Hoy celebramos el Aberri Eguna. Y esta no es una fiesta institucional, sino la fiesta de todos los que creemos que Euskadi es nuestra patria, nuestra nación. Unos lo celebramos aquí, otros en otros puntos de Euskal Herria, y otros mucho, quizás la mayoría, lo celebran en familia en el comedor de sus casas alzando una copa brindando por Euskadi, pasando así la llama de la patria de generación en generación. Y todos los que aquí os encontráis, así como los que lo celebran en sus casas, y quizás quienes lo celebran en una comida especial en una playa del Mediterráneo, deseando celebrar el Aberri Eguna, todos tenemos la patria en el corazón. Somos abertzales.
Aberri Berria
Creemos en la patria que va desde el Adour hasta el Ebro; la nuestra es una patria y una nación que va desde Barkoxe hasta Las Encartaciones. Éste es nuestro proyecto. Y para llevar a cabo este proyecto se creó el Partido Nacionalista Vasco: para la construcción de la nación vasca y para que la nación vasca sea dueña de su futuro. La soberanía, ese es el objetivo de un abertzale, y reivindicar su soberanía es el objetivo del Aberri Eguna, por lo tanto, nuestro objetivo también.
Muchas gracias por llevar ese objetivo en el corazón. Y sobre todo a vosotros, sois maravillosos, porque en vez de ir a las playas de Benidorm, Salou o Cádiz habéis venido aquí, a la Plaza Nueva de Bilbao, ya que lleváis la patria en el corazón. Tenéis un gran mérito: fieles a la cita, manteniendo vuestro compromiso con la patria, reivindicando la soberanía y proclamando el grito que sale de nuestros corazones, de lo más hondo de nuestros corazones: ¡Viva Euskadi Libre! Eses el el objetivo de un abertzale, y ese es el objetivo del Aberri Eguna.
Ya veis cual es el lema de este año: Una Nueva Patria. Tenemos una nueva patria, una patria que tiene las miras puestas en el futuro, somos un partido que analiza y mira lo que sucede en todo el mundo y actualiza nuestro proyecto de patria a los nuevos tiempos. Representamos a un proyecto moderno e innovador, y como vivimos nuevos tiempos, vivimos tiempos llenos de esperanza, por ello hemos elegido ese lema para la edición del Aberri Eguna de este año. No obstante, para hacer una nueva patria resulta necesario también mirar al pasado, para saber de dónde venimos, puesto que nuestro recorrido no ha comenzado con nosotros, no ha comenzado con vosotros ni con nosotros, ya que somos gestores de un patrimonio. Hemos tomado un proyecto y nos hemos puesto manos a la obra, y daremos un nuevo paso en el proyecto de patria, y cuando nos toque irnos a casa pasaremos el testigo a otros, para que el proyecto siga adelante. Por ello, quiero recordar que hoy nos encontramos en el año de los recuerdos, puesto que nos sentimos orgullosos de nuestra historia. Y este año, queremos recordar al menos cinco épocas, cinco momentos especiales, que han sido importantes en la historia de nuestra patria y que son indicadores del compromiso del Partido Nacionalista Vasco con este pueblo.
En primer lugar: celebramos el 75º Aberri Eguna. Hace ahora 74 años también vino gente a Bilbao para celebrar el primer Aberri Eguna. Las calles de Bilbao se llenaron de abertzales; algunos llegaron en barco, otros en tren y otros por el monte. Es bonito recordar lo que se publicó aquellos días en el periódico "Euzkadi", en el que le preguntan a un arrantzale de Bermeo: ¿Y va a ir usted mañana a Bilbao? Y responde: Mañana, o ahogar o a Bilbao" ("Bihar ito ala Bilbora"). Nosotros somos los descendientes de aquellos vascos, y celebramos orgullosos el Aberri Eguna.
Razones para sentirnos orgullosos
El segundo momento memoriable: este año se cumple el 25º aniversario de la muerte de Manuel de Irujo. Nosotros somos discípulos de sus valores. El 10 de agosto de 1938 Manuel de Irujo presentó su dimisión debido a que no quería firmar como Ministro de Justicia la pena de muerte, aun siendo época de guerra. Esos vascos son nuestros predecesores. Hemos querido hacer nuestros sus valores: la defensa de los derechos humanos, el nacionalismo, europeísmo. Somos los discípulos de esos vascos, y los miembros del Partido Nacionalista Vasco nos sentimos orgullosos.
