Sé que vivimos en una sociedad mediática y que han bastado ciertos impulsos para ir cambiando del vocabulario político el nombre de Euzkadi, con z o con s, por el de Euskal Herria. El que un mal día HB decidiera decir que el Gobierno Vasco era un Gobierno Vascongado y por tanto decretaron que el nombre del Gobierno de Euzkadi quedaba circunscrito a la Comunidad Autónoma Vasca. Pero eso no se hace sin apoyo de los que asumieron el término Euskal Herria desconociendo a sus padres y abuelos y dando la espalda al término porque era, aparentemente más progre y, ¡oh cielos!, más abertzale que el carlista. Asimismo, hay que decir que se carece de una base educativa nacional vasca, se desconoce el abc de lo que significó la ruptura en 1895 entre el carlismo y lo que se venía que no era otra cosa que el nacionalismo vasco bajo la bandera de Euzkadi. Nunca jamás de Euskal Herria. Para eso estaban los “euskalerriacos” a los que Sabino Arana combatió por tibios y españolistas.
Todos sabemos que la batalla del lenguaje no es algo menor. Si se pierden los nombres se pierden las categorías que los definen y, como en todo, estamos ante una ofensiva que sin estar muy planificada va calando poco a poco. Se le deja el nombre Euzkadi a lo socialistas y los abertzales “de verdad”, según el nuevo cliché, han de utilizar el nombre de Euskal Herria. Es la norma.
Pero todo eso es un gran camelo porque, vamos a ver ¿por qué el franquismo permitió el nombre de Euskal Herria y persiguió ferozmente el de Euzkadi?
¿Por qué nadie se ha puesto a pensar medio segundo en esto? ¿Por qué nuestra gente cuando era fusilada gritaba ¡Gora Euzkadi Azkatuta! y nadie exclamaba jamás lo de Euskal Herria? Alguna razón habría ¿o no?
Desde que se formula como tal, el proyecto político diseñado por Sabino Arana para el País Vasco en 1895, se llama Euzkadi. "Euskotarren Aberria Euzkadi da". Euzkadi es la Patria de los vascos. Euskal Herria es la realidad geográfica, lingüística y cultural que comprende a todos los territorios en los que se habla euskera. Es la tierra del euskera. Pero cuando Sabino Arana acuña la voz Euzkadi, lo hace para dejar claro ante todo el mundo, que ese conjunto de territorios unidos por la lengua, la cultura y una cierta conciencia de comunidad, aspira a convertirse, también, en una realidad político-institucional. Euzkadi es, pues, el nombre con el que se bautiza el proyecto de construcción nacional del País Vasco. Euskal Herria es un hecho lingüístico y cultural. Euzkadi es el proyecto político que aspira a convertir esa realidad lingüística y cultural en una nación dueña de sí misma y con capacidad para decidir su futuro, en sus siete territorios.
Desde entonces, a lo largo de un siglo, ese término ha sido perseguido en Hegoalde por hacer referencia a un proyecto esencialmente contrario a la unidad de España. Por Euzkadi se rompieron la cara los primeros nacionalistas vascos frente a dinásticos y tradicionalistas que sólo reconocían, respectivamente, España y Euskal Herria. Por dar goras a Euzkadi y por repartir octavillas con el nombre de Euzkadi han sido detenidos y torturados muchos vascos. Por Euzkadi lucharon los gudaris en la guerra de 1936, frente a los requetés que reivindicaban Euskal Herria. Por ello, el himno de los gudaris no habla de Euskal Herria, sino de Euzkadi: "Eusko gudariak gara, Euzkadi askatzeko...". A Euzkadi invocaron los nacionalistas fusilados durante la guerra civil y la posguerra.
Cuando ETA nació, incorporó a sus siglas un nombre subversivo: Euzkadi. Euskal Herria estaba permitido por el franquismo, porque era una expresión cultural, inofensiva. Euzkadi, no. Era una voz prohibida. Y durante las oscuras décadas del franquismo, Euzkadi fue el eje en torno al cual confluyeron resistentes, poetas, mendigoixales, utópicos y los militantes de todo pelaje que se dieron cita en la lucha contra el franquismo.
