formaciones los calendarios, procedimientos y metodologías de una Mesa de Partidos con el objetivo de llegar a acuerdos de amplia base política y social.

Sabin Etxea, a 30 de junio de 2006

COMPARTE