Por otro lado, también este año se cumplen 50 años de la desaparición de Galindez en el metro de New York. Galindez era el representante del Gobierno Vasco en New York, colaborador del lehendakari Agirre y en su tesis doctoral se encontraba analizando el sistema de tortura y masacre del dictador Trujillo. Y lo secuestraron, torturaron y después lo mataron por defender la libertad. También hemos querido recordar a Galindez en este Aberri Eguna.
También se cumplen 50 años en mayo de la célebre frase que escribió Javier Landaburu: "La causa del pueblo vasco". Toda una generación se hizo abertzale leyendo ese libro. No existe otro libro de aquella época que mejor analice la situación del mundo y Europa y mejor defina nuestro proyecto de pueblo y patria. Nos sentimos orgullosos de aquella historia.
Por último, también se cumplen 70 años del inicio de la tragedia de la guerra. Nuestra gente dio lo mejor de sí en defensa de la libertad y la democracia, con el lehendakari Agirre a la cabeza, contra los ejércitos más potentes del mundo: defendieron la libertad y la identidad y carácter de este pueblo. Y a ellos quisiera decirles que es el año de los recuerdos, el año de los reconocimientos.
Y sobre todo os quiero dar las gracias, en nombre del Partido, puesto que durante esa época oscura que se prolongó durante 40 años, mantuvisteis en vuestros corazones la llama de nuestro pueblo que se encontraba casi apagado, en silencio, entre el polvo como decía Lizardi. Os quiero dar las gracias por ello. Aquí estáis muchos de ellos; algunos no han llegado hasta este día. En muchas ocasiones me acuerdo de mi abuela, pero hubo miles de abuelas, quienes mantuvisteis vivo a nuestro querido euskera en la cocinas de vuestras casas, luchando contra los hijos y nietos que teníamos la tendencia de pasarnos al castellano diariamente, sin perder la esperanza, sabiendo que algún día amanecería algún día después de una larga noche. Ya ha amanecido; el sol de la libertad renace del bosque. Y en este año de recuerdos, gracias a todos vosotros. Por eso somos abertzales. Muchas gracias de todo corazón.
Euskadi, más nación que nunca
Somos abertzales y nuestro objetivo es construir la nación vasca. Y tenemos que decir con la cabeza bien alta, como decía hace un momento el Lehendakari, que hoy somos más nación que nunca. Hoy, decía también hace un momento el Lehendakari, la sociedad vasca tiene más conciencia de definir su futuro que nunca, más conciencia de ser nación. Tenemos nuestras instituciones (lehendakari, Gobierno Vasco, Parlamento Vasco) que, por cierto, son nuestras instituciones propias, son las más valoradas por la ciudadanía vasca. Euskadi es también hoy más nación que nunca desde el punto de vista social. Nuestros hijos y nuestras hijas conocen y utilizan el euskera en proporción superior a nuestra generación. Zonas del país como Encartaciones, Tierra Estella, la Llanada Alavesa, la Rioja, que habían perdido muchas de ellas el euskera hace muchos siglos, empiezan a ver cómo sus jóvenes conocen el euskera y lo empiezan a utilizar como lengua de pensamiento, lengua de comunicación, lengua de creación de cultura.
Hace 29 años, algunos os acordaréis, hubo un programa de radio, "24 ordu euskeraz". Estaban José Ramón Beloki, Mikel Atxaga y algunos otros organizando aquello. Hubo que movilizar a todas las gentes del país para hacer 24 horas en una radio en euskera. Hoy tenemos una televisión, tenemos canales íntegramente en euskera en Bizkaia, en Gipuzkoa, en Iparralde, en Nafarroa.