• "Gu gara Euzkadiko gaztedi berria..."
• "Euskalduna naiz eta, Euzkadi dut maite, hargatik kartzelara eramaten naute"
• "Gora Euzkadi, bizi bedi, Gora Sabino Arana Goiri"
****
Por eso, la censura franquista, permitía -e incluso animaba- el uso de Euskal Herria y prohibía el término Euzkadi. En 1973, un censor establecía la diferencia entre Euzkadi y Euskal Herria:
"En opinión del lector que suscribe, es preciso fomentar, estimular y ayudar todas aquellas obras en las que aparece la vieja y gloriosa sana palabra Euskal Erria, usada todavía por los auténticos y nobles vascos. Es un criterio que no falla.
NOTA: La diferencia que existe entre decir GORA EUZKADI y GORA EUSKAL ERRIA es la siguiente: GORA EUSKAL ERRIA: Viva España y Vasconia
GORA EUZKADI: Viva y fuera España"
(Ver Joan Mari Torrealdai: La Censura de Franco y el tema vasco, pág. 89)
****
No es de extrañar, por ello, que cuando a Carlos Merino, responsable de Fuerza Nueva de Bilbao, le preguntaban por Euzkadi, respondiese:
"¡Euskadi no existe! En todo caso podríamos admitir Euskal Herria; ese es el nombre correcto"
(Revista Punto y Hora de 26 de abril a 3 de mayo de 1979)
****
Ahora, a la Izquierda Abertzale, le parece que el nombre con el que hemos de referirnos al País Vasco, es el nombre que a Fuerza Nueva le parecía correcto; el nombre que, según la censura franquista, significaba "Viva España y Vasconia".
De ahí que no debemos caer en la trampa del lenguaje que nos están tendiendo unos y otros. No en balde nos costó cuarenta años lograr que se pudiera gritar “Gora Euzkadi Azkatuta!” para que ahora un tal Pernando le diga a Sabino Arana que se equivocó.
¿UN GRUPO DE FORAJIDOS?
Iñaki Altuna en Gara y tras la muerte de Jokin Gorostidi trae al recuerdo una declaración de Xabier Arzalluz donde presumiblemente llamó a ETA “grupo de forajidos”.
Altuna valoraba la militancia y el orgullo de Gorostidi por haber pertenecido a ETA. De hecho, frío en su féretro, tenía un jersey con el símbolo de ETA. Y si unos se van al más allá con el hábito de terciario franciscano como se fue al otro mundo Sabino Arana, Jokin Gorostidi se ha ido con una pegatina de ETA que era todo una etiqueta para que no se perdiera en el camino en viaje no precisamente al valle de Josafat sino quizás a la caldera de Pedro Botero y donde posiblemente nos encontraremos todos.
Ya ven. Cada uno es muy libre de organizar su último viaje como le de la gana y Batasuna lo ha hecho de esta manera a uno de los condenados a muerte en el juicio de Burgos.
Pero Altuna no dice en su exégesis que Gorostidi así como Mario Onaindia, Larena, Izko de la Iglesia y demás salvaron la vida tras aquel juicio por dos viejecitos del EAJ-PNV que se fueron a Roma y los muy cureros de ellos presionaron al Vaticano para que el Juicio fuera a puerta abierta a pesar de juzgarse en aquel paquete a dos sacerdotes. Habida cuenta de su condición eclesiástica y en virtud del Concordato, el juicio se tenía que haber hecho a puerta cerrada.
Pero como aquellos dos “insignificantes” políticos del exilio nacionalista hicieron bien su trabajo, Gorostidi y compañía gozaron de un juicio público con corresponsales extranjeros y con audiencia internacional suficiente para haber motorizado a toda la opinión pública internacional, dentro y fuera, y fue tal el escándalo que al final a Franco no le quedó más remedio que conmutarles las penas de muerte. Es decir, Gorostidi ha vivido treinta y pico años de propina gracias a dos ancianos del PNV.
Gorostidi, su mujer Itziar Aizpurua y todos aquellos condenados, jamás agradecieron al PNV, a Leizaola y a Rezola su gestión desinteresada y fundamental. Por eso yo ahora, viéndole a Gorostidi con su pegatina de ETA y a Altuna reivindicando la militancia del fallecido en esta organización, que no era precisamente una ONG, he querido recordar este dato fundamental en la historia reciente de nuestro pueblo.
LA CAUSA DEL PUEBLO VASCO CUMPLE CINCUENTA AÑOS
No “La Causa”, sino el libro de Landaburu, cumple cincuenta años. Fue en 1956, año de la desaparición de Galíndez, y del Congreso Mundial Vasco. Era el mes de mayo y aquellos nacionalistas no veían luz por ninguna parte en el túnel. Todavía faltaban otros veinte años para que aquella dictadura desapareciera y, en el caso de Aguirre y de Landaburu, muy poco para su fallecimiento en el exilio.
El libro de Landaburu fue un alegato democrático a la juventud vasca para que luchara, para que no le sedujeran los cantos de sirena de la violencia, para que vieran en Europa una salida al bloqueo vasco. Es un libro maravilloso y ejemplar. Nada que ver con la revista Cambio de esta semana que edita su hijo Gorka y que da sus premios a los socialistas y a Hugo Chávez. Una cosa es lo que dice en Radio Euzkadi y otra lo que hace nuestro amigo Gorka en cuanto a pluralidad.
Hoy traigo aquí un bello homenaje de Xabier Leizaola, que fue presidente del Consejo de Deia cuando, a su aita, D. Ricardo Leizaola hermano del Lehendakari D. Jesús María Leizaola.
Un buen día me hizo entrega del mismo firmándolo como Lastur. No quería que el hecho de que un hijo hablara de su padre, le quitara importancia a lo que había hecho D. Ricardo que entusiasmado por el libro de Landaburu lo reeditó y pagó la edición. Hoy ya no hay gestos de esta clase.
Reproduzco lo que escribió Xabier Leizaola sobre su aita tomando como pretexto el libro de Landaburu. Decía así:
“La genial iniciativa de D. Ricardo
Por los años cincuenta la Editorial Ekin de Buenos Aires a quien habrá que rendir un día merecido homenaje en la persona de Andrés Irujo distribuía modestamente los primeros ejemplares de la importante obra de Francisco Javier de Landaburu “La Causa del Pueblo Vasco”. En esas fechas Fco. Javier de Landaburu era vicepresidente del Gobierno Vasco en el exilio, residía en París extrañado de su querida Álava con unos medios económicos de pobre exiliado y unas esperanzas de rico humanista. Los pocos fondos mínimos que exigía la Editorial fueron donados por otro compatriota a quien la fortuna había sonreído más, Juanito Olazabal.
Impreso el libro el editor donostiarra Ricardo Leizaola leía en Caracas el recién editado libro de Landaburu y se entusiasmaba con su gece. Aprovechando sus conocimientos de impresor y su posición de ejecutivo en una editorial venezolana editó por su cuenta 10.000 ejemplares de bolsillo que envió gratuitamente a su autor para que este pudiera pasarlos clandestinamente por la “frontera franco española” y distribuirlos en Euzkadi. Numerosas dificultades de largas travesías, infranqueables fronteras y otras adversidades impidieron la rápida difusión de la obra. Esa fue la segunda edición, la clandestina y genial del recientemente fallecido D. Ricardo, hermano del Lehendakari.
En 1978 la Editorial San Miguel editó, por fin en tierra vasca, “La Causa del Pueblo Vasco” de Francisco Javier Landaburu. Lástima que su autor no haya tenido la dicha de disfrutar esta hora de oportunidad en la reafirmación de tantos principios caros al hombre vasco: la verdad, la justicia, la libertad. Si alguien merecía ese goce era Landaburu. Su obra es la expresión de un hombre vasco y universal dispuesto a defender con fe y generosidad la causa del pueblo vasco. LASTUR”
Hoy el libro debería ser reeditado pues conserva toda su frescura y su apuesta de futuro en “La Causa del Pueblo Vasco”. La defendida por EAJ-PNV. La de Sabino Arana. La de Aguirre. La de Landaburu. La de Euzkadi.