Hay una anécdota que a mí me gusta mucho. En julio de 1976, cuando Suárez fue elegido, designado -todavía estábamos en tiempos de la predemocracia- presidente del Gobierno le hicieron una entrevista y le dijeron: "Sr. Suárez, ¿hay que fomentar la enseñanza del euskera y del catalán? Y Suárez contestó: "Hombre, sí, en las escuelas hay que fomentar la enseñanza del euskera y del catalán, pero, seamos serios, nunca se podrá enseñar física nuclear en euskera". Hoy en día se hacen tesis doctorales todos los años, en nanotecnologías, cinética de polímeros, en terapias genéticas. Nuestra lengua ha salido a la palestra y está en estos momentos en la punta de la creación. Tenemos un sistema educativo del que nos sentimos orgullosos. Tenemos jóvenes en empresas vascas por el mundo, que hablan en euskera y están aprendiendo de igual manera el mandarín, el portugués, el checo o todo lo que haga falta. Tenemos un sistema sanitario que es referencia en Europa. Por cierto, zorionak Gabi, a ti y a todos los que hacéis eso todos los días; con mucho esfuerzo y con muchas dificultades, pero sois referencia en Europa. Hace 25 años teníamos un auténtico desierto industrial en este país y hoy estamos cerca del pleno empleo. Hemos dado un salto de gigante como pueblo, hemos dado un salto de gigante como nación. Y lo somos, somos más nación. ¿Y sabéis por qué somos más nación que nunca y por qué hemos dado este salto de gigante? Porque hace 29 años acertamos.
Construir nación día a día
Algunos entendían y siguen entendiendo el nacionalismo como algo que necesita una definición previa del marco jurídico-político para iniciar la construcción de la nación vasca; hasta que no seamos nación reconocida jurídicamente, con todas las bendiciones, con todos los derechos, ¡nada!, ¡a destruir!. Y otros pensamos que la nación se hace día a día desde el interior, desde la potenciación de nuestra identidad, de nuestras señas, de nuestra lengua, de nuestra economía, de nuestro bienestar. Y los que pensábamos así hemos acertado: tuvimos visión estratégica, supimos canalizar a la mayoría social y política de este país, para construir, y los vascos nos han dado su confianza; nuestra identidad está más consolidada. Y éste es nuestro balance, éste es el balance de nuestra construcción nacional, lo que ha hecho este país. ¿Entre todos? Sí, pero con el liderazgo y las ideas muy claras del Partido Nacionalista Vasco.
Por eso, alderdikides, autoestima, la cabeza bien alta, sobre todo ante los que se equivocaron hace 29 años. Porque todos tenemos que ser humildes en esta vida pero sobre todo ellos; criticaban y entorpecían nuestro camino y sólo han traído tragedia, dolor, sufrimiento, destrucción... Y ahora esta tragedia puede acabar, y vamos a ayudar a ese mundo a transitar a la democracia, a la política. Nos empeñaremos en que todo esto termine, pero no les vamos a permitir que deformen la historia, ni que toda esa literatura infumable, farragosa y barata que despliegan en sus Zutabes manche el acierto de la apuesta que este pueblo, con el liderazgo del Partido Nacionalista Vasco, ha llevado adelante; apuesta por nuestra identidad, por nuestro autogobierno y por nuestras instituciones, por nuestro país en definitiva.
Y ahora atentos: hace 29 años acertamos y ahora tenemos que volver a acertar. Y entonces no caímos en manos de los del "todo o nada", ¡y menos mal!, y ahora tampoco tenemos que ser incautos, como no lo fuimos entonces. Muchos abertzales de buena fe también cayeron entonces en manos de aquel mundo y mirad que balance han dejado después de 29 años. Nosotros a nuestro camino: construir nación día a día, desconfiar de los del "todo o nada", desconfiar de los que parece que el tiempo se les acaba mañana. La mitad de los que estaban hace 25 años en el "todo o nada", en el "aberria ala hil", ahora están en el Foro de Ermua, y este partido no ha vivido 111 años para hacer el canelo y seguir las estrategias de los que lo único que han hecho hasta ahora es equivocarse.
Por tanto, tranquilos, nosotros a nuestro camino, es el momento de acertar y vamos a seguir adelante. Hemos conquistado el autogobierno de este país con esfuerzo, con compromiso, con la voluntad de todos vosotros, y vamos a seguir adelante frente a todos los obstáculos, haciendo nación día a día, y no nos van a amilanar los personajes y personajillos que pretendan meternos palos en las ruedas.