IPARRALDE SE MUEVE
Desaparecida o, en camino de desaparecer ETA, las cosas se van a mover mucho más en Iparralde. En tiempos del franquismo aquello fue un “Santuario” no solo de la incipiente ETA y sus comandos y de sus “Anai Arteas” y tropas de refresco sino del nacionalismo histórico. Allí cualquier día se le podía ver en el bar de Etxabe a Don Manuel de Irujo saludándole a Santi Bruard y en Sabin Etxia a Mikel Isasi jugando al mus con Hilario Zubizarreta mientras José Antonio Durañona desde su Agence de la Poste arreglaba viajes y papeles a la gente y cada cierto tiempo reunía en Beyris la Junta Local de Laburdi. Pero aquello no incidía en los vascos continentales como entonces los llamábamos. Había un alcalde en Donibane, Iturralde que algo hacía. Regía el municipio de Sara Paul Dutournier contrabandista y abertzale, en Askain su alcalde había trabajado y vivido en Venezuela y tenía su nacionalismo más activo. Simón Haran, pelotari y fundador de Embata movía el citado grupo pero poco más a pesar de aquel prometedor Aberri Eguna de Sara y de las canciones de Michel Labiguerie. Eso era para nosotros Euzkadi Continental.
Hoy, afortunadamente, esa barrera entre el vasco del sur y del norte se está rompiendo gracias al trabajo de las ikastolas, los cantantes, el ejemplo de lo que ocurre en Euzkadi Sur, las nuevas generaciones, el movimiento de alcaldes y personalidades vascas de Iparralde que hacen política abertzale y se unen para causas comunes.
Cogiendo esta tradición tan interesante, desde Agustín Xaho a Salbador, el alcalde de Sara, Jean Aniotzbehere, señaló en el último número de la revista Lema que comparte “la sensibilidad política de EAJ-PNV”. “Los dirigentes de Hegoalde siempre nos han dicho que si un día los territorios desean aproximarse, debemos dejar que la naturaleza actúe por sí misma, al igual que las instituciones. Lo que no debemos permitir jamás es que estos sentimientos nos lleven a la guerra”, continúa. Además, asegura que “Iparralde debe decidir lo que quiere ser y eso lo tenemos que respetar todos”.
Aniotzbehere recuerda también el surgir de su simpatía hacia el PNV, que nació a raíz de “su política pacifista. La apertura e interés hacia lo que ocurre en el exterior y su consideración hacia otros pueblos”. Por último, asegura que sus hijos y sus nietos son abertzales.
La alcaldesa de Sempere, Marie Christine Bessonart, también hace declaraciones al respecto en esa misma revista. En ellas señala “que EAJ-PNV es el movimiento al que me siento más próxima. Es más útil que nunca respecto al nuevo contexto político abierto, consecuencia de la tregua de ETA”. Respecto al discurso que ese partido está llevando a cabo, afirma que “su moderación es indispensable para avanzar en nuestra causa y evitar el radicalismo de la izquierda abertzale”.
Buenos son estos ejemplos de personas elegidas por los mismos ciudadanos de Iparralde y que opinan sobre como será su futuro y con quienes quieren compartirlo.
UN RELOJ PARADO EN EL TIEMPO Y QUE ATRASA
Uno se entera de cosas. Por ejemplo. El ministro Montilla tiene gente suya en todos los ministerios. Y todos ellos trabajan para el PSC y Catalunya. Otra: Zapatero lee Gara, nunca Deia. Gara representa a Batasuna y Deia a nadie. Otra: Todo el rosario de dirigentes políticos que desfilaron por La Moncloa, salvo Rajoy y Erkoreka, llamaron a Moncloa pidiendo su fotito con el presidente en las escalinatas del Palacio. Zapatero, desde el estupor, se ríe de toda esa gente que le critica en público pero luego pierde el ipurdi pidiendo, sin dignidad ninguna, una foto con el presidente en las escalinatas de palacio.