Capacidad de decisión
Lehendakari, hablabas de Alfonso Guerra hace un momento, orgulloso de haberse cepillado el nuevo Estatuto Político y de haber pasado el cepillo al Estatuto de Cataluña. Por lo menos podía haber buscado otros términos, porque estos... me vas a perdonar Lehendakari pero incitan al cachondeo, porque eso de pasar el cepillo unido a Alfonso Guerra tiene su coña, porque algunos nos acordamos que hace catorce años se tuvo que ir del Gobierno precisamente por pasar el cepillo. Y no lo pasaba en misa de once precisamente, lo pasaba un hermano suyo desde un despacho público, por tanto hay que reconocerle al señor Guerra que pasando el cepillo tiene cierta habilidad. Y si se refiere a atacar el autogobierno de este país y a insultar a sus instituciones tiene también cierta experiencia. Hace ya más de 20 años que decíamos en los mítines "cuidado señor Guerra, que como se muerda la lengua igual es suicidio".
Eso es lo que han hecho los socialistas durante muchos años: pasar el cepillo también al Estatuto de Gernika. Cepillaron toda la parte de la Seguridad Social, se cepillaron las políticas de Empleo (por cierto, nos cuesta la broma 400 millones de euros al año a este país; para hacer tres Guggenheim al año solamente con eso), se cepillaron la investigación científica y técnica (100 millones de euros al año; otro Guggenheim), le han pasado el cepillo a la Sanidad, a la Educación... a todo lo que han podido a través de las Leyes Básicas Orgánicas. Y luego tienen el tupé de celebrar cada 25 de octubre el aniversario del Estatuto de Gernika, ¡tienen la cara de hacerlo después de haberle pasado el cepillo a todo lo que han querido! Los socialistas son expertos pasando el cepillo al autogobierno de este país. Y todavía no les he oído a Patxi López, a Egiguren, a Pastor y a Ares alzar su voz frente a las palabras de Alfonso Guerra; defender las instituciones de este país frente a los que creemos sencillamente que la voluntad democrática de los vascos no puede ser cepillada.
De todas formas, muchas gracias señor Guerra por su apoyo didáctico, porque en la campaña que tengamos que hacer el día que llegue el referéndum en este país para ratificar un nuevo Estatuto, un Estatuto que contemple el respeto a la voluntad democrática de las vascas y de los vascos, la bilateralidad en la relación con el Estado y el reconocimiento de Euskadi como sujeto político, el día que lleguemos a ese referéndum pediremos el voto "sí" a los vascos con una frase muy simple: "Necesitamos un nuevo autogobierno que respete nuestra capacidad de decisión para que nunca más nadie pueda cepillarse la voluntad democrática de los vascos en Madrid". Gracias, gracias señor Guerra.
Compromiso para construir nuestra nación
Si algo es el PNV, es compromiso con Euskadi, compromiso radical para la construcción de nuestra nación, compromiso de llegar hasta lo más profundo, compromiso de quienes hemos dicho sin ninguna vergüenza que nuestra prioridad es Euskadi. Y esa seguridad siempre nos ha llevado al diálogo, a la adopción de compromisos y a seguir adelante. Y tal y como decía el lehendakari, comenzamos a conocer la esperanza durante estos días. Después de una tragedia que ha durado décadas, parece legítimo que podamos llegar a la paz y a la libertad. Seguramente no será un camino fácil, puesto que encontraremos muchos obstáculos en el camino, pero ganaremos la paz. Ese es el principal sueño de este pueblo. Eso es lo que exige la gente y lo que exige cualquiera que ame a este pueblo. Y mantendremos ese compromiso en tanto que somos abertzales, puesto que sabemos que tenemos fe y confiamos en nuestro discurso y proyecto político. Estamos dispuestos a priorizar la paz sobre todo lo demás, porque somos conscientes de la importancia que tiene la paz.
Hemos empezado a vivir una esperanza. Tras décadas de tragedia vislumbramos un horizonte de paz y de libertad. Y no va a ser un camino sencillo, estará repleto de dificultades posiblemente, pero vamos a ganar la paz. Es el anhelo de este pueblo, es una exigencia de nuestras gentes, de todas las personas que amamos a este país, y lo vamos a hacer de la única manera que sabemos hacerlo: desde el compromiso, con la convicción de los que tenemos fe, de los que tenemos confianza en nuestro proyecto y en nuestro discurso político. Y estamos dispuestos a priorizar en el tiempo la consecución de la paz a cualquier otra cuestión, por importante que sea para nuestro país. Pero en una Euskadi en la que se vayan asentando la paz y la libertad, el respeto a la voluntad democrática de la sociedad vasca y su reflejo en el marco jurídico-político no puede ser obviado.
Respeto a la voluntad democrática
Ése es el camino para abordar un camino y un acuerdo de normalización en los próximos tiempos, cuando la sociedad vasca vaya ganando y asentando la paz y los acuerdos sirvan para asentar la convivencia política y social; un acuerdo que respete la voluntad democrática de los vascos y de las vascas, un acuerdo que nazca de un foro de partidos, para el cual tenemos ya que empezar a trabajar y acordar calendarios, procedimientos y metodologías, y un acuerdo que integre a las diferentes sensibilidades e identidades políticas de este país en un acuerdo de futuro que sea capaz de superar en adhesiones al que tuvo el Estatuto de Gernika en su tiempo. Es la apuesta decidida por la cohesión de nuestra nación, por una nación sólida, que integre a todas sus personas, con la perseverancia necesaria para recorrer este camino con visión a largo plazo y con confianza que tenemos hacia nuestro futuro. Ése es nuestro reto nacional hoy. El reto de los que creemos en Euskadi, de los que estamos convencidos que en este mundo nuevo de Internet, de las nuevas tecnologías, de la globalización, la nación vasca tiene más sentido que nunca: una nación construida a partir de la realidad misma de las vascas y de los vascos actuales y de nuestra libre voluntad.
Lehendakari, en este camino vas a contar con todo nuestro apoyo. No podemos iniciar un proceso democrático sin respetar los procedimientos democráticos, y el lehendakari de este país y sus instituciones tienen mucho qué decir y qué hacer en el proceso de paz, porque es vuestra tarea, porque os lo exige la ciudadanía vasca. Y el Lehendakari de este país y sus instituciones van a ser también claves en los acuerdos políticos del futuro. Acuerdos que los vamos a hacer en Euskadi; integradores sí, pero en Euskadi, sin vetos en Madrid, y nadie va a sacar a nuestro lehendakari y a nuestras instituciones de un manotazo. No porque seas Juan José Ibarretxe y no porque te queramos mucho, que también te queremos, lehendakari, eso también, pero no por eso, sino porque representas a los vascos, porque eres el lehendakari de los vascos, y porque no puede reivindicar la sociedad futura de la sociedad vasca el que no respeta lo que los vascos hemos decidido hasta ahora, y los vascos te hemos elegido a ti, Lehendakari.
La tensión intelectual de los jóvenes
Un último mensaje para los jóvenes: debemos tener tensión intelectual. La juventud vasca tiene una especial responsabilidad en estos momentos. No podemos andar tras quienes siempre se equivocan, detrás de quienes defienden una estrategia que no nos conduce sino al fracaso. No podemos bailar al ritmo que ellos nos marcan. Debemos mirar hacia delante. Los cambios que se producen en el mundo son cada vez mayores. ¿Qué hizo hace 50 años Javier Landaburu? Analizar el pasado del mundo, lo qué iba a suceder en Europa y habló de todas estas cuestiones hace 50 años. Nosotros debemos hacer lo mismo y vosotros debéis hacer lo mismo: ver por dónde va el mundo, prever los nuevos conceptos políticos y analizar la situación.
Los jóvenes nunca pueden ser inmovilistas, ortodoxos, estereotizados... Si no cogemos la ola de los cambios del mundo, desapareceremos. Y eso supone formación, pensamiento abierto, previsión de futuro, flexibilidad –para que perdure lo fundamental —y sobre todo tensión intelectual. Analizar la historia de nuestro partido. Ahí ha sabido acertar nuestro partido durante su historia, uniendo principios y apertura; por eso hemos durado 111 años. Y acertaremos, siguiendo nuestro camino, siempre nuestro camino, construyendo patria día a día, construyendo nación día a día. Ese es nuestro camino y ese es el proyecto del Partido Nacionalista Vasco.
Gora Euskadi Askatuta!
En la Plaza Nueva de Bilbao, el 16 de abril de 2006.