Por eso ojeo Gara. Y me entero sobre lo que opinan del PNV. Es muy interesante. Porque una cosa son las grandes palabras y otras el día al día. Y ahí va un ejemplo de este viernes. En el más puro estilo de los años 76, con todos los tópicos al uso, escriben lo siguiente:
“El Sr. Zapatero no hace sino representar el papel que le indica la oligarquía española. Dialoga para retrasar lo inevitable. Negocia con la secreta intención de dividir a las fuerzas nacionalistas en su provecho, como ha demostrado el penoso ejemplo catalán.”
“Hace, pues, lo que debe. Y en su hoja de ruta figura la traición del PNV. Sólo así puede asegurarse una mayoría en Euskal Herria que le permita salir del atolladero democrático de respetar la palabra del pueblo. Por eso se halla incómodo el partido jeltzale, pues se sabe “el Judas” del proyecto.”
“Ha terminado el baile de máscaras estatutario y el PNV ha de desvelar por fin su verdadera naturaleza. Soberanía nacional versus mercadería regional. Unas cuantas transferencias a cambio de la renuncia plena y pública a la soberanía vasca. Se acabó el juego del quiero pero ahora no es posible. Resurge pues ya la cuestión de clase, tantas veces eclipsada por la cuestión nacional. De ahí el enfado y la división palpable en los batzokis.”
“El Estado español ha sido llevado al proceso de democratización vasco del morral, gracias a la valentía y resistencia del sector más combativo y consciente de Euskal Herria. Y esa victoria es el espejo de la ignominia jeltzale de los últimos veinticinco años. El estrepitoso fracaso del autonomismo. Los mismos que ya se disponen a pactar con el Estado ocupante su modus vivendi. Y esa mala conciencia intentan acallarla con las porras de Balza en las calles de Euskal Herria. ¡Qué pena!”
“Euskal Herria, está de fiesta. La fiesta de la palabra y de la decisión, de la democracia, en suma, aunque esta decisión sea la propiciada por un vergonzoso pacto PSOE-PNV. Porque será el pueblo quien así lo haya decidido, en su caso. Las fuerzas populares, por el contrario, deben estar ahora más unidas que nunca. Esa unidad popular es la pesadilla de la oligarquía española y del nacionalismo burgués. Es la hora de la democracia y de la autodeterminación. Y esa autodeterminación es, justamente, el porqué de veinticinco años de denodada lucha. El nacionalismo vasco burgués está cavando su tumba política y lo sabe. Se le agota el tiempo. Ya no puede por más tiempo tener un pie en una ladera y el otro en la de enfrente. Es el momento de la decisión. Para todos. Porque es ahora cuando, al fin, se vislumbra aquella reiterada promesa hecha a los gudaris caídos que decía: nuestro mejor homenaje, la victoria.”
Ya ven. Hemos llegado a esta situación no por su rendición ante la evidencia, ni por su inmenso fracaso, sino por “la valentía y resistencia del sector más combativo y consciente de Euskal Herria”.
Lo malo no es que lo escriba Gara y lo predique Batasuna, sino que se lo crean algunos nacionalistas con una autoestima a la altura de la suela del zapato utilizando hasta las mismas palabras que está usando HB para combatirnos y que si pudieran nos fumigarían a la primera de cambio.
Digo y repito. Lean el artículo de Ana Bereziartua. Lean el emplazamiento no contestado de Otegi sobre sus reiteradas mentiras y acusaciones. Reflexionen como un fracaso nos lo quieren vender como un éxito y actúen en consecuencia. O con ésta gente que está con el reloj parado hace treinta años y que además atrasa o con quienes quieren el bienestar de este país y día a día trabajan para hacerlo más fuerte y más libre. Es muy fácil.